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Universidad Distrital Francisco José de Caldas

Facultad de Artes ASAB


Proyecto curricular Artes Escénicas

EL CUERPO: NUEVO TEXTO DEL ACTOR.

Cuando hablamos de las artes escénicas, nos encontramos con un campo del conocimiento
bastante amplio y aunque estas artes abarcan muchas manifestaciones, una de ellas la más
antigua de todas es la expresión que nos orienta hacia propiamente la metería de la cual vamos a
hablar o mejor diría la herramienta o componente que forma parte de esa triada que no puede
faltar al momento de referirnos al actor. Desde el comienzo de las teorías y varios exponentes
nos hablan de que la voz, el gesto y el cuerpo son los tres aliados que todo experto en lo escénico
debe desarrollar, adiestrar, entrenar, en otras palabras lo que se pule con la experiencia.

Si no vamos a referir a una época en especifico y considero hay que ubicarnos pues la historia
del teatro es de por sí bastante amplia diría que el siglo xx marco gran pauta e influencia en las
artes que conocemos hoy en día algunos de estos aspectos no cambiaron, por el contrario
evolucionaron lo cual impulso al teatro. Un claro ejemplo es la técnica y la adquisición de
mayores teorías y prácticas en materia de profesionalizar a los actores y directores, por otra parte
las escenografías y los vestuarios en el caso del teatro realista adoptaron mayor creatividad al
igual que la introducción de maquinarias, arquitectura e iluminación. Gran parte de estos
adelantos contribuyó a entender el espectáculo como la suma de diferentes artes visuales,
espaciales, auditivas, entre otras disciplinas físicas y psicológicas para la preparación del actor.

Este último aspecto juega un papel bastante importante en la relevancia que desde antes toma el
cuerpo del actor dentro de dichos procesos y es que el surrealismo y el expresionismo le aportan
gran influencia. El actor utiliza sus medios para construir su lenguaje y comenzar el proceso de
creación de su personaje, y en este momento ya se está convirtiendo en autor al mismo tiempo
que en actor creador y es que dicho proceso se soporta desde el mismo momento en que decide
convertir a su cuerpo en arcilla que se moldea con diferentes teorías y disciplinas que le aportan
a su crecimiento tratándose pues de la manifestación del cuerpo como el texto que empieza a
escribir el actor y que se sale de toda rigidez. Entonces mirémoslo desde la creación, en este acto
de comunicación y expresión, el intérprete utiliza una de las herramientas más significativas para
él, como es su propio cuerpo y el cuerpo de los demás como una forma de expresión y
comunicación.

El texto entonces no solo se convierte en una guía, desde las influencias del siglo xx se viene
ahora a convertir en un elemento que aporta a la creación. El actor, al interpretar, está trabajando
con el cuerpo, el movimiento, la acción y su propia personalidad, comprometiéndose en esta
acción por medio del gesto, la actitud, el contacto y toda una comunicación como un lenguaje
creativo de una relación directa y auténtica. Todo esto requiere una formación personal y
académica por qué no; poniendo al actor en diferentes situaciones de comunicación no verbal, y
no solo de una técnica y una formación intelectual, ya que el problema de cualquier teoría en
relación con la interpretación del actor radica en dos caminos o posturas: la de ser él mismo al
tiempo que se transforma en otro ser en la ficción.

Sobre esta naturaleza del actor y su interpretación, dice Nietzsche: "El actor es también el que
siente un impulso irresistible a cambiarse a sí mismo y a vivir y obrar por medio de otros cuerpos
y otras almas". Para hablar del cuerpo del actor, es necesario referirse a las diferentes
concepciones de cuerpo, que corresponden a distintas formas de interpretación, en occidente,
desde tiempos muy antiguos, se concebía, en primer lugar desde la filosofía y más tarde desde
los postulados científicos, al ser humano como un todo compuesto de dos partes que eran muy
fácil de diferenciar: el cuerpo y el alma , posteriormente la mente. El cuerpo es lo externo, con lo
cual realizamos nuestras actividades públicas, y lo interno, el alma, la sede de nuestros
pensamientos.

Entendemos un poco mejor de esta manera la interrelación del cuerpo y la mente desde una
concepción global y no fragmentada, y no solo como un medio racional para el pensamiento
consciente y real, sino también un medio de expresión en las relaciones del actor con el espacio
que lo rodea que como lo mencionábamos antes según los cambios del esta época antes
mencionada le dio mucha prioridad a los avances y con ello también a las concepciones del
espacio y el mundo exterior que lo observa a través de las sensaciones y percepciones que le
produce. Pero entonces, de que medios se vale el actor? pues de sus gestos, sus movimientos, su
voz y su silencio, como algo que genera la palabra, y de la misma quietud surge el movimiento.

La elaboración de la palabra, la inmovilidad y el movimiento, se enriquecen juntas en escena. Es


posible percibir así el cuerpo, como una serie de elementos articulados o como un agente de
impulsos orgánicos que dirigen y matizan sus respuestas a estímulos y se organizan en un
sistema muy complejo de sensaciones y movimientos que lo ayudan a transmitir casi que un
segundo lenguaje con su partitura corporal, de allí que se diga que la dramaturgia no solo está en
lo que se escribe, también esta en lo que se inscribe llenando el espacio vacío del cual nos habla
Patrice Pavis, ese espacio listo para la representación.

El actor, para su creación, necesita reconocerse a sí mismo para satisfacer la necesidad de


reconocer al otro e interpretar su proxemia, despegándose de su interioridad y compartiendo la
vivencia del otro. Reconociendo al otro y a su vez el reconocimiento de otra conciencia, y la
creatividad emana de ese encuentro de conciencias de agentes que se unen o separan. es
interesante ver en este punto y desde el área de cuerpo individual, cuerpo relacional impartida a
los estudiantes de segundo nivel en la ASAB como dichas partituras y procesos internos salen de
un cuerpo que ya no está vacío y relacionan con la proxemia del otro extendiéndose y
haciéndose flexible, tanto que incluso se llega a percibir la macroestuctura del texto dramático
sin palabras y creo que allí se fundamenta la importancia del entrenamiento de la conciencia del
cuerpo. Cuando nos hablan de la memoria del cuerpo pensamos que la mente es quien maneja
dicha memoria pero va mucho más allá de eso es la tercera herramienta del actor reaccionando a
los estímulos del medio.

A este punto del escrito es necesario aclarar unos puntos, por ejemplo que esa cadena a la cual
llamo: reaccion de estimulos al medio es el resultado de un procesos de entrenamiento y
significación mucho más amplio que involucra por supuesto la mente, la conciencia, la vida
misma. Hagamos de cuenta que tenemos al cuerpo solo, separado de la afectividad y de la
inteligencia, sería una abstracción, un pensamiento vacío, un espectro en el espacio escénico.
Para que quede más claro en este orden de ideas, todo movimiento y actitud es necesariamente
la expresión del ser entero, el resultado de un pensamiento, consciente o inconsciente, o los dos a
la vez. Por lo anterior diría entonces desde mi rol como director en formación que en la
interpretación del actor teatral existe autoría propia y conjunta con el director y a su vez estos
dos con el texto a titulo del dramaturgo, como lo decía Chejov: "la interpretación del actor debe
mostrar la imagen, el gesto, la presencia: «Lo que debe elaborarse en el escenario y mostrarse al
público es la vida interior de las imágenes, no los personales e insignificantes recursos de la
experiencia del actor". entonces tenemos que las emociones son un componente de la acción y no
lo contrario.

Por ello es que el mismo cuerpo, su herramienta se ha venido convirtiendo en su primer texto
aquel que le ayuda a articular las demás expresiones propias, creando mundos posibles y
contándonos historias incluso sin pronunciar palabras llevándolo a convertirse en otro ser con
todo su cuerpo, porque la verdad escénica es la que el mismo vive y nos hace vivir , que a su vez
es la verdad del cuerpo. la búsqueda de esa veracidad es la que ha venido produciendo cambios
desde el siglo pasado hasta nuestros días en materia de este estudio físico de primer territorio del
actor pues donde va el cuerpo va la mirada, donde va la mirada va la intensión, allí donde llega la
intensión esta la relación del actor y el público, a esta relación, este fenómeno se le denomina
teatro.

Bibliografía.

-El teatro del siglo XX, artículo en wordpress.com

-El análisis de los espectáculos, Patrice Pavice

- Teatro en cuanto arte: desde Friedrich Nietzsche hasta Camille Paglia, Silvia Davini
(Universidad de Brasilia)

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