Está en la página 1de 7

Una aventura sin frontera

Todo estaba en suspenso, en silencio, no


había todavía un hombre, ni un animal,
solo el cielo existía, no había nada junto,
que hiciera ruido, ni cosa alguna que se
moviera ni se agitara, No había nada
dotado de existencia sola mente había
inmovilidad y silencio en la oscuridad,
en la noche solo lo creador, el formador.

La tierra y se afirme que aclare amnésica en


el cielo y en la tierra no habrá gloria ni
grandeza en nuestra creación y formación
hasta q exista la creatura humana al instante
como una nube y como una polvorera fue la
creación cundo surgieron del agua las
montañas, al instan brotaron junto los
cipresales y penales en la superficie. Luego
hicieron a los animales
Y en los barcos aquí está entre la maleza en los
bosques te multiplicara en cuatro pies andarás y
te sostendrás los pájaros habitaran sobre los
árboles y los bejucos, allí se multiplicaran
alabándonos a nosotros cada uno sigue su
especie decid nuestro nombre vuestra madre y
vuestro padre pero no se pudo conseguir que.

Por la pluma de un hombre Y fuego a


sentarse junto al plano, donde ya estaba
Florencia agustina nada había
comprendido, y se entretenía en hablar
con madama Dupasquier sobre cosas
indiferentes y pueriles como era su
costumbre Florencia tocaba y cantaba
sin saber lo que hacía, doña.
DEBE DE TENER ALGUNA DELACIÓN.
ALGUNA SOSPECHA DESGRACIADAMENTE
ACABA DE DESCUBRIRLOTO DODO
DESCUBIERTO TODO AMALIA CREE A
EDUARDO, ah exclamo Florencia si, si ella
sabía de un herido en el muslo izquierdo, la
señora y Eduardo misma gravedad. Del
escapado en los asesinos del 4 de mayo
ella no siniestro.

Como una blanca pluma del ala de pampero,


el pequeño bajel que tenía la audacia de
surcar de surcar las ondas de ese rio que
desafía al mar en los día que de curso libre a
sus ojos, se deslizaban rápidamente sobre
ellas, y por instante se aproximaban al puerto
los buques de que guerra distinguieron pronto
que era una el
en el tropel en la
sala.
Maquinalmente,
Amalia vino a
ponerse al lado
de Daniel, y la
pequeña luisa se
asió al lado de su
señora. Vivo o
muerto, grito al
entrar en la sala
el que venía
delante de todos.
Y al paso que vamos,
mañana han de avisar al
restaurador que en la casa
del comandante cuitiño, la
mejor espada de la
federación, se esconde
también algún salvaje
unitario, esta es mi casa,
comandante, y esta señora
es mi parte del tiempo
Cuento Son los unitarios,
comándate nos quieren
enredar a los federales; y le
han de haber ido con algún a
doña María Josefa, porque las
mujeres no las conocen como
nosotros, que tenemos que
estar lidiando con esto todos
los días. Pero no importa,
usted busque a ese mozo. Que
vive en la calle del cabildo.

NO LE HAN DE FALLAR COMO


ENTRETANTO YO HE DE VER A
DOÑA MARÍA JOSEFA Y AL
MISMO DON JUAN MANUEL,
PARA SABER SI YA ANDAMOS
R LAS CASA UNOS AL OTRO
NO, DON DANIEL NO DE PASO
NINGUNO, SI CONTESTO LA
CASA DE ROSAS.

También podría gustarte