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Teorías de la Inteligencia

Edgar A. López M.A. MFT

Universidad Humanitas

21 de Octubre del 2015, Tijuana, B.C.

“La medida de la inteligencia es la capacidad de cambiar.”

Albert Einstein
Teorías de la Inteligencia 2

Índice de Contenido

I. Introducción . . . . . . . . . . 3

1. Etimología de Inteligencia . . . . . . . 3

2. Inteligencia Definida . . . . . . . . 4

3. Desarrollo Histórico . . . . . . . . 5

II. Modelos Contemporáneos de la Inteligencia . . . . . . 10

1. Modelos Psicométricos de Inteligencia . . . . . 10

a. Teoría Gf-Gc Extendida . . . . . . 10

b. Teoría de los Tres Estratos . . . . . . 11

c. Teoría de Cattell-Horn-Carroll (CHC) . . . . 11

2. Modelos Fisiológicos de Inteligencia . . . . . . 12

a. Teoría de Integración Parieto-Frontal (P-FIT). . . . 12

b. Modelo de Inteligencia de Plasticidad Neuronal . . . 13

3. Modelos de Sociales de Inteligencia . . . . . . 14

a. Teoría Triárquica de la Inteligencia . . . . . 14

b. La Teoría de las Inteligencias Múltiples . . . . 15

c. Modelos de la Inteligencia Emocional . . . . 16

4. Modelos de Interconexión . . . . . . . 17

a. Teoría PASS de la Inteligencia . . . . . 17

b. Teoría de Arquitectura Cognitiva Mínima . . . . 19

c. Teoría de Proceso Doble de Inteligencia . . . . 20

III. Conclusiones . . . . . . . . . . 21

IV. Referencias . . . . . . . . . . 22
Teorías de la Inteligencia 3

Introducción

Durante los últimos milenios de historia escrita, las diferentes culturas han definido la

inteligencia de varias formas, estas incluyen y no se limitan a: la capacidad para el pensamiento

abstracto, la comprensión, la comunicación, la organización, el aprendizaje, el razonamiento y, la

resolución de problemas. Visiblemente, el concepto de inteligencia es un constructo que ha

resonado en la mente de los filósofos, científicos, psicólogos y educadores. Y que en los últimos

100 años, el enfoque psicométrico se ha utilizado para definir el concepto en los seres humanos

y, al hacerlo ofrecer un medio de comparación entre individuos. Aunque el estudio de la

inteligencia se ha enfocado en la especie humana, el concepto y las conductas relacionadas con la

inteligencia también se han observado y estudiado en animales, insectos y plantas (Goldstein,

Naglieri, & Princiotta, 2015).

Etimología de Inteligencia

La palabra inteligencia se deriva del Latín intelligere. Este verbo tiene sus raíces en

interlegere, que significa “seleccionar” o descifrar. Una forma de este verbo, intellectus, era el

término técnico medieval para designar el conocimiento de un individuo, así como la traducción

del termino filosófico Griego, Nous. El termino nous, estuvo fuertemente vinculado a las teorías

metafísicas y cosmológicas de la teleología escolástica, que incluyen teorías en relación a la

inmortalidad del alma y el concepto del entendimiento como un agente activo. Sin embargo, toda

aproximación al estudio de la naturaleza, fue rechazada por los filósofos Británicos modernos,

como Francis Bacon, Thomas Hobbes, John Locke y David Hume, todos los cuales prefiere la

palabra “entendimiento” en sus obras filosóficas en inglés. Hobbes, en su obra latina “De

Corpore,” utilizó el término intelligit intellectus como un ejemplo típico de un absurdo lógico.

Por lo tanto, el término inteligencia, se ha vuelto menos común dentro de la filosofía que es
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escrita originalmente en el idioma Inglés, pero ha sido ampliamente adoptado en la psicología

contemporánea (Goldstein et al., 2015).

Inteligencia Definida

Un informe publicado por el Consejo de Asuntos Científicos de la Asociación Americana

de Psicología en 1996 titulado “Intelligence: Knowns and Unknowns” definen la inteligencia

como:

"Los individuos difieren entre sí en su capacidad de comprender ideas complejas de

adaptarse eficazmente al medio ambiente, para aprender de la experiencia, para participar en

diversas formas de razonamiento, para superar los obstáculos tomando pensado. Aunque estas

diferencias individuales pueden ser sustanciales, nunca son totalmente coherentes: el rendimiento

intelectual de una persona dado variará en diferentes ocasiones, en diferentes dominios, a juzgar

por diferentes criterios. Los conceptos de "inteligencia" son intentos para aclarar y organizar este

complejo conjunto de fenómenos. Aunque gran claridad se ha logrado en algunas áreas, hay tal

conceptualización aún ha respondido a todas las preguntas importantes y no los comandos

asentimiento universal. De hecho, cuando dos docenas de prominentes teóricos se les pide poco

para definir la inteligencia dieron dos docenas algo diferentes definiciones " (Neisser et al 1996,

p. 77, citado en Goldstein et al, 2015).

La Inteligencia también es definida de manera mas sencilla y directa como “n. Un

conjunto de habilidades para adaptarse mejor al medio ambiente a través de la experiencia. La

naturaleza de estas habilidades es muy debatida en la psicología. La mayoría de las pruebas de

inteligencia incluyen habilidades verbales, razonamiento cuantitativo, capacidad de memoria y la

resolución de problemas. La teoría de Sternberg supone que hay tres tipos de inteligencia: la

inteligencia analítica, de aspecto creativo y la de aspecto práctico” (Matsumoto, 2009).


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Desarrollo Histórico

El la historia de la psicología, comúnmente se da crédito a Francis Galton y Alfred Binet

como los primeros en desarrollar las teorías de la inteligencia, así como instrumentos para su

medición. Sin embargo, dicho crédito debería ir al investigador victoriano Herbert Spencer como

el primero en desarrollar una teoría practica de la inteligencia y una que involucraba diferencias

individuales, raciales, y entre especies. Spencer sostuvo que la inteligencia está determinada por

la cantidad y calidad de las asociaciones de adaptación al medio ambiente, esto a través de los

ajustes continuos entre las relaciones internas y las relaciones externas. Herbert Spencer creyó

que estos ajustes eran determinados por la complejidad neurofisiológica. En consecuencia,

sostuvo que la inteligencia es una función del tamaño del cerebro (Goldstein et al., 2015).

Wilhelm Wundt y William James son generalmente denominados como los fundadores

de la psicología científica en Alemania y América, respectivamente. Wundt, mantuvo que los

procesos atencionales creativos y selectivos y que dan lugar a la percepción y la cognición

humana, difieren en las formas de asociación que se observan en otros animales. James sostuvo

que la psicología animal y su comportamiento podría explicarse en base a la asociación por

contigüidad y afirmó que la cognición humana va mas allá de esta asociación, ya que el humano

tiene reconocimiento de similitudes y analogías (Goldstein et al., 2015).

James McKeen Cattell fue uno de los primeros estudiantes de Wundt en Leipzig y primer

estudiante americano de tiempo completo. Durante su estancia en Leipzig, Cattell hizo estudios

experimentales en relación al tiempo necesario para completar “operaciones cerebrales”, un tema

adecuado para el programa de investigación de Wundt sobre la cronometría mental o tiempos de

reacción. El trabajo de Cattell llamado “On the Time It Takes to See and Name Objects” fue
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publicado en el diario de Wundt Estudios Filosóficos en 1885 y se dedico a la investigación en el

tiempo de reacción y las diferencias individuales(Goldstein et al., 2015).

Francis Galton, fue un teórico que reconoció las diferencias individuales en los tiempos

de reacción sensoriales y motores, y gracias a él, se reunieron datos sobre cerca de 20,000

personas en sus laboratorios antropométricos en la Exposición Internacional de la Salud en

Londres (en 1884) y las Galerías Ciencia del Museo de Kensington Sur (en 1888). Galton

empleo mediciones físicas tales como tamaño de la cabeza, la fuerza física, y sensoriales como la

agudeza visual y auditiva, y el tiempo de reacción. También desarrollo y empleó nuevas medidas

estadísticas, un ejemplo fueron los estudios de gemelos. Galton creía que la inteligencia humana

está determinada en gran medida por la herencia. Dado su compromiso con la determinación

hereditaria de la inteligencia, Galton era mostro incredulidad hacia las teorías utilitaristas, como

las presentadas por John Stuart Mill que sostenía que todos los seres humanos son capaces de

alcanzar los mismos niveles intelectuales y morales, si las experiencias de crianza

proporcionadas son similares (Goldstein et al., 2015).

Clark Wissler, intentó demostrar el grado de correlación entre el desempeño en las

pruebas mentales de Cattell y las calificaciones de los cursos, el empleó las medidas de

correlación de Galton, incluyendo el coeficiente de correlación de Pearson. Para consternación

de Cattell, Wissler (1901) no encontró ninguna correlación entre los resultados de los exámenes

de inteligencia de Cattell y las calificaciones, ni entre las puntuaciones de dichas pruebas, lo que

él encontró, fue una correlación entre las calificaciones del estudiante (Goldstein et al., 2015).

Charles Spearman, usando una fórmula estadística correctiva, fue capaz de demostrar una

correlación positiva entre los resultados de las pruebas de inteligencia y entre los resultados de

los exámenes y grados académicos. Spearman discutió este éxito en su teoría de que la
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correlación entre diversas pruebas mentales podría explicarse a una sola referencia, la capacidad

unitaria, o factor general “g”, que identificó a través de una nueva técnica estadística que llegó a

ser conocida como el análisis factorial (Goldstein et al., 2015). Esta inteligencia general se

conoce comúnmente por la letra cursiva sola, g. Spearman mostró, apoyo estadístico para la

teoría de capacidad general. Usando las técnicas estadísticas de análisis factorial Spearman

demostró que las medidas de diferentes capacidades mentales se correlacionan entre sí. Las

personas con habilidades verbales altas tienden a tener altas capacidades espaciales y

cuantitativas, y así sucesivamente (Kaufman & Sternberg, 2011).

Edward L. Thorndike era estudiante de William James y recibió su título de maestría en

Harvard en 1897. Insistió en que el estudio científico de la “inteligencia” de los animales debe

basarse en estudios experimentales y cuidadosamente controlados. Thorndike encontró que los

animales progresivamente necesitaron menos tiempo para ejecutar en el comportamiento

requerido en una serie de ensayos, hasta que finalmente se produjo el comportamiento aprendido

al momento en que apenas se colocaban en la caja de experimentación. Sobre la base de estos

experimentos, Thorndike articula lo que llamó la “ley del efecto,” que es vincular el aprendizaje

con el refuerzo, y la “ley del ejercicio,” que es vincular el aprendizaje con la repetición. En

consecuencia, se supone que el número de conexiones determinará el nivel de inteligencia de una

persona. Sin embargo, él estaba igualmente comprometido con la idea de que la inteligencia es

determinada en gran medida por herencia (Goldstein et al., 2015).

Henry Goddard, se graduó de la Universidad de Clark en 1899 y se convirtió en director

del Laboratorio de Investigación para el Estudio de la debilidad mental en la Escuela de

Formación de Vineland para Niños y Niñas en Nueva Jersey en 1906. Tradujo en 1908 al Inglés

la escala Binet-Simon usada para medir la inteligencia de los niños y también en 1911 la escala
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de Binet-Simon revisada. Esta escala se convirtió en la medida estándar de la inteligencia en los

Estados Unidos hasta que Lewis Terman, un graduado de la Universidad Clark en 1905, aseguró

un puesto como profesor de Estudios de los Niños en la Universidad de Stanford, y trajo lo que

llegó a ser conocido como la escala Stanford-Binet en 1916 (Goldstein et al., 2015).

 En 1905, Alfred Binet y su asistente de investigación Theodore Simon habían

desarrollado una prueba para medir la inteligencia en niños, como un medio para evaluar el

"nivel mental" del niño. Las pruebas de Binet y Simon se basaron en la medición directa de las

capacidades intelectuales tales como la comprensión, resolución de problemas y razonamiento

lógico y analógico, lo que constituían en esa época todas las formas de juicio inteligente. Sus

escalas consistían en treinta artículos, clasificados en orden de dificultad, por lo que todo el

mundo podía hacer los más fáciles, y los niños obtuvieron resultados mejores con cada aumento

en el "nivel mental" (Goldstein et al., 2015).

William Stern (1871-1938) introdujo la noción teórica de un cociente mental, definido

como la edad mental de un niño, según lo determinado por su desempeño en la escala Binet

Simon y dividido por su edad cronológica (Stern 1914, citado en Goldstein et al., 2015), y

Terman definió el cociente intelectual (CI) como la edad mental de Stern multiplicada por 100,

por lo que el cociente promedio de inteligencia para cualquier edad mental sería de 100. Goddard

y Terman utilizaron estas escalas de CI para definir los niveles de inteligencia y la “debilidad

mental,” (Terman, 1906, citado en Goldstein et al., 2015).

Robert M. Yerkes, formó un comité para estudiar la forma en la que los psicólogos

estadounidenses podrían contribuir en la guerra. Este comité, cuyos miembros incluyen Cattell,

Hall, Thorndike y Watson, sugirió el desarrollo de pruebas psicológicas para facilitar la selección

de los oficiales y el despido de reclutas débiles mentales. Yerkes formó de inmediato al Comité
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sobre Métodos de Psicológicos para la Examinación de Reclutas, cuyos miembros incluyen

Goddard y Terman, que pasó de 2 semanas en Vineland enfocado en la creación de pruebas de

inteligencia grupales para el ejército y realizando ensayos en las instituciones locales y bases

militares. Cuando el ejército finalmente aprobó a lo que se conoció como el Proyecto de Pruebas

del Ejército, unos 400 psicólogos administraron pruebas de inteligencia grupales a unos dos

millones de soldados entre 1917 y 1919, la prueba Army Alfa a soldados alfabetizados y la

prueba versión beta (pictórica) a los analfabetas (Goldstein et al., 2015).

Modelos Contemporáneos de la Inteligencia

Kaufman y Sternberg (2011) expresaron que el método más promisorio es a través de los

modelos basados en la teoría que describen, explican y predicen la inteligencia, lo que permite la

generalización. Sin embargo, estos modelos deben cumplir con ciertos criterios para ser útiles

para las personas, las sociedades y la ciencia. Por lo tanto, los modelos de inteligencia deben

alcanzar altos estándares que se describen a continuación:

En primer lugar, los modelos deben basarse en supuestos relevantes, construidos sobre

conocimientos previos, y que tengan el apoyo empírico adecuado. En segundo lugar, todos los

componentes y los mecanismos por los cuales interactúan deben estar bien especificados, deben

ser internamente consistentes y comprobables. En tercer lugar, los modelos deben contener sólo

componentes relevantes y comprensibles. En cuarto lugar, deben describir, explicar y predecir el

comportamiento inteligente a través del tiempo y espacio. En quinto lugar, los modelos deben

generar y orientar a las nuevas investigaciones que den avances en el campo. Por último, los

modelos deben tener el potencial de fomentar la alta calidad en sus aplicaciones y proporcionar

orientación práctica sobre la inteligencia y cómo las sociedades pueden identificarla y cultivarla.
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Modelos Psicométricos de Inteligencia

Los modelos psicométricos actuales de la inteligencia pueden entenderse mejor al

percibir la discrepancia entre los dos modelos anteriores, que comenzaron la controversia sobre

si la inteligencia comprende un componente principal o muchos. Para resolver esto, los modelos

psicométricos actuales normalmente proponen una estructura jerárquica que sitúa a uno o más

factores generales, y que representan a las habilidades generales en el estrato superior, y factores

más específicos que representan a las habilidades más especializados en los estratos más bajos

(Kaufman & Sternberg, 2011).

Teoria Gf-Gc Extendida. La teoría Gf-Gc original, recibió su nombre cuando Raymond

Cattell (1943; 1963) divide el factor de inteligencia general de Spearman en dos independientes:

la inteligencia fluida (Gf) y la inteligencia cristalizada (Gc). El propósito de esta separación era

para tener en cuenta el desarrollo cognitivo de los individuos en la adolescencia y la edad adulta

(Kaufman y Sternberg, 2011).

La versión actual de este modelo se le conoce como la teoría extendida GfGc porque

otros factores generales de segundo orden se unieron a Gf y Gc en el nivel superior (Estrato II),

de su estructura jerárquica. Por ejemplo, El Conocimiento Cuantitativo, Velocidad de

Habilidades de Pensamiento y Habilidades de Almacenamiento de Memoria a Largo Plazo y

Recuperación son algunos de los factores de nueve Estrato II. Su adición se basó en cinco tipos

de pruebas: estructurales (psicométricas), de desarrollo, neurocognitivass, predicción de logro, y

de comportamiento genético (Horn, 1986 citado en Kaufman y Sternberg, 2011)

Cuando las personas están alrededor de los 20 años, por ejemplo, Gf tiende a alcanzar su

punto máximo y luego posteriormente comienza un lento declive. Otras habilidades, como Gc, la

recuperación de la memoria a largo plazo, y el conocimiento cuantitativo se ven menos afectados


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por el sistema nervioso central (Kaufman & Sternberg, 2011).

Teoria de los Tres Estratos. La teoría de John Carroll describe a la estructura de la

inteligencia como una pirámide. El Estrato III se localiza en el vértice de la pirámide, y consiste

únicamente en el equivalente conceptual de g de Spearman. El Estrato II se localiza en el centro

de la pirámide, representa ocho amplias capacidades que están diferencialmente influenciados

por g. La inteligencia fluida es el factor más relacionado con g, mientras que la velocidad de

procesamiento es la menos relacionada. Los ocho factores, que son similares a los de segundo

orden en la teoría Gf-Gc, corresponden a los rasgos de los individuos que pueden influir en su

rendimiento en un determinado dominio. El Estrato I se localiza en la base de la pirámide y se

compone de 69 habilidades especializadas, como el razonamiento cuantitativo y la ortografía. Al

igual que en el modelo Gf-Gc, un subconjunto de estos factores representan a las habilidades

mentales primarias de Thurstone. Cada factor en el Estrato I está relacionado con al menos uno

de los ocho capacidades que comprenden el Estrato II (Kaufman y Sternberg, 2011).

Teoria de Cattell-Horn-Carroll (CHC). Esta teoría es una integración de las Teorías

GfGc y de La Teoría de los Tres Estratos descritos anteriormente. El objetivo de esta síntesis era

proporcionar un puente entre la teoría y la práctica mediante la creación de un marco común para

el desarrollo, interpretación, y la revisión de las pruebas de habilidades mentales. En particular,

se necesitaba una sola taxonomía para la clasificación de las estrechas habilidades

especializadas, medidas por las baterías de las pruebas de inteligencia administradas

individualmente. La teoría CHC se utiliza cada vez más para construir y revisar las pruebas de

habilidad mental. Por ejemplo, fue fundamental en el desarrollo del enfoque transversal de la

batería CHC, que permite a los profesionales seleccionar las medidas adecuadas de acuerdo a sus

propósitos. Además, la teoría ha sido influyente en las revisiones de las pruebas de inteligencia y
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baterías de evaluación (Kaufman & Sternberg, 2011).

Modelos Fisiológicos de Inteligencia

Kaufman y Sternberg (2011) explican que el objetivo principal de este nivel es

determinar la base neuronal de la inteligencia. Las teorías recientes, hipótesis y resultados

empíricos están relacionados con este objetivo y serán revisados en esta sección.

Teoría de Integración Parieto-Frontal (P-FIT). Como el nombre de la teoría implica,

estas zonas se encuentran principalmente en los lóbulos parietales y frontal, y una de sus

funciones principales es integrar la información entre diferentes partes del cerebro. Muchas de

las regiones-P FIT están relacionadas con los procesos cognitivos básicos, como la atención y la

memoria de trabajo. En otras palabras, los atributos de la inteligencia general no están asociados

con una parte central del cerebro sino con una red de estructuras y funciones distribuidas por

toda la corteza cerebral (Kaufman y Sternberg, 2011).

Según la teoría de Jung y de Haier, las personas muy inteligentes tienen redes corticales

que operan con mayor precisión y rapidez que las de las personas menos inteligentes. El

argumento a favor de la eficiencia cerebral no es nueva. Los estudios que utilizan la tomografía

por emisión de positrones (PET) encontró que las personas que obtuvieron altas puntuaciones de

CI tenían cerebros que gastan menos energía, y por lo tanto consumen menos glucosa, que los

cerebros de los individuos con puntajes más bajos de CI (Haier et al., 1988, citado en Kaufman y

Sternberg, 2011).

Después de extensas pruebas y modificaciones, la teoría P-FIT puede tener implicaciones

prácticas para los problemas de la sociedad. De acuerdo con Jung y Haier (2007), por ejemplo, el

modelo podría finalmente ser útil en el desarrollo de tratamientos para elretraso mental y otras

condiciones neurológicas (Kaufman y Sternberg, 2011).


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Modelo de Inteligencia de Plasticidad Neuronal. El modelo de Dennis Garlick de la

inteligencia de plasticidad neural introduce la adaptabilidad a nivel fisiológico. Según este

modelo, las personas inteligentes tienen cerebros que productivamente cambian en respuesta a

sus ambientes circundantes. Sin embargo, mediante el uso de simulaciones por ordenador y los

datos neurofisiológicos, Garlick (2002) demuestra que algunos cerebros humanos pueden ser

más "plásticos" que otros y, por lo tanto, más capaces de adaptarse a una variedad de

circunstancias. Esta capacidad de adaptación neural depende, en gran parte, de una variedad de

sustratos neurales codificados en los genes. Adicionalmente, la capacidad general del cerebro

para la plasticidad neuronal se reflejaría en un factor general de inteligencia (Garlick, 2002,

citado en Kaufman & Sternberg, 2011).

Dos recientes puntos de vista teóricos están relacionados en muchos aspectos al modelo

de la plasticidad neuronal de Garlick. La primera explica a la inteligencia fluida como el

producto de un sistema neural flexible, adaptable. Más específicamente, Newman y Just

proponen que los individuos inteligentes tienen redes neuronales dinámicos que alteran su

composición con el fin de dar capacidad a tareas demandantes, y regiones corticales que trabajan

en sincronía para realizar una función específica. El segundo se basa en la investigación

realizada por Eduardo Mercado III, que perfeccionó el modelo de plasticidad neural de la

inteligencia, centrándose en los módulos corticales. En resumen, estos módulos son

específicamente columnas verticales de neuronas interconectadas ubicadas en diferentes áreas de

la corteza cerebral. Según Mercado, la capacidad de aprender (plasticidad cognitiva) está

directamente relacionada con la disponibilidad, reconfigurabilidad, y la personalización de los

módulos corticales. En otras palabras, los módulos neuronales y su flexibilidad proporcionan la

base estructural para la adquisición de conocimientos y la mejora de las habilidades. Las


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diferencias individuales en inteligencia son un producto de la cantidad y diversidad de módulos

corticales disponibles (como se cita en Kaufman y Sternberg, 2011).

Los modelos de plasticidad neural destacan la importancia de la exposición a ambientes

estimulantes. Según Mercado, la investigación sobre la relación entre la plasticidad cognitiva y

neuronal tiene implicaciones relevantes para la educación y otras prácticas sociales (Kaufman y

Sternberg, 2011).

Modelos de Sociales de Inteligencia

El tercer enfoque se centra en la utilidad social de la inteligencia y toma en cuenta las

capacidades funcionales y las habilidades de los individuos que hacen contribuciones

significativas a la sociedad. En consecuencia, los modelos resultantes observan a la inteligencia

como un sistema dinámico, complejo, y que implica interacciones entre los procesos mentales,

las influencias contextuales, y múltiples capacidades que pueden o no pueden ser reconocidos en

un ambiente académico (Kaufman y Sternberg, 2011).

Teoría Triárquica de la Inteligencia. Las teorías de Robert Sternberg tienen una

admirable historia ya que su construcción se complementa a si sola. Su teoría componencial era

fundamental para su teoría triárquica de la inteligencia que luego fue modificada para dar avance

a la inteligencia exitosa. Actualmente, su teoría de la sabiduría, la inteligencia y la creatividad

sintetizada (WICS) explica cómo la inteligencia exitosa sienta las bases para la creatividad y la

sabiduría. La teoría triárquica de Sternberg de la inteligencia exitosa brevemente se describe a

continuación, seguido por su modelo de WICS (Grigorenko, Kaufman & Sternberg, 2009).

Según Sternberg, tres aspectos que interactúan contribuyen a la aplicación de la

inteligencia exitosa dentro de una sociedad. La primera consiste en la capacidad de análisis que

ayudan a las personas a evaluar, juzgar, o criticar la información. El segundo consiste en


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habilidades prácticas que crean una coincidencia óptima entre las habilidades de los individuos y

los ambientes externos, esto permite a estos individuos aplicar y poner en práctica sus ideas en el

mundo “real.” La tercera es la inteligencia creativa, que consiste en maximizar las experiencias

con el fin de generar nuevos productos, resolver problemas relativamente nuevos, y rápidamente

automatizar procedimientos (Grigorenko, Kaufman & Sternberg, 2009)

La Teoría de las Inteligencias Múltiples. Howard Gardner rechaza la concepción de la

inteligencia como una capacidad unitaria. Sin embargo, la teoría de las inteligencias múltiples de

Gardner (IM) se centra más en los dominios de la inteligencia y menos en los procesos mentales

como lo hace la teoría triárquica de la inteligencia exitosa (Kaufman & Sternberg, 2011).

De acuerdo con Gardner, todos los seres humanos poseen al menos ocho inteligencias

distintas, y que existen en una mezcla particularmente proporcional, única para cada individuo.

Una inteligencia se define como “la capacidad de resolver problemas o crear productos, que son

valorados dentro de una o más culturas.” Para calificar como parte del modelo de IM, una

inteligencia candidata debe de (a) ser aislable en el caso de daño cerebral, (b) tener el potencial

de la historia evolutiva, (c) implicar un núcleo identificable o conjunto de operaciones básicas,

(d) ser susceptible de un sistema de representación simbólica, (e) tener una historia de desarrollo

con el potencial de rendimiento de expertos, (f) ser evidente en la existencia de individuos

excepcionales, como sabios, (g) tener la evidencia de la psicología experimental, (h) estar

apoyada de la investigación psicométrica. Cada una de las inteligencias evoluciona a través de

las interacciones entre las propias predisposiciones biológicas y las oportunidades que ofrece el

entorno. Si bien se reconoce que toda persona tiene una combinación única de inteligencias,

Gardner también describe dos tipos básicos de perfil inteligencia. El individuo con un aumento

dramático en una o dos inteligencias se dice que tiene perfil láser, mientras que aquel con una
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distribución más amplia, se describe de perfil reflector (Gardner, 2006, citado en Kaufman &

Sternberg, 2011).

Tres de las inteligencias, lingüísticas, lógico-matemáticas, y espaciales son similares a las

habilidades medidas por las pruebas de inteligencia convencionales. También están

representadas por algunas de las capacidades del Estratos II que se encuentran en los tres

modelos psicométricos descritas anteriormente. Los cinco tipos restantes se valoran en la

mayoría de las culturas, a pesar de que no son medidos por pruebas de inteligencia

convencionales. La inteligencia musical incluye la sensibilidad a diversas propiedades musicales

y la capacidad de apreciar, producir y combinar tonos y ritmos. La inteligencia kinestésica

corporal es la habilidad en el uso del cuerpo. La inteligencia intrapersonal refleja el

entendimiento de las propias motivaciones, emociones, fortalezas y debilidades, mientras que la

inteligencia interpersonal requiere de la comprensión y la sensibilidad a los motivos de otras

personas, conductas y emociones. La inteligencia naturalista implica la discriminación calificada

y categorización de los patrones naturales o bienes materiales. Gardner ha abordado la

posibilidad de inteligencias adicionales, incluyendo existencial, espiritualista, y la inteligencia

moral (Kaufman & Sternberg, 2011).

Modelos de la Inteligencia Emocional. Hay diferentes modelos de la IE, Lo que tienen

en común es el enfoque en las habilidades que permiten a algunos individuos a utilizar

efectivamente las emociones en su vida cotidiana. Estas capacidades incluyen la posibilidad de

percibir y transmitir emociones, comprender y razonar con las emociones, y regular las

emociones en uno mismo y los demás. Existe un debate sobre si la IE tiene un factor general g,

que incluso han planteado la incorporación de la IE, en la teoría de tres estratos de Carroll

(Matthews, Zeidner, & Roberts, 2007, citado en Kaufman & Sternberg, 2011).
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Otra cuestión que se debate es la relación entre la emoción y la cognición. Dos

habilidades de la IE, la facilitación emocional del pensamiento y la regulación de las emociones

parecen particularmente predictivas de las puntuaciones en las medidas tradicionales de

inteligencia. Según Salovey y Pizarro, los individuos con alta inteligencia emocional utilizan sus

emociones de manera productiva en la resolución de los diferentes tipos de problemas. Por

ejemplo, se han encontrado que el estado de ánimo feliz facilita la creatividad y el razonamiento

inductivo, mientras que un estado de animo triste promueve la atención a los detalles y el

razonamiento deductivo. Dado que los individuos tienen una amplia gama de experiencia

emocional para sacar de, igualando el estado de ánimo con el tipo de problema puede mejorar el

rendimiento de tareas. Del mismo modo, la capacidad de regular las emociones ayuda a las

personas a reducir una emoción, como la ansiedad ante los exámenes, si se percibe como una

mala adaptación a la situación (Kaufman & Sternberg, 2011).

Modelos de Interconexión

Flynn, expresa que pasara mucho tiempo antes de que los resultados de las

investigaciones en la psicométrica, fisiología y niveles sociales puedan ser integrados en una

amplia teoría de la inteligencia. Mientras tanto, los modelos que forman un puente entre los

niveles, ayudan a dirigir estos modelos de campo hacia esta integración al desafiar las

suposiciones de cada enfoque y ampliar sus perspectivas (Kaufman & Sternberg, 2011).

Teoría PASS de la Inteligencia. El modelo de Planificación, Atención, Simultánea y

Sucesiva (PASS) de la inteligencia, se basa en la descripción de la inteligencia basada

fisiológicamente de Luria como un conjunto de unidades funcionales que brindan la capacidad

para acciones específicas. A diferencia de algunos de los modelos psicométricos, el énfasis de


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PASS está en la modularidad de la función cerebral y la fuerza de sus unidades de procesamiento

individuales, en lugar de en g (Naglieri & Das, 2005, citado en Kaufman & Sternberg, 2011).

Según el modelo PASS, hay tres unidades de procesamiento distintos y cada uno se

asocia con áreas específicas del cerebro (Das et al., 1994; Naglieri & Kaufman, 2001, citado en

Kaufman & Sternberg, 2011). La primera unidad consiste en la excitación y la atención, y se

atribuye principalmente al tronco encefálico, diencéfalo, y regiones corticales medial del cerebro,

aunque Das et al. (1994) señalan que el lóbulo frontal es probable también importante para la

dirección consciente de la atención. La segunda unidad consiste en el procesamiento simultáneo

y sucesivo (Naglieri & Kaufman, 2001, citado en Kaufman & Sternberg, 2011). El

procesamiento simultáneo permite la integración holística de piezas de información relacionadas,

estas forman un componente esencial de las tareas académicas básicas como la comprensión de

la lectura. La tercera unidad, planificación, permite a las personas para generar soluciones a los

problemas, elegir y aplicar las mejores soluciones, y evaluar sus estrategias de resolución de

situaciones. Esta unidad está vinculada a los lóbulos frontales del cerebro. Mientras que algunas

tareas son principalmente el dominio de una unidad funcional, muchas tareas requieren la

activación de las tres unidades, con énfasis pasar de una unidad a otra como se abordan diversos

subobjetivos. (Kaufman & Sternberg, 2011).

Perspectivas de desarrollo, las medidas estandarizadas de inteligencia basadas-PASS

muestran una progresión de las puntuaciones a través de categorías de edad (Fein & Day, 2004,

citado en Kaufman & Sternberg, 2011), lo que indica que al menos algunas de las unidades

PASS desarrollan y conducen a aumentar la inteligencia con la edad. Las aplicaciones, de este

modelo PASS proporcionan la base teórica para el Sistema de Evaluación Cognitiva (CAS;

Naglieri & Das, 1997, citado en Kaufman & Sternberg, 2011). Esta medida, que se obtiene de
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una subpuntuación cada una para la planificación, la atención, el procesamiento sucesivas, y el

procesamiento simultáneo, así como una puntuación acumulada a gran escala, y se muestra

prometedora como una herramienta eficaz para la identificación de niños superdotados y

creativos.

Teoría de Arquitectura Cognitiva Mínima. La teoría de la arquitectura mínima

cognitiva subyacente de la inteligencia y el desarrollo desarrolla un puente sobre los enfoques

psicométricos y sociales. Esta teoría se basa en la distinción de Fodor entre los procesos de

pensamiento centrales y los módulos de procesamiento dedicados. Más específicamente,

Anderson afirma que g es una función de un mecanismo básico de procesamiento central, la

velocidad que determina la adquisición de conocimientos a través del pensamiento. El

mecanismo de procesamiento básico comprende un procesador verbal y un procesador espacial.

Estos dos procesadores disponen de un poder latente distinta; estos niveles latentes no están

correlacionadas entre sí y están normalmente distribuidos en toda la población. El rango de la

inteligencia humana por lo tanto resulta de las diferencias individuales en la velocidad (o la

eficiencia neural) del mecanismo de procesamiento básico y el poder latente de los dos

procesadores específicos. Mientras que el mecanismo de procesamiento básico se representa para

la mayoría de las mediciones de g, esta es sólo un componente de la arquitectura cognitiva

mínima. También existen sistemas dedicados de procesamiento, o módulos, que operan

independientemente del mecanismo básico. Los déficits en estos módulos son la fuente de la

hipótesis de algunos trastornos generalizados del desarrollo específicos y diferencias de

aprendizaje. (Naglieri y Kaufman, 2001).

Perspectivas de desarrollo. La teoría de arquitectura cognitiva mínima reconoce el

desarrollo con los componentes distintos entre la edad y la edad dentro de las diferencias (Davis
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& Anderson, 1999, citado en Naglieri & Kaufman, 2001). Algunos aspectos de la inteligencia

son una función de la edad de desarrollo, mientras que otros son el resultado de las diferencias

individuales consistentes con la velocidad de procesamiento.

Teoría de Proceso Doble de Inteligencia. De acuerdo con la teoría de proceso dual

(DP) el comportamiento inteligente se puede explicar a través de una estructura jerárquica de los

procesos mentales dirigidos y espontáneos. (Sólo una parte de esta estructura se describirá aquí.)

En la parte superior de la jerarquía existen dos grandes formas de cognición: la controlada y la

autónoma.

La cognición controlada es intencional y serial en su procesamiento, lo que significa que

es relativamente lenta y requiere esfuerzo. Esta forma de pensamiento permite que las personas

piensen acerca de su pensamiento (metacognición), procesen información abstracta, y

planifiquen el futuro. Directamente debajo en la jerarquía de la cognición controlada estan el

funcionamiento ejecutivo central y la participación reflexiva, que son fuentes independientes de

la varianza. El funcionamiento ejecutivo central se asocia con habilidades del siguiente nivel

para actualizar en la memoria de trabajo, inhibir respuestas irrelevantes, y pensar con

flexibilidad. En un nivel por debajo de estas tres funciones ejecutivas esta la capacidad cognitiva

explícita (ECA or Explicit Cognitive Ability), que implica la capacidad de resolver problemas

complejos, bien estructurados. Según la teoría de DP, ECA es esencialmente lo mismo que g.

Compromiso intelectual, que es el motor que demanda a participar en actividades académicas,

está directamente debajo de la participación reflexiva y en el mismo nivel jerárquico que la ECA

(Kaufman, 2009, citado en Naglieri & Kaufman, 2001).

En contraste con la cognición controlada, esta la cognición autónoma que no es

intencional, es rápida (debido al procesamiento distribuido en paralelo), y dependiente del


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contexto. Esta forma de cognición permite a los individuos adquirir información de forma

automática. Justo debajo de la cognición autónoma en la parte superior de la jerarquía estan las

capacidades de adquisición de información y participación autónoma. Las habilidades de

adquisición de información están asociados con el aprendizaje implícito (es decir, el aprendizaje

sin estar consciente de ello) y la inhibición latente (es decir, la capacidad de ignorar estímulos

irrelevantes), mientras que la participación autónoma esta relacionada con compromiso afectivo

(es decir, el deseo de compromiso emocional), compromiso estético (es decir, el deseo de utilizar

procesos creativos), y la participación en la fantasía. La inclusión del modelo de los diferentes

tipos de participación para la cognición controlada y autónoma reflejan el supuesto que los

individuos se dedican a actividades en las que son buenos, y a su vez, este compromiso mejora

sus habilidades en estas áreas (Naglieri & Kaufman, 2001).

Conclusiones

El mayor reto y oportunidad se enfocaran en ampliar la investigación sobre la

inteligencia. Esto nos ayudará a ampliar nuestras nociones sobre la inteligencia, la investigación

coordinación entre la inteligencia y la personalidad, y la comprensión de cómo se utiliza la

inteligencia en el lugar de trabajo y en la vida cotidiana. Necesitamos una mejor concepción del

papel de la inteligencia en el comportamiento del individuo de la que ahora tenemos. Los

avances en las imágenes cerebrales han hecho posibles grandes avances en nuestra comprensión

de la relación entre las estructuras del cerebro y la inteligencia. Cuestiones relativas a la genética

de la inteligencia se moverá a partir de estudios para identificar de los genes que producen las

diferencias individuales en el poder cognitivo. Estos estudios deben llevarse a cabo en la

tradición de análisis independiente que caracteriza a la ciencia en su mejor momento.

Referencias
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Grigorenko E.L., Kaufman, J. C., & Sternberg, R. J. (2009). The essential Sternberg : essays on

intelligence, psychology, and education. New York: Springer.

Goldstein, S., Naglieri, J. A., & Princiotta, D. (2015). Handbook of intelligence: Evolutionary

theory, historical perspective, and current concepts (2015th ed.). New York: Springer.

doi:10.1007/978-1-4939-1562-0

Kaufman, J. C., & Sternberg, R. J. (2011). The Cambridge handbook of intelligence. Cambridge;

New York; Cambridge University Press.

Matsumoto, D. R. (2009). The Cambridge dictionary of psychology. Cambridge: Cambridge

University Press.

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