Está en la página 1de 2

Sebastián Lenis 

Valentina Collazos 
Rosa Granja 

Análisis de la economía colombiana

Introducción: En el presente trabajo se realizará un análisis de las implicaciones del COVID-19 en la


economía colombiana enfocado en cómo este provocará una desaceleración económica en el
transcurso del año 2020

Análisis: Al inicio del 2020 la economía colombiana se encontraba en lo que se podría llamar un
buen nivel, con un crecimiento del 3,3% del PIB durante el 2019 Colombia había tenido el
crecimiento más alto desde el 2014. Entidades como el Fondo Monetario Internacional (FMI), la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (Ocde) entre otros proyectaban un
crecimiento del 3,2% en la economía colombiana para el 2020. Todo esto antes de la llegada del
COVID-19 a Colombia, un virus que no solo afecta la salud de las personas sino también la
percepción de los consumidores e inversionistas y por ende la economía del país en el que se
encuentra. Y que está camino a provocar una desaceleración económica en Colombia. 

El 7 de marzo del presente año se confirmó el primer caso de COVID-19 en el país y a partir de este
momento la percepción de las personas comenzó a verse afectada. Acciones cotidianas como ir a
cine o a centros comerciales comenzaron a verse reducidas por miedo al contagio provocando una
disminución del consumo. Y esto solo fue el inicio de una caída bastante fuerte en la confianza de
los consumidores e inversionistas puesto que hasta ese momento el gobierno no había tomado
acciones frente al virus en el país.

El 24 de marzo el gobierno decretó el inicio del aislamiento preventivo obligatorio en todo el país
en busca de salvaguardar la salud de las personas y mitigar los casos de contagio, situación que
encendió las alarmas en la mente de los consumidores. Este decreto implicaba que las personas
debían confinarse en sus hogares deteniendo sus actividades cotidianas como ir a laborar, estudiar
o realizar distintas acciones que implican entre otras cosas consumir. La toma de estas medidas
tan drásticas ha generado incertidumbre acerca de lo que sucederá y esta incertidumbre ha
conllevado a acciones de prevención como tomar la decisión de consumir solo lo necesario como
servicios públicos o elementos de la canasta familiar. Es decir, a disminuir el consumo en gran
medida.

Con la reducción del consumo de la población hasta prácticamente los mínimos vitales necesarios
para su subsistencia el sector productivo se ha visto afectado. Las ventas de sectores como el
turístico, hotelero, recreación entre otros se han visto reducidas prácticamente a cero provocando
entonces grandes pérdidas. Ante esto, los empresarios han decidido disminuir su propio consumo
que es conocido como inversión como la compra de maquinarias, la adquisición de inmuebles
entre otros. 

Pero ¿Por qué se habla de una desaceleración económica de la economía colombiana? bueno pues
porque como afirma el portal de noticias Panam post: “Se habla de una pérdida superior a los
13000 millones de dólares en estos 19 días de cuarentena a raíz del COVID-19, cerca del 1,5 % del
producto interno bruto”. Lo que en pocas palabras traduce a una reducción del PIB bruto del país y
por ende a la mencionada anteriormente desaceleración económica 

1
De manera que frente a todo lo anterior y en busca de frenar, aunque sea un poco la
desaceleración económica hacia la que va Colombia el gobierno decidió tomar distintas medidas
que ayudaran a los ciudadanos y en general a la economía del país. Primero se decidió hacer una
redistribución del gasto tomando recursos de diferentes divisiones para inyectar en el sector de la
salud. Seguido de esto, se tomó la decisión de aumentar el gasto público para poder cumplir con
ayudas sociales que van desde subsidios hasta devolución del IVA para las familias más
vulnerables. Acciones que han implicado aumentar el gasto público y que llevaron al país a realizar
un préstamo al FMI (Fondo monetario internacional) como respaldo de este inmenso gasto.

Por otra parte, el banco de la república intervino por medio de una política monetaria expansiva
que consistió en bajar la tasa de interés de intervención a 3.75%. Es decir, la tasa de interés a la
que le presta dinero a los bancos comerciales buscando así una disminución de las tasas de interés
en general entre esas la tasa de interés de colocación que es la tasa de interés a la que los bancos
comerciales les prestan dinero a las personas en general. Sumado a esto tomó la decisión de
disminuir el coeficiente obligatorio de reservas que es el nivel de dinero de respaldo que están
obligadas las entidades bancarias a mantener y del cual no pueden bajar. Con lo anterior se busca
entonces dar liquidez a los bancos comerciales para conceder más préstamos con intereses más
bajos.

A pesar de que estas medidas ayuden frenar un poco la desaceleración económica, no son
suficientes para hacerlo del todo. Resultando de ese modo como simples paños de agua tibia ante
algo inevitable y que se sale claramente del control del gobierno, banco central o cualquier
mecanismo. Es entonces como se puede ver desde un panorama más completo el efecto del
COVID-19 en la economía colombiana: una desaceleración económica provocada por los efectos
sobre la confianza de los consumidores e inversionistas de una medida de aislamiento preventivo
obligatorio necesaria para salvaguardar la vida de los colombianos. 

Conclusión: Finalmente resulta interesante reflexionar acerca del rol que juega la percepción de la
gente en la economía de un país. Como la falta de confianza e incertidumbre suelen ser factores
decisivos a la hora de tomar decisiones de consumo que llevan posteriormente a mover la
demanda de bienes y servicios de una nación. Colombia resulta entonces un claro ejemplo del
poder que tienen los consumidores e inversionistas en la economía, poder que suele ser pasado
por alto en el día a día cuando los consumidores cotidianos realizan pequeñas transacciones o las
pequeñas y medianas empresas efectúan inversiones de no tan alta monta.

También podría gustarte