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UNIVERSIDAD TECNOLÓGICA DE PANAMÁ

FACULTAD DE INGENIERÍA MECÁNICA


LICENCIATURA EN INGENIERÍA MECÁNICA

TÍTULO:
ENERGÍA EÓLICA

ASIGNATURA:
PLANTAS DE POTENCIA

PROFESOR:
IVÁN MEDINA

INTEGRANTES:
CLAUDIA RAMOS, 2-734-1230
DAVID LEE, 8-894-1411
LAURA RODRIGUEZ, 8-885-728
DELKIS VERGARA, 7-708-2296
VICTOR ARAUJO, 4-758-30

GRUPO:
1IM241

FECHA DE ENTREGA:
15 DE NOVIEMBRE DE 2016

II SEMESTRE

INTRODUCCIÓN
La energía eólica es la energía obtenida del viento. Es uno de los recursos energéticos más antiguos
explotados por el ser humano y es a día de hoy la energía más madura y eficiente de todas las energías
renovables.

El parque eólico es una central eléctrica donde la producción de la energía eléctrica se consigue a partir


de la fuerza del viento, mediante aerogeneradores que aprovechan las corrientes de aire. Junto con el
agua, es la forma más antigua de producción energética del mundo, amigable con el ambiente y
defendida por muchos países. Esta alternativa energética tiene un futuro promisorio

ENERGÍA EÓLICA

HISTORIA DE LA ENERGÍA EÓLICA


Hoy en día la energía eólica es una de las fuentes de energía renovable más utilizada y que mayor
desarrollo técnico ha logrado durante las últimas décadas.

La energía eólica no es algo nuevo, es una de las energías más


antiguas junto a la energía térmica, usadas y aprovechadas por
el hombre. El viento como fuerza motriz se ha utilizado desde
la antigüedad.

Es así como las primeras evidencias de la utilización del


viento se remontan a 3000 A.C aplicada a la navegación; las
primeras referencias de la utilización de embarcaciones a vela
proceden de Egipto y datan del IV ó V milenio a.C.

Los molinos de viento existían ya en la más remota


antigüedad. Persia, Irak, Egipto y China disponían de máquinas eólicas muchos siglos a.C.; Hammurab
I. rey de Babilonia, en el siglo XVII a.C. utilizó molinos accionados por el viento para regar las llanuras
de Mesopotamia y para la molienda del grano.

Se trataba de primitivas máquinas eólicas de rotor vertical


con varias
palas de
madera o
caña, cuyo
movimiento
de rotación
era
comunicado
directamente por el eje a las muelas del molino. En China
hay referencias de la existencia de molinos de rotor
vertical y palas a base de telas colocadas sobre un armazón
de madera, que eran utilizados para el bombeo de agua, máquinas conocidas como panémonas,
precursoras de los molinos persas. El egipcio Hero de Alejandría representa en un estudio un molino de
eje vertical de cuatro palas. Los molinos de viento fueron utilizados en Europa en la Edad Media,
comenzando a extenderse por Grecia, Italia y Francia. Si el origen de las máquinas eólicas presenta
notables incertidumbres, no menos lo hace su expansión por el Mediterráneo y por toda Europa. Según
algunos autores, se debe a los cruzados la introducción de la tecnología eólica en Occidente, si bien
otros opinan que Europa desarrolla su propia tecnología, claramente distinta de la oriental, ya que en
Europa se imponen fundamentalmente los molinos de eje horizontal, mientras que los molinos orientales
eran de eje vertical. Sea cual fuese la forma de aparición de estas máquinas en diversos países europeos,
lo cierto es que se encuentran abundantes ejemplos de la importancia que los molinos de viento llegaron
a tener en diversas aplicaciones; citemos como ejemplo relevante los literarios molinos castellanos
utilizados para la molienda y los no menos conocidos molinos holandeses usados desde 1430 para la
desecación de los polders, todos ellos de eje horizontal.

En el siglo XVI Holanda perfecciona el diseño de los molinos y los utiliza para el drenaje; entre los
años 1609 y 1612, Beemster Polder fue drenado con la ayuda de estas máquinas; sin embargo, no sólo
utilizaron los molinos para drenar el agua, sino también para extraer aceites de semillas, moler grano,
etc; precisamente el nombre de molinos proviene de este tipo de aplicaciones. Una idea de la
importancia que en el pasado adquirió la energía eólica nos la da el hecho de que en el siglo XVIII, los
holandeses tenían instalados y en funcionamiento 20.000 molinos, que les proporcionaban una media de
20 kW cada uno, energía nada despreciable para las necesidades de aquella época.

En 1724 Leopold Jacob proyecta un molino de ocho palas que mueve una bomba de pistón; en 1883
aparece el pequeño multipala americano diseñado por Steward Perry. Este molino, de unos 3 metros de
diámetro utilizado para bombeo, ha sido el más vendido de la historia,
llegándose a fabricar más de seis millones de unidades, de las que
existen varios miles en funcionamiento. Como precursor de los actuales
aerogeneradores, es necesario citar la aeroturbina danesa de Lacourt
(1892), máquina capaz de desarrollar entre 5 y 25 kW.

Hasta ese momento, las velocidades típicas que se habían conseguido


con los multipala eran de dos veces la del viento, mientras que los
molinos clásicos habrían funcionado con velocidades en el extremo de
la pala del mismo orden de magnitud que la del viento.

La teoría de la aerodinámica se desarrolla durante las primeras décadas


del siglo XX, permitiendo comprender la naturaleza y el
comportamiento de las fuerzas que actúan alrededor de las palas de las
turbinas. Los mismos científicos que la desarrollaron para usos
aeronáuticos Joukowski, Drzewiechy y Sabinin en Rusia; Prandtl y Betz en
Alemania; Constantin y Enfield en Francia, etc, establecen los criterios básicos que debían cumplir las
nuevas generaciones de turbinas eólicas.

En el año 1910 Dinamarca tenía instalada una potencia eólica de 200 MW. En los años 20 se empiezan a
aplicar a los rotores eólicos los perfiles aerodinámicos que se habían diseñado para las alas y hélices de
los aviones. En 1927, el holandés A.J. Dekker construye el primer rotor provisto de palas con sección
aerodinámica, capaz de alcanzar velocidades en punta de pala, cuatro o cinco veces superiores la del
viento incidente.
Betz demostró en su famoso artículo "Die Windmuhlen im lichte neverer Forschung", (Berlín 1927), que
el rendimiento de las turbinas aumentaba con la velocidad de rotación y que, en cualquier caso, ningún
sistema eólico podía superar el 60% de la energía contenida en el viento. Por lo tanto, los nuevos rotores
debían funcionar con elevadas velocidades de rotación para conseguir rendimientos más elevados. La
teoría demostró también que cuanto mayor era la velocidad de rotación menor importancia tenía el
número de palas, por lo que las turbinas modernas podían incluso construirse con una sola pala sin que
disminuyera su rendimiento aerodinámico significativamente. A pesar de los esfuerzos realizados y de la
mayor eficacia de las nuevas turbinas, las dificultades de almacenamiento y las desventajas propias de la
irregularidad de los vientos fueron la causa de que las aplicaciones basadas en el aprovechamiento del
viento como recurso energético continuaran declinando hasta el final de la Primera Guerra.

Los combustibles fósiles, y en particular el petróleo, empezaban a imponerse como la principal e


insustituible fuente de energía. Sin embargo, el petróleo presentaba un grave inconveniente al crear una
dependencia entre los países consumidores y los productores, de forma que cuando el orden económico
se veía alterado por alguna crisis y la dependencia energética se hacía patente, se adoptaban políticas de
apoyo de los recursos autónomos, que se abandonaban una vez se superaba la crisis. La primera de estas
etapas fue una consecuencia inmediata de la Primera Guerra. Con una fuerte expansión de la electricidad
como sistema energético universal y escasez de recursos para importar petróleo, las turbinas eólicas
continuaron desarrollándose por dos caminos diferentes. Por un lado, hacia el diseño, construcción y
comercialización de aerogeneradores de baja potencia, capaces de generar electricidad en áreas rurales
más o menos aisladas, a las que todavía no habían
llegado las redes de electrificación. Por otro, y a la
sombra de una industria aeronáutica en pleno
desarrollo, hacia el diseño y construcción de
grandes plantas eólicas capaces de generar
electricidad a gran escala. Este apoyo a los recursos
energéticos autóctonos, que comenzó
inmediatamente después de la guerra, se mantuvo
durante la década siguiente, como consecuencia de
la política proteccionista adoptada por los países
occidentales tras la crisis de 1929. Durante este
período fueron innumerables los trabajos realizados
sobre plantas eólicas de gran potencia en Europa y USA, centrando los programas eólicos su interés en
aspectos diferentes como, la evaluación de los recursos disponibles, obtención y tratamiento de datos
meteorológicos, elaboración de mapas eólicos y localización de emplazamientos, y el cálculo, diseño y
construcción de plantas de gran potencia, a la vez que intentó crear incentivos que motivasen a la
iniciativa privada a fabricar y comercializar pequeñas turbinas con funcionamiento autónomo, que
permitiesen cubrir las necesidades de explotaciones agrícolas o industriales situadas en zonas apartadas.
Dentro de los grandes proyectos, el Honnef alemán consistía en instalar torres de 300 metros de altura,
con 3 ó 5 rotores de 150 metros de diámetro, capaces de generar 75 MW; aunque se realizaron estudios a
pequeña escala, el prototipo de esta central fue destruido en una incursión aérea. El anteproyecto
Heronemus (U.S.A.) consistía en la construcción de estaciones eólicas compuestas por torres de 113
metros de altura con tres rotores de 73 metros de diámetro; se pensaba que con 1400 estaciones de este
tipo, ubicadas en la costa se podría generar el 8% de la demanda eléctrica U.S.A.

En 1931 se instaló en el Mar Negro una máquina eólica de 100 kW. Entre 1941 y 1945 estuvo
funcionando en U.S.A, una unidad de 1,2 MW. Una vez finalizada la Segunda Guerra, y como
consecuencia del período de escasez que siguió, los países europeos elaboraron programas nacionales
para elegir los emplazamientos más adecuados donde deberían instalarse las grandes plantas eólicas que
se proyectaban.

El segundo periodo de desarrollo de la energía eólica comienza en los años cincuenta y se prolonga
hasta mediados de los sesenta en que, una vez restablecida la economía internacional, acaba perdiendo
interés al no resultar sus precios competitivos con los de los combustibles fósiles convencionales, por lo
que el bajo precio del petróleo, hasta 1973, cerró el camino al desarrollo de la tecnología eólica; a esta
etapa siguió otra de precios del petróleo altos que se prolongó hasta 1986 y que favoreció el desarrollo
de los aerogeneradores eólicos como fuente de energía alternativa, renovable y no contaminante, capaz
de producir electricidad a precios competitivos. En esta época, las redes de electrificación empezaban a
ser lo suficientemente extensas como para cubrir la mayor parte de las zonas rurales, por lo que también
disminuyeron las ventajas de los aerogeneradores de baja potencia utilizados en zonas aisladas. El
período terminó con un gran número de instalaciones experimentales, construidas de una forma dispersa
en países diferentes, sin demasiada conexión entre sí. Solamente en Francia, Dinamarca e Inglaterra se
llevaron a cabo programas de cierta importancia.

El número de aerogeneradores instalados a finales de 1991 era superior a los 21.000, según datos de la
Agencia Internacional de la Energía, con un total de potencia de 2.200 MW, equivalente a dos centrales
nucleares de gran potencia, y de los cuales la mitad estaban instalados en los parques eólicos de
California. A título anecdótico, a finales de 1991 la potencia de origen eólico instalada en la red eléctrica
danesa ascendía a 410 MW con una producción de energía equivalente al 2,3% del consumo del país. En
Alemania la potencia instalada era de 100 MW y estaba previsto alcanzar los 250 MW en breve plazo.
Holanda contaba con 80 MW de potencia instalada y 100 más en construcción. El programa eólico
holandés tiene previsto alcanzar los 1.000 MW hacia el año 2000 y los 2.000 MW en el 2010. España
tenía en fase de realización varios proyectos que completarían los 50 MW hacia finales de 1992.

El Plan de Energías Renovables, dentro del Plan Energético Nacional 1992-2000 alcanzó los 100 MW a
finales de 1995, aunque las previsiones actuales sobrepasan ampliamente estas cifras. En cuanto al tipo
de máquinas de mayor interés, los resultados obtenidos de las numerosas experiencias realizadas
permitieron concretar el campo de trabajo en dos modelos: las turbinas de eje horizontal de dos o tres
palas y, en menor medida, las turbinas Darrieux de eje vertical. El tamaño medio de las máquinas
instaladas hasta 1990 estuvo en el rango de los 100 kW, aunque se observaba una clara tendencia
ascendente. En los últimos 10 años los pequeños aerogeneradores aumentaron poco a poco sus
potencias, a la vez que mejoraban su fiabilidad y reducían sus costes; las potencias medias de los
aerogeneradores instalados entre 1990 y 1991 era de 225 kW; en los últimos años se han podido
construir aerogeneradores con potencias mayores, desarrollados por las grandes compañías de la
industria aeronáutica, que aumentan la fiabilidad de las máquinas y reducen sus costes, convergiendo
hacia una nueva generación de aeroturbinas de 500 kW a 1,2 MW, lo que demuestra el alto grado de
madurez alcanzado por esta tecnología. La fabricación de pequeñas máquinas ha ido perdiendo interés
en países con redes de distribución de electricidad muy extendidas, ya que los costes superiores de la
energía en instalaciones pequeñas e individuales los hacen poco rentables. El precio del kW/h eólico
puede ser, en aerogeneradores de potencia media, la mitad que en los aerogeneradores de potencia baja.
La rentabilidad de las aeroturbinas eólicas implica el intentar disminuir costos, tanto en su instalación
inicial, como en los gastos de mantenimiento, procurando que el tiempo de vida de la instalación sea
superior al del período de amortización.
CENTRAL EÓLICA

Una central eólica o parque eólico es una agrupación de aerogeneradores que transforman la energía
eólica en energía eléctrica.
Los parques eólicos se pueden situar en tierra o
en el mar (ultramar), siendo los primeros los más
habituales, aunque los parques offshore han
experimentado un crecimiento importante en
Europa en los últimos años.
El número de aerogeneradores que componen un
parque es muy variable, y depende
fundamentalmente de la superficie disponible y
de las características del viento en el
emplazamiento. Antes de montar un parque
eólico se estudia el viento en el emplazamiento
elegido durante un tiempo que suele ser superior a
un año. Para ello se instalan veletas y anemómetros. Con los datos recogidos se traza una rosa de los
vientos que indica las direcciones predominantes del viento y su velocidad.
Los parques eólicos proporcionan diferente
cantidad de energía dependiendo de las
diferencias sobre diseño, situación de las
turbinas, y por el hecho de que los antiguos
diseños de turbinas eran menos eficientes y
capaces de adaptarse a los cambios de dirección
y velocidad del viento. A pesar de que el impacto ambiental de las plantas eólicas es relativamente
pequeño comparado con otras formas de generación, los aerogeneradores producen contaminación
acústica y visual. Así mismo se cree que puede existir impacto importante en la fauna ya que las aves no
son capaces de ver las aspas cuando éstas giran.
Pero los mayores inconvenientes de esta fuente energética son que: es intermitente y no siempre puede
obtenerse la potencia deseable; no puede ser almacenada como energía eólica, cosa que encarece el
coste; es dispersa y se necesitan grandes superficies. Sin embargo, el terreno utilizado para los parques
puede ser aprovechado para actividades agrícolas, zonas de recreo. Comienza además a haber problemas
de emplazamiento: hay menos energía al abrigo del viento de una turbina (y más turbulencia) que
delante de ella. En parques eólicos, los aerogeneradores suelen espaciarse entre 150 y 300 metros los
unos de los otros o con otros obstáculos. Evitar interferencias entre aerogeneradores requiere grandes
superficies para instalar los parques y podemos considerar que en cada región existe una potencia
máxima extraíble
El parque eólico es una central eléctrica donde la producción de la energía eléctrica se consigue a partir
de la fuerza del viento, mediante aerogeneradores que aprovechan las corrientes de aire. El viento es un
efecto derivado del calentamiento desigual de la superficie de la Tierra por el Sol.

El principal problema de los parques eólicos es la incertidumbre respecto a la disponibilidad de


viento cuando se necesita. Lo que implica que la energía eólica no puede ser utilizada como fuente de
energía única y deba estar respaldada siempre por otras fuentes de energéticas con mayor capacidad de
regulación (térmicas, nucleares, hidroeléctricas, etc.). Para aprovechar la energía eólica se utilizan los
aerogeneradores.

COMPONENTES DE UNA CENTRAL EÓLICA

Una central eólica es una central de producción de energía eléctrica a partir de la energía cinética del
viento. Estas centrales están constituidas por un conjunto de máquinas denominadas aerogeneradores
conectados a la red de distribución eléctrica. Las partes principales que componen una central eólica
son:
1. Aerogeneradores
2. Cables conductores: son aquellos encargados de conducir la energía eléctrica que proviene del
aerogenerador.
3. Carga de frenado: Permite controlar en todo momento las revoluciones de las aspas.
4. Toma de tierra: Sirve para evitar los efectos negativos de la electricidad electroestática.
5. Centro de control: se encarga de que las condiciones de seguridad y el funcionamiento sean los
correctos.
6. Fuente auxiliar: se utiliza en caso de emergencias para tener garantizado en todo momento el
suministro de energía eléctrica. 
7. Transformadores: Son dispositivos encargados de regular la tensión de salida hacia la red para
que esta sea la adecuada.
8. Líneas de distribución: son las encargadas de transportar la electricidad hacia el lugar que se
desea distribuir la energía eléctrica.

AEROGENERADORES
Podemos definir como aerogenerador a un generador eléctrico que funciona convirtiendo la energía
cinética del viento en energía mecánica a través de una hélice y en energía eléctrica gracias a un alternador.

En este caso, la energía eólica, en realidad la energía cinética del aire en movimiento, proporciona
energía mecánica a un rotor hélice que, a través de un sistema de transmisión mecánico, hace girar el
rotor de un generador, normalmente un alternador trifásico, que convierte la energía mecánica rotacional
en energía eléctrica. Los aerogeneradores pueden trabajar de manera aislada o agrupados en parques
eólicos o plantas de generación eólica, distanciados unos de otros, en función del impacto ambiental y de
las turbulencias generadas por el movimiento de las palas.
TIPOS DE AEROGENERADORES

Actualmente existe una gran variedad de modelos de aerogeneradores que se diferencian entre ellos por
su potencia, por el número de palas o incluso por la manera de producir energía eléctrica atendiendo a
diferentes criterios. Podemos describir los siguientes tipos de aerogeneradores:

1. Por la posición del aerogenerador:

 Eje vertical: su característica principal es que el eje de rotación se encuentra en posición


perpendicular al suelo:

 Darrieus: consisten en dos o tres arcos que giran alrededor del eje. 

 Panemonas: cuatro o más semicírculos unidos al eje central.

 Sabonius: dos o más filas de semicilindros colocados de forma opuesta.

 Eje horizontal: son los más habituales y en los que se ha invertido un mayor esfuerzo para su
mejora en los últimos años. Se les denomina también “HAWTs”.

2. Por la orientación respecto al viento:

 A sobre viento. La mayoría de los aerogeneradores tienen este diseño. En este tipo de
aerogeneradores el viento empieza a desviarse de la torre antes de llegar, aunque la torre sea
redonda y lisa.

 A bajo viento. Las máquinas de corriente baja tienen el rotor situado en la cara de bajo viento de
la torre. Pueden ser construidos sin un mecanismo de orientación.

En este caso haremos énfasis en los aerogeneradores de eje horizontal que son aquellos utilizados en las
centrales eólicas.

AEROGENERADORES DE EJE VERTICAL

Como se ha mencionado, los aerogeneradores verticales o de eje vertical no necesitan mecanismo de


orientación y lo que sería el generador eléctrico se puede encontrar situado en el suelo. Su producción
energética es menor y tiene algunos pequeños hándicaps como que necesita ser motorizado para que se
le pueda poner en marcha.

Existen tres tipos de aerogeneradores verticales como son Savonius, Giromill y Darrrieus.

 Tipo Savonius

Este se caracteriza por estar formado por dos semicírculos desplazados horizontalmente a una


determinada distancia, a través de la cual se desplaza el aire, por lo que desarrolla poca potencia.
 Giromil

Destaca por tener un conjunto de palas verticales unidas con dos barras en el eje vertical y ofrece un
rango de suministro energético de 10 a 20 Kw.

 Darrieus

Formado por dos o tres palas biconvexas unidas al eje vertical por la parte inferior y superior, permite
aprovechar el viento dentro de una banda ancha de velocidades. El inconveniente que posee es que no se
encienden por si solos y necesitan un rotor Savonius.

Savonious
Giromil Darrieus

AEROGENERADORES DE EJE HORIZONTAL

Son aquellos en los que el eje de rotación del equipo se encuentra paralelo al suelo. Esta es la tecnología
que se ha impuesto, por su eficiencia y confiabilidad y la capacidad de adaptarse a diferentes potencias.

Las partes principales de un aerogenerador de eje horizontal son:

 La góndola: es la carcasa que protege y aloja en su interior se encuentran todos los componentes
del mecanismo generador

 Las palas del rotor: construidas principalmente con materiales compuestos de matriz polimérica
(poliéster) con un refuerzo de fibras de vidrio o carbono para dar mayor resistencia. Se diseñan
para transformar la energía cinética del viento y transmitir su potencia hacia el buje. Las palas
tienen un mecanismo que las orienta en la dirección del viento.
 Rotor: Los rotores modernos pueden llegar a tener un diámetro de 42 a 80 metros y producir
potencias equivalentes de varios MW.

 El buje: es un elemento que une las palas del rotor con el eje de baja velocidad.

 Eje de baja velocidad: conecta el buje del rotor al multiplicador. Gira muy lento, a 30 rpm.

 El multiplicador: puede estar presente o no dependiendo del modelo. Transforman la baja


velocidad del eje del rotor en alta velocidad de rotación en el eje del generador eléctrico. Permite
que el eje de alta velocidad gire 50 veces más rápido que el eje de baja velocidad.

 Eje de alta velocidad: gira aproximadamente a 1.500 rpm, lo que permite el funcionamiento del
generador eléctrico.

 El generador eléctrico: existen diferentes tipos dependiendo del diseño del aerogenerador.
Pueden ser síncronos o asíncronos, jaula de ardilla o doblemente alimentados, con excitación o
con imanes permanentes. Lo podemos definir como parte del aerogenerador que convierte la
energía en electricidad. en los aerogeneradores modernos la potencia máxima suele estar entre 6
y 12MW.

 El controlador electrónico: es un ordenador que continuamente monitoriza las condiciones del


aerogenerador y controla el mecanismo de orientación.

 Cimentación: Los aerogeneradores actuales de eje horizontal están constituidos por una
cimentación subterránea de hormigón armado, adecuada al terreno y a las cargas del viento,
sobre la cual se levanta una torre.

 La unidad de refrigeración: contiene un ventilador eléctrico utilizado para enfriar el generador


eléctrico.

 La torre: soporta la góndola y el rotor. Generalmente es una ventaja disponer de una torre alta,
dado que la velocidad del viento aumenta a medida que nos alejamos del nivel del suelo. Su
altura depende de las condiciones eólicas del lugar. En su interior hay una escalera vertical para
acceder al generador. Está hecha de acero y normalmente hueca por dentro para poder permitir el
acceso a la góndola. Esta suele ser típicamente de acero de tipo tubular u hormigón armado (en la
actualidad se suelen utilizar estructuras mixtas en las que la parte inferior es de hormigón y la
superior de acero). 

 El mecanismo de orientación: está activado por el controlador electrónico, que controla la


dirección del viento utilizando el panel.
 El anemómetro y el panel: las señales electrónicas del anemómetro conectan el aerogenerador
cuando el viento tiene una velocidad aproximada de 5m/s. 

FUNCIONAMIENTO DE UN AEROGENERADOR

Todos los aerogeneradores de eje horizontal tienen su eje de rotación principal en la parte superior de la
torre, que tiene que orientarse hacia el viento de alguna manera. Los aerogeneradores pequeños se
orientan mediante una veleta, mientras que los más grandes utilizan un sensor de dirección y se orientan
por servomotores o motorreductores.

Los aerogeneradores empiezan a funcionar cuando el viento alcanza una velocidad de 3 a 4 metros por
segundo, y llega a la máxima producción de electricidad con un viento de unos 13 a 14 metros por segundo.
La primera es la llamada velocidad de conexión y la segunda la velocidad de corte.

Si el viento es muy fuerte, por ejemplo de 25 metros por segundo como velocidad media durante 10 minutos,
los aerogeneradores se paran por motivos de seguridad.

Dado que la velocidad de rotación de las aspas es baja (entre 8 y 30 rpm), requieren el uso de una caja
multiplicadora para conseguir una velocidad de rotación adecuada ya que para generar energía eléctrica
se necesitan velocidades del orden de 1000 - 2000 rpm. En la mayoría de los casos la velocidad de giro
del generador está relacionada con la frecuencia de la red eléctrica a la que se vierte la energía generada
(50 o 60 Hz).

En general, las palas están emplazada de tal manera que el viento, en su dirección de flujo, la encuentre
antes que a la torre (rotor a barlovento). Esto disminuye las cargas adicionales que genera la turbulencia
de la torre en el caso en que el rotor se ubique detrás de la misma (rotor a sotavento). Las palas se
montan a una distancia razonable de la torre y tienen alta rigidez, de tal manera que al rotar y vibrar
naturalmente no choquen con la torre en caso de vientos fuertes. El rotor suele estar inclinado entre 4 y 6
grados para evitar el impacto de las palas con la torre.

A pesar de la desventaja en el incremento de la turbulencia, se han construido aerogeneradores con el


rotor localizado en la parte posterior de la torre, debido a que se orientan en contra del viento de manera
natural, sin necesidad de usar un mecanismo de control. Sin embargo, la experiencia ha demostrado la
necesidad de un sistema de orientación para la orientación de la máquina hacia el viento. Este tipo de
montaje se justifica debido a la gran influencia que tiene la turbulencia en el desgaste de las aspas por
fatiga. La mayoría de los aerogeneradores actuales son de este último modelo.

El límite de potencia que puede ser extraído está dado por el límite que estableció el físico Albert Betz. Este límite
que lleva su nombre se deriva de la conservación de la masa y del momento de la inercia del flujo de aire. El
límite de Betz indica que una turbina no puede aprovechar más de un 59.3% de la energía cinética del viento. El
número (0.593) se le conoce como el coeficiente de Betz. Los aerogeneradores modernos obtienen entre un 75% a
un 80% del límite de Betz.

Los grandes aerogeneradores modernos tienen rotores de más de 90 metros de diámetro, mientras que las más
pequeñas, que son las que se instalan habitualmente en países en vías de desarrollo, tienen rotores de unos 30
metros de diámetro. Las torres tienen entre 25 y 100 metros de altura.

1. Control de potencia de un aerogenerador

Todos los aerogeneradores deben poseer algún método de control de la potencia generada, con el fin de
evitar que se produzcan daños en los distintos componentes de estos equipos en caso de vientos
excesivos. Recordemos que la energía del viento aumenta con el cubo de su velocidad. Por ello, se han
desarrollado una serie de dispositivos que cumplen exactamente este cometido. Básicamente los
podemos clasificar en:
2. Sistemas de paso variable (ptch regulation)
Este método de control consiste en que las palas varían su ángulo de incidencia con respecto al viento.
Cuando la potencia generada es excesiva, las palas comienzan a girar sobre su eje longitudinal hasta
adoptar la posición denominada de bandera. La resistencia entonces opuesta al viento es mínima, así
como el par ejercido y la potencia generada.
Un sistema electrónico vigila tanto la velocidad del viento, como la potencia generada y la posición de
las palas modificando de manera contínua la posición de estas y adaptándola a la intensidad de los
vientos reinantes en ese momento.
El diseño de aerogeneradores controlados por cambio del ángulo de paso requiere una ingeniería muy
desarrollada, para asegurar que las palas giren exactamente el ángulo deseado. El mecanismo de cambio
del ángulo de paso suele funcionar de forma hidraúlica.
3. Diseño de las palas (stall regulation)
Los aerogeneradores de regulación (pasiva) por pérdidas aerodinámicas tienen las palas del rotor unidas
al buje en un ángulo fijo. Sin embargo, el perfil de la pala ha sido aerodinámicamente diseñado para
asegurar que, en el momento en que la velocidad del viento sea demasiado alta, se cree una cierta
turbulencia en la parte de la pala que no da al viento. Esta pérdida de sutentación evita que la fuerza
ascensional de la pala actue sobre el rotor. Conforme aumenta la velocidad real del viento en la zona, el
ángulo de ataque de la pala del rotor también aumentará, hasta llegar al punto de empezar a perder la
sustentación.
4. Aerogeneradores de regulación activa por pérdida aerodinámica
Un número creciente de grandes aerogeneradores (a partir de 1 MW) están siendo desarrollados con un
mecanismo de regulación activa por pérdida aerodinámica. Técnicamente, las máquinas de regulación
activa por pérdida aerodinámica se parecen a las de regulación por cambio del ángulo de paso, en el
sentido de que ambos tienen palas que pueden girar (a menudo sólo utilizan unos pocos pasos fijos,
dependiendo de la velocidad del viento).
Sin embargo, cuando la máquina alcanza su máxima potencia nominal, observará que este tipo de
máquinas presenta una grandiferencia respecto a las máquinas reguladas por cambio de ángulo de paso:
si el generador va a sobrecargarse, la máquina girará las palas en dirección contraria a la que haría una
máquina de regulación por cambio de ángulo de paso. En otras palabras, aumentará el ángulo de paso de
las palas para llevarlas hasta una posición de mayor pérdida de sustentación, y poder así consumir el
exceso de energía del viento.
VENTAJAS
La energía eólica es una fuente de energía
renovable, no contamina, es inagotable y
reduce el uso de combustibles fósiles, origen
de las emisiones de efecto invernadero que
causan el calentamiento global. Además, la
energía eólica es una energía autóctona,
disponible en la práctica totalidad del
planeta, lo que contribuye a reducir las
importaciones energéticas y a crear riqueza y
empleo de forma local.
Por todo ello, la producción de electricidad
mediante energía eólica y su uso de forma
eficiente contribuyen al desarrollo sostenible, la energía eólica no emite sustancias tóxicas ni
contaminantes del aire, que pueden ser muy perjudiciales para el medio ambiente y el ser humano. 
La energía eólica no genera residuos ni contaminación del agua, un factor importantísimo teniendo en
cuenta la escasez de agua. A diferencia de los combustibles fósiles y las centrales nucleares, la energía
eólica tiene una de las huellas de consumo de agua más bajas, lo que la convierte en clave para la
preservación de los recursos hídricos.

DESVENTAJAS
Medioambientales: la densidad energética del viento es muy baja, la generación de cantidades
significativas de electricidad por métodos eólicos requiere el uso de grandes extensiones de tierra. Los
sitios adecuados para la generación eólica, especialmente el mar abierto, están remotos y lejos de la
concentración de demanda para la electricidad. Los periodos de máxima demanda durante el día y
máxima generación por la noche cuando los vientos están más fuertes no coinciden, y también, por
supuesto, no hay siempre viento. os efectos estéticos en el campo natural (ubicación adecuada ayuda a
resolver este problema), sonido emitido por las máquinas (la ingeniería moderna ha reducido este efecto
muchísimo) y la interferencia electromagnética (que se puede reducir por ubicación adecuada y la
instalación de antenas). 
También ha de tenerse especial cuidado a la hora de seleccionar un parque si en las inmediaciones
habitan aves, por el riesgo mortandad al impactar con las palas, aunque existen soluciones al respecto
como pintar en colores llamativos las palas, situar los molinos adecuadamente dejando "pasillos" a las
aves, e, incluso en casos extremos hacer un seguimiento de las aves por radar llegando a parar las
turbinas para evitar las colisiones.
Otras desventajas: Al ser el aire fluido implica producir molinos de gran envergadura, eso conlleva la
necesidad de mayor terreno para la construcción y un mayor coste de construcción. Produce un impacto
visual inevitable, ya que los molinos tienen que ser de una gran envergadura.
ENERGÍA EÓLICA A NIVEL MUNDIAL
La energía eólica suministra actualmente más del 3% del consumo mundial de electricidad y se espera
que para 2020 se supere el 5%.  A más largo plazo (2040), la Agencia Internacional de la Energía prevé
que la energía del viento pueda cubrir el 9% de la demanda eléctrica mundial y más del 20% en Europa.
La potencia eólica instalada en el mundo al cierre de 2015 superó los 400.000 MW instalados, según
estimaciones provisionales de la consultora Navigant_BTM, que prevé que crecerá más del 40% hasta
2019, cuando sobrepasará los 600.000 MW.

 Los 5 países que producen las mayores cantidades de energía eólica en el mundo:
1. China es el mayor productor de energía eólica del planeta, generando 45GW de electricidad lo
cuales provienen de un total de 80 granjas eólicas.
2. Estados Unidos es el segundo mayor productor, llegando a producir 43GW de energía eléctrica
gracias a sus 103 granjas eólicas.
3. Alemania se lleva el tercer lugar gracias a su producción de 28GW de energía producidos por sus
21607 turbinas eólicas.
4. España está en la cuarta posición generando 21GW de electricidad, con lo cual se cubre
aproximadament el 16% de la demanda total del país.
5. India tiene el quinto lugar. El país genera 14GW de electricidad que cubren solamente el 1,6% de
la demanda energética.

MAPAS DE VIENTOS
A continuación, se presentan los mapas de vientos de nuestro país, estos fueron realizados por la
empresa ETESA.

CONCLUSIONES

Podemos concluir que la energía eólica es la energía que se extrae del viento, a lo largo de la historia esta forma
de energía se ha ido desarrollando hasta lo que conocemos hoy en día como centrales eólicas. En estas ocurre la
producción de energía eléctrica a partir de la energía cinética del viento. Estas centrales están constituidas por un
conjunto de máquinas denominadas aerogeneradores conectados a la red de distribución eléctrica.

Los aerogeneradores son el principal componente de una central eólica. Esta máquina se compone por un
generador de electricidad activado por la acción del viento, en donde el viento mueve la hélice y a través de un
sistema mecánico de engranajes hace girar el rotor de un generador, que produce la corriente eléctrica.
Actualmente la energía eólica produce mas de 400,000 MW lo cual es un pequeño porcentaje del consumo
eléctrico mundial, aunque se estima que la producción de esta energía aumente en los próximos años-

El desarrollo de la energía eólica, ha influenciado tantos países a lo largo de los años, siendo una competencia
hasta entre ellos, obtener el mejor y los que mayor capacidad puedan ofrecer. Desde los inicios se introdujo como
una fuente útil, renovable, y barata. Es por ello que actualmente representa una de las más importantes, utilizada y
que mayores avances presenta con el transcurrir del tiempo.

Siendo parte de un mundo cambiante es necesario aprovechar toda tecnología que ayude al bienestar y que menos
riesgos pueda ofrecer al medio ambiente. La energía eólica a pesar de que sus efectos negativos sean muy pocos,
es una de las mejores maneras de obtención de energía eléctrica.

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