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género y tecnologia_UNAD.
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Cordial saludo tutor, compañeros, para esta actividad colaborativa escogeré el rol de
Evaluador: Asegurar que el documento contenga los criterios presentes en la rúbrica.
Debe comunicar a la persona encargada de las alertas para que informe a los demás
integrantes del equipo en caso que haya que realizar algún ajuste sobre el tema.
Estaré atenta a sus comentarios.
Gracias.
IMPLICACIONES SOCIALES
NOTICIAS Y VIDEOS
CONCLUSIONES
Para prevenir o evitar este tipo de actividades por medio digitales, es recomendable:
Educar desde edades tempranas sobre sexualidad, adaptando la información a la edad y
etapa de desarrollo de los niños
Hablar con los adolescentes sobre el efecto individual y colectivo de consumir pornografía
Instalar filtros de contenido en los dispositivos electrónicos
Promover valores como empatía, compasión y respeto por los demás.
Ser un ejemplo de todo lo que predicamos a nuestros hijos
Esta psicóloga, experta nacional destacada en violencia de género que actualmente trabaja
en el EIGE –European Institute for Gender Equality, el Instituto Europeo para la Igualdad
de Género–, advierte sobre el alarmante “nivel de tolerancia y aceptación” que rige entre
los jóvenes sobre algunos tipos de maltrato. Entre los adolescentes se considera algo normal
el control excesivo de las comunicaciones o las limitaciones a la hora de vestir, justificando
estas vigilancias bajo el globo del “amor romántico” que desemboca en inevitables celos.
“No existen celos normales. Los celos reflejan inseguridad”, afirma Altamirano recordando
que las relaciones sanas deben basarse en la confianza y el respeto.
En la misma línea se explica Isabel Zanón, psicóloga y voluntaria en MUM –la asociación
Mujeres Unidas contra el Maltrato–. “El control de movimientos es lo más típico entre
adolescentes, hoy día más que facilitado a través de instrumentos como las redes sociales”,
asegura haciendo hincapié en que el doble check azul de comprobación de lectura en
WhatsApp puede desactivarse. Las nuevas tecnologías habrían abierto un nuevo escenario
al maltrato, registrándose un “repunte de casos de violencia entre niñas de incluso 12 ó 14
años que viene de la mano de estas nuevas herramientas”.
Teléfono de atención al maltrato: 016 (no queda reflejado en la factura del teléfono)
A pesar de estos datos, Isabel Zanón destaca que al comienzo de las relaciones el maltrato
suele ser de tipo psicológico. Explica esta tendencia alegando que si los ataques fueran
violentos cuando todavía no se ha asentado la pareja, sería muy probable que se diera por
finalizada la relación. “Comienza siendo más sutil, mediante amenazas, humillaciones…
para con el tiempo dar paso a las demás tipologías”, añade. Como contraparte, el maltrato
menos frecuente entre las adolescentes es el económico. Este dato viene motivado porque,
en el intervalo de edades que se están tratando, normalmente las jóvenes siguen
dependiendo del núcleo familiar y no tiene sentido coaccionarlas con restricciones
dinerarias.
Paradójicamente, los países menos permisivos con el maltrato (como los escandinavos),
reflejan una tasa mayor en este problema. Este dato queda explicado porque la población de
territorios como Dinamarca o Finlandia está más sensibilizada hacia cualquier forma de
violencia, y lo considerado como maltrato no siempre coincide. Tal y como ejemplifica
Zulema Altamirano, en Escandinavia “es inconcebible que un padre dé un cachete a su
hijo”. En España, las encuestas sobre violencia doméstica apuntan a cifras cada vez más
altas, algo motivado por el hecho de que cada vez hay más concienciación sobre el
problema y cada vez se denuncia más.
El control y el acoso hacia la pareja con el móvil es violencia de género. En este sentido,
obligar a tu pareja a activar la geolocalización también es violencia de género.
Interferir en las relaciones con otras personas que tenga tu pareja por internet es violencia
de género, y espiar las conversaciones de tu pareja en el móvil es violencia de género.
Controlar el contenido de las publicaciones (fotos, vídeos, textos…), incluso obligando a tu
pareja a que te facilite las claves de sus redes sociales para realizar un control, es violencia
de género.
Obligar a tu pareja a que envíe fotos íntimas, es violencia de género.
Para evitar los hechos mencionados anteriormente es importante la labor educativa desde
etapas tempranas. Es imprescindible hacer énfasis en que en estos espacios también existe
violencia de género y no caer en el error de banalizarlo y restarle importancia. En
definitiva, no cabe duda de las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías pero no
debemos dejar de invertir esfuerzos para concienciar de que se debe hacer un uso
responsable de las mismas.
Las formas más frecuentes de VCM relacionada con la tecnología son:
• Agresión sexual y violación, donde la tecnología se usa para seguir los movimientos y
actividades de las mujeres y para saber dónde están. También cuando la violencia continúa
mediante la grabación digital y distribución de la violación. En otros casos, se han utilizado
avisos o mensajes falsos en internet para atraer a las mujeres hacia situaciones en las que
sufren agresiones sexuales.
Las TIC permiten que los perpetradores cometan actos de violencia en forma anónima y a
distancia de las mujeres a los que van dirigidos, por lo que es más difícil identificarlos y
denunciarlos ante la justicia. Los servicios de rastreos de teléfonos y las plataformas para
compartir en la red también permiten la vigilancia de las actividades de las mujeres y la
reproducción y distribución de fotos íntimas con muy poco esfuerzo y bajo costo.
Las investigadoras feministas sostienen que en el contexto de las TIC, el cuerpo trasciende
lo físico. En consecuencia, la distribución de representaciones íntimas y abusivas de
cuerpos viola el derecho de las mujeres a la integridad y la autonomía corporal.
Más aún, la violencia relacionada con la tecnología afecta la libertad de las mujeres para
expresarse, moverse en línea con libertad y disfrutar de las comunidades en línea – por lo
que viola su autonomía, libertad de expresión y acceso a la información.
El daño que experimentan las mujeres por esta violencia es principalmente psicológico y
emocional e incluye miedo, enojo, estrés y depresión. Pero además, el abuso en línea, si no
se controla, puede escalar hacia un abuso físico en la vida real. En algunos casos, la
violencia relacionada con la tecnología ha desembocado en suicidios, en particular de
personas jóvenes. Las mujeres que sufren este tipo de abuso también tienden a retirarse de
las redes sociales en línea y en la vida real, y dejan de participar activamente en la vida
política, social y económica.
La violencia en contra de las mujeres fue reconocida oficialmente como una violación de
los derechos humanos fundamentales en 1993 via la Declaración de Eliminación de todas
formas de Violencia en contra de las Mujeres, aprobada por la Asamblea General de las
Naciones Unidas apenas hace dos decadas. Los movimientos de mujeres en todo el mundo
continuamente denuncian nuevas dimensiones y formas distintas de violencia en contra de
las mujeres.
Algunas veces se hace referencia a las "nuevas tecnologías", en contraste con las TIC
anteriores. De manera sencilla, las TIC de antes son aquellas en donde se emitía
información en un formato análogo, como por ejemplo la radio. Las "nuevas tecnologías"
hacen referencia a la transmisión de información usando formatos digitales, como por
ejemplo tecnología inalámbrica.
Las TIC como violencia en contra de las mujeres afectan nuestra capacidad para ejercer
plenamente nuestros derechos humanos y libertades fundamentales. En la actualidad hay
mayor reconocimiento de la interconexión entre la violencia hacia las mujeres y las TIC.
Por ejemplo, los sitios web puede ser un espacio útil de información y ayuda para mujeres
viviendo en relaciones violentas. Y a la vez, herramientas como spyware y aparatos de
rastreo de GPS han sido utilizados por abusadores para monitorear y controlar la mobilidad
de sus parejas.
Hay por lo menos dos formas de ver como las TIC tienen un impacto en las relaciones de
poder:
Representación
Las TIC tienen una gran potencia para transmitir y difundir normas mediante
representaciones de la "cultura" y relaciones sociales. Las imágenes de los medios
refuerzan las nociones de "diferencia" entre hombres y mujeres presentando modelos
estereotipados de roles de género como la realidad.
Esta dinámica no es, en forma alguna, directa ni simple, así como las culturas no son
homogéneas ni estáticas. Además, la creciente diversidad de productores de contenidos en
internet da como resultado una amplia gama de representaciones que afectan las relaciones
de género de manera compleja. Es necesario desenredar la madeja de discursos de género,
sexuales, raciales y culturales comunicados a través de las TIC para evaluar su rol en la
afectación de la cultura y las normas.
Comunicación
La velocidad, amplitud y relativa facilidad de las "nuevas tecnologías" reducen el tiempo y
la distancia entre las personas, lo cual puede ejercer una gran influencia sobre las relaciones
sociales. Las TIC permiten que las sobrevivientes de la violencia de género encuentren
información y asistencia, pero también las puede poner en peligro si son utilizadas sin una
comprensión de sus dimensiones. Las estrategias locales de las organizaciones pueden
verse comprometidas por problemas de privacidad y seguridad.
Por otra parte, las organizaciones han utilizado las capacidades de las TIC para trabajar en
redes a través de grandes distancias y mobilizar acciones instantáneas en torno a situaciones
urgentes de violencia. Mediante un examen de cómo han sido empleadas las TIC, los
movimientos de mujeres pueden forjar solidaridades más fuertes con una mayor claridad de
su potencial y sus limitaciones.
Un caso muy popular es el de porno venganza. Este se da cuando alguien publica contenido
como fotos o videos sin el consentimiento de la persona afectada, ya sea para provocar
humillación o vender el contenido a terceros. No se debe estigmatizar la práctica del
sexting, violar esa intimidad es un delito, y las denuncias deben ser tomadas con seriedad.
No se deben aceptar frases como: “es tu culpa” o “tú te lo buscaste”. Sí debemos, de todos
modos, saber que existen riesgos y considerar la seguridad en su práctica.
Las formas de violencia más frecuentes en la web
Ciberacoso:
Esto hace referencia al hostigamiento, humillación e injurias sufridas a través del uso de
medios digitales. Dentro de este se ven factores como la suplantación de la identidad,
creación de perfiles falsos en línea e incluso la vigilancia a través de spyware o acceso a los
perfiles de redes sociales. En muchos casos los atacantes se escudan detrás del anonimato e
incitan su campaña de odio mediante el uso de hashtags y publicaciones para que sean
compartidas por grupos de personas.
En la mayoría de los países, el discurso de odio está prohibido cuando incita a la violencia o
acciones perjudiciales contra otras personas. Uno de los escenarios que más se repite tiene
que ver con el discurso de odio contra periodistas mujeres; sobre todo cuando se abordan
temas históricamente dominados por hombres, como deportes, juegos o política.
– Es importante que actives la verificación en dos pasos para el acceso a correos o redes
sociales. Esto sirve para que puedas recibir un código especial cada vez que se intente
ingresar desde un dispositivo no reconocido.
– Utiliza el cifrado de la información. Así, las fotos, videos y demás contenidos del
teléfono no serán accesibles sin la contraseña.
– Si necesitas borrar información, ten en cuenta que a veces no es suficiente con borrarla
del dispositivo. En algunos casos la información sube automáticamente a la nube, y
también es necesario borrarla ahí.
– Si practicas sexting, debes tener en cuenta que una vez que envías este tipo de contenido,
siempre permanecerá en línea. Es por esto que debes tener cuidado con quién realizas este
tipo de prácticas.