Laura Rocío Molina Bohórquez

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26 de agosto de 2019

Funcionalismo en educación

Desde esta perspectiva sociológica fundada por Durkheim, las estructuras y sus funciones
ayudan a mantener a la sociedad. Es en sociedad que los seres individuales, que al nacer
solo están ligados a sus características biológicas y a las necesidades propias, aprenden a
ser seres sociales y por lo tanto hombres o mujeres como tal.

Profundizando en lo anterior, para Durkheim sin vida social no tendíamos necesidad de

desarrollar la moral, no podríamos haber construido la ciencia, ni tendríamos el lenguaje
que nos ha permitido crear conocimiento, comunidad, cultural, etc. Es necesario que
entendamos que la educación en esta teoría tiene un papel fundamental de socialización.
Existe como una forma de transmisión de la generación adulta a la generación joven (que
en este enfoque es una tabula raza, que anhela pasivamente ser socializada) de todo lo que
constituye a una sociedad determinada: el lenguaje, las creencias, los saberes, las normas,
habilidades, las costumbres, los valores, etc.

El educador, por su parte, debe ser sobre todo una autoridad moral. Un ser que encarne y
personifique el deber, ser un interprete de las grandes ideas morales de su tiempo y su
sociedad. No debe buscar por medio de su tarea alimentar su ego sino que debe estar
motivado por el convencimiento de que la enseñanza tiene una función fundamental para la
sociedad.

Finalmente, el Estado debe ejercer un control sobre la educación, para garantizar que esta
no sea nunca anti-social. Debe garantizar que los principios esenciales de la sociedad sean
enseñados e interiorizados por las nuevas generaciones.
Bibliografía
Ibarrola, Ma. De (1985). Las dimensiones sociales de la educación. México: SEP- El
Caballito. p.p. 17-30.

Juif,P. Y L.Legraud. (1980). Grandes orientaciones de la pedagogía contemporánea.

Madrid: Nárcea. p.p. 25-27.