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He creado esta guía con toda mi ilusión para ayudarte a mejorar tus relaciones de forma
consciente.
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Cómo reconocer las relaciones tóxicas
Como seres humanos nos cuesta mucho estar solos, y esa es una de las principales causas
por las que muchas veces no tenemos relaciones interpersonales sanas. Nos cuesta crear
diferentes áreas en nuestra vida, y por el contrario, centramos todas nuestras actividades en
1 o 2 personas o áreas, conducta que repetimos en forma repetitiva.
La gran causa que origina las relaciones tóxicas es que no sabemos estar solos, no nos
queremos y anteponemos a cualquier persona antes que a nosotros mismos.
Puedes verlo en el ejemplo de las personas que publican toda su vida en Facebook: no
pueden estar solas y necesitan todo el tiempo depender de los demás a través de la
aprobación externa.
También en las personas que buscan en las aplicaciones (app) de contactos una pareja.
La mayoría de las relaciones que surgen de esas apps (yo también las he probado tanto
para hacer amistades, como para encontrar pareja), suelen ser tóxicas.
Otro ejemplo es el de la madre que se centra tanto en sus hijos, que se olvida de ella misma
y todo lo que le digan o hagan sus hijos le afecta mucho, y sufre el doble.
O al revés, la hija que es dependiente de la madre, no sabe hacer nada sin ella, y repite la
frase “como es mi madre es mi vida o mi mundo”.
No, este tipo de relaciones no son sanas porque bloquean el vínculo y lo vuelven tóxico.
Las principales causas por las que las relaciones llegan a un punto en el que se vuelven
tóxicas son:
Cuando nos “enganchamos” mucho a una persona, ya sea madre, amiga, pareja, hermana,
etc…, todo gira entorno a ella y es ahí cuando la energía de esa relación se atasca y la
bloqueamos. De allí surgen las peleas, discusiones, y tensión entre ambos.
Ese tipo de relaciones hacen que nos sintamos tristes ante cualquier actitud de la otra
persona y que eso nos afecte mucho. Como no tenemos el control, porque el poder de
nuestras emociones lo tiene otra persona, se transforma en una bomba de relojería. Si ya de
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por sí las emociones son un “sube y baja” vertiginoso, imagínate cuando no tenemos el
control sobre ellas.
Además, surge un gran problema cuando las personas que dependemos o hemos
dependido de otras, nos hemos ido quitando tiempo y espacio de otras áreas de nuestras
vidas.
Por ejemplo, si yo me vuelco más a una amiga y hago que esa amiga cubra casi todo mi
tiempo (mental, emocional y físico), no dejo más tiempo para otras áreas y personas en mi
vida (familia, otras amistades, conocidos, colegas del trabajo…). Ese es un desequilibrio típico
producto de una relación tóxica.
Mi propia experiencia
Yo he estado en esa situación donde toda mi vida giraba en torno a una sola persona, y todo
lo demás me parecía aburrido. Y no solo me ha pasado sólo una vez, porque la vida nos
repite la misma lección hasta que la aprendemos.
Por ejemplo, de pequeña siempre estuve muy apegada a mi hermana e íbamos juntas a
todos lados, eso a la larga nos creó una co-dependencia que al día de hoy está resuelta y
seguimos muy unidas, pero de forma sana.
Tuve otra co-dependencia con una pareja y esa fue bastante tóxica, hablábamos 24 horas al
día por Whatsapp, casi no dormía por hablar.
En verdad había momentos que ya no sabíamos ni de qué hablar porque habíamos ahogado
la relación. Además si yo no hacía lo que me pedía, a los 20 minutos me preguntaba si
pasaba algo.... No voy a echar culpas porque yo también tengo mi parte de dependiente, si
no, no hubiera atraído a alguien así.
Hace poco la vida me lo volvió a repetir con otras amistades, también era una co-
dependencia, pero aquí antes de volver a sufrir y pasarlo mal tomé medidas.
Atención: si te has dado cuenta de que tu relación con la otra persona no es sana, se lo
comentas, y la otra persona no lo respeta, es una señal de que esa persona no tiene que estar
en tu vida.
Pongo varios ejemplos, tanto de familia, amistad y pareja para mostrarte que no se trata sólo
de relaciones de pareja. No sólo tenemos relaciones tóxicas con la pareja, las demás
personas también influyen, y a veces incluso más.
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El problema es siempre el mismo: creamos una dependencia emocional con esa persona, y
eso hace que nuestra vida sólo gire entorno a ella.
Sentimos que nuestra vida es un caos, que no tiene rumbo si la otra persona no se mueve, y
cuando se va esa persona de nuestra vida buscamos a otra para que sea tu faro.
Eso corta nuestra libertad, somos esclavos de las migajas de afecto de otra persona. Lo peor
es que aguantamos cualquier cosa por esas migajas.
Te lo cuento por que lo he vivido, lo he experimentado. Para mí eso no era vida, esperar un
whatsapp por las mañanas y si no lo tengo me enfado y tengo un mal día, o si esa persona
no me habla en un cierto lapso de tiempo o pasa de mí, me siento mal inmediatamente.
Todo esto genera una energía de baja vibración. Ese tipo de relaciones definitivamente no
son sanas.
Por eso, en base a ser consciente, a conocerme, y a querer salir de mi zona de confort, he
aprendido a crear mi vida, a equilibrar y a disfrutar de cada momento de las personas que
están alrededor mío.
Es verdad que tal vez algunas personas me producen un subidón emocional más alto que
otras, pero disfruto de todas en el momento presente que estoy con ellas, porque yo he
decido estar con esas personas y he decidido sentirme bien en su compañía.
Una aclaración que me gustaría hacer es que cuando digo “relaciones sanas”, no digo que
no pueda haber problemas o discusiones en una relación, sólo que al no haber co-
dependencia emocional, se pueden hablar o solucionar los problemas desde otras
perspectiva.
Y si por una de esas se va de nuestra vida, es porque ya hemos aprendido lo que teníamos
que aprender de esa persona, pero no dejará ese gran vacío en nosotros porque las demás
áreas y personas de nuestra vida, y sobre todo nosotros mismos, cubriremos ese hueco. Por
eso siempre es mejor el balance y no jugarnos todo en una misma carta.
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Ser consciente de la dependencia.
Antes que nada es necesario aprender a ser conscientes de esta situación. Sé que repito
mucho el tema de ser consciente, pero hay gente que vive en su mundo de fantasía y no lo
ve aunque esté delante suyo.
Por eso cada vez que esa persona haga algo que no esperamos, o no nos hace caso, y nos
ponemos mal, hay que pararse y observar.
Una sugerencia sería hablar con la persona en cuestión y explicarle que tenemos
dependencia emocional hacia ella, y que tal vez estaremos ausentes por algunas semanas
o meses para sanar la relación. Después de hacer ese espacio físico, lo ideal es que
intentemos cubrir ese tiempo con otras actividades que nos motiven y nos gusten.
Este ejercicio nos va a contar verdad y nos va permitir ser conscientes de cuánto tiempo y
espacio le estamos dando a cada una de esas personas. Porque si no medimos las cosas, si
no lo vemos en un gráfico, o un folio, y solo lo pensamos una vez o lo dejamos como un
pensamiento aislado en nuestra mente, no sirve.
Es como cuando vas a pesarte, sabes que has subido peso pero hasta que no te pesas en la
báscula y ves cuanto has subido no te cuentas la verdad, no eres consciente de que te la
has pasado comiendo.
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Conócete mas y pasa tiempo contigo a solas.
Ahora lo mejor es que pases más tiempo contigo misma, por ejemplo: puedes ir a pasear sola,
a desayunar a una cafetería sola (sin móvil si puede ser), irte de viaje sola...
En ese tiempo contigo misma empezarás a plantearte preguntas sobre tu vida, acerca de
cómo eres, qué cambiarías, qué te gustaría hacer, qué actividades llevas aplazando por no
tener “tiempo” ...
Al girar todo entorno a esa persona a veces nos olvidamos de nosotras mismas. Entonces el
punto de partida es el autoconocimiento, que te gusta, que no te gusta, que sueles hacer
que se te pasa el tiempo volando y estas super presente, sin pensar en nadie.
Por ejemplo a mí se me pasaban las horas leyendo o programando pero llegaba un punto
que esa actividades no me llenaba. Además las dos consistían en usar la mente y eran en
solitario.
Así que hice una lista de algunas actividades que me gustaría hacer, por ejemplo volver a
tocar la guitarra, yoga, inglés, escribir, pintar porque es algo que se me da fatal y así de paso
aprendía algo nuevo.
El tema de las actividades es muy importante porque muchas personas solo se dedican en
pensar en esa persona que necesitan para que muevan su mundo y sus emociones y
mientras tanto esperan sentados en el sofá viendo series de netflix o programas de cotilleo.
No tengo nada en contra de esas 2 actividades yo también las hago, pero solo hacer esas
dos cosas limita mucho tu vida. Directamente no tienes vida, del trabajo a casa a ver el
programa o la serie que toque, y a la cama.
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Mimarte y cuidarte más
En mi caso empecé a mimarme más preparándome unos baños super guays y hasta mi
madre me dijo “¡que bien que te los montas!” y le dije sí, la verdad que me quiero y me mimo
mucho porque soy la primera que lo tiene que hacer por mi.
Entonces pasaba más rato conmigo misma conociéndome, luego entraron las herramientas
de autoconocimiento que uso en mis sesiones que me sirvieron para ser más consciente de
cómo soy, de mis virtudes, y también mis defectos.
Es por eso que te recomiendo que inviertas en tu bienestar físico, emocional y mental.
Como ya había hecho la introspección sabía que tenía varias cosas para pulir, como la
inseguridad, y no el no saber comunicar bien.
Escogí actividades que me hicieran desarrollar y mejorar esos defectos. Entre las opciones
elegí cantar en una coral para trabajar: la parte creativa que tenía bloqueada, las emociones
porque no sabía cómo expresarlas, el bloqueo que tenía en el chakra laríngeo de la
comunicación, las inseguridades al tener que actuar delante del público. Cuando salía de la
coral, mi energía, mi sensación de motivación, de superación, de libertad, y de evolución
brillaban.
La otra actividad era pintar ya que siempre se me ha dado fatal, aunque luego supe que era
así porque tengo la creatividad bloqueada desde nacimiento. Pintar era también una buena
actividad para desarrollar.
Busca 5 actividades que te gustaría hacer. Aunque te den un poco de miedo, al principio es
bueno ese tipo de miedo ya que muestra que vas a salir de tu zona de confort.
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Por ejemplo, a mi cantar delante de la gente me aterraba, aunque fuera en una clase, la
primera vez sudé lo que no estaba escrito y estaba muy nerviosa. Pero al superar ese miedo
gané muchas lecciones positivas.
Y seguro te preguntarás “Ostras Anaïs ¿de que me va ayuda hacer actividades con mi
dependencia emocional? “
Pues te va a ayudar a que tengas tu tiempo ocupado, a que cuando alguien aparezca, esa
persona no se robe “tu vida”, si no que la compartas con ella. Esa vida que estás creando, que
es tuya y tú decides qué hacer con ella.
(Aclaración: en la fase en la que estás conociendo a una persona es normal que dediques un
poco más de tiempo a esa persona, pero luego sería conveniente volver a equilibrar las
relaciones con los demás.)
Por ejemplo, si conozco a alguien durante un tiempo, le dedicaré más tiempo pero no dejaré
que vuelva a pasar como otra veces que dediqué la mayor parte de mi tiempo libre.
Esta vez tendré actividades que disfruto, que me motivan, y que me encantan, que me hacen
sentir super bien, y que no voy anteponer porque eso es algo mío antes que nada ni nadie.
Otra aclaración el tiempo que le dedicas a cada persona, a cada actividad, o cada área lo
decides tú.
Siendo un poco flexible y usando el sentido común, por ejemplo, si mi hermana necesita
ayuda o necesita que la escuche por horas ese día pues no le voy a decir “mira que se te
han acabado las horas de esta semana”. Debes usar un poco el sentido común y que esté
más o menos todo equilibrado. Que ninguna de las áreas de tu vida ocupe tanto que sientas
que estás bloqueando esa área o esa relación.
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Ponte señales de alarma
No estoy diciendo que mis relaciones sean las más maravillosas con purpurina incluida, no
se trata de eso, pero ahora sé llevarlas porque no dependo de nadie.
Es como si alguien que quiere cambiar sus hábitos alimenticios, se quita los dulces de casa,
se pone fruta por si le entra un poco de ansiedad. Se planifica unas comidas y además se
prepara por si cae de nuevo.
El último paso es crearte unas señales de alarma. Cuando suenen estas señales de alarma
debes poner el foco otra vez en tus otras áreas.
Piensa por un momento cuando empezaste a depender de alguien en tus relaciones, cuáles
eran los hábitos que cambiaron. Yo te he puesto algunos de ejemplo, por que he visto que
son los más comunes.
La idea es que hagas una lista para que cuando pasen, ¡boomm ! se encienda una alarma en
tu cabeza y digas “si sigo por aquí puede que acabe mal otra vez”. Esa alarma te servirá para
pararte y volver a equilibrar tu vida.
Cuando llega un momento en el que una relación se vuelve una carga o por una razón u
otra nos sentimos mal, es como que te esfuerzas para mantener esa relación y aguantas
más que disfrutarla, aunque quieras a esa persona y lo has pasado bien con ella, hay algo
denso en esa relación. Es entonces cuando debes parar esa relación y darle un giro para
mejorarla o dejarla estar.
Es como el azúcar o la comida no tan sana, sabes que te hace mal pero te da momentos de
subidón, así que no la deshechas de tu vida.
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A veces es fácil terminar con esa relación porque es una conocida o es una persona que no
consideramos muy importante, pero otras veces son personas relevantes en tu vida y no es
tan fácil acabar con la relación. Además piensas que la culpa es de la otra persona porque
hace ciertas cosas que a ti te molestan. En vez de reflexionar sobre la parte que es nuestra
responsabilidad o reflexionar sobre por qué nos pasa siempre algo parecido...
Una de las razones por las que aguantamos es porque no nos enseñaron a disfrutar de
nosotros mismos, de querernos a nosotros mismos. No nos enseñaron que nuestros
subidones emocionales no pueden depender de otras personas, y mucho menos nuestra
libertad y felicidad.
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Conclusiones
A muchos nos ha pasado que cuando cierta persona no nos hace caso nos sentimos tristes
o malhumorados, que estemos bien o mal depende de cómo estemos con esa persona...
No digo que otra persona no pueda afectarnos emocionalmente si ha pasado algo, o hemos
discutido, pero no nos puede afectar si nos hace caso o no.
Cuando te dedicas tiempo a ti, creas tu vida como quieres, controlas dónde invertir el tiempo
de tus pensamientos, emociones y acciones. Sientes una sensación de libertad, poder y
seguridad.
Las emociones están ahí para vivirlas, pero cuando tú lo decidas y sin causar daño a otra
persona, y mucho menos a ti misma.
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Cómo puedo ayudarte
Quiero agradecerte de nuevo la confianza que has depositado al suscribirte a mi lista. Espero
que esta guía te haya brindado la misma ayuda que me ha brindado a mi cuando la
necesité.
Por eso, si necesitas profundizar estos temas, conocerte mejor y ser más consciente de tus
puntos fuertes y tus puntos débiles, si necesitas que sea tu guía para ayudarte de forma
continuada a CAMBIAR esos PATRONES repetitivos que te impiden ser feliz, puedes ponerte
en contacto conmigo por email a hola@anaisherreros.com. por WhatsApp al 627 89 44 33
Trabajando conmigo conseguirás:
Un abrazo
Anaïs.
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