VIGÉSIMO PRIMER DOMINGO DESPUÉS DE PENTECOSTÉS
El que se cree justo, recto o veraz, ya no admite nada
que lo ayude a crecer, pues ante sus propios ojos no ca-
rece de nada, sino que piensa que en todo es sabio y eru-
dito. Sin embargo, el que sabe que tiene defectos, por el
contrario, reconoce sin ira, que le falta por aprender y
por mejorar, este admite el consejo y ser guiado por
otro. Dice San Pablo que Dios le dijo: “Mi poder se per-
fecciona en la debilidad” (2 Corintios 12:9) y esto im-
plica una gran bendición para todos nosotros, porque
Dios no nos quiere perfectos sin humildad, para que éste
cometido se logre en el alma del pecador es necesario
que éste se reconoce como tal; entonces perfección es:
veracidad con humildad, sin ello nuestra supuesta
“perfección” solo es vanidad. Es muy común que cuan-
do alguien camina en la vida cristiana, adopte una pos-
tura y maneras que le hacen parecer correcto ante los
ojos de los demás o suyos propios. Sin embargo, la rec-
titud es una cosa que solo el juicio de Dios puede pesar,
y a quienes Él les ha dado su espíritu. “Pues el que no
tiene el Espíritu no acepta lo que procede del Espíritu
de Dios, pues para él es locura. No puede entenderlo,
porque hay que discernirlo espiritualmente. En cambio,
el que es espiritual lo juzga todo” (1 Corintios 2:14-16).
Esta aparente rectitud, como ya lo hemos visto antes, no
es más que orgullo disfrazado, orgullo el cual no es ca-
paz de discernir el que lo padece. Por eso las debilidades
permitidas por Dios en nuestra vida cristiana es un mal
necesario para mantenernos conscientes de nuestra natu-
raleza pecaminosa, es una herramienta que es permitida
por Dios, para mantenernos en profundo agradecimiento
por el auxilio proveniente de su mano poderosa, en defi-
nitiva, las debilidades ya no deberían someternos sino
convertirse en una herramienta para el crecimiento espi-
ritual del cristiano. Esto es verdadero y así lo demuestra
la historia bíblica. David Rey y Profeta, planeó la muer-
te de Urías, Tamar la nuera de Judá se prostituyó, Mateo
el cobrador de impuestos, la mujer adúltera y tantos
otros casos, que nos permite evidenciar que Dios es
Quien justifica al ser humano a pesar de sus transgresio-
nes. Pero esto el hombre mundano no es capaz de enten-
derlo, por eso hemos escuchado a menudo decir: “Para
que ir a la iglesia, si el cura, las monjas y los que están
ahí metidos son pecadores que no cambian de vida, pre-
fiero tratar directamente con Dios, por eso no necesito ir
a la Iglesia para ser bueno”. Esta terrible sentencia, es
exactamente lo que explicamos al inicio, porque él que
lo proclama en realidad está diciendo: Yo no tengo de-
fectos, debido a ello no necesito de la Iglesia, es decir, no
necesitó de ser perfeccionado. La Iglesia siempre está con-
formada por personas que tienen pecados, e incluso difi-
21 de Octubre de 2018 (C.C)
cultades entre ellos. He ahí los mismos Apóstoles Santos,
que entre ellos tenían desde pequeñas rencillas hasta gran-
8 de Octubre de 2018 (C.E)
des disputas. (Hechos 15: 36-41 y Gálatas 2:11-14). Pero
estos pecados y dificultades evidentemente tienen que ser
21er Domingo después de
superadas. Pues el mismo Señor indicó: “Pero yo os digo
que cualquiera que se enoje contra su hermano, será cul-
Pentecostés
pable de juicio” (Mateo 5:22). Puesto que la realidad del Monja Pelagia la justa y penitente. Keyne Virgen.
pecado es una cosa inherente a la naturaleza humana caída, Pelagia de Antioquía. Monja Tesia de Egipto.
¿Qué hacer? Hacer lo que dice San Pablo: ya no vivo yo, Felipe Obispo de Gortia.
mas vive Cristo en mí, en conclusión, en Cristo radica el
poder de nuestra conversión, Él nos invita a que confiemos
en su gracia para vencer el mal en nosotros. Y este poder
se manifiesta sobre nosotros mediante su palabra de vida,
es decir en la Iglesia, en los Sagrados Misterios, en los
Santos Ritos y en la Biblia, pues, aunque parezcamos
muertos, por el pecado, es la voz de Jesucristo que nos
dice a quiénes somos hijos de esta madre que llora: la Igle-
sia, levántate, y por su poder así somos restituidos a la sal-
vación. Mientras tanto ¿Qué pasará con aquellos que re-
chazan a esta madre porque piensan que no la necesitan
para santificarse? Pues Jesucristo resucitó al hijo de la viu-
da porque se compadeció de ella, así mismo ocurre con
aquellos hijos de la Iglesia, Dios se compadece y por eso
nos levanta de nuevo. El cristiano aparente confía en sí
mismo y por eso no es capaz de hallar el perfeccionamien-
to de su alma ni la salvación. Mientras que el verdadero
cristiano, aunque es un pecador, lucha con la gracia otor-
gada por Dios, y esa gracia no es un vapor invisible que
baja desde el cielo, esa gracia está presente en los Santos
Sacramentos de la Iglesia y en todas sus enseñanzas. El
Verdadero Cristiano, no desespera, sino que espera, no
confía en su propio poder, sino que confía en el poder de
Dios. Y manteniéndose en vigilia constante, lucha a pesar
de que parezca que su pecado le sobreabunda, al final Dios
lo levantará. Bendito Seas ¡Oh! Dios Incomprensible, que
en tu sabiduría enalteces a los humildes y despides vacíos
a los arrogantes. Ayúdame a aceptar con humildad mi na-
da, para que pueda ser levantado ante Ti. Amén.
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Cruz
 TROPARIOS
Tropario de Resurreción
Tono 4
Las Discípulas del Señor, aprendieron del Ángel
el alegre anuncio de la Resurrección; la senten-
cia ancestral rechazaron, y se dirigieron con or-
gullo a los Apóstoles diciendo: ¡Fue aprisionada
la muerte! ¡Resucitó Cristo Dios y concedió al
mundo la gran misericordia!
Kontaquion
Tono 4
¡Oh! Protectora de los cristianos, indesairable;
Mediadora ante el Creador, irrechazable: no des-
precies las súplicas de nosotros los pecadores,
sino acude a auxiliarnos como bondadosa, a los
que te invocamos con fe. Sé presta en intervenir
y apresúrate con la súplica, ¡Oh! Madre de Dios,
que siempre proteges a los que te honran.
Tropario de San Basilio Magno.
Tono 1.
Tu voz anunciadora se difundió por toda la tie-
rra, que aceptó tu palabra. Porque enseñaste la fe
y descubriste la naturaleza de los seres. ¡Oh! San
Basilio que hiciste del real sacerdocio, camino
para la vida de los hombres, ruega a Cristo Dios
por la salvación de nuestras almas.
Proquimenon
Tono 4
Cuán muchas son tus obras, ¡Oh! Señor. Hiciste
todas ellas con sabiduría.
Verso: Bendice, alma mía, al Señor. Señor, Dios
mío, mucho Te has engrandecido.
EPISTOLA
Lectura de la carta de San Pablo a los
Gálatas 2:16-20
Sabiendo que el hombre no es justificado por
las obras de la ley, sino por la fe de Jesucris-
to, nosotros también hemos creído en Jesu-
cristo, para ser justificados por la fe de Cristo
y no por las obras de la ley, por cuanto por las
obras de la ley nadie será justificado. Y si bus-
cando ser justificados en Cristo, también no-
sotros somos hallados pecadores, ¿es por eso
Cristo ministro de pecado? En ninguna mane-
ra. Porque si las cosas que destruí, las mismas
vuelvo a edificar, transgresor me hago. Por-
que yo por la ley soy muerto para la ley, a fin
de vivir para Dios. Con Cristo estoy junta-
mente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive
Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne,
lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me
amó y se entregó a sí mismo por mí.
Aleluya Aleluya Aleluya.
Cabalga sobre palabra de verdad, de humildad
y de justicia.
Aleluya Aleluya Aleluya.
Amas la justicia y aborreces la maldad.
Aleluya Aleluya Aleluya.
EVANGELIO
Lectura del Santo Evangelio según
San Lucas 7: 11 – 16
En aquel tiempo; Jesús se dirigió
poco después a un pueblo llamado
Naím, y con él iban sus discípulos
y un buen número de personas.
Cuando llegó a la puerta del pue-
blo, sacaban a enterrar a un muer-
to: era el hijo único de su madre,
que era viuda, y mucha gente del
pueblo la acompañaba. Al verla,
el Señor se compadeció de ella y
le dijo: “No llores”. Después se
acercó y tocó el féretro. Los que
lo llevaban se detuvieron. Dijo Je-
sús entonces: “Joven, yo te lo
mando, levántate”. Se incorporó
el muerto inmediatamente y se
puso a hablar. Y Jesús se lo entre-
gó a su madre. Un santo temor se
apoderó de todos y alababan a
Dios, diciendo: “Es un gran profe-
ta el que nos ha llegado. Dios ha
visitado a su pueblo”.