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Clase 5/Sept/2018. Grupo #2. Duarte, Gómez, Knudson, Valero, Villarreal J., Villarreal S.

Inmunidad Innata

La inmunidad innata (también llamada inmunidad natural o nativa) constituye la primera línea de
defensa contra los microbios. Consta de mecanismos de defensa celulares y bioquímicos que existen
antes incluso de la infección y que pueden responder con rapidez a ella.

Los mecanismos de la inmunidad innata son específicos de las estructuras que son comunes a grupos de
microbios relacionados y no pueden distinguir diferencias finas entre ellos.

Los principales componentes de la inmunidad innata son:

1. Barreras físicas, químicas y mecánicas, como el epitelio y las sustancias químicas


antimicrobianas producidas en las superficies epiteliales.
2. Células fagocíticas (neutrófilos, macrófagos), células dendríticas, y linfocitos citolíticos naturales
(NK) y otras células linfocíticas innatas.
3. Proteínas sanguíneas, incluidos miembros del sistema del complemento y otros mediadores de
la inflamación.

Los componentes más conspicuos de la inmunidad innata son las barreras externas contra la invasión
microbiana: piel y membranas mucosas, que incluyen los epitelios mucosos que recubren las vías
respiratorias, digestivas y urogenitales y aíslan el interior del cuerpo contra los patógenos del mundo
exterior. Pero estas barreras anatómicas son más que simples envolturas pasivas. También montan
defensas bioquímicas activas al sintetizar y desplegar péptidos y proteínas con actividad antimicrobiana.

Las barreras químicas también protegen contra infecciones. La piel y el tracto respiratorio secretan péptidos
antimicrobianos tales como las defensinas-β. Enzimas tales como la lisozima y la fosfolipasa A en la saliva, las
lágrimas y la leche materna también son agentes antibacterianos. Las secreciones de la vagina sirven como
barreras químicas en la menarquia, cuando se vuelven ligeramente ácidas, mientras que el semen contiene
defensinas y zinc para matar patógenos. En el estómago, el ácido gástrico y las peptidasas actúan como
poderosas defensas químicas frente a patógenos ingeridos.

Los pulmones, la tos y los estornudos expulsan mecánicamente los patógenos y otros irritantes de las vías
respiratorias. La acción limpiadora de las lágrimas y la orina también expulsa patógenos mecánicamente,
mientras que las mucosidades secretadas por los aparatos respiratorio y gastrointestinal sirven para atrapar y
enganchar a los microorganismos.

El progenitor mieloide común es el precursor de los macrófagos, de los granulocitos, de las células
cebadas y de las células dendríticas del sistema inmunitario innato.

1. Los macrófagos residen en casi todos los tejidos, y son la forma madura de los monocitos, que
circulan en la sangre y migran de modo continuo hacia tejidos, donde se diferencian. En esta
función fagocítica son una importante primera defensa en la inmunidad innata.
2. Los granulocitos se llaman así porque tienen gránulos con coloración densa en el citoplasma;
también se llaman leucocitos polimorfonucleares debido a su núcleo de forma irregular. Hay tres
tipos de granulocitos (neutrófilos, eosinófilos y basófilos)
 Los neutrófilos fagocíticos son las células más numerosas y de mayor importancia en las
respuestas inmunitarias innatas: captan diversos microorganismos mediante fagocitosis y los
destruyen con eficiencia en vesículas intracelulares usando enzimas degradantes y otras
sustancias antimicrobianas almacenadas en sus gránulos citoplásmicos.
Clase 5/Sept/2018. Grupo #2. Duarte, Gómez, Knudson, Valero, Villarreal J., Villarreal S.

3. Las células cebadas, cuyos precursores transportados por la sangre no se encuentran bien defi
nidos, se diferencian en los tejidos. Aun cuando se conocen mejor por su participación en la
organización de respuestas alérgicas.
4. Las células dendríticas son la tercera clase de células fagocíticas del sistema inmunitario. Captan
materia particulada por medio de fagocitosis e ingieren de modo continuo grandes cantidades de
líquido extracelular y su contenido mediante un proceso conocido como macropinocitosis.

PAMPS (patrones moleculares asociados a los patógenos): Son estructuras moleculares muy
conservadas y presentes en grandes grupos de microorganismos, reconocidas por los 'receptores de
reconocimiento de patrones' (RRP) del huésped.

DAMPS (patrones moleculares asociados a daño): Moléculas presentes en las células y los tejidos,
capaces de iniciar y perpetuar la respuesta inmunológica ante trauma, isquemia, cáncer y otras causas
de daño de los tejidos en ausencia de una infección por patógenos.

Características específicas de la respuesta inmune innata

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