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Para tonificar, quemar calorías, fortalecer y adelgazar. Estos y muchos otros beneficios se
pueden obtener de la práctica del spinning, actividad que se realiza sobre una bicicleta estática y
mediante la guía de un profesor certificado. Todos puedes participar, pero ¡ojo!, no todos al
mismo ritmo.
Para explicar lo anterior, menciona que “para poder quemar grasa – y no afectar la musculatura - se debe
mantener un porcentaje bajo de pulsaciones, lo ideal es entre los 110 y 145. Sobre eso, ya hay un gran
desgaste energético y por lo tanto además de consumir calorías, también se consumirá musculatura, algo
totalmente innecesario”, manifiesta.
Entonces, para lograr un equilibrio, el entrenador sostiene que será de mucha importancia el trabajo que
realice el instructor encargado de realizar la clase. “Cada profesor de spinning tiene su rutina y en cada
una de ellas hay, por ejemplo, trabajo de intervalos, algunos más pausados, otros más avanzados,
etcétera”.
“Con el spinning se puede bajar de peso”, indica el personal trainer, pero sentencia que es importante
saber cuáles son los objetivos que la persona quiere lograr y al mismo tiempo informarse acerca del tipo
de trabajo que realiza el profesor que entrega las clases.
Al respecto dice que “existen muchos trabajos de spinning y algunos que realmente se enfocan a la
pérdida de calorías por sobre la quema de musculatura”, pero a su vez añade que el problema está en
aquellos “profesores que hacen que la persona se meta a la bicicleta, transpire mucho y quede casi
muerta. Ése es otro concepto, mucho menos profesional”, advierte.
Por lo tanto, Camilo Gaete asegura que junto a aquellos profesionales que sí están calificados para
entregar conocimientos y que además son docentes de educación física – pues hay algunos instructores
que sólo saben de este entrenamiento y no de cómo sostener un trabajo integral con las personas – se
pueden conseguir metas muy interesantes.
“Los profesores expertos en spinning tienen conciencia del tipo trabajo que se debe realizar”, manifiesta y
dice que serán estos los que tengan la real capacidad de llevar a cabo una rutina que tenga como finalidad
el hacer sentir bien a la persona, sabiendo cuáles son las capacidades de cada uno de sus alumnos.
En relación a posibles contraindicaciones, Gaete manifiesta que si bien el spinning puede ser practicado
por mujeres y hombres de todas las edades y condición física, recalca que aquellas que padecen de
hipertensión o de problemas en las articulaciones, especialmente en tobillos o rodillas, deben tomar más
precauciones o simplemente, no practicarlo.
En este contexto afirma que “el trabajo de spinning es como ir a la jaula de los leones, ya que es quizás
uno de los trabajos físicos más fuertes, entonces, para una persona que tiene problemas de presión,
puede que esté quince minutos y se va a tener que bajar de la bicicleta”, advierte.
Alumnos porfiados
Pese a lo anterior, el profesional sostiene que cada persona que se someta a esta rutina debe informar al
instructor acerca de posibles enfermedades o problemas físicos. “Esto no pasa mucho”, afirma y comenta
que hay una gran mayoría de alumnos que no saben que tienen dificultades y que al momento de estar en
una clase, comienzan a sentirse mal y finalmente no pueden continuar con la rutina.
“Hay otras personas que saben que son, por ejemplo, hipertensas, pero no le dicen a su instructor porque
piensan que se la pueden y eso es un grave error”, advierte. Por lo tanto, recomienda que lo mejor es ir
“de menos a más” y ser constante en el ejercicio, manteniendo una rutina permanente acompañada con
una buena alimentación y un estilo de vida saludable.
“La gente quiere lograrlo todo de inmediato y se mete al gimnasio porque quiere conseguir resultados lo
más rápido posible. Por eso piensan que mientras más fuerte sea el ejercicio será mejor para ellos, pero
no saben que eso puede resultar perjudicial para su salud”, remata.