RESUMEN DE LA PRÉDICA.

1Corintios 13

Aprender a amar, así como buscamos el amor de Dios y queremos lograr una
bella relación con él, asimismo esa pasión también debemos aprender a
darla a nuestros familiares y en el caso de los matrimonios también aplica a
su pareja.

“No das lo que no tienes” es así, que para dar amor, amar a alguien, implica
que uno mismo se ame, y así podrá amar a otra persona.

Cito, “Se necesita más valor para el amor que para la guerra” una versión
modificada de lo que dijo Napoleón “Se requiere más valor para sufrir que
para morir” y es así el amor va de la mano con el sufrimiento, pues uno
cuando decide amar tiene estar consciente que va a sufrir y sacrificar muchas
veces, saber que tiene que morir a nuestros derechos, y a ser quienes demos
ese primer paso a la reconciliación aun cuando no hayamos iniciado la
discusión pues amamos a esa persona. Por ejemplo, un día estaba muy
ocupada, tenía un examen muy importante a las 6pm y mi madre quería que
saliéramos a pasear, pues no lo hacíamos constantemente, mejor dicho,
nunca. Entonces ese momento decidí dejar de lado ese examen, o mejor
dicho la preocupación de ese examen y poner como prioridad hacer pasar
una bonita tarde a mi mamá, y no me sentí mal, pues la alegría de ella
también vino a mí. Ambas necesitábamos ese espacio para seguir
avanzando.

Amar también es confianza, y parte con darla. Como los padres la dan a sus
hijos, la confianza en pareja. El amor no es celoso, pues confía en esas
personas, la conoce y siempre espera lo mejor de ella. Por ejemplo, mi
madre me expresa su amor, además su cariño y expresiones físicas, es a
través de su confianza en mí, pues confía en mi criterio, y no vive pensando
en que puedo fallarle o hacer cosas que vayan en contra de mí.

A veces pensamos y/o sentimos que dejamos de amar, pero no es así, sucede
que muchas veces las circunstancias en las que vivimos, la rutina hace que
RESUMEN DE LA PRÉDICA.

los corazones se alejen. Es entonces en donde tú debes tomar la decisión de

retomar, avivar ese amor. Por medio de 3 pasos.

1. Arrepentirnos-> pedir perdón s Dios y en caso de matrimonio a la

pareja.
2. Recordar  las cosas por las que se enamoraron.
3. Actuar -> Realiza las acciones para revivir ese amor, planea para que
no vuelvan a caer en la rutina.

Esto también puede aplicar a los hijos – padres pues a veces, cuando la
convivencia se hace rutina entonces empieza a generarse estrés,
aburrimiento, y en algunos casos ira, entonces es deber de uno tomar la
decisión de cambiar eso, poner en marcha estos pasos para nuevamente
avivar el amor en la familia. Perdonar y pedir perdón en nuestra familia a
quien nos haya hecho daño o hayamos dañado, avivar aquellos
momentos en los que fuimos felices y hacer que sean más constantes,
generar situaciones de compartir y siempre teniendo en cuenta que, los
amamos y pedir perdón o perdonar la veces que sean necesarias para
que el amor no disminuya ni un poquito.

Muchas veces hemos oído decir que amamos lo que hacemos, por
ejemplo nuestra profesión, esto también es aplicable pues, a medida que
vamos avanzando nos damos cuenta de que la carga es más pesada, los
cursos más complejos y el tiempo no nos alcanza, entonces nos
estresamos, renegamos y queremos renunciar. Eso sería como
traicionarte, también creo yo que esta serie de paso pueden ayudarte,
pues después de pedirle perdón a Dios debes pedirte perdón a ti mismo.
Recordar por qué iniciaste a esta carrera, cuáles son tus sueños, tus
metas y todo lo que invertiste para lograrlo, entonces después de respirar
hondo, nuevamente retoma tus trabajos y tareas pero esta vez no igual.

Cuando amamos, no renunciamos sino luchar, damos todo para que ese
amor no se deje de sentir. Reconquistamos, pero nunca por encima del
amor hacia nosotros mismos.

Paola Bendezú Saravia