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En nuestro repaso por los hábitos de higiene y limpieza indispensables

en un hogar con niños hemos hablado de la higiene de la embarazada,


de lo que debemos cuidar especialmente cuando llega el bebé a casa y
también de la limpieza de esta. Hoy hablaremos de los hábitos de higiene
indispensables para los niños y de la forma en que podemos ayudarles a
lograrlos.

Lavarse las manos: prioritario. El lavado de las manos es el más


prioritario e importante de los hábitos de salud e higiene personal que
debemos aplicar a los niños. Las manos son el vehículo fundamental con
el que entramos en contacto con otras personas y toda clase de objetos y
superficies y, por tanto, son fuente potencial de contagios.

Desde pequeñitos tenemos que lavarle las manos a los niños con agua
templada y jabón, cuidando de hacerlo de manera correcta. Primero, con
los más chiquitines, lo haremos nosotros y pronto les iremos pidiendo
que colaboren, acercado una banqueta alta al lavavo y ayudándoles.

Poco a poco van a ir aprendiendo ha hacerlo solitos y es importante que


lo logren, especialmente si van a la guardería o al colegio, donde no
podremos estar nosotros atentos. Si no van a ir al cole hasta más
adelante no es necesario preocuparnos demasiado para que adquieran
el hábito bien hecho a determinada edad y podemos, tranquilos, seguir
ayudando y supervisando para que, poco a poco, lo consigan.
Yo no soy partidaria de decir una edad en la que deban lavarse las
manos solos o hacerlo bien sin ayuda, cada niño es diferente y tiene
procesos de maduración personales, por lo que mis consejos son estos:
ejemplo, supervisión, paciencia y respeto.

Es fundamental inculcarles este hábito de higiene tan importante de dos


formas. Una es con el ejemplo, debemos lavarnos las manos con ellos y
que nos vea hacerlo en todas las circunstancias en las que esperaremos
que ellos lo hagan: antes y después de comer, al ir al baño a hacer las
necesidades y al llegar a casa de la calle. Si estamos enfermos o hemos
tocado algo sucio, también deberemos lavarnos y contarles que lo
estamos haciendo.

La segunda forma de ayudarles a interiorizar esta costumbre de lavarse


las manos es hablarles, en un lenguaje apropiado a cada edad, de la
razón de hacerlo. No es por que sea obligatorio, o una costumbre, es
porque les va a ayudar a estar más sanos y evitar infecciones. Limpiarse
al ir al baño

Con los niños más pequeños la higiene de sus partes íntimas, cuando
hagan pipí o caca, es algo que deberemos seguir haciendo durante unos
años y supervisándolo unos cuantos más. Es importante también que se
laven las manos antes y después de ir al baño.

El niño puede colaborar pero exigirle que lo haga bien cuando sus
bracitos no llegan es absurdo y más que independencia lo que vamos a
lograr es que pille una infección si les exigimos más de lo que están
preparados ha hacer.

La limpieza del pene en los niños y de la vulva de la niña y el ano de


ambos es algo que debe realizarse con cuidado, evitando que las heces
entren en contacto con los genitales y aclarando si fuese preciso o
posible. También es importante secar la zona al terminar la limpieza si
hemos usado toallitas húmedas o agua.

Es un aspecto muy importante el de la higiene íntima y no debemos


descuidarla aunque el niño haya dejado el pañal o esté escolarizado.
Lavarse los dientes

Lavarse los dientes es otro de los hábitos de higiene que los niños deben
adquirir, y hacerlo, igual que con las manos, con ejemplo y ayuda de los
padres.
Es importante recordar que la limpieza dental debe comenzar al aparecer
los primeros dientes y que, aunque hacia los tres años ya pueden hacer
solitos uso del cepillo, no es conveniente dejar de ayudarles hasta los
seis, pues de otro modo corremos el riesgo de que no lo hagan bien.
Hay otros hábitos de higiene indispensables para los niños que también
son importantes, por supuesto: la ducha o el baño cuando estén sucios,
lavarse el pelo, peinarse (aunque yo, con eso, soy muy flexible), no
mancharse o tocar heces de animales o agua estancada y aprender a
toser tapándose la boca y estornudando en un pañuelito o, al menos,
lejos de la cara de otros. También son importantes, por supuesto, y será
necesario atender a ellos.

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