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Magistrada sustanciadora:
GLORIA STELLA ORTIZ DELGADO
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SENTENCIA
I. ANTECEDENTES
Marco Elías García y otros pretenden que sean amparados sus derechos
fundamentales de acceso a la administración de justicia, al debido proceso y a
la reparación, que consideran vulnerados por la providencia mencionada,
debido a que a través de ésta el Tribunal se negó a reconocer su parentesco
con la víctima.
A. Hechos y pretensiones
Respuesta de INVÍAS
Por otra parte, indicó que en este caso no se cumplen los presupuestos de
inmediatez y subsidiariedad, puesto que los accionantes no probaron estar
ante la inminencia de sufrir un perjuicio irremediable y no se demostró la
violación del derecho al debido proceso.
En efecto, consideró que si bien los jueces tienen el deber de ser directores del
proceso y están obligados a decretar pruebas de oficio para esclarecer los
hechos y fallar de fondo, no pueden asumir las cargas procesales de quienes
tienen la obligación de probar los hechos que quieren hacer valer en el
trámite. Por las anteriores razones, la Sección Segunda -Subsección B- del
Consejo de Estado, concluyó que no se configuraba un defecto fáctico.
Impugnación
-
Registro civil de nacimiento de Édgar Cobos López21, hijo de la señora
María Clemencia López de Cobos, en el que consta que los nombres de los
abuelos maternos, es decir, de los padres de la señora López de Cobos, son
Ercilia García y Marco Julio López.
-
Registro civil de nacimiento de Luis Alfredo Cobos López22, hijo de la
señora María Clemencia López de Cobos, en el que consta que los nombres
de los abuelos maternos, es decir, de los padres de la señora López de Cobos,
son Hercilia García y Marco Julio López.
-
Testimonio de la señora Blanca Marlén López Torres, en el que declaró:
“Sobre la muerte de la señora Clemencia señalo que estuvieron presentes en
la velación y en el entierro los hermanos, los hijos, todos los familiares, ellos
estaban muy tristes, acongojados, lloraron de verdad la muerte de la señora
Clemencia, ella para ellos era el centro de la familia, era la hermana mayor,
entonces para sus hermanos Ángel, Marcos, Rosa, Carmen, Agustín y José
era la cabeza del hogar, ellos eran muy unidos.” 23
-
Testimonio rendido por el señor Héctor Alfonso Rojas Susa, propietario del
vehículo que sufrió el accidente. Al testigo le preguntaron si conocía a los
hermanos de María Clemencia López de Cobos y éste contestó: “Sí, son,
ANGEL, CARMEN, MARCO ELIAS, ROSA, FIDEL Y JOSE.” 24
Competencia
En caso de ser procedente, será preciso analizar el fondo del asunto, el cual
plantea este problema jurídico: ¿incurre en defecto procedimental por exceso
ritual manifiesto la sentencia mediante la cual el tribunal demandado omitió
solicitar de oficio el registro civil de nacimiento de la víctima, a pesar de que
en el expediente existían indicios del parentesco con sus hermanos?
Así pues, la acción de tutela contra decisiones judiciales tiene como finalidad
efectuar un juicio de validez constitucional de una providencia judicial que
incurre en graves falencias, las cuales tornan la decisión incompatible con la
Carta Política.26
caracteriza a la tutela, o sea, que se hayan agotado todos los medios de defensa
judicial al alcance de la persona afectada, salvo que se trate de evitar la
consumación de un perjuicio irremediable; (iii) que se cumpla el requisito de
inmediatez, es decir, que la tutela se interponga en un término razonable y
proporcionado a partir del hecho que originó la vulneración; (iv) cuando se
trate de una irregularidad procesal, ésta debe tener un efecto decisivo en la
sentencia que se impugna; (v) que la parte actora identifique de manera
razonable tanto los hechos que generaron la vulneración, como los derechos
vulnerados; y (vi) que no se trate de sentencias de tutela.
Defecto fáctico: se presenta cuando el juez carece del apoyo probatorio que
permita la aplicación del supuesto legal en el que se sustenta la decisión, o
cuando la valoración de la prueba fue absolutamente equivocada.
presupuesto de la vía de hecho -, de aquellas providencias judiciales que aunque no desconocen de manera
directa la Constitución, comportan un perjuicio iusfundamental como consecuencia del incumplimiento por
parte de distintos órganos estatales de la orden constitucional de colaborar armónicamente con la
administración de justicia con el objeto de garantizar la plena eficacia de los derechos constitucionales. Se
trata de una suerte de vía de hecho por consecuencia, en la que el juez, a pesar de haber desplegado los
medios a su alcance para ubicar al procesado, actuó confiado en la recta actuación estatal, cuando en
realidad ésta se ha realizado con vulneración de derechos constitucionales, al inducirlo en error. En tales
casos - vía de hecho por consecuencia - se presenta una violación del debido proceso, no atribuible al
funcionario judicial, en la medida en que no lo puede apreciar, como consecuencia de la actuación
inconstitucional de otros órganos estatales.”
32 Cfr. Corte Constitucional, sentencia T-292/06 (M.P. Manuel José Cepeda Espinosa).
33 Sobre el particular, se pueden consultar las sentencias C-228 de 2002, M.M.P.P. Manuel José Cepeda
Espinosa y Eduardo Montealegre Lynett, y C-370 de 2006, M.M.P.P. Manuel José Cepeda Espinosa, Jaime
Córdoba Triviño, Rodrigo Escobar Gil, Marco Gerardo Monroy Cabra, Álvaro Tafur Galvis y Clara Inés
Vargas Hernández.
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14. En ese sentido, la Sala advierte que el caso objeto de análisis tiene
relevancia constitucional, porque la sentencia que se censura modifica la
sentencia de primera instancia, que había reconocido la indemnización de los
perjuicios morales causados como consecuencia de la muerte de María
Clemencia López de Cobos y, en su lugar, niega su reconocimiento por
considerar que los demandantes no demostraron ser hermanos de la víctima.
protección de las víctimas a la comprobación de la ocurrencia de un delito. Por tanto, las autoridades deben
diseñar otros mecanismo [sic] que aseguren la realización de los derechos de las víctimas y que atiendan a
la complejidad de los fenómenos. (Negrillas fuera del texto)
38 Esto implica el derecho a que exista un recurso rápido y efectivo para violaciones de derechos humanos,
como es la acción de tutela.
39 Sentencia T-443 de 2013, M.P. Jorge Ignacio Pretelt Chaljub.
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En efecto, los argumentos esgrimidos por los demandantes tienen que ver con
un defecto originado en el trámite, consistente en que el Tribunal se abstuvo
de ejercer sus facultades oficiosas para decretar la prueba requerida para
acreditar la legitimación activa. Esa circunstancia no se identifica con las
causales de revisión. Por lo tanto, está demostrado que los demandantes no
40 El artículo 184 del Código Contencioso Administrativo estableció que las sentencias no apeladas
proferidas contra quien estuvo representado por curador ad litem, o contentivas de codenas superiores a los
300 SMLMV, debían ser consultadas con el superior, al igual que las dictadas dentro de juicios de índole
laboral donde no se hubiere ejercido defensa por parte de la demandada. De este modo, la consulta de manera
supletoria permitía el estudio de la providencia de primer grado por parte del superior, garantizando así la
legalidad del pronunciamiento dictado en el juicio ordinario. Sin embargo, con la Ley 1437 de 2011 el grado
de consulta desapareció para los procesos ordinarios, por lo que para éstos, la segunda instancia se surte
exclusivamente por facultad dispositiva de las partes al interponer el recurso de alzada si es procedente. Sobre
el particular, ver Consejo de Estado, Sección Segunda Subsección B. C.P. Sandra Lisset Ibarra Vélez. Auto
del 7 de septiembre de 2016. Radicación No. 25000-23-42-000-2012-01854-01(2233-16).
41 ARTÍCULO 250. “CAUSALES DE REVISIÓN. Sin perjuicio de lo previsto en el artículo 20 de la Ley
797 de 2003, son causales de revisión:
1. Haberse encontrado o recobrado después de dictada la sentencia documentos decisivos, con los cuales se
hubiera podido proferir una decisión diferente y que el recurrente no pudo aportarlos al proceso por fuerza
mayor o caso fortuito o por obra de la parte contraria.
2. Haberse dictado la sentencia con fundamento en documentos falsos o adulterados.
3. Haberse dictado la sentencia con base en dictamen de peritos condenados penalmente por ilícitos
cometidos en su expedición.
4. Haberse dictado sentencia penal que declare que hubo violencia o cohecho en el pronunciamiento de la
sentencia.
5. Existir nulidad originada en la sentencia que puso fin al proceso y contra la que no procede recurso de
apelación.
6. Aparecer, después de dictada la sentencia a favor de una persona, otra con mejor derecho para reclamar.
7. No tener la persona en cuyo favor se decretó una prestación periódica, al tiempo del reconocimiento, la
aptitud legal necesaria o perder esa aptitud con posterioridad a la sentencia o sobrevenir alguna de las
causales legales para su pérdida.
8. Ser la sentencia contraria a otra anterior que constituya cosa juzgada entre las partes del proceso en que
aquella fue dictada. Sin embargo, no habrá lugar a revisión si en el segundo proceso se propuso la excepción
de cosa juzgada y fue rechazada.”
18
Sin embargo, la Sala advierte que a pesar de que la sentencia fue notificada el
19 de septiembre de 2016, mediante escrito del 22 de septiembre de 2016, el
apoderado de la parte actora solicitó la corrección, en el sentido de modificar
algunos nombres incluidos en la parte resolutiva del fallo. Posteriormente,
mediante auto del 1º de febrero de 2017, el ad quem negó la solicitud de
corrección. Es por esa razón que la inmediatez se cuenta a partir de la última
actuación realizada, es decir, desde el 1º de febrero de 2017, tal y como lo
hicieron los jueces de primera y segunda instancia en el trámite de la tutela.
19. Así las cosas, como la Sala encuentra acreditados los requisitos generales
de procedencia de la tutela contra sentencias, procede ahora a estudiar los
asuntos de fondo que plantea el caso sub iúdice.
21. En primer lugar, en relación con la carga de la prueba, el artículo 103 del
Código de Procedimiento Administrativo y de lo Contencioso Administrativo,
que refiere al objeto y los principios de la jurisdicción contencioso
administrativa, dispone que “(…) [q]uien acuda ante la Jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo, en cumplimiento del deber constitucional de
colaboración para el buen funcionamiento de la administración de justicia,
estará en la obligación de cumplir con las cargas procesales y probatorias
previstas en este Código”.
Ahora bien, cabe recordar que el artículo 211 de la normativa en cita dispone
que “[e]n los procesos que se adelanten ante la Jurisdicción de lo
Contencioso Administrativo, en lo que no esté expresamente regulado en este
Código, se aplicarán en materia probatoria las normas del Código de
Procedimiento Civil”. En efecto, en el nuevo código se incluyó una remisión
al estatuto procesal civil, pero ésta se circunscribe únicamente a las materias
que no están reguladas por el primero.
Así pues, la remisión del nuevo código contencioso al estatuto procesal civil
implica que el artículo 167 es susceptible de aplicarse y, por lo tanto, el juez
administrativo deberá distribuir la carga probatoria al momento decretar las
pruebas solicitadas por las partes y aquellas de oficio que estime necesarias
para esclarecer la verdad en la audiencia inicial.
En todo caso, dentro del término de ejecutoria del auto que decrete
pruebas de oficio, las partes podrán aportar o solicitar, por una sola
vez, nuevas pruebas, siempre que fueren indispensables para
contraprobar aquellas decretadas de oficio. Tales pruebas, según el
caso, serán practicadas dentro de los diez (10) días siguientes al auto
que las decrete”.
En ese sentido, las pruebas de oficio que se decretan durante las instancias con
el propósito de esclarecer la verdad, deben ser practicadas con las solicitadas
por las partes. Esto último implica que se deben respetar las oportunidades de
postulación probatoria que prevé el ordenamiento procesal para las partes
como sujetos procesales y todos los presupuestos de las pruebas en primera y
segunda instancia, de conformidad con el artículo 212 del CPACA.
(ii) En la segunda instancia, cuando procedan las pruebas pedidas por las
partes.
En ese sentido, el auto de mejor proveer “(…) está sometido al arbitrio del
juez, pues hace parte de su poder instructivo facultativo, en contraste con el
impositivo que propende por el esclarecimiento de la verdad dentro de las
instancias y bajo el iter de la facultad instructiva propiamente dicha -no en la
excepcional que se analiza-”.45
Cuando se decretan pruebas de oficio antes de fallar, las partes pueden aportar
o solicitar nuevas pruebas que consideren indispensables para controvertir
aquellas decretadas por el juez. La finalidad de esta oportunidad probatoria es
garantizar a las partes sus derechos de defensa y contradicción de cara a las
pruebas decretadas de oficio
45 Consejo de Estado, Sección Quinta. Sentencia del 9 de febrero de 2017. C.P. Lucy Jeannette Bermúdez.
Radicado No 41001233300020160008001.
46 Sentencias T-264 de 2009 y T-213 de 2012.
47 Sentencia C-086 de 2016; M.P. Jorge Iván Palacio Palacio.
23
Sin embargo, el juez, como director del proceso, debe estar atento a dar
cumplimiento a su misión en el marco del Estado Social y Democrático de
Derecho, ya sea al acudir a sus atribuciones oficiosas en el decreto y práctica
de pruebas, o para distribuir de forma razonable la carga probatoria, según la
posición en la que se encuentren las partes en cada caso. Sobre el particular,
en la sentencia C-086 de 2016, en la que se estudió la constitucionalidad del
artículo 167 del Código General del Proceso, la Corte estableció que en
algunos casos el decreto oficioso de pruebas o la distribución de su carga
probatoria dejan de ser una potestad del juez y se erigen en un verdadero deber
funcional48. No obstante, ello debe ser examinado de acuerdo con las
particularidades de cada caso, sin invertir la lógica probatoria prevista por el
Legislador, ni alterar las reglas generales en lo concerniente a la distribución
de la carga de la prueba49.
De ahí que, sea relevante determinar el medio de prueba del parentesco, pues
con el simple hecho de demostrarlo se infiere el daño moral y, en
consecuencia, hay lugar al reconocimiento de perjuicios por ese concepto.
Finalmente, el Decreto Ley 1260 de 1970 estableció como prueba única del
estado civil para los nacimientos, matrimonios y defunciones ocurridos
después de su vigencia, las copias auténticas de los registros civiles.
29. Ahora bien, aunque es claro que el Consejo de Estado ha establecido que
los registros civiles de nacimiento, matrimonio y defunción son los medios
idóneos para probar el parentesco y el fallecimiento de las personas, en
ocasiones la Sección Tercera ha estudiado demandas en las que los
accionantes no aportan esa prueba capaz de demostrar el Estado Civil.
Así pues, la Sala advirtió que existían otros elementos probatorios, distintos al
registro civil de defunción, que acreditaban plenamente el fallecimiento de la
víctima. Por lo tanto, dio por probado el hecho dañoso con fundamento en
indicios, pues consideró que ignorar su existencia afectaría el derecho al
62 Sentencia del 22 de marzo de 2012, Consejo de Estado, Sala Plena de la Sección Tercera. C.P. Danilo
Rojas Betancourth. Radicación No. 23001-23-31-000-1997-08445-01(22206).
28
63 Sentencia del 12 de noviembre de 2014, Consejo de Estado, Sección Tercera –Subsección C-. C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa. Radicación No. 520012331000200101210 01 (29.139).
64 Sentencia del 25 de mayo de 2015, Consejo de Estado, Sección Tercera –Subsección C-. C.P. Jaime
Orlando Santofimio Gamboa. Radicación No. 73001-23-31-000-2002-02110-01(31083).
29
36. Como puede observarse, tal defecto tiene una estrecha relación con el
denominado defecto fáctico, que se refiere a la existencia de problemas de
hecho y de apreciación de pruebas que llevan a una conclusión errada al juez.
Adicionalmente, tiene conexión con problemas sustanciales vinculados con la
aplicación preferente de la Constitución cuando los requisitos y formalidades
legales amenazan la vigencia de los derechos constitucionales.75
Así pues, resulta claro que cuando se aplican rigurosamente las normas
procesales y con ello se anulan derechos fundamentales, se configura un
defecto procedimental por exceso ritual manifiesto que hace procedente la
acción de tutela contra providencias judiciales, correspondiéndole entonces, al
juez constitucional, inaplicar la regla procesal en beneficio de las garantías
constitucionales.
Así pues, la Corte estableció que el juez debe aligerar algunos pesos
probatorios o aplicar el dinamismo de las cargas probatorias para reparar
integralmente a las víctimas de los daños materiales causados en forma
antijurídica por el Estado colombiano. En ese orden de ideas, “(…) a pesar de
que es razonable exigir al demandante anexar el registro civil de nacimiento
expedido por la autoridad competente para probar edad o parentesco, en
algunas ocasiones como una calamidad o una vulneración de los derechos
humanos, el juez debería flexibilizar esa carga probatoria y aceptar otros
medios de prueba para demostrar el hecho, tales como una copia simple o un
simple indicio derivado de testimonios.”
Por esa razón, cuando en el proceso contencioso un juez advierte que existen
indicios sobre la relación de parentesco de los familiares con la víctima o del
hecho dañoso, es preciso que ejerza sus facultades oficiosas y solicite los
registros civiles correspondientes.
46. Por su parte, el apoderado judicial de los seis accionantes considera que la
decisión adoptada por la Sección Tercera -Subsección C- del Tribunal
Administrativo de Cundinamarca vulnera sus derechos fundamentales al
debido proceso, de acceso a la administración de justicia y a la reparación.
Específicamente, afirma que la sentencia controvertida incurre en defecto
procedimental por exceso ritual manifiesto, en tanto en el trámite se aclaró que
los accionantes eran hermanos de la víctima y los testigos habían confirmado
el parentesco y sus relaciones de afecto. En ese orden de ideas, indica que si el
Tribunal consideraba que el registro civil de nacimiento era el medio idóneo
para probar el parentesco, debió ejercer la facultad que le otorga el artículo
169 del Código Contencioso Administrativo y requerir a las partes para que lo
aportaran.
En cuarto lugar, está el testimonio rendido por el señor Héctor Alfonso Rojas
Susa, propietario del vehículo que sufrió el accidente. Al testigo le
preguntaron si conocía a los hermanos de María Clemencia López de Cobos y
éste contestó: “Sí, son, ANGEL, CARMEN, MARCO ELIAS, ROSA, FIDEL Y
JOSE” 87.
48. De los documentos que obran en el expediente, para la Sala es claro que a
pesar de que los demandantes omitieron la carga de aportar el registro civil de
nacimiento de la víctima directa del daño con el fin de probar el parentesco
para que operara la presunción de daño moral a su favor, los demandantes
presentaron distintos medios de prueba que constituyen indicios del
parentesco. En particular, existen dos registros civiles de los hijos de la señora
López de Cobos, en los que se consigna que los padres de la víctima tenían los
mismos nombres que los padres de quienes alegan ser sus hermanos. En el
mismo sentido, se practicaron dos declaraciones en las que los testigos
afirmaron que la víctima era hermana de los seis accionantes, a quienes
identificaron con sus nombres.
49. En este caso, para la Sala es evidente que el Tribunal accionado omitió
ejercer sus facultades oficiosas con el fin de dar prevalencia al derecho
sustancial sobre las formas. En efecto, la autoridad judicial se limitó a señalar
que no se había aportado el documento necesario para probar el parentesco y
omitió ejercer un papel activo en el proceso para llegar a la verdad y así
adoptar decisiones justas que garanticen los derechos constitucionales de las
personas.
Cabe recordar que como director del proceso, el juez debe acudir a sus
atribuciones oficiosas en el decreto y práctica de pruebas para dar
cumplimiento al mandato contenido en el artículo 228 de la Constitución, de
conformidad con el cual en las actuaciones de la administración de justicia
debe primar el derecho sustancial sobre las formas.
Lo anterior no quiere decir que en cualquier caso los jueces deban decretar las
pruebas necesarias, a pesar de la desidia de las partes. En efecto, en este caso
particular el acervo probatorio hacía que existieran fundadas razones para
considerar que la inactividad del juez podía apartar su decisión del sendero de
la justicia material.
existen dudas y hechos que aún son oscuros e impiden adoptar una decisión
definitiva.
51. Del análisis del caso planteado, es preciso concluir que, contrario a lo
resuelto en la decisión del 10 de septiembre de 2018, dictada por la Sección
Cuarta del Consejo de Estado, que confirmó la sentencia proferida por la
Sección Segunda -Subsección B- del Consejo de Estado el 7 de noviembre de
2017, la acción de tutela objeto de estudio resulta procedente.
52. Ahora bien, debido a que en este caso se configuró un exceso ritual
manifiesto porque el Tribunal omitió ejercer sus facultades oficiosas para
decretar la prueba conducente para demostrar el parentesco, lo propio sería
Ahora bien, cabe recordar que de conformidad con el artículo 4º de la Ley 270
de 1996, la administración de justicia debe ser pronta, cumplida y eficaz en
la solución de fondo de los asuntos que se sometan a su conocimiento. En ese
orden de ideas, la Sala considera que la decisión más eficaz y garantista de los
derechos de las víctimas no es ordenar al Tribunal que rehaga la actuación y
decrete la prueba conducente para probar el parentesco, pues ésta fue
efectivamente allegada al trámite de esta acción constitucional.
Por las anteriores razones, la Sala concederá la tutela solicitada por los
señores Marco Elías García, Ángel Liberto, Carmen Aurora, Rosa Margarita,
José Fidel y José Agustín López García, y revocará la sentencia de segunda
instancia, proferida por la Sección Cuarta del Consejo de Estado. Por lo tanto,
42
Del análisis del caso se concluyó que la tutela es procedente para (i) dejar sin
efecto la sentencia mediante la cual la Sección Tercera -Subsección C- del
Tribunal Administrativo de Cundinamarca, modificó la decisión de primera
instancia proferida por el Juzgado 1º Administrativo de Descongestión del
Circuito de Girardot y negó las pretensiones a Marco Elías García y otros, en
el proceso de reparación directa adelantado contra la Nación - Ministerio de
Transporte, el Instituto Nacional de Vías –INVIAS-, los departamentos de
Cundinamarca y del Tolima y los municipios de Icononzo y Venecia; (ii)
ordenar a la Secretaría General de la Corte Constitucional que desglose la
partida de bautismo de la señora María Clemencia López de Cobos que obra a
folio 36 del Cuaderno 1 de la tutela y la remita a la Sección Tercera
-Subsección C- del Tribunal Administrativo de Cundinamarca; y (iii) ordenar
a la autoridad judicial accionada que profiera una nueva decisión en la que
garantice los derechos de acceso a la administración de justicia y a la
reparación integral de las víctimas.
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III. DECISIÓN
RESUELVE
1.6. Sostuvo la Corte que el Decreto Ley 1260 de 1970 estableció como
prueba única del estado civil para los nacimientos, matrimonios y defunciones
ocurridos después de su vigencia, las copias auténticas de los registros civiles.
Así las cosas, dependiendo de la fecha de nacimiento de las personas, la
prueba del estado civil y la acreditación del parentesco, debía hacerse con el
documento que corresponda según la norma vigente al momento del
nacimiento.
(q.e.p.d.), nacida en 1936, el medio idóneo para probar el parentesco con los
accionantes era la partida de bautismo, la cual fue aportada en el trámite de
tutela.
2.1. Si bien dentro del trámite de la acción de tutela la parte actora allegó la
partida de bautismo de la señora López de Cobos (q.e.p.d.) con el fin de
comprobar el parentesco, este no era el momento procesal para hacerlo porque
el proceso de reparación directa tiene establecidas unas etapas dentro de las
cuales se encuentra el decreto y práctica de pruebas. A pesar de que la
sentencia T-113 de 2019 aclaró que la autoridad judicial accionada debe
garantizar el derecho de contradicción de la contraparte y correr traslado de
dicha prueba, lo cual es acertado, ello podría reabrir el debate probatorio y,
por tanto, la orden encaminada a que se profiera una nueva decisión en la que
se tenga en cuenta la partida de bautismo resultaría imprecisa en la medida
que, por ejemplo, puede ser tachada de falsa o desestimada por el juez natural
por cualquier razón.
99 El ordinal tercero de la sentencia T-113 de 2019 dispuso “ORDENAR a la Secretaría General que
desglose la partida de bautismo de la señora María Clemencia López de Cobos que obra a folio 36 del
Cuaderno 1 de la tutela y la remita a la Sección Tercera -Subsección C- del Tribunal Administrativo de
Cundinamarca. De la prueba mencionada se dejará copia en ese mismo folio”.
49
2.3. En ese sentido, limitar al juez contencioso a dictar una nueva providencia
con fundamento en una única prueba, la cual no fue allegada de manera
oportuna al expediente de reparación directa, resulta problemático porque la
etapa probatoria cobra de nuevo vigencia y, con ello, la posibilidad de que las
autoridades demandadas se opongan a ese hecho nuevo; máxime si se tiene en
cuenta que los accionantes no explicaron las razones por las cuales se vieron
en la imposibilidad de allegar el registro civil de nacimiento o la partida de
bautismo de la víctima, pues fue solo con ocasión de la acción de tutela donde
adjuntaron la documental mencionada.
Fecha ut supra,
100 [Cita del aparte transcrito] Sentencia T-165 de 2001 (MP. José Gregorio Hernández Galindo).
50