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De Jesús González Saúl- 2203

Economía social

El desarrollo de la economía social ha sido parte muy importante desde sus orígenes
hasta la fecha actual, pero la economía social a tenido un papel muy importante, El
cooperacionismo es la forma más Universal de referendo sobre la economía social pero
existen otras formas de organización económica que incluyen economía ya sea más
pequeñas como las familiares reciben los campesinos etcétera etcétera y además varias
gamas dentro de las formas de economía este ensayo nos muestra las diferentes
doctrinas económicas que han existido durante la historia. La economía sociales, en
primer lugar y dentro del contexto socio-económico especifico de naciones periféricas a los
precisamente sobre los márgenes de los grandes nudos de acumulación de capital.
Centros mundiales de capital como la nuestra, aquella economía que se desarrolla.

Se trata, entonces, de prácticas sociales reales de producción, distribución y consumo de


bienes y servicios que configuran en estos momentos todo un universo productivo
particular Empieza por las laberínticas formas de la economía de subsistencia hasta
alcanzar los lugares de asociación y solidaridad entre individuos desde los cuales se
emprenden iniciativas multifacéticos de producción cognitiva, de bienes materiales de
servicios sociales de producción simbólica y comunicacional, que

La economía sociales, en primer lugar y dentro del contexto socio-económico especifico


de naciones periféricas a los precisamente sobre los márgenes de los grandes nudos de
acumulación de capital. Centros mundiales de capital como la nuestra, aquella economía
que se desarrolla

Se trata, entonces, de prácticas sociales reales de producción, distribución y consumo de


bienes y servicios que configuran en estos momentos todo un universo productivo
particular Empieza por las laberinticas formas de la economia de subsistencia hasta
alcanzar los lugares de asociación y solidaridad entre individuos desde los cuales se
emprenden iniciativas multifaceticos de producción cognitiva, de bienes materiales de
servicios sociales de producción simbólica y comunicacional, que

La economía social o economía social y solidaria refiere principalmente a las relaciones de


producción y distribución que están organizadas por el principio de solidaridad y no
persiguen el lucro, la economía social no solo se refiere al emprendimiento o la
cooperativización del trabajo, tal y como se le reconoce hoy, aspectos también muy
discutidos en su tiempo, pero que para nada son exclusivos del corpus de una disciplina
cuyo radio de acción alcanza el cuestionamiento de las mismísimas relaciones sociales de
producción, al inaugurar un método de análisis que tiene como punto de partida el hombre
y sus contradicciones.

Economía Social en América Latina

El desarrollo de este sector tiene una importancia extraordinaria en el contexto actual para
América Latina, debido a la incapacidad del Estado y de las empresas de capital de dar
respuesta al desempleo, subempleo y otras formas de precarización laboral, para ofrecer
empleo digno a toda la población económicamente activa, sobre todo aquella que se
encuentra en condiciones de pobreza y pobreza extrema. Estas nuevas unidades
económicas aseguran nuevas formas de relacionamiento público-privado, público
cooperativo y, a nivel social, asociativo-comunitario y cuantas formas legítimas existan
para ordenar la fuerza de trabajo y dotar de un empoderamiento positivo a los trabajadores
y ciudadanos en una nueva relación social que supla el papel enajenante del salario y, por
ende, de la explotación capitalista por el poder innovador de la asociación. Estas pueden o
no tener fines de lucro, algo sobre lo que se discute y es tema polémico entre los
estudiosos de la materia.

En América Latina la ES ha englobado prácticas fácilmente asimilables a las europeas,


aunque a comienzos del nuevo milenio, imbuida en un contexto político, económico y
social diferente del europeo, la ES en la región, presenta diferencias tanto en el plano
práctico como teórico que se traducen en un impacto, sentido y funcionamiento igualmente
disímil. Parafraseando a Levesque (2001:301), la peculiaridad en la región surge de las
consecuencias negativas del sistema de acumulación y producción capitalistas,
exacerbadas por la implementación de Políticas de corte neoliberal durante tres décadas,
que dejaron como saldo exclusión social, crisis ambiental, deterioro en las condiciones de
trabajo y en las condiciones de vida, y desocupación estructural. Pese a que el ámbito
latinoamericano comparte la dispersión terminológica presente en el caso europeo
-incorporando conceptos como economía social y solidaria, economía de la solidaridad,
socio economía de la solidaridad, economía popular, economía del trabajo-, existen
elementos de acercamiento entre las diferentes posturas. Una cualidad central de la
perspectiva desde los países no desarrollados es el consenso a propósito de que los
valores del sistema capitalista vigente -eficiencia, racionalidad económica, competencia
afectan negativamente la posibilidad de la participación democrática y la primacía del ser
humano al priorizar la racionalidad instrumental. En consecuencia, la Economía Social se
materializa como una crítica transformadora de las estructuras y organización de la
economía contemporánea, cuyas prácticas se enmarcan como opciones económicas
alternativas, motorizadas por los principios de reciprocidad y solidaridad como elementos
articuladores (Lazarini, 2008:7-8). Al erigirse como una opción alternativa al sistema
económico vigente, la ES presenta un alcance social de mayor amplitud. En efecto, no es
considerada una economía para pobres, sino que se instituye como una propuesta para
todos los ciudadanos que asegura además la inclusión de los pobres y de los sectores
marginados. La Economía Social intenta construir una socio economía en la que los
agentes económicos no son escindidos de sus identidades sociales, de su historia y de su
incrustación en un mundo simbólico e institucional determinado. Por ello, la ES concibe a
la economía como un espacio de acción constituido por individuos, familias, comunidades
y colectivos de diverso tipo, no ya sólo individuos utilitaristas en busca de ventajas
materiales.
SOCIALISMO Y SOCIEDAD INDUSTRIAL

Henri Saint Simón por muchos el padre de la sociología, era considerado padre espiritual
de todos los impulsos industriales puede considerarse como el primer antecedente de la
sociología posterior a la Revolución Francesa porque se preocupaba por lo que
consideraba una tendencia desorganizada de la sociedad San Simón rechazó la
especulación filosófica acerca del orden social y todo ese tipo de cosas referentes a la
visión organicista del propio siglo 19 tuvo muchas aportaciones intelectuales referentes a
la fundación de una nueva ciencia y que tuviera como objetivo al mundo social y que
tuviera como principios rectores la organización y la creatividad

Saint Simon no venía el de la industrialización como un aspecto negativo en lo veía como


la posibilidad de un nuevo orden el proponía una tecnocracia dirigida por una élite
industrial y científica si esta nueva forma funcionaba lo veía como una oportunidad de
Progreso prosperidad desarrollo y abundancia para la sociedad a partir del estado
Aspiraba a evolucionar radicalmente el pensamiento social en su época al meter las
posibilidades productivas del nuevo dominio del hombre la técnica sobre la naturaleza
permite a emprender esto refiriéndose a la Revolución Industrial que había sido anterior a
él él iniciaba el análisis de las formaciones sociales a partir del estudio de distintos
sistemas de organización de las fuerzas productivas

Así, pues, en uno y otro caso el elemento cualificado esencial residiría en el avance
espectacular de la producción industrial y el desarrollo tecnológico, cualquiera que sea la
forma en que se organicen las relaciones productivas. Sobre esta perspectiva está claro
que el auténtico punto de diferenciación de las sociedades industriales avanzadas frente a
cualquier otro tipo de formaciones sociales radica precisamente en esa exacerbación de la
capacidad productiva y en las consiguientes tensiones ocasionadas en el cuerpo social en
su conjunto. Antes de esa fase de desarrollo industrial la doctrina socialista se debatía,
pues, en dos direcciones hasta cierto punto alternativas: 1.a La satisfacción real de las
aspiraciones revolucionarias radicales —igualdad, libertad, liquidación del poder de clase
— subordinando el desarrollo industrial a la satisfacción de los ideales revolucionarios; o
2.a Su realización-sumisión ante las inconcebibles posibilidades del progreso técnico en
gestión.
Según Saint-Simon, los fundamentos del nuevo orden social estarán constituidos por la
gran industria organizada científicamente y planificada. Igual que Fourier (ver), mantiene,
en la sociedad que proyecta, la propiedad privada y las clases. En el orden social futuro, la
función primordial debe pertenecer a la ciencia y a la industria, a los sabios y a los
industriales. Entre estos últimos, Saint-Simon sitúa a los obreros con iguales títulos que los
burgueses, fabricantes, mercaderes, banqueros. Así, pues, edifica su socialismo utópico
sobre el principio de la reconciliación de las clases. “Pero Saint-Simon insiste muy
especialmente en esto: lo que a él le preocupa siempre y en primer término es la suerte de
‘la clase más numerosa y más pobre’ de la sociedad (’la classe la plus nombreuse et la
plus pauvre’)” (Engels, “Del socialismo utópico al socialismo científico”, en Marx/Engels,
Obras escogidas, t. II, p. 113, Ed. esp., Moscú, 1952. En esto ve el advenimiento del
nuevo, del “verdadero” cristianismo. Pero Saint-Simon considera al proletariado como
clase que sufre. Ignora la misión histórica particular de esta clase, no ve en ella la clase
social destinada a crear una nueva sociedad. Para Saint-Simon, la dirección planificada de
la industria debe estar de acuerdo, en lo esencial, con los intereses de la mayoría, sobre
todo, de la parte más pobre de la sociedad. Esta debe asegurar a todos el derecho al
trabajo y hacer que cada uno trabaje según sus capacidades. La idea de Saint-Simon
sobre la producción planificada y socialmente organizada como base del orden social
futuro, representa una gran contribución a la teoría del socialismo. Saint-Simon enuncia
“en germen” la idea genial de que el orden industrial del porvenir implica “...la
transformación del gobierno político sobre los hombres en una administración de las cosas
y en la dirección de los procesos de la producción

La doctrina de Saint-Simon tiene un carácter utópico. El futuro orden industrial llegará,


según él, gracias a la propaganda de la filosofía nueva, “positivista”, es decir, la suya. la
solución revolucionaria de las contradicciones del régimen capitalista. Su doctrina no
constituye un socialismo proletario, científico, sino un socialismo utópico, ilusorio; no es
una doctrina de dirigentes de masas proletarias como el socialismo científico de Marx y
Engels, sino de socialistas solitarios, aislados de las masas.

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