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REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINISTERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÒN

UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL ROMÙLO GALLEGOS

SAN JUAN DE LOS MORROS EDO, GUÀRICO

Ensayo

MAYO, 2020
Ensayo

Una paciente de 18 semanas aproximadamente de embarazo, llega al


servicio de mergencia de un hospital x, tras sufrir un accidente el medico
tratante considera hacer un tac de cerebro… la dosis de radiacion recibida
por el feto durante la exploracion:

A)¿ pondrá en riesgo su integridad fisica? Y si la paciente presenta lesion


es en la region lumbosacra,¿podria hacerse un tac de pelvis?

B)si la paciente debe recibir intervencion quirurgica, asistida por un arco


en c. ¿Cómo se deberia gestionar la dosis al pasiente?

C) si mi compañera de trabajo tambien esta embarazada, ¿deberia estar


trabajando en el area de quirofano donde permanentemente se trabaja
con un arco en C? .

Nota: Justifique sus respuestas en base la proteccion radiologica del


trabajador y la paciente.

Quedar involucrado en un accidente de tránsito es algo aterrador de


por sí, pero tener un accidente estando embarazada es una pesadilla
absoluta. Incluso si tuvo un impacto menos, siempre resulta sabio
contactar a su médico personal, a su obstetra/ginecólogo o a los servicios
médicos de emergencia tras un accidente de tránsito en condición de
embarazo, sin importar cuántos meses tenga.

Por otro lado, las mujeres en el tercer trimestre o en la porción final del
segundo trimestre deberían vigilar de cerca síntomas potenciales que
pudiesen ocurrir inmediatamente después de un accidente de tránsito. La
presencia de cualquiera de los siguientes síntomas por lo general quiere
decir que hay algo mal. De acuerdo a la investigación, la paciente de 18
semanas aproximadamente de embarazo, llega al servicio de mergencia
de un hospital x, tras sufrir un accidente el medico tratante considera
hacer un tac de cerebro.

Según los RadiologyInf.org (2007) expresan que su doctor podría


ordenar un examen por tomografía computada (TC) si tiene síntomas que
requieren de tratamiento, o resultados de exámenes que necesitan
aclaración pero que no pueden esperar hasta después del nacimiento de
su bebé. Existen varias razones por las cuales usted podría necesitar de
un examen por TC, pero su doctor puede explicar el tipo de información
que está buscando con el examen. Usted debería preguntar acerca de los
motivos del médico y sobre la necesidad de este examen por imágenes
médicas.

Prácticamente, en la paciente embarazada donde ambos, bebé y


madre, están siendo sometidos a la toma de imágenes, se podrían utilizar
otros exámenes por imágenes, tales como el ultrasonido y la resonancia
magnética nuclear (RMN), que no involucran el uso de rayos X , siempre y
cuando proporcionen la información que su médico necesita.

Cuando el ultrasonido o la RMN no proporcionan las respuestas que


se necesitan, o cuando se necesita la información rápidamente, la TC
podría ser la mejor opción para la obtención de imágenes. Esta es una
decisión que usted y su médico debería tomar juntos.

Hay que tomar en cuenta, que si el abdomen o la pelvis no están


siendo sometidos a la toma de imágenes (como por ejemplo en el caso de
una TC del tórax o de la cabeza), no existe ningún riesgo de radiación
para el bebé.

Nunca se ha mostrado que la cantidad de radiación utilizada en la


toma de imágenes normales por TC cause daño a un niño que aún no ha
nacido. Si la TC incluye el abdomen o la pelvis, entonces existe un
pequeño riesgo para el bebé. Un bebé que aún no ha nacido y que ha
sido expuesto a la TC durante el embarazo, podría tener una chance de
uno en mil veces más elevada de desarrollar un cáncer cuando sea niño.
El nivel de riesgo no está comprobado y podría no existir. El radiólogo (un
médico con experiencia en la toma de imágenes) y el tecnólogo de TC
ajustarán las técnicas de exámenes por TC para reducir la dosis de
radiación de su bebé, si saben que usted está embarazada.

No debe rechazar un examen por TC necesario para diagnosticar su


enfermedad potencialmente peligrosa y urgente porque tiene miedo de la
radiación. Al final, el factor más importante para tener un bebé sano es
asegurarse de que la mamá esté sana, porque el bebé depende de la
madre para estar bien y llevar a término el embarazo. El objetivo es
ocuparse de la madre, que tiene una posibilidad mucho más elevada de
desarrollar una enfermedad grave, como la apendicitis.

También, algunos exámenes por TC podría ser necesario inyectar un


material de contraste, en forma intravenosa, en una vena del brazo; no
atraviesa la placenta hacia el bebé. Ha sido utilizado durante el embarazo
por décadas sin causar ningún daño. No se ha demostrado que el uso de
materiales de contraste cause daño.

Se hace énfasis, que tener una enfermedad no es agradable, y un


accidente durante el embarazo puede ser particularmente grave. No
obstante, el bebé depende de la mamá para mantenerse en buen estado
y para completar el embarazo. Si el ayudar a la madre a mejorarse,
implica realizar un examen de TC, entonces la salud del bebé también se
beneficiará.

Milan Munjin L. y otros (2007) establece que aunque el dolor lumbar y


pélvico es la complicación más frecuente del embarazo, su etiología es
desconocida y su fisiopatología pobremente entendida. Los cambios
fisiológicos normales del embarazo afectarían también a la columna,
estos podrían contribuir a la aparición del dolor lumbar gestacional y
posiblemente también del posparto. Los cambios estudiados son
esencialmente: en la postura que adopta la mujer durante el embarazo, en
el contenido total de agua corporal, en el sistema endocrino y alteraciones
vasculares observadas a nivel de las venas epidurales.

Después de lo anterior expuesto, existe la teoría de que cambios


posturales caracterizados por un aumento de la lordosis lumbar pueden
contribuir al desarrollo de dolor lumbar en este grupo de pacientes. La
mayor parte del peso ganado por la embarazada está concentrado en la
parte inferior de la pelvis junto con el aumento de volumen abdominal. Por
esto se produciría una tendencia a inclinar el cuerpo hacia delante, lo cual
la embarazada tiende a compensar inconscientemente con una posición
hacia atrás de la parte superior del cuerpo por sobre la pelvis, restaurando
su centro de gravedad, pero aumentando la lordosis del segmento lumbar.
Es posible que, en mujeres susceptibles, la postura anormal en lordosis
que presentan durante el embarazo, resulta en estrés de las
articulaciones facetarías y ligamentos, observándose aumento de la
producción de líquido sinovial con distensión de la cápsula articular lo cual
produciría finalmente dolor.

  Frecuentemente la aparición del dolor ocurre alrededor de la semana


18a de embarazo y la máxima intensidad se observaría entre la semana
24a a 36a. El dolor durante el primer trimestre de embarazo puede ser un
predictor fuerte de dolor en el tercero. Además, en el posparto el dolor
desaparece en el 93% de los casos en los primeros 3 meses, el 7% de los
casos restantes tienen un alto riesgo de dolor lumbar prolongado. La
localización del dolor es frecuente en la región sacra y glútea, descrito
como profundo, careciendo de distribución radicular. Además hay que
tener en cuenta que la localización es muchas veces diferente a través del
tiempo, migrando durante el curso del embarazo, cambiando desde
lumbar a sacro. La naturaleza del dolor pélvico se ha descrito como tipo
estocada ("stabing"), la del dolor lumbar como sordo ("dull ache") y en la
zona torácica como quemante. En cuanto a la intensidad del dolor el
promedio fluctúa entre 50 a 60 mm en la escala visual análoga de 100
mm. Se ha reportado que el dolor es leve a moderado en el 50% de los
casos y severo en el 25% de las embarazadas. El dolor posparto es de
menor intensidad que el dolor presente durante el embarazo. Además se
ha observado que el dolor pélvico es de mayor intensidad que el lumbar
durante el embarazo y se invierte la situación luego del parto.

En las mujeres embarazadas con dolor lumbopélvico se ha observado


un menor porcentaje de potenciales eléctricos en la electromiografía
(EMG) de la musculatura paraespinal durante la flexión de tronco que las
mujeres embarazadas sanas, las cuales a su vez tienen mejores trazados
de EMG que las pacientes no embarazadas. Mens y cois, publicaron la
hipótesis que la reducción de fuerza de las embarazadas con dolor no se
encontraría relacionada con debilidad per se, sino que más bien el dolor o
temor al dolor haría a la paciente más cautelosa con la fuerza realizada.

En cuanto a los cambios de la percepción de los movimientos, se ha


descrito sensación de atrapamiento ("catching") de los muslos y también
sensación en las piernas "como si estuvieran paralizadas", estas extrañas
percepciones sugieren que algo inusual ocurre en el sistema nervioso de
la paciente con dolor en la cintura pélvica relacionado al embarazo e
interesantemente no se han observado en las pacientes con dolor lumbar.
Por último, se han descrito cambios en la coordinación de los
movimientos, observándose una cinemática distinta en mujeres con dolor
lumbar posparto durante el proceso de levantar objetos, comparadas con
controles sanos.

En ese mismo sentido, a los factores de riesgo, estos han sido


estudiados ampliamente, aunque algunos aún se encuentran en
discusión. La evidencia débil (con por lo menos un estudio que reporta
influencia significativa y sin estudios en contra) para el peso y la estatura
materna, el peso fetal, el uso de anticonceptivos orales previos,
tabaquismo, anestesia epidural y labor de parto prolongado. Existiría solo
evidencia conflictiva, definiéndose con estudios tanto a favor como en
contra, para: edad materna, número de embarazos y etnia materna. Por
último no existe evidencia sobre la densidad ósea y tampoco sobre los
abortos previos como factores de riesgo en dolor lumbopélvico
relacionado.   

De acuerdo con los razonamientos que se han venido realizando, el


Grupo de Investigación de la Tecnología Autónoma de Bogotá Radiología
E Imágenes Diagnósticas (2015) expresan que se debe tomar en cuenta
que antes de ingresar la mujer embarazada a la sala de cirugía debe
hacerse con las normas y protocolos de seguridad que ayuden a evitar la
contaminación de tipo biológico y a disminuir los riesgos inherentes a la
utilización de rayos X, medidas para la protección no solamente del
paciente sino también del personal de salud. 
 
Siempre existe un riesgo, aunque pequeño, de daño a las células o
tejidos expuestos a radiación ionizante, incluso en los niveles bajos de
rayos X utilizados en las pruebas diagnósticas de fluoroscopia. La
cantidad de radiación y, por supuesto, los riesgos de esta, dependen de
los kv y mAs (penetración e intensidad) necesarios y del tiempo de
exposición. "Es conveniente que el paciente lleve un registro del historial
de exposición a la radiación que incluya todas las tomas realizadas con
rayos X  y cualquier tipo de exploración  radiológica, de forma tal que
pueda ser informado al médico tratante ya que los riesgos asociados con
la exposición a la radiación  también están relacionados con la
cantidad acumulada de exámenes y/o tratamientos con rayos X". Así
mismo la radiación conlleva riesgos durante el embarazo por lo cual una
mujer gestante o que sospeche embarazo, debe informarlo a su médico
pues la exposición a la radiación  puede provocar anomalías congénitas al
feto.
 
 
De allí, las medidas de seguridad deben tener en cuenta los riesgos
biológicos y radiológicos el personal de salud  para el ingreso a la sala de
cirugía debe aplicar las normas de higiene y salud personal, de
esterilización y protección del equipo que se ingrese a la sala y de radio
protección.
 
En ese mismo sentido, es necesaria una estricta higiene  personal de
quienes trabajan en sala de operaciones; el baño diario y el uso frecuente
de champú ayudan al mantenimiento de un ambiente quirúrgico
saludable. "Las uñas deben mantenerse cortas; está estrictamente
prohibido el uso de esmalte debido a que actúa como barrera  para un
lavado de manos efectivo. Todo empleado que sea portador de
enfermedades respiratorias, que tenga heridas abiertas, lastimaduras
exudativas o eccema húmedo o que sufra de infecciones en ojos, nariz o
faringe no debe trabajar en el quirófano."
  
Precisando de una vez, que los implementos quirúrgicos deben ser
sometidos a un riguroso procedimiento de esterilización o de eterización,
según este se realice con  sustancias químicas o con vapor; este
procedimiento está a cargo de la instrumentadora quirúrgica." Se utilizan
diversos métodos para determinar si el proceso de eterización empleado
en un determinado día o pieza de equipo ha sido efectivo. Debido a que la
contaminación de los materiales empleados en cirugía es crítica, el
monitoreo del proceso de eterización es exigente y vital; la simple
colocación de un artículo en una esterilizadora y la iniciación del proceso
no asegura la esterilidad de éste.
 
El equipo radiológico intensificador de imagen Arco en C debe vestirse
antes de ingresar a la sala de cirugía; las encargadas de esto son las
instrumentadoras quirúrgicas quienes deben vestir o enfundar las partes
superior e inferior del Arco en C sin embargo, resulta conveniente que el
tecnólogo en Radiología verifique la correcta postura de los implementos
protectores;"  al intensificador de imagen y al tubo de rayos X se les pone,
además, un campo plástico descartable antes de colocar las fundas; aun
así, si el procedimiento quirúrgico no es prolongado (de media hora o
menos) o si el procedimiento conlleva bajo riesgo de infección es común
que las instrumentadoras coloquen las fundas de protección al equipo
dentro de la sala durante la cirugía misma.
 
Para la protección del personal de salud  es de suma importancia que
se tenga en cuenta, para el ingreso a la sala de cirugía y durante el
proceso quirúrgico, medidas de   radio protección. Todo el personal que
asista a la cirugía, incluyendo los tecnólogos de Imágenes diagnósticas,
deben ingresar habiendo cumplido, además de las normas exigidas de
higiene y asepsia, con  las medidas de radio protección, esto es, 
vistiendo chaleco plomado, gafas plomadas, protector de tiroides y en
algunos casos guantes plomados.
 
Así mismo algunas medidas con respecto al uso del equipo Arco en C
permiten  disminuir la cantidad de radiación emitida  para protección del
paciente y del personal de salud; durante la toma de imágenes la correcta
ubicación del paciente y de la unidad móvil son claves para evitar emisión
de rayos en direcciones no deseadas que disminuyen la eficiencia;" se
debe hacer todo lo posible por reducir la exposición radiológica de todo el
personal; para esto, además de la adecuación de las salas y de los
elementos protectores del cuerpo están los dispositivos que maximizan la
eficiencia de las tomas disminuyendo así la cantidad de radiación
emitida. 
Pedro Justo Dorado Dellmans (2012) establece que las medidas de
protección radiológica Radiodiagnóstico Para evitar la irradiación
innecesaria de los trabajadores expuestos, y la de los miembros del
público, las salas radiológicas están debidamente diseñadas,
adecuadamente blindadas y convenientemente señalizadas. Las normas
deben ir encaminadas a minimizar el riesgo de irradiación externa. En las
salas de radiodiagnóstico se deberá:

• Cerrar las puertas de las salas durante el funcionamiento del


equipo.

• Los trabajadores que manejan los equipos estarán siempre


protegidos por blindajes estructurales (paredes y cristales
plomados).

• Cuando sea necesaria la inmovilización del paciente las


personas que la realicen serán el menor número posible,
establecerán turnos y evitarán situarse debajo del haz de
radiación directo.

• En el caso de que deban permanecer en el interior de la


sala, se protegerán con prendas adecuadas tales como
delantales y protectores plomados, gafas plomadas y
guantes, siempre que con ellos no se comprometa la
finalidad perseguida por la exploración. En general actuarán
de forma que se reduzca al mínimo posible su exposición a
radiaciones.

• Con esos mismos objetivos, dentro de las salas se utilizarán


blindajes fijos o móviles. Para la protección del paciente se
deberá:
• Elegir los parámetros en el equipo de rayos X adecuados a
las características del paciente para obtener la calidad
necesaria de las imágenes para su utilización en el
diagnóstico.

• Reducir el tamaño de la zona del organismo que se irradia,


limitándola, siempre que sea posible, al área que interesa
explorar.

• Elegir el sistema de imagen adecuado, de forma que se


obtenga la mejor calidad con el mínimo de exposición a
radiaciones para el paciente.

• Dotar al paciente de protectores gonadales siempre que sea


posible.

• Preguntar a las pacientes en edad de procrear sobre la


posibilidad de estar embarazadas.

Para finalizar, se recomienda cumplir con los requerimientos, que


exige el obstetra, para beneficio de la madre y del feto.

Referencias Bibliográficas

Grupo de Investigación de la Tecnología Autónoma de Bogotá Radiología


E Imágenes Diagnósticas (2015). Colombia.

Milan Munjin L, Francisco llabaca G., Juan Rojas B.(2012) DOLOR


LUMBAR RELACIONADO AL EMBARAZO. Edita y distribuye: Consejo de
Seguridad Nuclear. Madrid.

Referencias en líneas
Santiago  (2007) Revista chilena de obstetricia y ginecología.Rev. chil.
obstet. ginecol. v.72 n.4 . Disponible en la pág.
Web:http://dx.doi.org/10.4067/S0717-75262007000400010 

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