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Meteorologia
IV CUB B #19
Los vientos de un anticiclón giran en el sentido de las manecillas del reloj en el H.N.,
haciéndolo en las depresiones en el sentido contrario. En la figura se observa, como los
vientos no circulan paralelos a las isobaras sino que, a causa del rozamiento, se
desvían un cierto número de grados, hacia la zona de más baja presión, siendo el
ángulo mayor, cuanto mayor es el rozamiento. Los vien- tos en altura (por encima de los
600 metros aproximadamente) corren paralelos a las isobaras, por haber
desaparecido el rozamiento, existiendo por tanto el que llamamos viento geostrófico.
La circulación de vientos en las zonas de alta y baja, no se limita únicamen- te a un plano, es decir, además de
existir una circulación de vientos en el plano horizontal, también existe otra en el plano vertical. En una alta
presión, el aire que se separa del centro y que es expulsado hacia el exterior, tiene forzosamente que ser
reemplazado por otro aire proveniente de las capas superiores, por lo que dará lugar a un movimiento de aire
dirigido hacia abajo, que recibe el nom- bre de subsidencia. En una depresión, la acumulación de aire en su
centro, hace que se genere una ascendencia vertical de aire.
La mencionada subsidencia hace que desaparezcan las nubes, razón por la cual las zonas anticiclónicas
disfrutan de cielo despejado mientras en las depre- siones, ocurre lo contrario, ya que las corrientes de aire
ascendentes hacen que se formen nubes.
Como se ve en la figura siguiente, el aire se aleja del centro en los anticiclo- nes y se acerca en las
depresiones. Decimos entonces que hay divergencia en los anticiclones y convergencia en las depresiones. Pero
esto ocurre al nivel del sue- lo, produciéndose lo contrario en altura. Se ve entonces que si en el suelo hay di-
vergencia, en altura hay convergencia y viceversa. Existirá, por consiguiente, un nivel en el que no habrá ni
convergencia ni divergencia. Este nivel suele estar a una altura aproximada de 5.500 metros, es decir, en 500
mb de presión.
ESCALAS DE LOS MOVIMIENTOS ATMOSFÉRICOS.
Los movimientos atmosféricos se pueden producir en distintas escalas de tiempo y espacio. Es posible
reconocer algunas escalas típicas, que definimos a continuación:
Macroescala o escala planetaria: En esta escala se encuentran los más grandes patrones de viento,
como los alisios en latitudes tropicales, con dirección predominante del este, o los vientos del oeste en
latitudes me- dias. El flujo se produce alrededor de todo el globo y puede durar sema- nas con pocos
cambios.
Escala sinóptica: Es la que se representa comúnmente en las cartas si- nópticas. Sus dimensiones son de
cientos a miles de kilómetros y la duración de los eventos del orden de días a 1-11⁄2 semana. Los
ciclones y anticiclones de latitudes medias, que tienen un movimiento medio en dirección oeste-este,
caen en esta escala.
En estas dos escalas los movimientos son predominantemente horizonta- les, casi (pero sólo casi) sin
movimiento vertical.
Mesoescala: Los movimientos en esta escala se producen en áreas más pequeñas del orden de
100 km o menos, y su duración típica es de horas a 1-2 días. Se encuentran en esta escala los
vientos que se producen en áreas costeras o brisas de mar y tierra y vientos en zonas montañosas
o brisas de valle montaña. Aquí los movimientos verticales pueden ser de gran magnitud.
Se llama circulación general de la atmósfera al sistema de vientos de es- cala planetaria, que los conocemos en
base a dos fuentes: con valores de presión y viento observados en todo el mundo y por estudios teóricos de la
dinámica de fluidos geofísicos.
Desde la celda de Hadley, por la divergencia en latitudes medias, la rama del flujo en
superficie que se separa hacia los polos, es desviado por el efecto Coriolis, produciéndose una
fuerte componente hacia el oeste, ge- nerándo un sistema de vientos conocidos como los vientos
del oeste o westerlies. Estos vientos del oeste son más variables en intensidad y di- rección y
son de la mayor importancia en el mantenimiento del balance de calor a nivel global. Por otra
parte, desde la celda polar se tiene un flu- jo de aire polar frío en superficie hacia latitudes
subpolares, con impor- tante componente del este. Este aire polar frío, se encuentra con los
vien- tos del oeste más cálidos de latitudes medias, produciéndose, al contrario de lo que
ocurre en la región de convergencia de las calmas ecuatoriales, una región de convergencia de
vientos muy intensos y variables. A la que franja latitudinal de convergencia de ambos sistemas
de vientos se le llama la región del frente polar. Es la región más dinámica de la atmósfera,
donde se desplazan de oeste a este, en promedio, los centros ciclónicos que se asocian a los
sistemas frontales de latitudes medias, generando un tiempo con vientos muy intensos y
variables, con abundante nubosidad y precipitación.
En la región del frente polar se produce convección desde superficie y en altura flujo mas frío
hacia el norte, que desciende en la zona de subsidencia de latitudes medias, cerrándose una
celda de circula- ción, llamada celda de Ferrel, que se desarrolla aproximadamente entre
30o - 60o de latitud. Observamos que la celda de Ferrel es indirecta por- que el aire cálido
es forzado a descender en latitudes subtropicales en torno a los 30o y a moverse en
superficie desde latitudes subtropicales mas cálidas hacia zonas subpolares mas frías, donde
el aire frío es forza- do a elevarse. Como depende del comportamiento de los sistemas
fronta- les, su estructura es muy irregular, desapareciendo en ocasiones y vol- viéndose
después a formar, y por ser indirecta, es muy inestable.
Vientos alisios
Entre los vientos alisios de ambos hemisferios y siguiendo a lo
largo de todo el ecuador, se encuentra la zona de “las calmas”
para los navegantes, es la Zona de Convergencia
Intertropical o ZCIT, en inglés es conocido como los doldrums.
La posición de la ZCIT varía constantemente pero generalmente
permanece situada un poco más al norte del ecuador,
especialmente en verano. Es una zona de bajas presiones que
produce grandes ascendencias de aire. Es una zona temida por
los navegantes tanto por sus calmas como por el desarrollo de
cumulonimbos con chubascos intermitentes de lluvias torrenciales.
El ancho de las calmas es también variable variando entre los
200 y 300 kilómetros.
También existe otra zona de calmas menos acusada que las
ecuatoriales situada a lo largo de los trópicos, aproximadamente
sobre los 30° de ambos hemisferios, son las calmas
tropicales. Sobre estas zonas se suelen situar anticiclones
permanentes con tiempo seco y despejado y vientos flojos. En la
tierra estas zonas dan lugar a grandes desiertos como el Sahara
o el Kalahari.