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Introducción

El abuso de autoridad es un delito que se presenta cuando los servidores públicos,


aprovechándose de los cargos y de las funciones que tienen, abusan del poder de
los mismos, para satisfacer intereses personales o de terceros allegados a ellos.
En los medios de comunicación aparecen con cierta frecuencia casos de policías
que, aprovechándose de su situación de poder, se comportan de manera abusiva.
Esta conducta es especialmente preocupante, ya que los miembros de los cuerpos
policiales han sido formados para tratar a los ciudadanos de manera respetuosa y
dentro del marco de la ley.
En la mayoría de las legislaciones, cada país establece una pena para el delito de
abuso de poder o abuso de autoridad, ya que es un comportamiento muy común
en la sociedad actual, en la que agentes públicos someten a otros a sus designios
con el propósito de obtener alguna utilidad económica o simplemente por
perversión de la personalidad.
Las fuerzas de seguridad, por su parte, incurren en el abuso de autoridad cuando
se apoyan en la violencia y hacen un uso desmedido de sus atribuciones. Un
ejemplo de este tipo de situación aparece cuando la policía detiene a alguien sin
justificación y no permite que el afectado se exprese o se defienda.
Las relaciones entre policías y población se establecen en un "continuo" que va
desde actos de protección legítima hasta formas extremas de abuso. Existen
modalidades de mal comportamiento policial, como la negación o la prestación
incorrecta de un servicio que no corresponde a formas de abuso, pasando por
formas de corrupción que representan un mutuo acuerdo entre las partes, hasta
prácticas abusivas como las extorsiones, el uso excesivo o brutal de la fuerza y la
tortura.
La importancia de las tareas policiales que no están directamente vinculadas con
el delito pone en evidencia la brecha que existe entre la realidad cotidiana del
trabajo policial y las prioridades institucionales formales que se atribuyen a sus
funciones. Es decir, la mayoría de las corporaciones policiales dedican sus
recursos de formación, capacitación, supervisión y premiación (con muchos
problemas de eficacia y eficiencia) a las tareas que consideran el centro de su
función: la prevención o detención de presuntos delincuentes.
En muchas actividades importantes en su relación con la ciudadanía, ajenas a los
objetivos delictivos, carecen de preparación, incentivos y reconocimiento. De esta
forma se descuida un importante aspecto de la construcción de confianza y
legitimidad. La población considera al policía como un agente público
multifuncional de información cotidiana, de ayuda, al mismo tiempo que por otros
motivos, le teme.
Para profundizar en el tema, lee con detenimiento el estudio de caso No. 18
Políticas de Ética Comunitaria, que encontrarás en el espacio de recursos, y
elabora un comentario sobre ¿Qué debe hacer Harradod sobre lo que
presenció?
MI OPINION DEL CASO 18
Denunciar y testificar ya que lo presencio fue abuso de autoridad, aunque él sea
un principiante debe demostrar sus valores y su ética que aprendió en la
corporación. Ya que dicho compañero abuso de sus funciones con dicho sujeto al
herirlo aunque haya sido algo pequeño, pero lo dejo ir. Se debe de presentar un
castigo es bastante arbitrario e imprevisible.
Ya que falta al reglamento y a su ética profesional de su persona como forma de
corrupción que está cometiendo abuso de sus funciones se aprovecha de su cargo
y de sus atribuciones frente al sujeto al decir que lo conoce que por ese motivo lo
dejo ir, su conducta inapropiada es error que está cometiendo de manera ilegal
que tiene por objeto obtener un beneficio propio. Puede tomar la forma de
cohecho, extorsión y uso indebido de información confidencial. Se da en las
comunidades indiferentes en cuanto al cumplimiento de la ley o donde no existen
políticas al respecto.
Las fuerzas de seguridad, por su parte incurren en el abuso de autoridad cuando
se apoyan en la violencia y hacen un uso desmedido de sus atribuciones. Un
ejemplo de este tipo de situación aparece cuando la policía detiene a alguien sin
justificación y no permite que el afectado se exprese o se defienda.
Según he visto, desde la perspectiva de la posición de corrupción de abuso de
funciones está rompiendo las reglas demasiado como para ser sancionado, o si lo
será por aver violado el reglamento. Incluso cumpliendo con todo lo prescrito por
las reglas informales, tal y como aparece en los otros relatos, los policías son
igualmente encarcelados mediante la participación del factor traición. Por lo que
deducimos que el confinamiento no puede desempeñar un papel de regulador
eficaz de la conducta policial apropiada para las estructuras informales y las
prácticas corruptas.
La gran mayoría de las personas que participan en la labor policial están
dedicadas a la causa de un servicio público honorable y competente y hacen gala
sistemáticamente de altas normas de integridad personal y profesional en el
desempeño de sus funciones, y aún serían más los que se comportan de este
modo si recibiesen la formación y el apoyo institucional adecuados. Pero en todos
los organismos de policía existe un elemento contaminado en cierto grado por el
incumplimiento de estas altas normas de probidad y profesionalidad que
caracterizan en general a la actividad policial.
El secreto para combatir estas deficiencias reside en el desarrollo y mantenimiento
de sólidos mecanismos de rendición de cuentas y de supervisión. Es fundamental
para la buena gobernanza garantizar la integridad policial, así como es esencial
granjearse la confianza del público y lograr la seguridad pública. De este modo, la
confianza y la fe del público en la policía pueden mejorarse y mantenerse
mediante un claro sistema de rendición de cuentas, supervisión efectiva e
integridad transparente.
Hasta los países más sofisticados han tenido y siguen teniendo problemas serios
de corrupción en sus fuerzas policiales. Sin embargo los esfuerzos para combatir
la corrupción policial se llevan a cabo lejos del ojo público, generalmente reciben
poca atención, y en su mayoría cuentan con un historial de pocos resultados
positivos
Conclusión

No es novedad que la confianza ciudadana en las instituciones se encuentra fracturada. Tampoco


lo es el gran distanciamiento que existe. Los ciudadanos desconfían de la policía, muchos la
consideran corrupta, poco preparada y abusiva, que ha existido en el olvido institucional, por así
servir a los fines del poder público. En la práctica, se puede observar que los miembros de las
instituciones de policía históricamente han recibido una formación improvisada e insuficiente y
rara vez se les ha infundido la importancia que su rol social tiene para el mantenimiento de las
instituciones y en la construcción de relaciones sociales capaces de resolver los conflictos y las
diferencias de manera pacífica.

Las prácticas policiales que derivan en abusos tienen en su origen una estructura jerárquica poco
democrática, vertical y abusiva de su propio poder. En México los mandos policiales son
seleccionados principalmente por su cercanía con el jefe político local, sea presidente municipal,
de una entidad o del propio país. Rara vez se hace un análisis que permita garantizar que su perfil
profesional sea apto para el cargo y, en todo caso, se valora más su lealtad política

Así, la Policía con frecuencia es señalada por abusar de su condición para obtener beneficios que
los ciudadanos a menudo observamos como actos de corrupción. Esto se debe, además de los
factores ya mencionados a que los ciudadanos desconocen sus derechos y en muchas ocasiones
prefieren arreglar sus problemas con la autoridad de una manera directa, a través de sobornos o el
uso de “influencias” y, en segundo lugar, los policías son a menudo presionados u obligados por
sus mandos a llenar cuotas de detenidos o de “mordidas” para demostrar eficiencia y para
aprovechar su cargo.

Una solución seria implementar políticas que busquen respuestas no violentas a un problema de
alta incidencia delictiva y violencia en el país. Eso quiere decir debilitar la estructura financiera de
los delincuentes, que finalmente es la que permite generar corrupción.
Causa en comun. (2017). CORRUPCIÓN Y ABUSO POLICIAL, ALGUNOS APUNTES. Octubre 27, 2019,
de Causa en comun Sitio web: http://causaencomun.org.mx/beta/corrupcion-y-abuso-policial-
algunos-apuntes/

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