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Adam Smith y La Economía Política
Adam Smith y La Economía Política
Más allá de las críticas que han recibido sus postulados económicos, nadie puede
discutir la enorme influencia de su obra dentro de la ciencia económica moderna.
Con Adam Smith nace el liberalismo económico. Influido intelectualmente entre otros
por Quesnay y David Hume, Smith escribe uno de sus principales libros “Acerca de la
Naturaleza y Causa de la Riqueza de las Naciones”, considerado “la Biblia” de la
Economía Política.
Habría un ahorro de tiempo, y por ende más y mejores bienes. La riqueza de esa
comunidad habrá sin duda aumentado con respecto a la de un hipotético mundo sin
división del trabajo.
Los seres humanos, que han producido y tienen en su poder los bienes en los que se
especializaron, se los ceden a otros no por caridad, sino porque esperan obtener un
beneficio. “No esperamos nuestra cena de la benevolencia del panadero o del carnicero,
no apelamos a su misericordia, sino a su interés”.
Según Smith, cada uno trata de obtener para sí, egoístamente, el máximo beneficio de
ese intercambio.
Tratará para ello de producir los mejores bienes y de hacerlo lo más barato posible, para
ganarles a sus competidores. Como todos los miembros de la comunidad harán lo
mismo, el conjunto de bienes existentes aumentará el máximo del que es capaz.
Cualquier intervención del Estado, por más bienintencionada que sea, sólo logra trabar
el funcionamiento del mercado, disminuyendo el óptimo social, razonaba Smith,
criticando directamente a los mercantilistas. Decía Smith que el gobierno sólo debe
tener cuatro deberes:
También Smith diferenciaba entre valor de uso y valor de cambio de los bienes.
Finalmente Smith llega a la equivocada conclusión de que la medida real del valor de
todas las mercancías es el trabajo, o sea el esfuerzo que requiere producir dicha
mercancía y también el trabajo que se puede ahorrar al intercambiarla por otra
mercancía.
El libro “Teoría de los sentimientos morales”, su obra maestra desde una perspectiva
filosófica, se publicó en 1759. En ella exponía los principios de la naturaleza humana
que guiaban el comportamiento social del hombre y hablaba por vez primera de “la
mano invisible” que, sin saberlo y sin proponérselo, orientaba el propio interés personal
hacia el bien de la sociedad. El libro comienza explorando las conductas humanas, en
las que en ningún lugar aparece el egoísmo con un rol principal. En cambio, narra el
proceso del ser humano de sentir empatía y ponerse en el lugar del otro como su mayor
virtud, ya que lo siente de forma natural aun cuando no tenga beneficio de ello. Este
sentimiento de empatía «no se limita en absoluto al virtuoso ni al humano, aunque quizá
lo sienta con la más exquisita sensibilidad. El mayor rufián, el más endurecido violador
de las leyes de la sociedad, no está completamente sin él.»
Tres años más tarde, en 1767, comenzó a escribir su “Ensayo sobre la riqueza de las
naciones” que fue finalmente publicado en Londres seis años más tarde. Esta obra
representó el primer gran trabajo de economía política clásica y liberal; es decir, en ella
se aplicaban a la economía -por vez primera- los principios de investigación científica,
en un intento por construir una ciencia independiente. Además, el libro fue la
continuación del tema iniciado en su obra filosófica, donde mostraba cómo el juego
espontáneo del egoísmo humano bastaría para aumentar la riqueza de las naciones, si los
gobiernos no interviniesen con sus medidas; en definitiva, constituye el primer libro
moderno de economía, por el cual se le considera el padre de la economía moderna
(junto con Cantillon), su éxito fue tal que eclipsó la teoría de los sentimientos morales,
obra que muchas veces ni siquiera se menciona como referencia del pensamiento de
Adam Smith.
En los cinco libros que componen la riqueza de las naciones habla de temas que ahora
se han convertido en aspectos fundamentales de la economía, pero que hasta ese
momento no se habían aplicado. Destaca su análisis sobre como la riqueza de una
nación procede del trabajo y no tanto de los recursos. En el primer volumen habla de
temas tan relevantes como la división del trabajo, los salarios, el uso del dinero y el
precio de los bienes, los beneficios de los accionistas, la renta de la tierra y las
fluctuaciones del oro y la plata.
En ocasiones se ha tildado a Smith como el gurú del egoísmo por su idea de que lo
mejor para una sociedad es que cada individuo busque su propio beneficio. Sin
embargo, si se analizan sus estudios se puede comprender que Smith va mucho más allá
de esas ideas, reconociendo que los seres humanos no se guían solo por el propio
interés, sino que la humanidad, la justicia, la generosidad y la solidaridad son cualidades
imprescindibles para el bienestar de una sociedad.
https://economipedia.com/definiciones/adam-smith.html
Adam Smith, es quizá el más famoso economista del mundo, de hecho, es considerado
el padre de la economía moderna al ser el autor intelectual de una teoría que combina la
historia, la naturaleza humana, la ética y el desarrollo económico de manera ejemplar.
Este autor nació en 1723 en la pequeña ciudad escocesa de Kirkcaldy, justo al norte de
Edimburgo, y fue el hijo único de un padre que murió pocos meses antes y de una
madre que vivió hasta los noventa años.
A los 14 años, Adam Smith obtuvo una beca para estudiar en la Universidad de
Glasgow y más tarde otra para la Universidad de Oxford. Fue uno de los filósofos más
importantes de su época y pronunció conferencias sobre ética, teología natural,
jurisprudencia y economía política. Fue discípulo de Frances Hutcheson, amigo de
David Hume y Francois Quesnay, y consta que sus discípulos viajaban de varios países
europeos a escuchar sus ideas progresistas sobre la filosofía moral que fue la base de la
ética kantiana. Adam Smith es el Economista Notable de esta semana.
Aunque Adam Smith era tímido y retraído, fue un excelente profesor y conferencista,
querido por colegas y discípulos. En 1759, a los 36 años, publicó el primero de sus dos
libros, La Teoría de los sentimientos morales, considerada una obra cumbre y
excepcional en la historia intelectual del mundo, que fue aplaudida por David Hume,
pese a tensionar su Treatise of Human Nature (1739). Se trata de una obra pionera en la
ética y la filosofía moral, que precede a la obra monumental de Immanuel Kant. Por ello
no es extraño que Kant dedique siempre palabras generosas a Adam Smith.
En 1764, Smith dejó la enseñanza para aceptar un puesto como tutor para el hijo de un
duque y pasó varios años en el continente, en particular Francia, tomando contacto con
muchos pensadores franceses como Francois Quesney, la figura principal del
movimiento conocido como Los Fisiócratas considerada la primera escuela de
pensamiento económico. Quesnay es el autor del Tableau economique y el constructor
de los esquemas del flujo circular de la renta y el gasto, que ejerció una gran influencia
en Smith. A su regreso a Escocia, se retiró a Kirkcaldy y pasó 10 años en el estudio y la
escritura, repensando las ideas de los fisiócratas que pensaban que cualquier política que
produjera el efecto de ampliar el flujo circular era coherente con el crecimiento
económico.
En el Libro II, Smith se aventura en una tesis sobre el Capital y una distinción sobre el
trabajo productivo y el trabajo improductivo, tema que retoma Karl Marx en El Capital.
En el Libro III traza un relato del desarrollo de Europa desde la caída del Imperio
Romano, mientras el Libro IV analiza y critica las políticas comerciales de los países
europeos y traza los argumentos en favor del libre comercio. Toda la extensión del
Libro V la deja para la recaudación de los tributos, con gran detalle histórico sobre los
diferentes métodos de defensa, administración de la justicia, el poder de la Iglesia, el
origen y el crecimiento de los ejércitos, y el manejo de la deuda pública en las naciones
modernas. Como vemos, Smith aborda una gran variedad de temas económicos, todos
de gran relevancia.
El éxito que tuvo esta obra monumental opacó el éxito alcanzado por La teoría de los
sentimientos morales, en una brecha que se fue acrecentando con el tiempo. Incluso, en
muchos casos, se toma La riqueza de las naciones como la obra central del pensamiento
de Smith sin hacer referencia al marco ya existente en La teoría de los sentimientos
morales. Este abandono se hace más evidente en las relaciones entre ética y economía
que plantea Smith en su primera obra, así como en la necesidad de reconocer la
pluralidad de las motivaciones humanas, y las exigencias que pone a la racionalidad.
La mano invisible
La “mano invisible” es una de las ideas centrales de Smith, aunque en su origen no hay
una confianza ciega en el mercado:
Pero es sólo por su propio provecho que un hombre emplea su capital en apoyo de la
industria; por tanto, siempre se esforzará en usarlo en la industria cuyo producto tienda
a ser de mayor valor o en intercambiarlo por la mayor cantidad posible de dinero u otros
bienes… En esto está, como en otros muchos casos, guiado por una mano invisible para
alcanzar un fin que no formaba parte de su intención. Y tampoco es lo peor para la
sociedad que esto haya sido así. Al buscar su propio interés, el hombre a menudo
favorece el de la sociedad mejor que cuando realmente desea hacerlo.
En los tiempos de Adam Smith una de las obras cumbres de la ciencia era los Principios
Matemáticos de Isaac Newton (1667). Es Newton el que introduce la idea de mano
invisible cuando, al referirse a los astros en el Universo, señala que estos parecen estar
ordenados “por la mano invisible de Dios”. A Smith le gusta esta idea de una “mano
invisible” que ordena las actividades en el mercado, pero asegura que nadie puede estar
guiado por motivos de rentabilidad pura. Smith está convencido de que para el correcto
funcionamiento de una economía de mercado se deben regular sus falencias. Por eso
defiende las ideas de la Economía Política que buscan asegurar al Estado los ingresos
suficientes para proveer los servicios públicos como la educación gratuita y el alivio a la
pobreza.
El tema de la desigualdad y la pobreza es clave para Smith y por eso las políticas
económicas deben enmendar esta falla. Smith es plenamente consciente de que una
ampliación de la desigualdad puede arrastrar al colapso a la economía de mercado, y por
eso que para su correcto funcionamiento el Estado debe garantizar el acceso de todos los
agentes económicos a los mecanismos de mercado, sea por la vía de la regulación y por
la intervención. Al contrario de las ideas que se han masificado, Smith fue un claro
defensor de la estructura institucional y de los valores sociales que trascienden el afán
de lucro. Con las introducciones de las ideas de una economía de mercado abierta a
todos los hombres, Smith logra superar el doloroso conflicto existente entre Estado e
individuo. Hace 234 años y en las puertas de la revolución industrial, Smith vislumbró
un futuro promisorio para la humanidad donde los temas de la ética y el desarrollo eran
indisolubles.
https://www.elblogsalmon.com/economistas-notables/economistas-notables-adam-smith