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(TUTFiG)
Como es bien sabido el término «Tutor»,
del latino «tueor», significa: el que representa
a…, el que vela por…, el que tiene
encomendado y bajo su responsabilidad
a otra persona…, quien tutela a
alguien… En cualquier caso, «tutoría»
supone siempre tutela, guía, asistencia y
ayuda mediante la orientación y el asesoramiento
La idea central consiste en incorporar la presencia de personas significativas para los
alumnos, quienes encarnan el “Proyecto Vocacional y Profesional de “Ser
Ingenieros”.
Objetivos del proyecto
Para ello se han designado tutores que desarrollarán horas de consultas en los turnos
mañana, tarde, noche. Además de los sábados completos (mañana y tarde), para que
puedas asistir sin superposición con horarios de cursado.
DEL TUTOR
Artículo 55: De la renuncia. El Tutor podrá renunciar a la tutoría del Trabajo por
causas debidamente justificadas, y deberá informarlo por escrito a la Coordinación. Los
estudiantes gozarán del mismo derecho y se regirán por este mismo procedimiento. En
ambos casos se procederá a nombrar un nuevo Tutor en un lapso perentorio.
Artículo 56: Entrega del Trabajo. Concluido el Trabajo, el estudiante entregará tres
(3) ejemplares a la Coordinación, acompañados de una comunicación firmada por el
estudiante y por el Tutor, donde se solicite la fecha para su presentación y defensa. El
estudiante recibirá una copia de la comunicación firmada, fechada y sellada por la
Coordinación de la Maestría, como comprobante de su recepción.
Una vez aprobado el presente proyecto, con el fin de implantar y fortalecer los
beneficios que ofrecen las líneas de terminales en la formación de los estudiantes, el
Comité Académico designará a un tutor responsable para cada línea terminal incluida en
cada generación. Este tutor funcionará sólo en la maestría.
El tutor responsable de cada línea terminal será durante el primer año el enlace entre los
estudiantes de esa línea terminal, el coordinador y el Comité Académico, y tendrá
además las siguientes funciones:
• Orientar a los estudiantes en la elección de su tema de investigación y del director del
trabajo final de investigación.
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A más tardar al comienzo del tercer semestre, cada estudiante de maestría, asesorado
por el tutor a cargo de su línea, propondrá un tema de investigación y un tutor principal
adecuado para éste, con el cual idealmente deberá haber acordado antes lo esencial del
proyecto. El Comité Académico deberá aprobar la propuesta.
Las funciones del director del trabajo final de investigación en maestría serán:
• Emitir una opinión cuando juzgue que ha sido adecuadamente concluida la escritura
del trabajo.
• Informar por escrito al Comité Académico, sobre el desempeño de cada estudiante, por
lo menos una vez por semestre.
arriba
Cada estudiante de doctorado contará con un tutor y con dos asesores que en conjunto
conforman el Comité Tutoral, encargado de supervisar el desarrollo de su plan de
trabajo y proyecto de investigación.
El Comité Académico designará al tutor y a los asesores del Comité Tutoral para cada
estudiante.
c) Informar al Comité Académico, una vez por semestre, sobre el desempeño de cada
estudiante.
d) Participar en los exámenes tutorales semestrales a los que deberá sujetarse cada
estudiante, en los cuales reportará sus avances en el desarrollo de su proyecto de tesis.
e) Opinar sobre las solicitudes de los alumnos para obtener el estatus de candidato a
doctor.
El Comité Tutoral está obligado a reunirse al menos una vez por semestre para evaluar
presencial y colectivamente los avances del proyecto, y para planear y calendarizar las
actividades posteriores del doctorando. De preferencia estas reuniones serán al finalizar
el semestre y en ellas se redactará el contenido de las actas de evaluación.
Las actas de evaluación, sobre todo si son negativas, deberán contener recomendaciones
explícitas para mejorar el desempeño del estudiante. Dos evaluaciones negativas
sucesivas serán motivo de baja o suspensión de la inscripción.
arriba
arriba
A más tardar al comienzo del tercer semestre, cada estudiante de maestría, asesorado
por el tutor a cargo de su campo, propondrá un tema de investigación y un tutor
principal adecuado para éste, con el cual deberá haber acordado antes lo esencial del
proyecto.
Estos tutores principales fungirán como los directores de trabajos finales de graduación,
y deberán cumplir los requisitos para ser tutor del Posgrado, aceptar por escrito, y
comenzar a trabajar cuanto antes con el estudiante.
Se agradece hacer las referencias de este artículo, respetando las normas internacionales.
“El tutor es el profesor que ejerce el rol de supervisor académico de la tesis, asignado por las
autoridades del programa, de acuerdo con el estudiante, quien lo acompaña durante todo el
proceso de la investigación. Este rol está pobremente descrito en los documentos oficiales y se
le denomina de diversas maneras: profesor guía, profesor asesor, profesor consejero y tutor.
Muy poco es lo que existe en las universidades en cuanto a la formación para este tipo de
función, así como para la supervisión o evaluación de su productividad. Como una contribución
para la descripción general de la función tutorial para la investigación a nivel de postgrado, he
propuesto la siguiente descripción general de la función tutorial para la investigación a nivel de
postgrado (Valarino, 1994/1991), basándome en la suposición que las condiciones de un tutor y
el tipo de aprendizaje en este tipo de función pueden ser muy parecidos a las de un proceso
educativo o de asesoramiento psicológico:
Esta definición ratifica al profesor tutor como un facilitador del aprendizaje que estimula la
autoexpresión y la organización interna, que enseña cómo aprender. Su nivel de intercambio
con el estudiante debe ser lo más humano posible y ambos actuarán en la búsqueda del
conocimiento. Debe crear el ambiente inicial para las experiencias educativas, ayudar a
esclarecer los propósitos, de manera que el estudiante elija las metas más significativas
posibles, poniendo a su disposición los mas variados recursos para el aprendizaje, incluyéndose
a sí mismo; siendo un miembro activo de la experiencia de aprendizaje, compartiendo sus
experiencias y reconociendo sus limitaciones (Valarino, 1980).
De la misma forma, los planteamientos de Seeman (1973) expresan que en las condiciones de
un asesor deben estar presentes las siguientes características: habilidad y entrenamiento para
ofrecer un ambiente creativo, donde se fomente el pensamiento divergente y la independencia
de juicio, lo cual implica una alta tolerancia a la ambigüedad; para establecer un compromiso
personal con metas claras y precisas, y para evaluar crítica y objetivamente el producto. Esto
incluye variadas formas de captación del conocimiento no convencionales y un sistema de
soporte que provea la ocasión de hacerlo.
Debe saber canalizar la energía del estudiante hacia las preguntas y problemas sustantivos,
ayudarlo a discriminar entre la internalidad y el locus de control externo; estimular su sentido
de pertenencia y responsabilidad. Debe ser un agente de ayuda y de control social con mucho
poder, una especie de asesor-policía que asista al estudiante, pero que también se asegure de
que obedezca la ley con respecto a los procedimientos científicos.
TABLA 1
DIMENSIONES
CATEGORIAS
SUPERVISOR O TUTOR
Experiencia docente
Conocimientos
Entrenamiento en investigación
COMPETENCIAS Destreza en relaciones interpersonales
Planificar investigaciones
Manejo información proceso de investigación
Tolerancia a la ambigüedad
Apertura nuevas experiencias
Apertura afectiva
Autoconfianza
CONDICIONES EMOCIONALES
Interés por el proyecto de
investigación
Interés personal por la investigación
"Por lo general, se dirige donde sus tutores potenciales, con una noción borrosa acerca del
tópico, con docenas de castillos en el aire que se desvanecen. A veces no regresa donde el
mismo profesor y va de uno a otro sin encontrar la ayuda que necesita. En principio, los
profesores le brindan una breve entrevista sin comprometerse con ellos. En algunos
lamentables casos, el profesor aprueba de manera ligera el proyecto, para que el estudiante no
continúe tomándole parte de su tiempo. Este proyecto puede ser reprobado y el estudiante se
desanima y va a engrosar la fila de los olvidados de la educación para graduados" (Valarino,
1994/1991, p.109).
Otro problema es que la tutoría informal (previa a la presentación del proyecto) no tiene, por lo
general, reconocimiento como carga académica. Los estudiantes detectados como TMT son los
más desatendidos, por el tiempo que se debe invertir en ayudarlos a salir de su estancamiento.
Aparece el escepticismo y la resistencia a envolverse en proyectos de dudosa probabilidad de
éxito.
En algunos países, el estudiante cuenta con un apoyo académico más amplio, no solamente se
le asigna un tutor principal, sino un comité conformado por profesores y en algunos casos
estudiantes más avanzados (especialmente a nivel de doctorado), pero ésta no es una práctica
común en Latinoamérica.
Por eso, de manera informal, los estudiantes buscan hacerse de un comité, conformado por
profesores asociados al problema y en algunos casos se habla de asesores metodológicos. Esta
escogencia es motivada porque el tutor no domina todos los aspectos del tópico, o la
metodología necesaria para la investigación. En algunos casos lo motiva la supuesta
probabilidad de escogencia de su futuro jurado, aún cuando éste es elegido por el Consejo
Académico u otra instancia en la Facultad.
Un problema que a veces se presenta es aquél que se refiere a las diferencias de criterio entre
los profesores relacionados con una tesis, especialmente si el tema se plantea de manera
controversial, porque puede surgir un conflicto. Si los profesores poseen la madurez y el deseo
de ayudar al estudiante, el dilema se discutirá y se vislumbrarán alternativas. En ocasiones los
colegas se pliegan a la posición del tutor si existen buenas relaciones y lo respetan por su
prestigio.
Por otro lado, el jurado es un número impar y en caso de conflicto es necesario predecir la
capitulación de uno de sus miembros, lo cual debe ser considerado por el estudiante y el tutor
en el momento de decidir la tesis con una u otra orientación. Sin embargo, mientras el
estudiante sea más independiente, tendrá mayor control sobre la investigación en su contenido
y ejecución.
Pero puede suceder, y de hecho así lo he presenciado, que el estudiante tenga "mala suerte" y
se encuentre con algún profesor problemático en su jurado, y en el examen del trabajo, los
conflictos y diferencias acerca de la tesis se convierten en "asuntos personales". De todas
maneras, se debe ser cuidado antes de hacer un juicio sobre la verdadera raíz de la dificultad
en términos de lo que el estudiante sienta subjetivamente hacia el profesor, haciendo una
interpretación personalística.
Todos estos problemas hicieron surgir preguntas relacionadas a este tópico hace ya algunos
años: ¿cómo son percibidos los tutores por el estudiante?, ¿se encuentran diferencias en la
percepción, de acuerdo a las características personales, profesionales o académicas del tutor?,
¿cuáles son los parámetros que inducen el éxito en una tutoría?, ¿qué diferencias existen entre
los tutores y alumnos que culminan con éxito un programa de postgrado y los TMT?
Desde entonces, he estado trabajando en esta línea de investigación para encontrar respuestas
que ayuden a optimizar este componente tan importante del proceso de elaborar
investigaciones, y como segunda parte de este capítulo ofrezco los resultados de una
investigación que arroja resultados muy interesantes y que puede ser replicada en otros
ambientes académicos“.
Un problema frecuente de los estudiantes que están finalizando su carrera universitaria, es que
deben realizar una tesis para obtener su título de grado o postgrado. Digo "un problema", ya
que, a menudo, la realización de una tesis, suele ocasionar demoras en gran cantidad de
estudiantes.
Considero que un buen método para lograr superar las trabas que impiden la realización de
una tesis, debe partir de realizar un diagnóstico de cuáles son las causas que generan tal
situación de hecho.
La resistencia psicológica
La realización de una tesis, desde un criterio antropológico, puede pensarse como un ritual de
iniciación.
Un ritual de iniciación lo podemos definir como una práctica social bastante codificada que se
da ante una situación de cambio o pasaje en la existencia de las personas. Es decir, es una
situación donde una persona deja atrás un estadio de su existencia, para pasar a otro estadio
en su vida. Así, por ejemplo, nos encontramos con el ritual del casamiento (pasaje del estado
de soltería al estado propio al matrimonio), el ritual de los velorios (pasaje de la vida a la
muerte, o pasaje de la presencia física a la ausencia física del ser querido que dejó de ser en el
tiempo), o el ritual de la realización de una tesis (pasaje de alumno a graduado).
Cultura académica
Pero en su revés de trama, las universidades no brindan en sus contenidos curriculares las
herramientas mínimas e indispensables para realizar dichos trabajos de investigación. A lo
sumo, suelen poner una o dos materias cuatrimestrales o semestrales en el último año de las
carreras universitarias, llamadas "Metodología de la investigación", "Seminario de tesis" o
"Taller de tesis". No basta con 2 materias en el último año de una carrera universitaria para
lograr que los estudiantes adquieran una práctica de la investigación, la lectura y la escritura.
Como casi todo en la vida, la práctica investigativa y la escritura es una cuestión de hábito. Y
con dos cursadas hacia el final de una carrera universitaria, no alcanza para que los
estudiantes puedan realizar una tesis de 50, 80 o 120 páginas. En este sentido, una reforma
saludable que deberían hacer muchas universidades, consiste en estimular el hábito de la
investigación, la lectura y la escritura desde los inicios de las carreras académicas. No hay otra
forma de lograr una eficacia pedagógica.
La legitimación docente
Las críticas que hacen los docentes que supervisan tesis, no siempre son constructivas. El
profesor establece una relación de poder con el alumno que puede dificultar las cosas. La
actividad del tutor de tesis o del profesor de Metodología de la Investigación es tautológica: su
función es corregir. O sea: el estudiante no debe desmoralizarse ante las observaciones que
haga el docente, ya que el profesor en cuanto tal será crítico en sus observaciones, salvo
algunas excepciones. Si el docente que nos supervisa la tesis corrige excesivamente la tesis,
no queda otro remedio que ceder. Como hay una relación asimétrica de poder en el medio, y
debido a que aquello que apremia al estudiante es recibirse, la palabra del docente es la que
vale. Como ya señalé en otro escrito (ver Consejos para la elaboración de tesis (Parte 1) ), en
el desarrollo de la tesis hace falta detectar las condiciones de legibilidad de quien será nuestro
evaluador y tutor de tesis para adaptar la escritura a sus pareceres, por más sesgados que
parezcan.
La ciencia, además de ser un sistema de validación de conocimientos tanto a nivel lógico como
empírico, es un discurso social. Vista como discurso, la ciencia se nos presenta como un
dispositivo bastante rígido y formal. Los estudiantes, al oír hablar sobre hipótesis, método de
investigación, marco teórico, variables, o instrumentos de análisis, se sientes cohibidos, como
si se tratase de algo demasiado circunspecto y alejado de sus alcances. Este "efecto social de
lectura" que provoca la discursividad científica, en gran medida es generado por las mismas
universidades que necesitan legitimarse a partir de una discursividad que supuestamente les es
exclusiva.
Como si fuese un relato de Kafka, la ciencia irrumpe en un imaginario social bastante extendido
como una suerte de guardián que se ubica ante la puerta del conocimiento e impide el paso a
todo aquel que se rehúse a emplear sus términos.
Lo que hay que entender es que como todo discurso, la ciencia tiene su propia gramática, su
propio sistema de reglas. No debe amedrentar el discurso científico de las academias. Si lo
desmenuzamos, nos podemos encontrar con que se asemeja mucho al sentido común.
Hoy en día, la gente lee más, pero una lectura más simplista y diversificada. De hecho, las
tasas de alfabetización hacia principios del siglo XXI, son más elevadas que lo que se daba en
siglos anteriores. Sin embargo, un aspecto que tiene que ver con la sociedad en la cual
vivimos, es que la lectura científica, reflexiva o erudita, ha dejado de ser una práctica cotidiana
deseable. Como viene diciéndose desde mediados del siglo XIX, vivimos en una sociedad
hedonista, donde todos los individuos nos volcamos más por el placer directo, simple, sin
mucho ejercicio mental para llegar a la satisfacción. Preferimos ver el documental de Discovery
Channel sobre las culturas primitivas a leer La rama dorada de Fraser, preferimos leer lo que
hoy en día se denomina una "novela histórica" sobre la Edad Media a leer El otoño de la edad
media de Huizinga, preferimos ver la película Ana Karenina a leer esas más de 800 páginas de
la novela de Tolstoi.
Este fenómeno es complejo de analizar. Por un lado, se podría decir: el acceso al placer y al
conocimiento, se ha diversificado, con lo cual, la "tiranía del libro" ha cedido su lugar a otros
bienes simbólicos de acceso al placer, la cultura o el conocimiento. Sin embargo, regocijarnos
en aquello que denomino el fin de la tiranía del libro, creo que es una visión simplista y
populista desde un criterio político. Tampoco hay que desdeñar aquello que muchas teorías de
la enseñanza actuales denominan las Nuevas Tecnologías de la Información y la Comunicación
como medios para acceder al conocimiento o al placer. En todo caso, lo que sí considero es
que la tendencia hedonista, atenta contra la creación de personas críticas, creativas y
reflexivas.
Retomando nuestro eje de análisis: el hecho de que se lea menos, es otra barrera que atenta
contra la realización de una tesis. En definitiva, la escritura no es otra cosa que una relectura.
Finalmente, otra explicación de por qué se lee menos un tipo de lectura que requiere mayor
concentración o reflexividad, es debido a que vivimos estresados y en una sociedad altamente
competitiva, donde toda persona media, luego de haber trabajado 10 o 12 horas, con una
situación laboral precaria, cuando llega a su hogar, lo único que quiere hacer es prender la
televisión y no pensar en nada. Desde este criterio, el mundo en el que vivimos, atenta contra
la lectura reflexiva.
La resistencia a la creatividad
Sin temor a equivocarme, hago la siguiente afirmación: la realización de una tesis puede llegar
a ser la fase más productiva y enriquecedora en el itinerario académico de un estudiante.
Pensemos en lo siguiente: a través de una carrera universitaria, vamos haciendo un recorrido
guiado por diversos saberes y prácticas. Hacia el final de la carrera, nos encontramos con la
chance de realizar un trabajo de investigación en el cual tenemos la opción de elegir un tema
que nos resulte digno de interés. El momento de la realización de una tesis es la etapa más
personal e integradora de todo el saber acumulado. Es aquella instancia en la cual como
estudiantes podemos elegir qué temas, marcos de lectura, problemáticas e intereses
personales merecen nuestra atención.
Este aspecto, que no es menor, es otra causa de por qué los estudiantes se demoran en la
realización de sus tesis. El discurso típico en estos casos hace referencia a: "Para mí, la
realización de la tesis, no es más que un trámite", o "A mí, lo único que me interesa es obtener
el título universitario".
A modo de conclusión...
Como puede advertirse en el desarrollo precedente, entran en juego muchos factores que
condicionan las dificultades de los estudiantes para realizar sus tesis. Algunas de las variables
mencionadas son no controlables (por ejemplo, si el docente evaluador es demasiado rígido en
sus criterios de evaluación, o las deficiencias formativas que tenga la universidad). Sin
embargo, estas variables pueden transformarse en controlables con una estrategia adecuada.
Lo que hay que tener en claro es cuál es el objetivo final: ¿desistir porque se nos ha
presentado una situación compleja, o superar el percance? Una vez que nos decidimos a
continuar, el resto es una cuestión de estrategia y de esfuerzo personal.
Lo que hay que tener en claro en todo momento es que estamos a un paso de recibirnos, no
tiene sentido haber hecho toda una carrera universitaria y ceder a último momento. El esfuerzo
bien vale la pena.