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La familia,

Iglesia doméstica
I. Lectura
“24 Por lo tanto, todo el que oye estas palabras mías y
las pone en práctica, es como un hombre prudente
que edificó su casa sobre roca; 25 y cayó la lluvia y llegaron las riadas y
soplaron los vientos: irrumpieron contra aquella casa, pero no se cayó
porque estaba cimentada sobre roca. 26 Pero todo el que oye estas pala-
bras mías y no las pone en práctica es como un hombre necio que edificó
su casa sobre arena; 27 y cayó la lluvia y llegaron las riadas y soplaron los
vientos: se precipitaron contra aquella casa, y se derrumbó y fue tremen-
da su ruina.” (Mateo 7,24-27)

Para leer con profundidad


la Palabra

1. Fíjate en el contexto: dos verbos, el Señor nos explica


cómo debemos actuar frente a sus
Como último texto de nuestra se- enseñanzas:
mana bíblica vamos a meditar las
últimas palabras del Sermón de la - Escuchar: Lo primero frente a
Montaña. Este sermón contiene las la palabra de Jesús es escucharla.
más grandes enseñanzas morales Lamentablemente no siempre nos
de Jesús y su mejor resumen se hacemos un momento para escu-
encuentra en las Bienaventuranzas char la palabra de Dios. Estamos
(Mt 5,1-12). Después de haber pro- demasiado ocupados en mil cosas y
nunciado este discurso tan impor- no le damos tiempo al mensaje de
tante, Jesús cuenta una parábola salvación que nos abre la mente, nos
para recordarnos que debemos po- da paz y nos enseña cómo actuar en
ner sus palabras en práctica. cada circunstancia.

2. Fíjate en el texto: - Poner en práctica: Aquí Jesús usa


el verbo poieö, que significa hacer.
Ante las palabras de Jesús: escu- El mensaje es claro y profundo: La
char y poner en práctica: Con estos palabra de Cristo no nos ha sido
dada para ser solamente escucha- casa significa también familia.
da, sino para hacerla. Su enseñan- Así por ejemplo, en los Hch 18,8
za no es teoría bonita, sino vida se dice que ante la predicación de
concreta que debemos encarnar. Pablo creyeron Crispo “y toda su
casa”, refiriéndose evidentemente
La parábola: Para ilustrar este he- a su familia.
cho, Jesús cuenta la parábola de la
casa sobre la roca. - Construir la familia: Por esta ra-
zón, podemos decir que la persona
- Quien escucha y hace la pala-
prudente es aquella que construye
bra, es prudente y por eso cons-
su familia sobre la Palabra de Dios.
truye su casa sobre la roca, por
Es tan común hoy en día que
esta razón, nada la puede tumbar.
A pesar de todas las inclemencias intentemos basar nuestro hogar
del tiempo e incluso de los de- sobre el dinero y las posesiones y
sastres naturales, se mantiene en precisamente por eso las familias se
pie. Así es la vida del que pone en rompen tan fácilmente. Una fa-
práctica la Palabra de Dios: a pesar milia que se construye sobre las
de los problemas, así sean enormes, enseñanzas de Jesús poniéndolas en
su vida se mantiene firme y “no se práctica, se encuentra a salvo, se
le mueve el piso”. mantendrá siempre firme.
- Quien escucha y no hace la pa- - La familia es una iglesia do-
labra, es necio y por eso, ante
méstica: El verbo construir usado
la menor adversidad, su vida se
en nuestro texto por Jesús es el
derrumba. Pensemos en quienes
mismo que él usará más adelante
pusieron su seguridad en el dinero o
en la fama. Al quedarse sin esos para decirle a Pedro que sobre él
bienes, sienten que nada tiene “construirá su Iglesia” (Mt 16,18).
sentido y en ocasiones pierden En la construcción de la Iglesia es
incluso las ganas de vivir. fundamental la vida de la familia.
Cada casa está llamada a ser una
¿Podemos aplicar esta enseñanza a iglesia doméstica, una casa de Dios,
nuestra familia? Por supuesto que donde Jesús habita y desde donde se
sí, y estas son las razones:
anuncia el Evangelio del amor y la
- La casa: En la Biblia, la palabra misericordia a todos.
II. Meditación
Para poder aplicar este texto a nosotros mismos y a nuestras
familias te propongo las siguientes preguntas:

1. Sobre la roca
En nuestro hogar, ¿damos prio-
ridad absoluta a la fe en Dios o
2. ¿Somos
ponemos nuestra confianza en los Iglesia
bienes materiales? ¿Realmente la
riqueza de mi hogar es cumplir los
doméstica?
mandamientos del Señor o anhe- Jesús cuenta con nuestra familia
lamos solo tener cosas? ¿Me doy para que seamos iglesia
cuenta de que todo lo que se pue- doméstica. ¿Entiendo mi hogar
de comprar y vender pasa, pero el como un centro de culto al Dios
amor familiar permanece? vivo? ¿Vi- vimos la oración en
familia todos los días? ¿Nos
enseñamos unos a otros los
contenidos de la fe?
LO QUE DICE
LA IGLESIA
Sabemos que en el Nuevo Testamento se habla de «la iglesia que se reúne en
la casa» (cf. 1Co 16,19; Rm 16,5; Col 4,15; Flm 2). El espacio vital de una
familia se podía transformar en iglesia doméstica, en sede de la Eucaristía, de
la presencia de Cristo sentado a la misma mesa. Es inolvidable la escena
pintada en el Apocalipsis: «Estoy a la puerta llamando: si alguien oye y me
abre, entraré y comeremos juntos» (3,20). Así se delinea una casa que lleva en
su interior la presencia de Dios, la oración común y, por tanto, la bendición del
Señor…

La Biblia considera también a la familia como la sede de la catequesis de


los hijos. Eso brilla en la descripción de la celebración pascual (cf. Ex
12,26-27; Dt 6,20-25), y luego fue explicitado en la haggadah judía, o sea,
en la narración dialógica que acompaña el rito de la cena pascual. “Más
aún, un Salmo exalta el anuncio familiar de la fe: «Lo que oímos y apren-
dimos, lo que nuestros padres nos contaron, no lo ocultaremos a sus hijos,
lo contaremos a la futura generación: las alabanzas del Señor, su poder, las
maravillas que realizó. (cf Sal 78,3-4)
III. Oración
Este es el momento de hablar con Dios. Aprovechemos
este momento para darle gracias por todo lo que he-
mos recibido durante esta semana. Si la lectio se rea-
liza en grupo, invitamos a los participantes que así lo
deseen a compartir una oración de acción de gracias.
Después que cada participante haya hecho su plegaria,
podemos repetir juntos:
Te damos gracias Señor porque eres bueno (cf Salmo 118,1)

IV. Contemplación
Para la contemplación, te propongo que saboreemos en la
oración cómo el Señor Jesús es la roca firme sobre la que
se asientan nuestras familias. Hazlo repitiendo lentamente
en tu corazón la siguiente frase del salmo 144:
Bendito sea el Señor, mi roca (Salmo 144,1)
V. Acción
En grupo, trabajamos las siguientes preguntas:

1. ¿Cuáles son las principales verdades, certezas,


decisiones y propósitos que me llevo de esta semana bíblica?

2. ¿Cómo podemos hacer para que el centro de mi familia no sean los


bienes materiales sino la presencia salvadora de Jesús?

3. ¿De qué manera podemos anunciar a otros la belleza del matrimonio y


de la familia? ¿Cómo podemos ser sal de la tierra en este tema?

La Palabra confirmada por los santos

La familia Martillo Morán: Una casa construida sobre la roca

Santa Narcisa de Jesús es para Narcisa tenía apenas 6 años.


nosotros una santa muy especial,
porque es de nuestro pueblo. Na- Don Pedro Martillo era un agricul-
ció en la “Hacienda Nobol” en tor dueño de una pequeña propie-
1832 en una familia muy cris- dad. Era solidario y muy creyente.
tiana. Sus padres: Pedro Martillo Tenía una gran devoción al Señor
Mosquera y Josefa Morán. Tu- de los Milagros, a santa Mariani-
vieron nueve hijos, de los cuales ta de Jesús y a San Jacinto. Con
Narcisa fue la sexta. arduo trabajo logró conseguir los
bienes con los que sostenía a su
Doña Josefa era natural de Daule y familia. En su testamento declaró
era una mujer fuerte y trabajado- profesar todo cuanto enseña la
ra. Era el alma de la casa. Falleció Santa Iglesia Católica en cuya fe
prematuramente en 1838 cuando había vivido y deseaba morir.
Hizo la repartición de sus bienes Santa nunca dejó de luchar por la
con conciencia recta y pidió se santidad siendo fiel a una vida de
ofrezcan doce Misas en sufragio penitencia, apostolado, dirección
por su alma.
espiritual y caridad.
En esta cuna de perfección, Nar-
Hoy, Narcisa es una de las san- tas
cisa sintió su primer llamado a la
santidad, con apenas siete años al más queridas de nuestra gen- te.
realizar su confirmación. Des- de Todo esto fue posible gracias a
entonces, se retiraba con mucha que vivió los primeros años de su
frecuencia a orar muy cerca de su vida en una casa “construida sobre
casa, a la sombra de un guayabo al la roca”, donde el esfuerzo por la
que hoy peregrinan muchos fieles. santidad y el amor eran el centro
Hizo de su cuarto un oratorio y se
del hogar. ¡Cuánto podría cambiar
propuso imitar en todo a Santa
en nuestro país y nuestra sociedad
Mariana de Jesús, especialmente
en su vocación de víctima. A si cada una de nuestras familias
partir de aquella primera decisión, estuviera fundada sobre la roca del
nuestra amor de Jesús!

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