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El derechonota 1 es un conjunto de principios y normas, generalmente inspirados en ideas

de justicia y orden, que regulan las relaciones humanas en toda sociedad y cuya observancia
es impuesta de forma coactiva por parte de un poder público.456 El conjunto de principios y
normas jurídicas de un Estado determinado constituye su ordenamiento jurídico. El derecho
también es la ciencia social que estudia, interpreta y sistematiza el ordenamiento para su
correcta aplicación. El derecho guarda una íntima conexión con la política, la economía y
la historia, y es el centro de problemas humanos complejos como la determinación de lo que
es justo.
No hay una definición del derecho generalmente aceptada o consensuada. Las cuestiones
más generales sobre el carácter y el contenido del derecho son estudiadas por la filosofía del
derecho y la teoría del derecho. Por ello, el derecho ha sido considerado simultáneamente
una ciencia y un arte.478
En el siglo III el jurista romano Ulpiano acuñó la división de la ciencia del derecho en dos
grandes ramas: el derecho público, que regula la actuación de los poderes públicos; y
el derecho privado, que regula las relaciones entre personas físicas y jurídicas. Esta división, a
grandes rasgos, persiste en la actualidad. Algunas ramas importantes del derecho público
son, entre otras, el derecho constitucional, el derecho administrativo o el derecho penal; al
derecho privado pertenecen el derecho civil, el mercantil o el derecho del trabajo. Algunas
disciplinas como el derecho internacional también obedecen a esta clasificación, dividiéndose
en derecho internacional público y privado.

Etimología[editar]

El Código de Hammurabi, creado en el año 1785 a. C. por el rey homónimo de Babilonia, es uno de los


conjuntos de leyes más antiguos que se han encontrado. En él aparece la ley del Talión, que estableció
la regla de la proporcionalidad como criterio de justicia. Se encuentra en el Museo del Louvre, París.

La palabra derecho deriva de la voz latina directum, que significa «lo que está conforme a la


regla, a la ley, a la norma», o como expresa el jurista mexicano Villoro Toranzo, «lo que no se
desvía ni a un lado ni otro».9
La expresión aparece, según el español Pérez Luño, en la Edad Media para definir al derecho
con connotaciones morales o religiosas, el derecho «conforme a la recta razón». Esto es así si
tenemos en cuenta frases como non omne quod licet honestum est (no todo lo que es lícito es
honesto), en palabras del jurista romano Paulo, que demuestra el distanciamiento del derecho
respecto a la moral.
Esta palabra surge por la influencia estoico-cristiana tras la época del secularizado derecho de
la época romana, y es el germen y raíz gramatical de la palabra «derecho» en los sistemas
actuales: diritto, en italiano; direito, en portugués; dreptu, en rumano; droit, en francés; a su
vez, right, en inglés; recht en alemán y en neerlandés, donde han conservado su significación
primigenia de «recto» o «rectitud».
La separación posterior del binomio ius - directum no pretende estimar que la palabra ius se
halle exenta de connotaciones religiosas: téngase en cuenta que en la época romana
temprana, según Pérez Luño, los aplicadores del derecho fueron, prácticamente de forma
exclusiva, los pontífices.
Aunque la definición del término «ius» y su origen aún no estén claros, estudios actuales
de Giambattista Vico relacionan muy inteligentemente y casi sin lugar a dudas la procedencia
de este término de «Iupiter» (Júpiter), principal dios del panteón romano, representativo de las
ideas de poder y justicia.

Definición[editar]
Véanse también: Filosofía del derecho  y  Teoría del derecho.

Los juristas han elaborado numerosas definiciones del derecho a lo largo de los siglos. Sin
embargo, no existe una definición que goce de aceptación generalizada.
La Real Academia Española define el derecho como el «conjunto de normas, principios,
costumbres y concepciones jurisprudenciales y de la comunidad jurídica, de los que se
derivan las normas de organización de la sociedad y de los poderes públicos, así como los
derechos de los individuos y sus relaciones con aquellos».11
El derecho es un conjunto o sistema de normas jurídicas, de carácter general, que se dictan
para regir sobre toda la sociedad o sectores preestablecidos por las necesidades de la
regulación social, que se imponen de forma obligatoria a los destinatarios y cuyo
incumplimiento debe acarrear una sanción coactiva o la respuesta del Estado a tales
acciones.
Estas normas no son resultado solamente de elementos racionales, sino que en la formación
de las mismas inciden otros elementos, tales como intereses políticos y socioeconómicos, de
valores y exigencias sociales predominantes, que condicionan una determinada voluntad
política y jurídica, que en tanto se haga dominante se hace valer a través de las reglas de
derecho. A su vez esas normas expresan esos valores, conceptos y exigencias, y contendrán
los mecanismos para propiciar la realización de los mismos a través de las conductas
permitidas, prohibidas o exigidas en las diferentes esferas de la vida social.
La diversidad social y de esferas en que metodológica y jurídicamente se pueden agrupar, es
consecuencia del nivel de desarrollo no solo de las relaciones, sino también de la normativa y
de las exigencias de progreso de las mismas, pero aun con esta multiplicidad de normativas
existentes, el derecho ha de ser considerado como un todo, como un conjunto armónico. Esa
armonía interna puede producirse por la existencia de la voluntad política y jurídica que en
ellas subyace. En sociedades plurales, la armonía de la voluntad política depende de la
coincidencia de intereses de los grupos políticos partidistas predominantes en el poder
legislativo y en el poder ejecutivo, así como de la continuidad de los mismos en el tiempo.
Cambios también se pueden producir con las variaciones de los intereses socioeconómicos y
políticos predominantes, al variar la composición parlamentaria o del gobierno. Asimismo, en
sociedades monopartidistas y con presupuesto de la unidad sobre la base de la
heterogeneidad social existente, la armonía de la voluntad normativa es mucho más factible si
bien menos democrática, lo que no quiere decir que se logre permanentemente.
Doctrinariamente se defiende la existencia de unidad y coherencia; pero lo cierto es que en la
práctica lo anterior es absolutamente imposible en su aspecto formal, aun a pesar de los
intereses y valores en juego, por cuanto las disposiciones normativas se promulgan en
distintos momentos históricos, por órganos del Estado diferentes, e incluso dominados éstos
por mayorías políticas o con expresiones de voluntades políticas muy disímiles. Igualmente no
siempre hay un programa preelaborado para la actuación normativa del Estado (programas
legislativos), sino que la promulgación de una u otra disposición depende de las necesidades
o imposiciones del momento. En tales situaciones se regulan relaciones sociales de una
forma, con cierto reconocimiento de derechos e imposiciones de deberes, con determinadas
limitaciones, se establecen mandatos de ineludible cumplimiento; y estas disposiciones
pueden ser cuestionadas por otros órganos del Estado, derogadas por los superiores, o
modificadas por los mismos productores meses o años después. Es decir, en el plano formal,
haciendo un análisis de la existencia de una diversidad de disposiciones, encontraremos
disposiciones que regulan de manera diferente ciertas instituciones, las prohíben, las admiten,
introducen variaciones en su regulación, o que también en el proceso de modificación o
derogación, se producen vacíos o lagunas, es decir, esferas o situaciones desreguladas.
En el orden fáctico, y usando argumentos de la teoría política, las bases para la armonía las
ofrece, ciertamente, la existencia de una voluntad política predominante, y de ciertos y
determinados intereses políticos en juego que desean hacerse prevalecer. Y desde el punto
de vista jurídico-formal, la existencia de un conjunto de principios que en el orden técnico
jurídico hacen que unas disposiciones se subordinen a otras, que la producción normativa de
un órgano prime sobre la de otros, que unas posteriores puedan dejar sin vigor a otras
anteriores, como resulta de los principios de jerarquía normativa, no por el rango formal de la
norma, sino por la jerarquía del órgano del aparato estatal que ha sido facultado para dictarla
o que la ha dictado; de prevalencia de la norma especial sobre la general; que permita que
puedan existir leyes generales y a su lado leyes específicas para ciertas circunstancias o
instituciones y que permitan regularla de forma diferenciada, y aun así ambas tengan valor
jurídico y fuerza obligatoria; o el principio de derogación de la norma anterior por la posterior,
etcétera.

Derecho objetivo y derecho subjetivo[editar]


El derecho objetivo es el conjunto de normas jurídicas (leyes, reglamentos, entre otras) de
carácter obligatorio, y que son creadas por el Estado para conservar el orden social. Siempre
teniendo en cuenta la validez, es decir, si se ha llevado a cabo el procedimiento adecuado
para su creación, independientemente de su eficacia y de su ideal axiológico (si busca
concretar un valor como la justicia, la armonía, el bien común, etcétera).
El derecho subjetivo es la facultad que ha otorgado el ordenamiento jurídico a un sujeto (por
ejemplo, derecho a la nacionalidad, derecho a la salud, derecho a demandar, derecho a
manifestarse libre y pacíficamente, derecho a la libre expresión,derecho al sindicalismo,etc.).12
1314151617

El derecho objetivo puede responder a distintas significaciones:


 El conjunto de reglas que rigen la convivencia de los hombres en sociedad.
 Norma o conjunto de normas que por una parte otorgan derechos o facultades y por la
otra, correlativamente, establecen o imponen obligaciones.
 Conjunto de normas que regulan la conducta de los hombres, con el objeto de
establecer un ordenamiento justo de convivencia humana.18
El derecho subjetivo se puede decir que es:

 La facultad que tiene un sujeto para ejecutar un acto con determinada conducta o
abstenerse de ella, o para exigir de otro sujeto el cumplimiento de su deber.
 La facultad, la potestad o autorización que conforme a la norma jurídica tiene un sujeto
frente a otro u otros sujetos, ya sea para desarrollar su propia actividad o determinar la de
aquellos.
 Es una concesión de autoridad otorgada por una norma jurídica una persona o grupo
en virtud de la cual queda legitimada para desplegar una determinada conducta sobre una
o más personas o cosas.18
El derecho subjetivo se clasifica en:

 Derechos políticos (derecho de sufragio, a ser electo, a asociarse políticamente y a ser


jurado).
 Derechos privados, que se subclasifican en:
o Derechos personales o créditos (aquellos de donde nacen las obligaciones
correlativas).
o Derechos reales (aquellos que se ejercen sobre cosas, sin respecto a
determinada persona)

Características del derecho[editar]


El derecho presenta las siguientes características: normativo, bilateral, coercible, con una
pretensión de inviolabilidad, se manifiesta como un sistema y posee una proyección de
justicia.

Normatividad[editar]
Se traduce en que el derecho se encuentra inmerso dentro de la realidad social, el marco
cultural23. El derecho pertenece a la familia de las normas y está constituido por normas, más
específicamente dentro de las reglas obligatorias de conducta.24

Bilateralidad[editar]
El derecho es bilateral porque requiere de interactividad de dos o más personas. Uno de los
rasgos distintivos de las normas jurídicas frente a las normas morales es la bilateralidad. En
efecto, la bilateralidad del derecho se hace evidente no solo por su necesidad primordial de
interrelacionar, cuando menos, dos personas, sino también en la heteronomía, condición de
la voluntad que se rige por imperativos que están fuera de ella misma, pues, una es la fuente
de la norma jurídica y la otra la persona sujeta a su cumplimiento. En la coercibilidad,
igualmente resalta la misma dicotomía: quien dispone de la fuerza y quien es compelido por
ella.25
Creación y evolucion
La producción del derecho tal como lo conocemos hoy es básicamente estatal y tiene su
origen en la institucionalización del Estado moderno, a partir de la Edad Moderna, siendo su
ejemplo clásico la hegemonía del Estado español tras la unificación de Castilla y Aragón con
los reyes católicos.20 Aunque el derecho como norma de conducta coactiva surge ya desde las
primeras civilizaciones con una organización política, como las ubicadas
en Mesopotamia, Fenicia, Palestina, Egipto y Grecia21 fundamentalmente como un derecho
consuetudinario, es decir, basado en la costumbre, sin lugar a dudas que los romanos fueron
la primera y mayor civilización en dedicar sus mayores esfuerzos a condicionar la generalidad
de sus conductas, incluso las más cotidianas, al imperio del derecho, como sus relaciones de
familia, el matrimonio, la adopción, la emancipación y la patria potestad; o las normas
patrimoniales del derecho civil, como los contratos y los derechos reales, donde los romanos
aún no han encontrado otra civilización que los alcance en profusión y creación jurídica,22 ni
siquiera el derecho francés, que junto al derecho canónico y a la pandectística alemana del
siglo XIX, son los siguientes mayores contribuyentes en dicha rama jurídica. Ya a partir de la
Edad Moderna y bajo la fuerte influencia de los clásicos del humanismo como Nicolás
Maquiavelo, Thomas Hobbes y John Locke, el derecho comienza a moldearse como un
instrumento y elemento del Estado, adquiriendo la fisonomía positivista que tiene en la
actualidad en la mayor parte de los Estados no descendientes del archipiélago británico,
como Latinoamérica y Europa continental (derecho continental).

Realización del derecho[editar]


Para que una norma pueda ser eficaz, para que se realice, han de crearse, además, los
medios e instituciones que propicien la realización de la disposición, y de los derechos y
deberes que de tales situaciones resulten. Pero la eficacia de una norma no puede exigirse
solo en el plano normativo (coerción), también ha de ser social, material, para que haya
correspondencia entre la norma y el hecho o situación, para que refleje la situación existente o
que desee crearse, manifestándose así la funcionalidad del derecho. Como resultado de lo
anterior, será posible, entonces, que la norma obtenga el consenso activo de sus
destinatarios, que sea acatada y respetada conscientemente, sin requerir la presión del
aparato coercitivo del Estado.
Requisito previo de la validez normativa es la publicidad en el sentido antes expuesto.
La publicación de las normas se hace no solo para dar a conocer el nacimiento de la
disposición, el inicio de su vida jurídica formal, sino también para declarar la posibilidad de su
exigencia y obligatoriedad para el círculo de destinatarios de la normativa. Aún más, si toda
disposición normativa se dicta, por regla general, para que tenga vida indeterminada, para que
sea vigente y por tanto válida a partir de la fecha de su publicación, si ella no establece lo
contrario, el acto de la publicación es vital en su nacimiento y acción posterior.
La validez de una norma de derecho y de la disposición que la contiene y expresa, entonces,
es un elemento importante para la eficacia de la misma, para el hallazgo de su realización en
la sociedad, tal y como se previó. Interesan no sólo la observación de los principios, sino
también de ciertas reglas relativas a su elaboración racional, a la creación de instituciones
para asegurar su cumplimiento, así como la finalidad que con ellas se persigue, a saber:
conservar, modificar, legitimar cambios, así como de la observancia de principios básicos que
rigen en cada ordenamiento jurídico.
Por lo tanto, las disposiciones normativas, de cualquier rango, han de ser resultado del
análisis previo con el objetivo de conocer los hechos, sus causas y efectos, regulaciones
posibles, sus efectos, para poder determinar cuál es la forma precisa que ha de exigirse o
propiciarse, o de la Institución jurídica que desea regularse; del cumplimiento de ciertos
requisitos formales en su creación y de la observancia de principios técnicos jurídicos que
rigen en un ordenamiento jurídico determinado. Han de crearse, además, los medios e
instituciones que propicien el cumplimiento de la disposición, y de los derechos y deberes que
de tales situaciones resulten, tanto en el orden del condicionamiento social-material,
proveniente del régimen socioeconómico y político imperante, de los órganos que hacen falta
para su aplicación, como la normativa legal secundaria y necesaria para instrumentar la norma
de derecho. También ha de tenerse en forma clara los objetivos o finalidades que se
persiguen con la norma o para qué se quiere regular esa relación, si existen las condiciones
antes expuestas para su realización, y entonces la validez de la norma, será no sólo
manifestándose así la funcionalidad del Derecho, sino que también lo será en el orden formal,
siendo posible, entonces, que la norma obtenga el consenso activo de sus destinatarios, su
aceptación, cumplimiento y hasta su defensa.
Nacida la norma, se ha de aplicar y de respetar no sólo por los ciudadanos, sino también por
el resto de las instituciones sociales, y en particular por los órganos inferiores, los cuales están
impedidos formalmente, gracias a la vigencia del principio de legalidad, de regular diferente o
contrario, de limitar o ampliar las circunstancias en que se ha de aplicar la normativa anterior,
salvo que la propia disposición autorice su desarrollo.
En consecuencia, la eficacia del derecho depende no sólo del proceso de formación, aunque
es muy importante, sino que depende también de las medidas adoptadas para hacer posible
la realización de lo dispuesto en la norma y del respeto que respecto a él exista,
principalmente por los órganos del Estado y en particular de la administración a todos los
niveles.
Por último, para que las normas emitidas por el Estado no sólo sean cumplidas ante la
amenaza latente de sanción ante su vulneración, sino que se realicen voluntariamente, el
creador de las mismas ha de tener siempre presente que el destinatario general y básico de
las normas es el dueño del poder, que mediante el acto electoral ha otorgado a otros un
mandato popular para que actúen a su nombre y, en tanto hacia él van dirigidas las normas,
han de preverse los instrumentos legales, así como las instituciones y medios materiales que
permitan hacer efectivos los derechos que las disposiciones reconocen jurídicamente y
permitan la defensa de los mismos ante posibles amenazas o vulneraciones que la
administración o terceras personas puedan provocar. En otras palabras: la necesidad
de garantías para el ejercicio de los derechos y su salvaguarda como vía para que se realice
el derecho, para garantizar, entre otras, las relaciones bilaterales individuo-Estado, individuo-
individuo que se han regulado. Así entonces la salvaguarda del orden, la defensa de los
derechos y la legalidad, irán de la

Principios generales del derecho


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Los principios generales del derecho son los enunciados normativos más
generales que a pesar de no haber sido integrados formalmente en
los ordenamientos jurídicos particulares, recogen de manera abstracta el
contenido de un grupo de ellos. Son conceptos o proposiciones de naturaleza
axiológica o técnica que informan la estructura, la forma de operación y el
contenido mismo de las normas, grupos normativos, conjuntos normativos y del
propio derecho como totalidad.1
Estos principios son utilizados por los jueces, los legisladores, los creadores
de doctrina y por los juristas en general, sea para integrar derechos legales o para
interpretar normas jurídicas cuya aplicación resulta dudosa

Naturaleza y fundamento[editar]
Respecto a los principios generales del derecho se ha desarrollado una polémica acerca de si
ellos son extraños o externos al derecho positivo, o si son una parte de él.
Según la posición de la escuela del derecho natural racionalista, hoy ya superada, los
principios generales, serían principios de un derecho natural entendido como orden jurídico
separado del derecho positivo.
Según la doctrina positivista, también ya superada, o al menos en vías de superación en la
mayoría de los países, los principios mencionados serían una parte del derecho positivo. Sin
embargo, nunca podrían imponer una obligación que no fuera sancionada por el mismo
ordenamiento positivo por lo que se entiende que cada ordenamiento positivo tiene sus
particulares principios generales y que no existen principios jurídicos de carácter universal.
La posición racionalista escinde el derecho en dos órdenes jurídicos específicos y distintos: el
natural y el positivo –el primero conforme a la razón, es decir son normas que emanan de la
naturaleza y son de carácter axiólogico, y el segundo, producto de la voluntad del sistema
político. Otra posición indica que el derecho, producto típicamente humano, es una obra de la
inteligencia humana: ella es la que descubre, desarrolla y combina criterios que enuncian un
comportamiento entendido como justo; por ello, el derecho también es llamado jurisprudencia,
es decir, de lo justo, y la prudencia se entiende como un hábito de la inteligencia. Si bien el
derecho, conjunto de criterios, es obra de la inteligencia, su efectivo cumplimiento, el
comportarse los hombres de acuerdo a los criterios jurídicos, es obra de la voluntad.

Funciones de los principios[editar]


Cada principio tiene su propio ámbito de acción y su propia efectividad, lo cual no afecta la
contribución de todos al fin común de un orden interamericano justo, democrático y estable.
Los principios generales del derecho tienen tres funciones que tienen incidencia importante en
las normas del ordenamiento, estas son: la función creativa, la función interpretativa, y la
función integradora.

1. La función creativa establece que antes de promulgar la norma jurídica, el legislador


debe conocer los principios para inspirarse en ellos y poder positivizarlos.
2. La función interpretativa implica que al interpretar las normas, el operador debe
inspirarse en los principios, para garantizar una cabal interpretación.
3. La función integradora significa que quien va a colmar un vacío legal, debe inspirarse
en los principios para que el derecho se convierta en un sistema hermético.
Los principios generales del derecho internacional público sirven no solo para guiar el
ordenamiento sino también para situaciones donde no esté regulado, los principios como la
costumbre sirven para guiar a dos países en guerra
El Art 38 del estatuto de la corte internacional de justicia habla sobre cómo aplicar las
convenciones, la costumbre, los principios generales de derecho reconocidos por las naciones
civilizadas y decisiones judiciales para la interpretación de las normas.
Algunos principios generales del derecho[editar]
Principios de equidad, libertad, justicia, fraternidad, igualdad, inocencia, entre otros.

Principios generales del derecho privado[editar]


 Principio de buena fe: exige una conducta recta u honesta en relación con las partes
interesadas en un acto, contrato o proceso. Además de poner al bien público sobre el
privado dando a entender que se beneficiará las causas públicas sobre la de los
gobernadores o sectores privados.
Hace referencia al obrar con honradez, veracidad, lealtad, lo que lleva implícita la creencia de
que se está actuando conforme a lo que prescribe el ordenamiento jurídico.
El principio de la buena fe es de suma importancia en materia de interpretación de la ley, de
los contratos, de la posesión, de la prescripción, del matrimonio.

 Pacta sunt servanda: es de carácter absoluto, contemplado en la Convención de Viena


de 1969 sobre el Derecho de los Tratados. En su artículo 26 dice taxativamente: “Todo
tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellos de buena fe.”

 Post-factum y la solidaridad ante-factum: se define como unión de intereses o


propósitos entre los países, y la cohesión social entre ellos, basada en la dependencia de
los Estados.

 Ayuda humanitaria internacional: la ayuda humanitaria es una forma de solidaridad o


cooperación, que generalmente es destinada a las poblaciones pobres, o a las que han
sufrido una crisis humanitaria, como la provocada por una catástrofe natural o una guerra.
Debe seguir los principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad, humanidad e
independencia operacional.

 Intervención: tiene que ver con que uno o varios Estados por propia autoridad, sin un
título jurídico especial, se inmiscuyan en los asuntos internos o internacionales de otro u
otros Estados.

 No intervención: el no intervencionismo es la doctrina en política exterior que indica la


obligación de los Estados de abstenerse o intervenir, directa o indirectamente, en los
asuntos internos de otro Estado con la intención de afectar su voluntad y obtener su
subordinación

Naturaleza y fundamento[editar]
Respecto a los principios generales del derecho se ha desarrollado una polémica acerca de si
ellos son extraños o externos al derecho positivo, o si son una parte de él.
Según la posición de la escuela del derecho natural racionalista, hoy ya superada, los
principios generales, serían principios de un derecho natural entendido como orden jurídico
separado del derecho positivo.
Según la doctrina positivista, también ya superada, o al menos en vías de superación en la
mayoría de los países, los principios mencionados serían una parte del derecho positivo. Sin
embargo, nunca podrían imponer una obligación que no fuera sancionada por el mismo
ordenamiento positivo por lo que se entiende que cada ordenamiento positivo tiene sus
particulares principios generales y que no existen principios jurídicos de carácter universal.
La posición racionalista escinde el derecho en dos órdenes jurídicos específicos y distintos: el
natural y el positivo –el primero conforme a la razón, es decir son normas que emanan de la
naturaleza y son de carácter axiólogico, y el segundo, producto de la voluntad del sistema
político. Otra posición indica que el derecho, producto típicamente humano, es una obra de la
inteligencia humana: ella es la que descubre, desarrolla y combina criterios que enuncian un
comportamiento entendido como justo; por ello, el derecho también es llamado jurisprudencia,
es decir, de lo justo, y la prudencia se entiende como un hábito de la inteligencia. Si bien el
derecho, conjunto de criterios, es obra de la inteligencia, su efectivo cumplimiento, el
comportarse los hombres de acuerdo a los criterios jurídicos, es obra de la voluntad.

Funciones de los principios[editar]


Cada principio tiene su propio ámbito de acción y su propia efectividad, lo cual no afecta la
contribución de todos al fin común de un orden interamericano justo, democrático y estable.
Los principios generales del derecho tienen tres funciones que tienen incidencia importante en
las normas del ordenamiento, estas son: la función creativa, la función interpretativa, y la
función integradora.

1. La función creativa establece que antes de promulgar la norma jurídica, el legislador


debe conocer los principios para inspirarse en ellos y poder positivizarlos.
2. La función interpretativa implica que al interpretar las normas, el operador debe
inspirarse en los principios, para garantizar una cabal interpretación.
3. La función integradora significa que quien va a colmar un vacío legal, debe inspirarse
en los principios para que el derecho se convierta en un sistema hermético.
Los principios generales del derecho internacional público sirven no solo para guiar el
ordenamiento sino también para situaciones donde no esté regulado, los principios como la
costumbre sirven para guiar a dos países en guerra
El Art 38 del estatuto de la corte internacional de justicia habla sobre cómo aplicar las
convenciones, la costumbre, los principios generales de derecho reconocidos por las naciones
civilizadas y decisiones judiciales para la interpretación de las normas.

Algunos principios generales del derecho[editar]


Principios de equidad, libertad, justicia, fraternidad, igualdad, inocencia, entre otros.

Principios generales del derecho privado[editar]


 Principio de buena fe: exige una conducta recta u honesta en relación con las partes
interesadas en un acto, contrato o proceso. Además de poner al bien público sobre el
privado dando a entender que se beneficiará las causas públicas sobre la de los
gobernadores o sectores privados.
Hace referencia al obrar con honradez, veracidad, lealtad, lo que lleva implícita la creencia de
que se está actuando conforme a lo que prescribe el ordenamiento jurídico.
El principio de la buena fe es de suma importancia en materia de interpretación de la ley, de
los contratos, de la posesión, de la prescripción, del matrimonio.
 Pacta sunt servanda: es de carácter absoluto, contemplado en la Convención de Viena
de 1969 sobre el Derecho de los Tratados. En su artículo 26 dice taxativamente: “Todo
tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellos de buena fe.”

 Post-factum y la solidaridad ante-factum: se define como unión de intereses o


propósitos entre los países, y la cohesión social entre ellos, basada en la dependencia de
los Estados.

 Ayuda humanitaria internacional: la ayuda humanitaria es una forma de solidaridad o


cooperación, que generalmente es destinada a las poblaciones pobres, o a las que han
sufrido una crisis humanitaria, como la provocada por una catástrofe natural o una guerra.
Debe seguir los principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad, humanidad e
independencia operacional.

 Intervención: tiene que ver con que uno o varios Estados por propia autoridad, sin un
título jurídico especial, se inmiscuyan en los asuntos internos o internacionales de otro u
otros Estados.

 No intervención: el no intervencionismo es la doctrina en política exterior que indica la


obligación de los Estados de abstenerse o intervenir, directa o indirectamente, en los
asuntos internos de otro Estado con la intención de afectar su voluntad y obtener su
subordinación

Naturaleza y fundamento[editar]
Respecto a los principios generales del derecho se ha desarrollado una polémica acerca de si
ellos son extraños o externos al derecho positivo, o si son una parte de él.
Según la posición de la escuela del derecho natural racionalista, hoy ya superada, los
principios generales, serían principios de un derecho natural entendido como orden jurídico
separado del derecho positivo.
Según la doctrina positivista, también ya superada, o al menos en vías de superación en la
mayoría de los países, los principios mencionados serían una parte del derecho positivo. Sin
embargo, nunca podrían imponer una obligación que no fuera sancionada por el mismo
ordenamiento positivo por lo que se entiende que cada ordenamiento positivo tiene sus
particulares principios generales y que no existen principios jurídicos de carácter universal.
La posición racionalista escinde el derecho en dos órdenes jurídicos específicos y distintos: el
natural y el positivo –el primero conforme a la razón, es decir son normas que emanan de la
naturaleza y son de carácter axiólogico, y el segundo, producto de la voluntad del sistema
político. Otra posición indica que el derecho, producto típicamente humano, es una obra de la
inteligencia humana: ella es la que descubre, desarrolla y combina criterios que enuncian un
comportamiento entendido como justo; por ello, el derecho también es llamado jurisprudencia,
es decir, de lo justo, y la prudencia se entiende como un hábito de la inteligencia. Si bien el
derecho, conjunto de criterios, es obra de la inteligencia, su efectivo cumplimiento, el
comportarse los hombres de acuerdo a los criterios jurídicos, es obra de la voluntad.
Funciones de los principios[editar]
Cada principio tiene su propio ámbito de acción y su propia efectividad, lo cual no afecta la
contribución de todos al fin común de un orden interamericano justo, democrático y estable.
Los principios generales del derecho tienen tres funciones que tienen incidencia importante en
las normas del ordenamiento, estas son: la función creativa, la función interpretativa, y la
función integradora.

1. La función creativa establece que antes de promulgar la norma jurídica, el legislador


debe conocer los principios para inspirarse en ellos y poder positivizarlos.
2. La función interpretativa implica que al interpretar las normas, el operador debe
inspirarse en los principios, para garantizar una cabal interpretación.
3. La función integradora significa que quien va a colmar un vacío legal, debe inspirarse
en los principios para que el derecho se convierta en un sistema hermético.
Los principios generales del derecho internacional público sirven no solo para guiar el
ordenamiento sino también para situaciones donde no esté regulado, los principios como la
costumbre sirven para guiar a dos países en guerra
El Art 38 del estatuto de la corte internacional de justicia habla sobre cómo aplicar las
convenciones, la costumbre, los principios generales de derecho reconocidos por las naciones
civilizadas y decisiones judiciales para la interpretación de las normas.

Algunos principios generales del derecho[editar]


Principios de equidad, libertad, justicia, fraternidad, igualdad, inocencia, entre otros.

Principios generales del derecho privado[editar]


 Principio de buena fe: exige una conducta recta u honesta en relación con las partes
interesadas en un acto, contrato o proceso. Además de poner al bien público sobre el
privado dando a entender que se beneficiará las causas públicas sobre la de los
gobernadores o sectores privados.
Hace referencia al obrar con honradez, veracidad, lealtad, lo que lleva implícita la creencia de
que se está actuando conforme a lo que prescribe el ordenamiento jurídico.
El principio de la buena fe es de suma importancia en materia de interpretación de la ley, de
los contratos, de la posesión, de la prescripción, del matrimonio.

 Pacta sunt servanda: es de carácter absoluto, contemplado en la Convención de Viena


de 1969 sobre el Derecho de los Tratados. En su artículo 26 dice taxativamente: “Todo
tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellos de buena fe.”

 Post-factum y la solidaridad ante-factum: se define como unión de intereses o


propósitos entre los países, y la cohesión social entre ellos, basada en la dependencia de
los Estados.

 Ayuda humanitaria internacional: la ayuda humanitaria es una forma de solidaridad o


cooperación, que generalmente es destinada a las poblaciones pobres, o a las que han
sufrido una crisis humanitaria, como la provocada por una catástrofe natural o una guerra.
Debe seguir los principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad, humanidad e
independencia operacional.
 Intervención: tiene que ver con que uno o varios Estados por propia autoridad, sin un
título jurídico especial, se inmiscuyan en los asuntos internos o internacionales de otro u
otros Estados.

 No intervención: el no intervencionismo es la doctrina en política exterior que indica la


obligación de los Estados de abstenerse o intervenir, directa o indirectamente, en los
asuntos internos de otro Estado con la intención de afectar su voluntad y obtener su
subordinación

Naturaleza y fundamento[editar]
Respecto a los principios generales del derecho se ha desarrollado una polémica acerca de si
ellos son extraños o externos al derecho positivo, o si son una parte de él.
Según la posición de la escuela del derecho natural racionalista, hoy ya superada, los
principios generales, serían principios de un derecho natural entendido como orden jurídico
separado del derecho positivo.
Según la doctrina positivista, también ya superada, o al menos en vías de superación en la
mayoría de los países, los principios mencionados serían una parte del derecho positivo. Sin
embargo, nunca podrían imponer una obligación que no fuera sancionada por el mismo
ordenamiento positivo por lo que se entiende que cada ordenamiento positivo tiene sus
particulares principios generales y que no existen principios jurídicos de carácter universal.
La posición racionalista escinde el derecho en dos órdenes jurídicos específicos y distintos: el
natural y el positivo –el primero conforme a la razón, es decir son normas que emanan de la
naturaleza y son de carácter axiólogico, y el segundo, producto de la voluntad del sistema
político. Otra posición indica que el derecho, producto típicamente humano, es una obra de la
inteligencia humana: ella es la que descubre, desarrolla y combina criterios que enuncian un
comportamiento entendido como justo; por ello, el derecho también es llamado jurisprudencia,
es decir, de lo justo, y la prudencia se entiende como un hábito de la inteligencia. Si bien el
derecho, conjunto de criterios, es obra de la inteligencia, su efectivo cumplimiento, el
comportarse los hombres de acuerdo a los criterios jurídicos, es obra de la voluntad.

Funciones de los principios[editar]


Cada principio tiene su propio ámbito de acción y su propia efectividad, lo cual no afecta la
contribución de todos al fin común de un orden interamericano justo, democrático y estable.
Los principios generales del derecho tienen tres funciones que tienen incidencia importante en
las normas del ordenamiento, estas son: la función creativa, la función interpretativa, y la
función integradora.

1. La función creativa establece que antes de promulgar la norma jurídica, el legislador


debe conocer los principios para inspirarse en ellos y poder positivizarlos.
2. La función interpretativa implica que al interpretar las normas, el operador debe
inspirarse en los principios, para garantizar una cabal interpretación.
3. La función integradora significa que quien va a colmar un vacío legal, debe inspirarse
en los principios para que el derecho se convierta en un sistema hermético.
Los principios generales del derecho internacional público sirven no solo para guiar el
ordenamiento sino también para situaciones donde no esté regulado, los principios como la
costumbre sirven para guiar a dos países en guerra
El Art 38 del estatuto de la corte internacional de justicia habla sobre cómo aplicar las
convenciones, la costumbre, los principios generales de derecho reconocidos por las naciones
civilizadas y decisiones judiciales para la interpretación de las normas.

Algunos principios generales del derecho[editar]


Principios de equidad, libertad, justicia, fraternidad, igualdad, inocencia, entre otros.

Principios generales del derecho privado[editar]


 Principio de buena fe: exige una conducta recta u honesta en relación con las partes
interesadas en un acto, contrato o proceso. Además de poner al bien público sobre el
privado dando a entender que se beneficiará las causas públicas sobre la de los
gobernadores o sectores privados.
Hace referencia al obrar con honradez, veracidad, lealtad, lo que lleva implícita la creencia de
que se está actuando conforme a lo que prescribe el ordenamiento jurídico.
El principio de la buena fe es de suma importancia en materia de interpretación de la ley, de
los contratos, de la posesión, de la prescripción, del matrimonio.

 Pacta sunt servanda: es de carácter absoluto, contemplado en la Convención de Viena


de 1969 sobre el Derecho de los Tratados. En su artículo 26 dice taxativamente: “Todo
tratado en vigor obliga a las partes y debe ser cumplido por ellos de buena fe.”

 Post-factum y la solidaridad ante-factum: se define como unión de intereses o


propósitos entre los países, y la cohesión social entre ellos, basada en la dependencia de
los Estados.

 Ayuda humanitaria internacional: la ayuda humanitaria es una forma de solidaridad o


cooperación, que generalmente es destinada a las poblaciones pobres, o a las que han
sufrido una crisis humanitaria, como la provocada por una catástrofe natural o una guerra.
Debe seguir los principios humanitarios de imparcialidad, neutralidad, humanidad e
independencia operacional.

 Intervención: tiene que ver con que uno o varios Estados por propia autoridad, sin un
título jurídico especial, se inmiscuyan en los asuntos internos o internacionales de otro u
otros Estados.

 No intervención: el no intervencionismo es la doctrina en política exterior que indica la


obligación de los Estados de abstenerse o intervenir, directa o indirectamente, en los
asuntos internos de otro Estado con la intención de afectar su voluntad y obtener su
subordinación
Introducción

El concepto de las funciones el derecho y en


especial el de "Función Social del Derecho", tiene
gran importancia para cualquier teoría del
derecho que intente una explicación general de
la naturaleza del derecho.
Al igual que muchos otros conceptos teorico-
juridicos, el de las funciones del derecho es
relevante también para muchas otras disciplinas
relacionadas con el derecho. En el caso que nos
ocupa, surgen como preponderantes los aportes
de la Sociología Jurídica para el esclarecimiento
de este concepto. No obstante, también es muy
relevante el concepto en estudio para las
consideraciones de los abogados, jueces y
funcionarios que se enfrentan a problemas sobre
la interpretación y aplicación correcta
de normas jurídicas, para los politólogos que
desean explicar la interacción del derecho con
otras instituciones sociales o con
el poder político; etc.
Sin embargo, a pesar de tener tamaña
importancia, no es un tema que sea desarrollado y
precisado como otros en las facultades
de Ciencias Jurídicas o en los manuales de texto.
Es más, en la misma doctrina existen corrientes
completas que designan a "Función del Derecho"
como una cosa y las demás como otra. Y luego
esto se complica aun más al agregarle el concepto
de "Social" a esas funciones.

EL DERECHO CONSISTE EN TRES REGLAS


Para Ulpiano, el derecho consistía en tres reglas o principios básicos: vivir
honestamente, no dañar a los demás, y dar a cada uno lo suyo. Algo que compartimos
prácticamente todas las personas que vivimos en sociedad y que, sin embargo a él le
sirvieron de muy poco.

De todas las definiciones que se han dado de Justicia, quizá, la más


conocida es aquella expresada en el siglo III de nuestra era por el
jurista Ulpiano, quien decía que “la justicia es la constante y perpetua
voluntad de dar a cada uno su propio derecho”. Una máxima que también
fue defendida por  Tomás de Aquino y sus seguidores

Las funciones del derecho, sin agotarlas podemos señalar que en lo


fundamental son:
a).- Función orientar comportamientos: La primera función del derecho es
dirigir la conducta de los miembros del grupo social valiéndose para ello
de normas y otros estándares que pueden ser vistos como mensajes
destinados a influir en el comportamiento humano. Con ello también es
un medio de control social que evita o limita los conflictos

b).- Función resolver conflictos: En toda sociedad hay relaciones de


cooperación y de conflicto entre sus miembros. Los individuos y grupos
tienen múltiples intereses que pueden ser tanto con incidentes como
discrepantes. El derecho busca prevenir los conflictos y resolverlos una
vez ocurridos. En esta función de resolver conflictos cabe distinguir dos
situaciones: La represión de los comportamientos desviados y La
resolución de los conflictos de intereses.
La represión es propia del derecho penal, en tanto que la resolución de
los conflictos de intereses aparece en el ámbito del derecho civil y del
derecho privado en general.
Cuando se trata de resolver conflictos entre personas hay dos opciones:
o lo solucionan directamente los afectados o acuden a un tercero para
que los ayude a solucionarlo o bien para que ese tercero lo resuelva por
ellos.
Las formas más habituales de resolver jurídicamente conflictos, por
medio de un tercero, son los siguientes.
1.- La mediación: En ella las partes aceptan que intervenga un tercero
para convencer a una de las partes que la otra tiene razón o bien
convencer a ambas para que se hagan concesiones reciprocas. Las
partes no se obligan a acatar el parecer del mediador.
2.- El Arbitraje: En él las partes designan de común acuerdo, o bien
acudiendo a un juez para que lo haga por ellas, a un árbitro para que
resuelva el conflicto. Aquí las partes se obligan a acatar la decisión del
árbitro.
3.- La conciliación: En ella interviene un tercero imparcial el cual no es
designado por las partes si no por el propio ordenamiento jurídico (juez u
otro funcionario) cuya función es procurar un acercamiento entre las
partes para resolver el conflicto. Esta alternativa llamada conciliación
puede ser obligatoria o voluntaria y busca solucionar la controversia
antes de un juicio o previo al inicio de su tramitación. Si hay conciliación
termina el conflicto y ella es obligatoria para las partes.
4.- La adjudicación: Aquí actúa el juez. En ella el tercero que resuelve el
conflicto es un órgano jurisdiccional que lleva adelante un proceso o
juicio cuyo procedimiento como la actuación del juez y de las partes está
previamente regulados por el ordenamiento jurídico.
No obstante lo normal en todas las sociedades es que las personas
cumplan sus obligaciones y que vivan conforme a derecho respetado
espontáneamente sus normas. Lo excepcional es el conflicto y, por ende,
los tribunales y más aún las sanciones que existen para imponer el
derecho solo entran en juego por excepción.

c).- Función promocional y de configuración de las condiciones de vida:


Esta función surge del hecho que los ordenamientos jurídicos para
conseguir los comportamientos que consideran deseables se valen no
solo del castigo al infractor de la norma sino también de premios o
recompensas para quienes cumplan las conductas que el derecho
promueve.
Luego la sanción no es la única manera de conseguir ciertas conductas
puesto que también sirven las llamadas sanciones positivas o sanciones
prémiales, los beneficios que el derecho ofrece para incentivar
conductas.

d.- Función Distributiva: En virtud de ella el orden jurídico asigna a los


grupos más débiles de la sociedad, individuos o grupos, recursos
económicos o servicios destinados a mejorar su situación
Esta función puede decaer en las economías donde prevalece el
mercado como asignador de recursos por sobre el estado pero no
desaparecen del todo.

e.- Función de organización y legitimación del poder social: El derecho


organiza y legitima el poder en la sociedad. Así, establece los poderes
del estado (ejecutivo, legislativo y judicial); fija su organización interna y
el modo en que deben actuar al adoptar decisiones dentro de sus
respectivas competencias para que tales decisiones sean respetadas y
acatadas. El derecho, al organizar y legitimizar el poder también está
limitando su ejercicio.

f.- Función el cuidado del derecho: Una nueva y última función del
derecho, que concierne a quienes se relacionan con él de manera regular
y establece en razón de su actividad, los llamados “operadores jurídicos”
(Legisladores, jueces, juristas, abogados, notarios, funcionarios de la
administración) y de quienes se espera que practiquen su respectiva
actividad de un mundo que permita una más eficiente realización del
derecho, incluida su actualización para que vaya con los tiempos y los
requerimientos sociales.

Principios de derechos
 Artículo 19 El Estado garantizará a toda persona, conforme al principio de
progresividad y sin discriminación alguna, el goce y ejercicio irrenunciable,
indivisible e interdependiente de los derechos humanos. Su respeto y
garantía son obligatorios para los órganos del Poder Público, de
conformidad con esta Constitución, con los tratados sobre derechos
humanos suscritos y ratificados por la República y con las leyes que los
desarrollen.

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 Artículo 20 Toda persona tiene derecho al libre desenvolvimiento de su


personalidad, sin más limitaciones que las que derivan del derecho de las
demás y del orden público y social.
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 Artículo 21 Todas las personas son iguales ante la ley; en consecuencia: 1.


No se permitirán discriminaciones fundadas en la raza, el sexo, el credo, la
condición social o aquellas que, en general, tengan por objeto o por
resultado anular o menoscabar el reconocimiento, goce o ejercicio en
condiciones de igualdad, de los derechos y libertades de toda persona. 2.
La ley garantizará las condiciones jurídicas y administrativas para que la
igualdad ante la ley sea real y efectiva; adoptará medidas positivas a favor
de personas o grupos que puedan ser discriminados, marginados o
vulnerables; protegerá especialmente a aquellas personas que por alguna
de las condiciones antes especificadas, se encuentren en circunstancia de
debilidad manifiesta y sancionará los abusos o maltratos que contra ellas se
cometan. 3. Sólo se dará el trato oficial de ciudadano o ciudadana, salvo las
fórmulas diplomáticas. 4. No se reconocen títulos nobiliarios ni distinciones
hereditarias.

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 Artículo 22 La enunciación de los derechos y garantías contenidos en esta


Constitución y en los instrumentos internacionales sobre derechos humanos
no debe entenderse como negación de otros que, siendo inherentes a la
persona, no figuren expresamente en ellos. La falta de ley reglamentaria de
estos derechos no menoscaba el ejercicio de los mismos.

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 Artículo 23 Los tratados, pactos y convenciones relativos a derechos


humanos, suscritos y ratificados por Venezuela, tienen jerarquía
constitucional y prevalecen en el orden interno, en la medida en que
contengan normas sobre su goce y ejercicio más favorables a las
establecidas en esta Constitución y en las leyes de la República, y son de
aplicación inmediata y directa por los tribunales y demás órganos del Poder
Público.

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 Artículo 24 Ninguna disposición legislativa tendrá efecto retroactivo,


excepto cuando imponga menor pena. Las leyes de procedimiento se
aplicarán desde el momento mismo de entrar en vigencia, aun en los
procesos que se hallaren en curso; pero en los procesos penales, las
pruebas ya evacuadas se estimarán en cuanto beneficien al reo o a la rea,
conforme a la ley vigente para la fecha en que se promovieron. Cuando
haya dudas se aplicará la norma que beneficie al reo o a la rea.

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 Artículo 25 Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o
menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la ley es
nulo; y los funcionarios públicos y funcionarias públicas que lo ordenen o
ejecuten incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los
casos, sin que les sirvan de excusa órdenes superiores.

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 Artículo 26 Toda persona tiene derecho de acceso a los órganos de


administración de justicia para hacer valer sus derechos e intereses, incluso
los colectivos o difusos; a la tutela efectiva de los mismos y a obtener con
prontitud la decisión correspondiente. El Estado garantizará una justicia
gratuita, accesible, imparcial, idónea, transparente, autónoma,
independiente, responsable, equitativa y expedita, sin dilaciones indebidas,
sin formalismos o reposiciones inútiles.

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 Artículo 27 Toda persona tiene derecho a ser amparada por los tribunales
en el goce y ejercicio de los derechos y garantías constitucionales, aun de
aquellos inherentes a la persona que no figuren expresamente en esta
Constitución o en los instrumentos internacionales sobre derechos
humanos. El procedimiento de la acción de amparo constitucional será oral,
público, breve, gratuito y no sujeto a formalidad; y la autoridad judicial
competente tendrá potestad para restablecer inmediatamente la situación
jurídica infringida o la situación que más se asemeje a ella. Todo tiempo
será hábil y el tribunal lo tramitará con preferencia a cualquier otro asunto.
La acción de amparo a la libertad o seguridad podrá ser interpuesta por
cualquier persona; y el detenido o detenida será puesto o puesta bajo la
custodia del tribunal de manera inmediata, sin dilación alguna. El ejercicio
de este derecho no puede ser afectado, en modo alguno, por la declaración
del estado de excepción o de la restricción de garantías constitucionales.

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 Artículo 28 Toda persona tiene el derecho de acceder a la información y a


los datos que sobre sí misma o sobre sus bienes consten en registros
oficiales o privados, con las excepciones que establezca la ley, así como de
conocer el uso que se haga de los mismos y su finalidad, y de solicitar ante
el tribunal competente la actualización, la rectificación o la destrucción de
aquellos, si fuesen erróneos o afectasen ilegítimamente sus derechos.
Igualmente, podrá acceder a documentos de cualquier naturaleza que
contengan información cuyo conocimiento sea de interés para comunidades
o grupos de personas. Queda a salvo el secreto de las fuentes de
información periodística y de otras profesiones que determine la ley.

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 Artículo 29 El Estado estará obligado a investigar y sancionar legalmente
los delitos contra los derechos humanos cometidos por sus autoridades.
Las acciones para sancionar los delitos de lesa humanidad, violaciones
graves de los derechos humanos y los crímenes de guerra son
imprescriptibles. Las violaciones de derechos humanos y los delitos de lesa
humanidad serán investigados y juzgados por los tribunales ordinarios.
Dichos delitos quedan excluidos de los beneficios que puedan conllevar su
impunidad, incluidos el indulto y la amnistía.

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 Artículo 30 El Estado tendrá la obligación de indemnizar integralmente a


las víctimas de violaciones de los derechos humanos que le sean
imputables, o a su derecho habiente, incluido el pago de daños y perjuicios.
El Estado adoptará las medidas legislativas y de otra naturaleza para hacer
efectivas las indemnizaciones establecidas en este artículo. El Estado
protegerá a las víctimas de delitos comunes y procurará que los culpables
reparen los daños causados.

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 Artículo 31 Toda persona tiene derecho, en los términos establecidos por


los tratados, pactos y convenciones sobre derechos humanos ratificados
por la República, a dirigir peticiones o quejas ante los órganos
internacionales creados para tales fines, con el objeto de solicitar el amparo
a sus derechos humanos. El Estado adoptará, conforme a procedimientos
establecidos en esta Constitución y en la ley, las medidas que sean
necesarias para dar cumplimiento a las decisiones emanadas de los
órganos internacionales previstos en este artículo

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