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SEMANA 1: ¿QUÉ SON EL ENVEJECIMIENTO Y LA VEJEZ?

Lección 1.2 Una mirada al envejecimiento desde la Biología

En esta clase discutiremos acerca de las principales teorías de la Biología del envejecimiento, y
algunos aspectos celulares y moleculares que son fundamentales para entender cómo podemos
tener un envejecimiento más saludable.

A lo largo de la historia, los humanos hemos buscado la respuesta a por qué envejecemos, cómo
envejecemos y cómo podríamos controlar el envejecimiento. Bajo esta perspectiva, entender qué le
ocurre a una célula cuando envejece, y por qué lo hace, es fundamental si queremos entender en
escala celular y molecular cómo el paso del tiempo afecta nuestro organismo.

Existen diversas teorías que se han generado para explicar porque las células no pueden
comportarse como un ente inmortal, y a continuación reseñaremos las más importantes.

Teoría del daño oxidativo

Esta teoría se originó a mediados del siglo XX, cuando el químico Denham Harman propuso que el
envejecimiento se producía como consecuencia de la producción de radicales libres, especies
químicas que se producen normalmente en las células como consecuencia del metabolismo.

La idea original de Harman derivó de la observación de que radiaciones ionizantes, como las que
provienen de los rayos X o de una bomba atómica, inducen la producción de radicales libres.
Asimismo, se había observado que la presencia de antioxidantes en la dieta podría prevenir el daño
debido a la radiación. El último eslabón de esta cadena, que permitió la masificación de esta teoría,
fue el hecho de que la producción de radicales libres, como subproducto del metabolismo, ocurriría
durante toda la vida, produciendo ciertamente una acumulación de daño sobre las principales
macromoléculas de un organismo: las proteínas, los lípidos y los ácidos nucleicos.

Esta teoría fue ampliamente aceptada durante décadas, pero la llegada de la genética molecular dio
los primeros indicios que podría no ser correcta. Estudios en gusanos y ratones mostraron que
quitar genes que están relacionados con la producción de radicales libres no generó cambios en la
expectativa de vida. Tampoco el experimento contrario, en el que la manipulación genética de un
organismo para producir cantidades superiores de radicales libres no generó más daño, sino todo
lo contrario, un aumento en la expectativa de vida. Se desprende que la producción de radicales
libres podría no ser necesariamente dañina. Y si no lo son, el uso indiscriminado de sus antídotos
(los antioxidantes) podría no ser tan beneficioso.
Teoría de los telómeros

Los telómeros son secuencias repetitivas de DNA o ADN que se encuentran en los extremos de los
cromosomas, y que no contienen información genética. Sirven para proteger el extremo de los
cromosomas de su degradación y corregir la duplicación imperfecta del material genético.

Los telómeros son agregados a los extremos de cada cromosoma una vez que se han duplicado
para mantener intacta su longitud. Para ello, una enzima descubierta a finales de la década de los
70s por Elizabeth Blackburn, la telomerasa, sintetiza los telómeros protegiendo a los cromosomas
de su acortamiento. Este descubrimiento hizo, que el año 2009, Elizabeth Blackburn junto a Carol
Greider y Jack Szostak recibieran el Premio Nobel en Medicina.

La conexión entre envejecimiento celular y los telómeros, viene del hecho que las células que tienen
sucesivas divisiones celulares van acortando sus telómeros, y dejarán de dividirse cuando sus
telómeros alcancen una longitud crítica determinada.

¿Qué ocurre cuando una célula deja de dividirse? El acortamiento de los telómeros, finalmente
inducirá que las células entren en un fase de senescencia o envejecimiento celular; un estado
caracterizado por la pérdida de las funciones normales de una célula, y la producción de moléculas
que pueden contribuir al envejecimiento.

Teoría Genética

Esta teoría sugiere que existiría un subconjunto de genes cuya finalidad sería regular el proceso
de envejecimiento en un organismo. La mayoría de los genes que han sido vinculados con el
control del envejecimiento, en diferentes modelos (levaduras, gusanos, moscas, peces y ratones),
tienen funciones controladoras que afectan principalmente a tres sistemas: el metabolismo, la
reparación del DNA y la función de las mitocondrias (la fábrica de energía en una célula).

Otra evidencia que sustenta la teoría genética del envejecimiento es la aparición de dos patologías
en humanos: el síndrome de Werner y el síndrome de Hutchinson-Gilford. Ambas enfermedades,
conocidas como progeria, muestran un envejecimiento acelerado, que ocurre en la edad adulta en
el primer caso (con expectativas de vida de 47 años) y durante la niñez en el segundo caso (con
expectativas de vida de 13 años)

Las diferentes teorías del envejecimiento buscan no solamente explicar qué es lo que hace a una
célula envejecer, sino además buscar posibles intervenciones que permitan atenuar los efectos del
envejecimiento.
Recomendaciones para envejecer mejor

En la última parte de esta clase discutiremos cómo intervenciones que modifican los estilos de vida,
o farmacológicas, pueden tener un efecto positivo sobre el envejecimiento.

Un estudio clásico, publicado en la prestigiosa revista Nature, hace más de 20 años, demostró que
monos que tenían una disminución de un 30% en su ingesta de calorías envejecían en mejores
condiciones que aquellos que podían comer todo lo que quisieran durante el día. Este experimento
ha sido replicado en diferentes modelos animales y las conclusiones parecen ser siempre las
mismas: una baja en el consumo de alimentos nos hace vivir indiscutiblemente mejor. La
reducción de calorías induce, en modelos animales, mejoras en la mayoría de las enfermedades,
incluyendo cáncer, diabetes y neurodegeneración.

La restricción calórica, en escala molecular, puede modificar diferentes procesos que están
íntimamente relacionados con el control del metabolismo, la capacidad de modificar la síntesis de
proteínas y la regulación de la respuesta oxidativa.

El ejercicio físico es una intervención que contribuye a mejorar numerosos aspectos moleculares
relacionados con el envejecimiento. Durante mucho tiempo se supo que, a pesar de que el ejercicio
es una actividad que produce radicales libres, tenía efectos beneficiosos para los humanos. También
se ha visto que el ejercicio podría preservar la longitud de los telómeros.

En consecuencia, la práctica regular de ejercicio, así como una nutrición balanceada y con un bajo
contenido calórico, son intervenciones susceptibles de ser practicadas por todos quienes quieran
tener una mejor calidad de vida, y envejecer en mejores condiciones.

Actualmente existen numerosas intervenciones farmacológicas que han sido descritas como
modificadores del proceso de envejecimiento. En esta clase nombraremos las dos que muestran las
mejores posibilidades de poder ser aplicadas en humanos.

La rapamicina y sus derivados, o rapalogs, originalmente descubierta en Isla de Pascua (Chile), es


un anti-fúngico, cuya diana molecular es un complejo proteico que es un regulador maestro del
metabolismo celular. Los efectos secundarios de la rapamicina hacen poco probable que sea una
intervención de rutina para tener un envejecimiento más saludable, pero la generación de sus
derivados podría ayudar a envejecer mejor.

La metformina es un fármaco que se usa para el tratamiento de la diabetes tipo 2. A nivel


molecular, su efecto se relaciona con la regulación de la vía de la insulina y el metabolismo.
Disminuye los niveles de insulina, controla la producción de radicales libres y disminuye la
inflamación a nivel celular. Actualmente es el único fármaco que está siendo ensayado en una
prueba clínica en humanos como un modificador del envejecimiento.
Reflexión final

En conclusión, el envejecimiento a nivel celular es un proceso que es modificable. Tanto las


intervenciones en hábitos y conductas como las farmacológicas, impactan la producción de
radicales libres, la longitud de los telómeros y generan cambios metabólicos que son beneficiosos
para el organismo.

Se desprende que la forma como cada uno de nosotros envejece no está solamente determinada
por la genética. Tenemos el control sobre cómo podemos vivir nuestras vidas, y de esta forma
depende de las decisiones que tomamos cotidianamente si modificamos y optimizamos nuestra
forma de envejecer.

Para citar este material educativo:

González-Billault, Christian (2017) “Una mirada al envejecimiento desde la Obra acogida a licencia de
Creative Commons Atribución-
biología”. Material del curso "Cómo envejecemos: una mirada
No Comercial- CompartirIgual
transdisciplinaria”, impartido en UAbierta, Universidad de Chile.
4.0 Internacional.

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