Está en la página 1de 2

Miguel Jimenez Rios

Mi nombre es Miguel, tengo 21 años (¿O quizás debería decir tenia? Esto es un poco caótico) y
supongo que este es mi intento por tratar de ordenar y documentar mi vida anterior, sobretodo con todo
lo que ha ocurrido en los últimos años. Antes del cambio.

Realmente la mayoría de mis primeros años fueron muy normales, nacido en la pequeña ciudad de
Alcalá de Henares, en España. Un lugar bastante bonito y tranquilo en la provincia de Madrid. Familia
bastante normal dentro de lo que cabe, padres que fingen quererse mientras se engañan el uno al otro
prácticamente a diario, padre se droga, padre pega a madre, madre se da a la bebida, te pega a ti y a tu
hermano, lo que es una infancia estándar vamos (Supongo que eso sera lo único que no echare de
menos de mi vida anterior.).

En resumidas cuentas, hogar de mierda, infancia de mierda, lo único que merecía la pena de mi vida
era Luis, mi hermano pequeño, la única persona de casa que me provocaba sentimientos positivos. Hice
todo lo posible durante mi vida mortal para que al menos su vida fuese por lo menos feliz, que al
menos el pudiera mantener algo de esa inocencia que yo perdí tan rápido al darme cuenta de lo hijos de
puta que eran mis padres.

Si mi infancia fue una risa, de mi adolescencia no hablemos, todos los problemas anteriormente
contados seguían ahí, y a eso había que sumarle todos los problemas inherentes a la adolescencia,
sobretodo cuando los combinas con un hogar desestructurado que va a peor y un hermano pequeño que
empieza a ser consciente de lo que ocurre a su alrededor mas o menos. En este momento de mi vida ya
empiezan los arrebatos de violencia, me permito hacer algo mas que recibir en esa casa, y a los 16 años
por primera vez le parto la cara a mi padre en uno de sus colocones cuando venia a darle una paliza a
Luis por dejar sus juguetes repartidos por el salón. Fueron unos años complicados, tuve varios
momentos de los cuales me arrepentiría en el futuro, aunque me enseñaron algunas cosas que he podido
usar en mi vida actual, pero gracias al cielo la buena influencia de un par de profesores que vieron
potencial en mi hicieron que siguiera todo lo recto posible. Cosa que agradeceré siempre, si no hoy en
día podría ser un hijo de perra tan grande como mi padre.

Finalmente consigo llevar adelante los estudios y matricularme en Bioquímica por la Universidad
Autónoma de Madrid, cosa que sinceramente a día de hoy sigo preguntándome como fui capaz de
hacer, pero algo era cierto, eso me gustaba, el ambiente universitario, el temario de la carrera, los
nuevos amigos que hice. Y sobretodo la oportunidad de trabajar y estudiar para poder salir de mi casa,
mi plan era coger enseguida que tuviese unos ahorros, irme a un piso y llevarme a Luis conmigo, al
menos para que no tuviese que estar con nuestros padres, y si tenia que denunciar a los servicios
sociales para conseguir su custodia lo haría. Tenia muchos sueños y esperanzas.

Que pena que nunca podre cumplirlas.

Mi abrazo fue durante mi tercer año de carrera. Ya había conseguido un pequeño piso donde
establecerme por mi cuenta, era Sábado, había salido de fiesta con mis compañeros por Madrid, me
había permitido desfasar un poco y la verdad es que iba dobladisimo a esas horas. Recuerdo una chica,
el baile, la música en mis tímpanos, los besos y manoseos, acompañarla a su casa y… nada mas.

Lo siguiente que recuerdo es despertarme solo en un callejón, la ropa manchada de lo que después
descubriría que era sangre y un fuerte dolor de cabeza. Me fui a casa y ahí empezó el cambio. No se
quien cojones fue el cabrón que me abrazo. Pero no se molesto en ningún momento en que podría
necesitar ayuda para sobrevivir a mi nuevo estado. Lo único a lo que doy gracias es que como
Mercuriano la luz del sol me hace menos daño que a los Vástagos puros, si no posiblemente ni siquiera
hubiese sobrevivido a mi primer amanecer.

Tuve que aprender yo solo al principio a sobrevivir. En que me había convertido, lo que iba a tener
que hacer para sobrevivir a partir de ahora. Lo raro de todo esto es que no soy un Vampiro como los
demás, soy lo que ellos llaman Sangre Débil y nosotros Mercurianos, el resumen es que mi sangre
vampirica es demasiado débil para convertirme en un vampiro completo, así que estoy por así decirlo
hecho a medias, y aunque tiene serias desventajas, también tiene ventajas curiosas, la luz del sol nos
afecta menos, no tenemos el defecto de sangre inherente de los Clanes y nuestros poderes son mas
adaptativos. Por supuesto esto lo aprendí con el tiempo y sobretodo el conocer a otros Vástagos que
pudieron explicarme un poco mi condición, tanto miembros de los Clanes como otros Sangre Débil.

Obviamente tuve que cambiar de trabajo, pero tengo que decir que estoy bastante orgulloso de lo bien
que salí adelante ahí, empece a usar los conocimientos que había adquirido durante la carrera para
empezar a confeccionar drogas de diseño, el tema era hacer algo limitado y bonito que llamara la
atención de los niños pijos que salían de fiesta a matarse un poco cada fin de semana, el truco era ser
sutil y aprovechar los negocios para la alimentación. Poco a poco la cosa fue prosperando y
actualmente ni siquiera tengo que hacer todo el trabajo yo, si no que tengo unos pocos ‘’voluntarios’’
que producen y venden, es una operación relativamente pequeña pero suficientemente provechosa para
poder llevar un buen nivel de vida dada las limitaciones de mi condición

El único lazo que intento mantener con mi vida anterior es Luis, me aseguro de que siga bien, que no
le falte de nada, mas de una vez le he hecho llegar dinero de alguna forma, no demasiado porque es
joven, acaba de empezar el instituto, pero lo suficiente para que este bien. E intento estar pendiente de
que este feliz en la medida de lo posible.

(He intentado ser ambiguo para que puedas meter mano donde necesites, si tienes cualquier duda
pregunta y te extenderé lo que haga falta.)

También podría gustarte