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El vendedor de Silencio: opinión

«A mediados del siglo XX, Carlos Denegri era el


líder de opinión más influyente de México.
Reportero estrella del diario Excélsior, tenía una
red de contactos internacionales envidiada por
todos los periodistas. Mimado por el poder, como
columnista político sobresalió por su falta de
escrúpulos, al grado de que Julio Scherer lo llamó
“el mejor y el más vil de los reporteros”.»

(Enrique Serna, 2019)

El libro empieza a narrar la historia del día a día de Carlos

LESLY Denegri, haciendo una narración descriptiva de todo el


contexto, que te lleva a imaginar cómo es que se encuentra
su alrededor, desde su llegada a la oficina, hasta la misma,

DANIELA con todos los premios y decoraciones que tenía. Más tarde
pasa a narrar todas las ocupaciones del periodista en el

CRUZ
día.

En cada una de las descripciones podemos ver como el


autor retrata al México como era en esos años. Hemos visto

MADRID como algunas de las cosas han cambiado, es verdad, pero


la política, el gobierno y el poder, siguen siendo bastantes
similares hasta ahora. Esta novela nos presenta al señor
Carlos Denegri como una persona que es un macho, como
Para la materia de Opinión se caracterizaban los hombres en ese entonces. Las
pública palabras que utilizan, son muy duras y al principio, lo
misógino apenas se empezaba a acercar. También tiene
toques de ser un personaje astuto, mujeriego, prepotente
Opinión sobre el libro “El y también muy acomplejado de él mismo y todo lo que le
vendedor de silencio” del rodeaba.
autor Enrique Serna
Desde quién sabe si quiera lo básico de alguna historia
política de hoy en día, o de hace algunos años, y hasta los
que están inmiscuidos en el tema, haciéndolos expertos,
EXPEDIENTE pueden darse cuenta de que venimos de ahí y hay ciertas
217212215 cosas que aún no cambian, si no es que la mayoría.

El autor comenta al final de la obra, que todo lo narrado en


la novela, proviene de fuentes de confianza como personas
allegadas al periodista, sobre todo, su hija. Sin embargo,
nos deja muy claro que la historia se basa en retratar los
sucesos como fueron, y es por esto que él escribió una
novela, no una historia.
Se muestra en el texto, la perspectiva del autor conforme a los hechos que estaban
ocurriendo y el expresó que era una mezcla entre personajes de la vida real, con
situaciones reales (desde su perspectiva) y personajes e historias ficticias para aumentar
el dramatismo y el cómo él hubiera querido que fueran las cosas.

Sin embargo, la opinión de muchos, concuerda con el autor, pues a pesar de tener tintes
de ficción y dramatismo, algunos sucesos si son narrados tal cual. Obviamente toda obra
literaria de éste tipo genera esas controversias.

Hoy en día, no hay quién haya superado la audacia de este periodista para expresar lo
que Denegri que atrevió, ni todo lo que se tragó para no sacar a la luz. ¿Quién podría
superar al mismísimo padre del «Chayote»? Pues incluso, antes de que se haya
inventado el término, el famoso periodista ya era experto en ello. A pesar de su
naturaleza prepotente y misógina, aún, la gente, creía en el poder que Denegri irradiaba,
pues era uno de los más influyentes, y cualquier cosa que el dijera, era verdad. Es verdad,
que en su principio, le costó el hacerse de toda esa reputación. Pero dice el autor (dicen
los periodistas, dicen todos) que la base de su carrera fue la extorsión. Ni más ni menos,
podemos ver esto reflejado a través de cada una de las páginas de éste libro. Toda la
fortuna que logró tener, tuvo movidas “fraudulentas”, las cuales lo llevaron no sólo a ser
un hombre sumamente millonario, sino también un hombre sumamente poderoso e
influyente.

De esta manera, logró convertirse en el periodista «modelo», que todos creían en él


ciegamente. Hasta que algo cambió. El autor muestra y relata de una manera muy
descriptiva como cae y es destronado, al ser fuertemente criticado y rebajado por la
presidencia. Hasta ese entonces, ya había cometido mil y un fraudes, hecho su fortuna
a base de cambiarse de bandos, por ver quién le ofrecía más dinero, obtuvo un gran
poder incluso, para hacer que los mismos bandos, cambiaran de opinión y posicionarlos
en distintas situaciones a las que estaban acostumbrados.

Sin duda alguna, Carlos Denegri era una persona que sabía manejar la información a su
interés, como convertir esta en poder, es por eso que hoy en día escuchamos muchísimo
la frase de «información es poder». Jugaba con la intimides de la información, haciendo
que entre más prohibida o peligrosa, más era la recompensa por ella. Y cuidado del que
se metiera con él, porque, lo que le gustaba más, es siempre dar de qué hablar. Con sus
juegos y trampas, logró posicionarse en la opinión pública. De ahí, denota el nombre «el
vendedor de silencio», que a esta altura, es posible decir, que Serna, atinó como anillo
al dedo para nombrar a ésta obra y denominar a este sujeto.
A través de las medias páginas del libro, es posible darse cuenta de que el negocio que
Denegri formaba, era cada vez más grande, tanto así que ha terminado de una manera
fatídica. Si algo lo caracterizaba también, era su facilidad para conseguir toda la
información, para hacerse de amistades que le brindaran todo tipo de chisme jugoso,
para de ahí, agarrarse y continuar con su propio fin. Se volvía cada vez más profesional.
Bien menciona Serna al principio de las páginas, su poder para ser el más dotado en el
oficio y textualmente que «era el mejor y el más vil de los reporteros».

En medida que vas avanzando en la lectura, puedes dar cuenta de lo que era el incentivo
de Carlos Denegri para continuar con todo, él sabía que era odiado por aquellos a quien
con sus palabras había sacado a la luz, y eso, precisamente era lo que él creía que le
daba el poder, haciendo de esto el más grande de los negocios, haciendo que cada vez,
existan menos límites y no haya un punto en el que pueda detenerse, pues entre más
hablaban de él, entre más consumieran sus palabras a los afectados, más quería. Así,
se iba convirtiendo en una droga para salir de aquella situación de depresión en la que
ya se encontraba.

Tomando por encima el punto de las metafóricas drogas, hasta ahora se ha mencionado
sobre su vida política y su carrera, pero no lo que hay detrás de ella, lo que fue uno de
los detonantes principales para su caída: su afición por el alcohol. Ciertamente, el tomar
este paso lo llevó a tener crisis, si bien, la novela empieza relatando que ya tenía una
falta de entusiasmo y «achaques de vejez», es claro que el alcohol terminaría por
intervenir en su profesión y en su vida personal.

No sólo esto, sino que el hombre, reflejaba su verdadero ser tal y como era «déspota»
en su trabajo periodístico, también lo era con las mujeres. Desde el principio, hasta el
final se le muestra actitud de macho mujeriego, teniendo fijaciones desde la secretaria,
hasta mujeres que sólo se sentaban en un parque a cuidar a sus niños. El texto incluye
algunos regresos en el tiempo donde podemos visualizar a manera más analítica, cómo
las semillas, iban plantándose desde su niñez. Su padrastro con comportamientos
machistas similares, idealista y su madre que era totalmente coqueta, que permitía al
pequeño entonces Denegri, hacer cualquier cosa que él deseaba, llegando al punto de
solapar sus primeros malos pasos.

Todos estos comportamientos, hoy en día se pueden tomar cómo un perfecto escándalo,
pues la sociedad ha avanzado al punto de que es totalmente inaceptable la misoginia y
el machismo, Serna proyecta una imagen del hombre que necesita ser totalmente
aceptado como todo un hombre, con estándares anticuados, hechos totalmente a la
antigua, donde tenían que tener aficiones muy marcadas que sólo eran para los
«verdaderos hombres».
Llegando al punto central de la trama del libro, el suceso más impactante está claramente
a cargo de Julio Scherer, quién es finalmente quién lo destrona de todo esto que Denegri
había construido a través de los años.

Para el año del 68, toda la dictadura periodística de este personaje, acabaría por
destaparse. Haciendo de esto un suceso irónico, pues precisamente Denegri, habría sido
el maestro que le dio a Scherer, la puerta para reportear. Así lo expresa en el libro, tanto
como su desprecio hacia él. En un principio podemos entre páginas, saber que Julio
trataba al señor Carlos Denegri, de una forma un tanto respetuosa con tintes de
reverencia, sin embargo, conforme pasa el tiempo, aumentando más su relación personal
con él, empieza a existir una carga de remordimiento que acabaría por desatar el declive
del personaje principal.

Sin duda es una novela que puede transportar a todos aquellos que vivieron en esas
épocas, como también, dar una visión de lo que no han vivido, a las nuevas generaciones.
Una muy contundente introducción al periodismo cómo era en los años sesenta y cómo
la opinión pública, era si bien, no tan fuerte cómo hoy, pero empezaba a dudar de la
información que se brindaba. Es un experimento interesante, cómo una joven
contemporánea como yo, puede deslumbrar el México que antes de que incluso mi
madre naciera, estaba caracterizado. Es verdad, que tuve que investigar ciertos términos
que hoy en día se han dejado de utilizar.

Una novela rica en historia y un poco de dramatismo, que deja enseñanzas sobre cómo
el poder puede consumir a una persona a grados impresionantes tales como los del
señor Carlos Denegri. También, como todas las personas pueden estar cegadas por el
poder de una figura influyente, sin saber todo lo que se encuentra detrás. Manipulaciones,
fraudes, extorsiones. Jamás, pienso yo, podremos saber la verdad de todo, simplemente,
el punto de vista de aquellos valientes profesionales del periodismo quienes nos brindan
un poco de panorama de cómo es el mundo de la política y el gobierno.

Esta es una opinión del libro «El vendedor de Silencio» del autor
Enrique Serna, publicado en el año del 2019.

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