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UNIVERSIDAD DE PANAMÁ

CENTRO REGIONAL UNIVERSITARIO DE PANAMÁ OESTE

FACULTAD CIENCIAS DE LA EDUCACIÓ N

Licenciatura en Educació n Primaria

Relación entre la tecnología y la gestión educativa

Nombre

Ingrid Jaén

Cédula

8-892-1387

Profesora:

Marta Quintero

Fecha:

15 de mayo, 2020

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RELACIÓN ENTRE LA TECNOLOGÍA Y LA GESTIÓN EDUCATIVA.

I. PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA.

Uno de los ejes principales del enfoque del á rea de Gestió n Educativa es que la
integració n de las Tecnologías de la Informació n y la Comunicació n (TIC) en
educació n es un proceso a ser Gestionado, en tanto constituye un hecho complejo que
se desarrolla en el tiempo a través de una serie de etapas. Este proceso involucra
todas las decisiones que se lleven adelante para integrar las TIC en las prá cticas de
enseñ anza, es decir, toda una variedad de operaciones que deben ser organizadas,
comunicadas y monitoreadas para acercarse a los objetivos propuestos.

Histó ricamente, distintas “nuevas tecnologías” disputaron su incorporació n a


los está ndares de una buena educació n. Las aulas son un terreno indiscutible de
implementació n continuo de las nuevas tecnologías. Hemos aplicado muchas de ellas,
al punto de que las consideramos elementos indispensables de una clase, por ejemplo:
pizarrones, pupitres, cuadernos, libros, etc. Sin embargo, ellas contienen, en sí mismas
y en su uso, la historia de un camino transitado, en la que los paradigmas de
interpretació n y de prá ctica sufrieron sucesivas transformaciones.

En el contexto actual, las “nuevas tecnologías” a las que nos referimos son las
Tecnologías de la Informació n y Comunicació n (TIC) como lo son: computadoras
personales, dispositivos mó viles (celulares, Tablet, notebooks), Internet y redes
locales. Estas han sido gradualmente incorporadas en otros á mbitos de la sociedad,
pero todavía son vistas por algunos directivos y profesores como dispositivos ajenos a
la tarea educativa y que, incluso, podrían tener efectos negativos en los aprendizajes.
Intentaremos en este trabajo priorizar las ventajas que ofrecen, al tiempo que
reconocemos la necesidad de pensar en su integració n desde un sentido educativo o
pedagó gico.

En este punto, debemos plantear una conclusió n anticipada de nuestro


pensamiento, en nuestra hipó tesis de que las tecnologías por sí mismas no mejoran
nuestras prá cticas ni las empeoran. Sin dudas, abren posibilidades de transformació n

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e innovació n, aunque solamente si todos los actores del proceso de enseñ anza
aprendizaje, le damos sentido a dicha integració n. Y el sentido que enfatizamos en este
trabajo es pedagó gico. En otras palabras, ¿có mo nos ayudará n a mejorar nuestras
prá cticas de enseñ anza para garantizar mejores aprendizajes en nuestros alumnos?
Esta es la misió n que buscamos analizar y resaltar su importancia para nuestras
escuelas, dado que omitirlas de la formació n bá sica –consideramos- implicaría
consecuencias concretas de desigualdad de oportunidades para los alumnos e
impactaría de manera directa en su derecho a una educació n equitativa y de calidad.

Es precisamente en la construcció n de un sentido pedagó gico para la


integració n de las TIC que el equipo directivo de cada escuela cumple un rol clave.
Blejmar (2005) sostiene que “gestionar es, má s que hacer, crear las condiciones para
el mejor hacer educativo” (p. 11), y en este sentido, entendemos que para que las TIC
se constituyan como una herramienta valiosa es preciso intervenir, específicamente,
para que el proceso de integració n sea conocido y comprendido por todos en la
institució n. Son los equipos directivos los que tienen la capacidad de hacer viables las
potencialidades de las TIC y orientar su uso, a través de acciones como el diagnó stico
institucional, la generació n de consensos para elaborar estrategias compartidas y el
sostenimiento de acciones en el tiempo, con sucesivas etapas de monitoreo y
reflexió n.

Como señ ala Burbules (2006, p. 8), las TIC no son una panacea y su capacidad
de transformació n no es automá tica, sino que requieren de esfuerzos para generar
cambios en prá cticas y relaciones educativas. El desafío de la gestió n es incluir los
recursos tecnoló gicos dentro de los procesos de planificació n e implementació n de
propuestas pedagó gicas, de manera que cumplan una funció n educativa y colaboren
en la mejora (Gvirtz, 2011, p. 19).

Las propuestas que plantearemos en este trabajo corresponden a nuestra


perspectiva, de que no todo lo que se hace cotidianamente en las escuelas necesita ser
transformado. A su vez, las innovaciones no tienen por qué resolverse de manera
inmediata y simultá nea; sostenemos, en cambio, que el verdadero sentido de la

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mejora se alcanza a partir de una escuela que se mira a sí misma. Esto implica que
cada institució n abordará la integració n de TIC desde un punto de partida diferente y
establecerá sus prioridades.

II. LAS TIC COMO HERRAMIENTAS INTEGRADAS EN NUESTRA VIDA


COTIDIANA.

La presencia de las Tecnologías de la Informació n y Comunicació n (TIC) en la


sociedad actual se refleja en mú ltiples aspectos de nuestra vida cotidiana. En las
ú ltimas décadas, fuimos testigos de las transformaciones que ellas han generado en
los diversos á mbitos de nuestra vida, y en las formas de comunicarnos e interactuar
con los otros. Es decir, ya se encuentran presentes en las actividades que propone
nuestro entorno.

Las TIC y la web han producido transformaciones en la producció n y


circulació n del conocimiento. A través de ellas, se puede acceder a gran cantidad de
datos sobre diversos temas expresados en diversos lenguajes. En los ú ltimos añ os la
informació n se ha convertido, progresivamente, en una de las materias primas má s
valiosas para importantes sectores de la economía de las diversas regiones del mundo.
Esto ha generado transformaciones en las necesidades laborales, en la creació n de
nuevos puestos de trabajo, en la demanda de formació n profesional vinculados con el
uso y gestió n de TIC; y en las prá cticas habituales de consumo de las personas, entre
otras (Castells, 1997; Tedesco, 2007; Dussel 2012; Pessoa; 2012).

Las formas de expresió n y comunicació n de informació n habituales también


han evidenciado diversas transformaciones. Junto al texto escrito –que ha sido una de
las formas de expresió n predominante desde la aparició n de la imprenta–, cobran
mayor presencia otras formas de expresió n de tipo grá fico, audiovisual y multimedia.
La imagen adquirió protagonismo en los ú ltimos añ os, para asumir un lugar central en
los procesos comunicativos en la red. Internet ya no es un ciberespacio donde se
puede leer documentos o escribirlos, sino aquel en el que predominan diversas
expresiones multimedia, que brindan una nueva posibilidad de construcció n de

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conocimientos en la complejidad de los mú ltiples canales de producció n de los
mismos.

Estar conectados en forma simultá nea, compartir con otros lo que pensamos,
sentimos o hacemos es una marca de época. La web ha pasado a ser un espacio de
comunicació n social, en el cual las personas intercambian conocimientos, gustos,
intereses, necesidades, dificultades o afectos. Las redes sociales y diversas
aplicaciones (como por ejemplo Skype, Facebook, WhatsApp, Twitter o Instagram)
son utilizadas tanto para la comunicació n informal en los momentos de ocio, como
para el desempeñ o profesional y educativo o formativo, dando lugar a que se
configuren comunidades de prá ctica de profesionales o de estudiantes que
trascienden el espacio local.

A. Sociedad de la Información y Sociedad del Conocimiento.

El progresivo avance de la innovació n tecnoló gica y el aumento de la


producció n, el procesamiento y distribució n de la informació n a través de la web,
fueron motivos por los cuales se comenzó , a mediados de los añ os 1990, a denominar
a la sociedad actual como la Sociedad de la Informació n, ya que el acceso a las TIC y a
la informació n que circula a través de ellas se convertiría en una de las bases
principales para el desarrollo econó mico y social de los países y sus ciudadanos. A
través de las TIC se generan nuevos productos culturales que son consumidos por la
sociedad (UNESCO, 2005). Esta forma de concebir a la sociedad y caracterizarla es
utilizada por diversos sectores econó micos del mundo (CEPAL, 2003).

Por otro lado, a fines de los añ os 1990, surgió con fuerza desde diversos
sectores académicos el concepto de Sociedad del Conocimiento, que pone el acento en
el conocimiento como factor decisivo para el desarrollo social. Desde esta perspectiva,
el acceso a las TIC y a la web, así como a la informació n que circula a través de ellas, es
condició n necesaria, aunque no suficiente, para el progreso social, ya que el acceso a la
informació n no garantiza, necesariamente, la producció n de conocimiento. Es preciso
que los ciudadanos cuenten también con herramientas cognitivas que les permitan

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desarrollar sus capacidades para comprender la informació n disponible, relacionarla
y analizarla.

Desde esta perspectiva, la educació n es el instrumento por excelencia para


permitir la promoció n y el desarrollo de dichas habilidades cognitivas (UNESCO,
2005). Coincidimos con Pessoa y Ribeiro (2012) en que el término Sociedad de la
Informació n “no significa necesariamente una sociedad de mayor conocimiento. Una
cosa son los datos y otra bien distinta es la capacidad de interpretarlos, darles sentido
y significado ú til para ciertos propó sitos. Esto ú ltimo es transformar los datos
informativos en conocimiento, en saber emplear la informació n al servicio de la
resolució n de un problema” (p. 13).

B. Las brechas digitales: brechas en el acceso a las tecnologías y brechas en


el acceso y uso de la información.

Estas ú ltimas consideraciones nos llevan a los problemas de la brecha digital y


la brecha cognitiva. Es decir, a la diferencia de oportunidades que existen entre
diversos sectores de la sociedad tanto para el acceso a las TIC y a la web –brecha
digital–, como para el uso de ellas y de la informació n para la producció n de
conocimientos –brecha cognitiva– (Unesco, 2005; Dussel, 2012).

Diversos autores (Kaztman, 2010; Sunkel y otros, 2013) coinciden en afirmar


que el sistema educativo es el principal instrumento para reducir la brecha digital y la
brecha cognitiva. La incorporació n de las TIC en el sistema educativo se constituye
como una estrategia central para ofrecer oportunidades de acceso y generar nuevas
oportunidades de aprendizaje para aquellas personas que no tienen acceso a Internet
en sus hogares (SITEAL, 2014).

Coincidimos con Katzman (2010) en que “las formas en que se distribuyen en


la sociedad las destrezas en el manejo de las nuevas tecnologías de informació n y
comunicació n tienen un potencial enorme de transformació n social. Esas
transformaciones adoptan un tono progresista cuando la apropiació n de las TIC
mejora la condició n de los sectores má s vulnerables y reduce las desigualdades

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sociales, o regresivo, cuando agudizan las inequidades y amplían los diferenciales de
poder entre las clases. En otras palabras, la presente revolució n digital abre enormes
posibilidades para activar sinergias virtuosas o viciosas desde el punto de vista de la
equidad y la integració n social” (p. 6).

La calidad educativa no se mide en la presencia o no de pizarras digitales o el


nú mero de horas de uso de los ordenadores, sino en có mo, por qué y para qué se
aplica la tecnología en el aula, nos señ ala Mó nica Vargas (2018), coordinadora de
Proyectos de la Organizació n de Estados Iberoamericanos para la Educació n, la
Ciencia y la Cultura (OEI).

La declaració n de Vargas es una de las principales conclusiones del ‘Estudio


sobre la inclusió n de las tecnologías de la informació n y la comunicació n (TIC) en los
centros educativos de Aulas Fundació n Telefó nica, presentado por la Fundació n
Telefó nica y la Organizació n de Estados Iberoamericanos para la Educació n, la Ciencia
y la Cultura (OEI).

La guía de medició n de impacto de las TIC realizada por cinco añ os


consecutivos en 144 centros educativos de siete países latinoamericanos (México,
Guatemala, El Salvador, Ecuador, Nicaragua, Panamá y Uruguay), analiza cuatro
dimensiones que buscan un diagnó stico integral de la situació n de los centros
educativos en esta materia, dijo Vargas (2018) durante la presentació n del estudio,
celebrada el pasado 13 de junio de 2018.

Disponibilidad de recursos TIC, organizació n para el uso de las TIC, formació n


en el uso de las TIC y uso de las TIC en prá cticas pedagó gicas, son los aspectos
evaluados en los centros educativos.

En Panamá , el estudio tomó como muestra ocho centros educativos donde


operan Aulas Fundació n Telefó nica. Una escuela de San Miguelito, otra de Panamá
Centro, y tres de las provincias de Chiriquí y Veraguas, lugares donde hay má s centros
educativos con el proyecto de Aulas Fundació n Telefó nica, explica Dabney Sá nchez
(2018), especialista de Programas Sociales de la Fundació n Telefó nica.

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Detalla que el estudio pretende dar una imagen de lo que es la inclusió n de las
TIC dentro de los centros educativos, pero no se puede tomar como una muestra de la
situació n a nivel nacional, pues la cantidad de escuelas estudiadas es baja, en
comparació n con la totalidad de centros en el territorio nacional.

Añ ade que los datos arrojados por el estudio tampoco se pueden utilizar para
realizar comparaciones a nivel regional, má s bien nos llevan a reflexionar sobre
diferentes estrategias que se pueden tomar en torno al tema.

1. Las TIC en Panamá según el proyecto Aulas Fundación Telefónica.

La investigació n identificó que la proporció n por cada computador con Internet


es de 16 estudiantes; mientras que el 84% hace uso de los dispositivos en las aulas de
informá tica y solo el 1% los utilizan en las aulas de clases.

El 69% utiliza computadoras fijas, siendo este el dispositivo de mayor uso. El


84% de los dispositivos utilizados cuenta con conexió n a internet.

En los centros educativos panameñ os se entrevistó a 12 directivos (directores


y subdirectores), se trabajó con 155 docentes.

En la dimensió n de organizació n para el uso de las TIC, el 50% de los


entrevistados manifestó que les facilitó el desarrollo de actividades pedagó gicas entre
docentes; mientras que el 80% dijo que el uso de la tecnología provocó cambios
positivos en procedimientos de comunicació n con los padres.

Sobre la formació n en el uso de las TIC, el 96% participa en procesos de


formació n sobre el uso pedagó gico de las TIC; el 79% accede a materiales educativos
digitales; y el 66% realiza un aprendizaje autó nomo.

En la dimensió n del uso de las TIC en las prá cticas pedagó gicas, el 88% de los
docentes entrevistados manifestó utilizar los recursos TIC para el planeamiento
educativo, mientras que el 5% dijo que no lo utiliza para fines educativos.

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Hay que destacar que el 71% de los 155 docentes encuestados en Panamá
manifestaron que utilizan las TIC para desarrollar competencias y habilidades
relacionadas con el currículo en las diferentes á reas del conocimiento y el 61%, para
volver las clases má s diná micas y lú dicas.

El 96% de los docentes ha participado en formació n sobre el uso de TIC; sin


embargo, el 40% percibe con un alto nivel de integració n las TIC dentro de su
proyecto pedagó gico.

El estudio también refleja que la calidad educativa no se relaciona con la


presencia o ausencia de tecnología en las escuelas, sino con el tipo de prá ctica
pedagó gica y condiciones en que esta se aplica en el aula.

Un factor importante para el éxito de los programas que utilizan las TIC ha sido
el acompañ amiento, no dejar só lo al profesor, sino incluir un personal en cada una de
las provincias, quienes visitan constantemente las escuelas para disipar dudas; esto ha
sido vital para la evolució n del profesor en el uso de las herramientas que son una
ayuda en el proceso de enseñ anza-aprendizaje, puntualizó Sá nchez (2018).

2. Posicionamiento regional de Panamá en cuanto a las TIC.

Panamá tiene una buena posició n a nivel centroamericano, en cuanto al uso del
Internet y la puesta en marcha de una Agenda Digital que impulsa la creació n,
adopció n y utilizació n de herramientas de las Tecnologías de la Informació n y
Comunicaciones (TICs), para promover el desarrollo de políticas pú blicas en beneficio
de su població n.

Así lo dio a conocer el especialista Rafael Ibarra (2018), miembro de la Junta de


Directores de la Corporació n de Internet para la Asignació n de Nombres y Nú meros
(ICANN), organizació n internacional que se dedica a mantener una Internet segura,
estable e interoperable.

Las declaraciones se dieron en la Conferencia “Políticas Pú blicas Relacionadas


con la Sociedad del Conocimiento en Centroamérica”, organizada por la Universidad

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Cató lica Santa María La Antigua (USMA) e Internet Society, Capítulo de Panamá , siendo
invitado especial al evento, el administrador general de la Autoridad Nacional para la
Innovació n Gubernamental (AIG).

Ibarra resaltó que el Networked Readiness Index (NRI), del Foro Econó mico
Mundial en su ú ltimo informe global de tecnología de la Informació n, ubica a Panamá
en la posició n 55 con un puntaje de 4.3, destacando la accesibilidad, infraestructuras,
contenido, el uso por los diferentes sectores del país y su impacto econó mico y social.
Dicho informe puede ser consultado en el siguiente hipervínculo
“http://reports.weforum.org/global-information-technology-report-
2016/economies/#indexId=NRI&economy=PAN

III. EL DESAFÍO DE CONSTRUIR BUENAS ESCUELAS CON TIC.

De todo lo planteado con anterioridad surgen algunas dudas problema como


las siguientes: ¿Cuá l es la escuela que deseamos en esta Sociedad del Conocimiento?
¿Cuá les son los conocimientos socialmente valorados que requieren ser enseñ ados en
la escuela? ¿Cuá les son las propuestas educativas que consideramos má s pertinentes
para lograrlo?

Somos partidarios de la corriente doctrinal de que la meta es que nuestra


escuela sea una buena escuela. Pero en el contexto actual… ¿qué es una buena escuela?
¿Qué aspectos definen hoy una buena escuela? Siguiendo a Gvirtz, S.; Zacarías, I.;
Abregú , V. (2011, p. 19 y siguientes) consideramos que una buena escuela es aquella
en la que todos los estudiantes:

a) Puedan ingresar sin ser discriminados. Es decir, una escuela inclusiva e


integradora, para que todos puedan acceder, en igualdad de oportunidades, a
una educació n de calidad. Esta calidad se caracteriza, entre otras cuestiones,
por la integració n de las TIC en los procesos de enseñ anza y de aprendizaje. De
esta manera, la escuela da lugar al ejercicio de la justicia educativa.

b) Se gradúen en tiempo y forma. Una escuela que priorice como estrategia


educativa la elaboració n de propuestas de enseñ anza ajustadas a los

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requerimientos de los estudiantes segú n sus necesidades y momento
evolutivo; de modo que la repetició n de curso no sea la principal estrategia
frente a los problemas en el aprendizaje, ya que sus efectos son estigmatizantes
y resulta poco efectiva para resolver dichos problemas.

c) Continúen con éxito el nivel siguiente de enseñanza. Una escuela que


proteja los itinerarios escolares de sus estudiantes, que pueda brindarles
aquellas herramientas necesarias para experimentar una trayectoria exitosa.

d) Aprendan conocimientos socialmente significativos. Una escuela que


promueva, en sus estudiantes, el desarrollo de habilidades que les permitan
convertirse en ciudadanos capaces de ejercer sus derechos y desempeñ arse
con éxito en la sociedad actual.

e) Disfruten del conocimiento y puedan aplicarlo a nuevas situaciones. Una


escuela que ofrezca a sus estudiantes la posibilidad de adquirir y ejercitar
diversas capacidades para resolver problemas de la vida cotidiana, de modo
que progresivamente puedan desenvolverse en forma autó noma en la
sociedad. Las competencias TIC forman parte del conocimiento socialmente
significativo; y su integració n en la enseñ anza puede mejorar el rendimiento
académico e incrementar el disfrute por el aprendizaje.

Cabe aclarar que esta concepció n de buena escuela es “un punto de llegada”, es
decir, un horizonte hacia el cual dirigir nuestras acciones y propuestas de mejora para
acercarnos progresivamente a este escenario buscado. Será necesario reconocer el
“estado actual” de nuestra escuela para poder reconocer los desafíos que debemos
afrontar. En este sentido, creemos que es importante que la direcció n educativa pueda
atender a tres dimensiones vinculadas con la gestió n, que enunciamos a continuació n.
Proponemos también una serie de preguntas para promover la reflexió n acerca de
cada una de ellas:

1. Evolució n de las trayectorias escolares.

• ¿Qué curso tiene má s ausentes?

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• ¿Cuá ntos alumnos repiten, por curso y añ o escolar?

• ¿Cuá ntos alumnos abandonan el sistema educativo, clasificados por curso y


añ o escolar?

• ¿De qué manera las TIC colaboran en el seguimiento de las trayectorias


escolares de los alumnos?

• ¿Có mo se podría optimizar la disponibilidad de la informació n?

2. Rendimiento académico de las trayectorias escolares.

• ¿Qué á reas disciplinares tienen má s alumnos desaprobados?

• ¿Có mo aprovechar las TIC para promover el acceso a nuevos


conocimientos?

• ¿Có mo usar las TIC para que los estudiantes aprendan má s, mejor y de
formas innovadoras?

3. Condiciones necesarias.

• ¿En qué estado se encuentra la infraestructura de la escuela?

• ¿Con qué recursos didá cticos cuenta?

• ¿Está n todos esos recursos disponibles para ser utilizados?

• ¿Todos los alumnos cuentan con notebooks en condiciones para ser


utilizadas?

• ¿Cuá les son las condiciones necesarias para garantizar el uso pedagó gico
de las TIC en las aulas?

• ¿De qué manera podemos gestionar estas condiciones desde la institució n?

Es importante que una buena escuela pueda garantizar a todos sus estudiantes
el acceso a las TIC, en el marco de la justicia educativa. Es decir, garantizar no só lo
igualdad de oportunidades para el acceso a las Tecnologías de la Informació n y
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Comunicació n, sino también ofrecer propuestas de enseñ anza que promuevan el
desarrollo de capacidades cognitivas necesarias para el uso crítico de estas
tecnologías. De esta manera, la escuela se presenta como un espacio clave para la
reducció n de la brecha digital puesto que facilita el desarrollo de habilidades
necesarias para la plena participació n de todos los estudiantes en la sociedad del
conocimiento.

A. Las TIC en la escuela ¿inclusión o integración?

Cuando hablamos de la presencia de las TIC en las prá cticas institucionales y de


enseñ anza en la escuela notamos que, generalmente, se usan en forma indistinta los
conceptos de inclusió n o integració n. Pero estos términos ¿son sinó nimos? ¿Qué
diferencias existen entre ellos?

La palabra inclusió n, segú n el Diccionario de la Real Academia Españ ola,


significa poner una cosa dentro de otra o dentro de sus límites. En este caso, sería
introducir las TIC, como un elemento má s, dentro de las propuestas de enseñ anza que
ofrece la escuela a sus estudiantes. Podría limitarse, así, a la mera instalació n de
artefactos, o a la disponibilidad de diversos recursos tecnoló gicos.

En cambio, integració n implica que un elemento forma parte constitutiva de


una cosa. Hace referencia a cierta “fusió n” de los diversos recursos para producir una
síntesis novedosa, algo distinto, original y superador de lo previamente establecido
(Castellano, 2010, p. 1). Aplicado a nuestro campo, las TIC serían los recursos
constitutivos que se “fusionan” con otros elementos para generar una propuesta
superadora en las planificaciones de clase y en las prá cticas docentes dentro del aula.

Por lo tanto, consideramos que estos conceptos no son sinó nimos, sino que
hacen referencia a diversos momentos de un mismo proceso. Es necesario incluir
primero las TIC, para luego poder integrarlas.

Hablar de integració n de las TIC, entonces, implica ir má s allá de una mera


presencia en el espacio escolar y de la utilizació n instrumental. Implica la oportunidad
de que las nuevas generaciones se inserten en la cultura digital.

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Ahora bien, ¿por qué integrar las TIC en las prá cticas de enseñ anza? ¿Qué
propiedades o potencialidades nos ofrecen para trabajar con nuestros estudiantes?
Consideramos que las má s importantes son:

1) Permiten agilizar el relevamiento de la informació n, su sistematizació n y


publificació n, y optimizar su aprovechamiento.

2) Ofrecen nuevos canales y espacios de comunicació n que posibilitan superar las


barreras del tiempo y el espacio escolar, generando nuevas interacciones, tanto
horizontales como verticales, entre todos los miembros de la comunidad
educativa.

3) Promueven espacios de construcció n colaborativa que posibilitan intercambiar


opiniones y conocimientos, construir consensos y trabajar en equipo.

4) Son recursos y herramientas que permiten enriquecer las prá cticas de


enseñ anza y favorecen nuevos aprendizajes.

B. Desafíos actuales para la escuela: nuevos aprendizajes y alfabetización


digital.

Consideramos que otro de los desafíos que la escuela se enfrenta actualmente


es el de la alfabetizació n digital, es decir, ofrecer a los estudiantes espacios de trabajo
en los que, con el acompañ amiento del docente, puedan desarrollar aquellos
aprendizajes necesarios para desenvolverse en forma autó noma en la sociedad del
conocimiento. Esto implica apropiarse de aquellas habilidades necesarias para el
dominio y uso crítico de las TIC. Teniendo en cuenta los aportes de Pessoa y Ribeiro
(2012, p. 13-20), consideramos que estas habilidades indispensables son:

1) Habilidades para el uso instrumental: implican el dominio técnico de cada


tecnología y de sus procedimientos ló gicos de uso. Es decir, el conocimiento
prá ctico del software y el hardware.

2) Habilidades cognitivas para la gestión de la información y el


conocimiento: son la adquisició n de habilidades cognitivas específicas que

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permitan buscar informació n, seleccionarla, analizarla, interpretarla y
otorgarle significació n. Así como habilidades que permitan producir nuevos
conocimientos y comunicarlos.

3) Habilidades para el trabajo con otros y las relaciones interpersonales:


implican el desarrollo de habilidades relacionadas con la creació n y difusió n de
textos en diversos formatos (hipertextuales, audiovisuales, icó nicos,
tridimensionales, etc). También habilidades para poder expresarse a través de
formatos multimedia y los lenguajes audiovisuales, que permitan a los
estudiantes interactuar con otros a través de entornos digitales. Sin olvidar las
habilidades para el trabajo colaborativo con otros en entornos virtuales.

IV. LA INTEGRACIÓN DE LAS TIC: UN PROCESO A GESTIONAR.

La utilizació n de las Tecnologías de la Informació n y la Comunicació n (TIC) en


el sector educativo abarca una gran cantidad de opciones. Entre la má s desarrollada
en América Latina está la participació n del Estado en iniciativas que proponen su
adopció n para la educació n pú blica, generalmente asociadas a proveer dispositivos y
acceso a cada uno de los establecimientos educativos.

Dentro de esos proyectos se enmarcan también diferentes iniciativas


tendientes a potenciar el uso de las TIC en los á mbitos educativos. Ya sea por medio de
la capacitació n de cursos para docentes, como por su inclusió n en proyectos que
pertenecen a otras á reas educativas. Dentro de este ú ltimo tipo de propuestas se
encuentra el programa “Aprende al Má ximo”, desplegado por el Ministerio de
Educació n de Panamá desde el 2017.

El plan tiene por objetivo mejorar el aprendizaje en á reas como lectura


comprensiva, escritura, pensamiento científico y matemá tico. Para que deriven en
competencias y actitudes que favorezcan el desempeñ o de los jó venes y adultos en la
vida cotidiana, dentro y fuera de la escuela. El proyecto se implementará en la
Educació n Inicial hasta la premedia. Ademá s, una parte del programa está focalizada

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en los docentes, para que puedan mejorar sus prá cticas educativas, mediante la
implementació n de metodologías activas e inclusivas.

Cabe destacar que cuando se habla de “Aprende al Má ximo”, se describen cinco


importantes componentes que son: Razona, Descubre, Comprende, Convive y
Conéctate, los cuales se centran en desarrollar las habilidades que necesitamos
mejorar para elevar el desempeñ o educativo de nuestros estudiantes.

Al hablar de “Razona al Má ximo” se refiere una nueva manera de enseñ anza de


la matemá tica que fomenta su uso prá ctico y real para la vida. Se desarrollan las
habilidades para el razonamiento ló gico matemá tico y la construcció n del
pensamiento.

“Descubre al Má ximo”, desarrolla en los estudiantes habilidades de


pensamiento y lenguaje científico, observació n, formulació n de hipó tesis, y
argumentació n basada en evidencias e indagació n, a través de metodologías didá cticas
activas e integrales.

“Comprende al Má ximo”, busca desarrollar la comprensió n lectora, con


herramientas para comprender la informació n contenida en los textos asimilarla de
un modo crítico, acceder al conocimiento y a la cultura, estimular su imaginació n y
desarrollar su pensamiento abstracto.

“Convive al Má ximo”, refuerza la formació n integral de los estudiantes al


ofrecer un estímulo adicional en las habilidades esenciales como valores, liderazgo,
actuació n ética sobre el ambiente, interacció n social, identidad cultural, desempeñ o
deportivo ente otros.

“Conéctate al Má ximo”, facilita el acceso de la comunidad educativa a las


tecnologías de la informació n y la comunicació n (TIC) como una herramienta eficaz
para la estimulació n del proceso pedagó gico. También se encarga de facilitar el acceso
a energía eléctrica y conexió n a internet de las escuelas de difícil acceso, como en las
comarcas indígenas.

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Debemos resaltar que, a los cuatro pilares tradicionales que suelen destacarse en la
educació n, el Ministerio de Educació n de Panamá incluye el concepto “Conéctate al
Má ximo”, cuyo objetivo es facilitar el acceso de la comunidad educativa a TIC.

El avance má s importante que presenta el proyecto es la inclusió n de las TIC en


la enseñ anza desde una perspectiva que abarca a todos los conceptos bá sicos
educativos. En otras palabas, la iniciativa parte de la base de las TIC como un pilar
inicial de la educació n, conformando así una declaració n importante de cara al futuro.

Por otra parte, la bú squeda de acceder a zonas rurales, de poblados indígenas o


alejadas de los centros urbanos, es otro de los puntos a destacar del proyecto. En
particular a partir de la utilizació n de las TIC para afrontar el desafío de reducir las
brechas educativas con este tipo de poblados. Cabe destacar que estas tecnologías
conforman un rol importante para poder democratizar el acceso a la educació n,
siempre y cuando las administraciones gubernamentales realicen los esfuerzos de
conectividad necesaria.

En ese sentido, es importante resaltar que Panamá ya contaba con avances


dentro de la inclusió n de las TIC en educació n principalmente mediante el portal
Educa, que está diseñ ado por el Ministerio de Educació n para la innovació n,
creatividad y actualizació n tecnoló gica de la comunidad en general. El objetivo de esta
iniciativa es apoyar el desarrollo de las actividades académicas, culturales, científicas
y tecnoló gicas. También apunta a la integració n de la comunidad educativa a los
espacios colaborativos, para el intercambio de experiencias que enriquezcan los
procesos de enseñ anza aprendizaje.

El portal forma parte de la Red Latinoamericana de Portales Educativos


(RELPE), del cual participan un total de dieciocho (18) países. Y su funció n es
conformar un sistema de almacenamiento y distribució n de contenidos educativos.
Esta red se encuentra en constante expansió n y renovació n para poder alcanzar la
disminució n de la brecha digital.

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Sin embargo, para que este tipo de iniciativas tengan un impacto positivo en su
ejecució n es necesario que exista un trabajo conjunto de manera horizontal entre
diferentes segmentos del Estado. En otras palabras, los proyectos del Ministerio de
Educació n deben tener correlació n con las dependencias administrativas encargadas
de promover la conectividad y las TIC en el país, que es la ruta de trabajo para lograr
no só lo el concepto de inclusió n, sino también de integració n de las TIC.

La implementació n de normativas tendientes a mejorar la conectividad es de


suma importancia para que las escuelas puedan acceder a los portales de contenido
educativo, logrando de esa manera la democratizació n de la educació n. En ese marco,
es importante que se desarrollen políticas que tiendan a democratizar el acceso a
banda ancha.

En particular, los servicios de banda ancha inalá mbrica cobran mayor


importancia, ya que permiten a los operadores alcanzar coberturas má s amplias de
manera má s rá pida. Así, es fundamental que las estrategias gubernamentales
tendientes a facilitar el acceso al espectro radioeléctrico para este tipo de
conectividad. Otra de las políticas que cobra relevancia es la reducció n de trá mites
burocrá ticos al momento del despliegue de red de los operadores.

Las políticas relacionadas con la inclusió n e integració n de TIC en el sector de


educació n cobran y deben seguir cobrando má s importancia dentro de Panamá . La
creació n de diferentes programas que tienden a introducir esta temá tica como
fundamental en el sector son positivas para el desarrollo de nuestro país. Sin
embargo, deben estar complementadas por diferentes regulaciones que busquen
potenciar la conectividad en el mercado, para alcanzar así un impacto mayor en la
sociedad.

18
CONCLUSIONES

Una vez terminado nuestro trabajo de investigació n consideramos prudente


iniciar señ alando que sistematizar lo aprendido resulta a veces un proceso complejo.
Por este motivo, para expresar nuestras principales conclusiones y aprendizajes, y
para no reiterar conceptos ya expresados, no nos referiremos al eje central de esta
investigació n, la gestió n de la integració n de TIC en las escuelas. Decidimos, en
cambio, referirnos a algo má s general y a la vez íntimamente vinculado con ello: la
gestió n del proceso de mejora.

La pregunta respecto de có mo lograr cambiar las escuelas es algo que atraviesa


la bibliografía sobre educació n desde hace ya varias décadas. Autores como Larry
Cuban, Seymour Sarason, Michael Fullan, Andy Hargreaves y Thomas Popkewitz, por
citar algunos, han dedicado extensas pá ginas a esta temá tica, y sin embargo el debate
se encuentra lejos de estar resuelto, a saber: ¿cuá les son las condiciones y factores que
hacen posible el cambio en las escuelas? ¿De qué manera se puede habilitar y
gestionar el cambio? ¿Qué posibilidades y limitaciones cabe esperar?

Tal como refiere el nombre de nuestra investigació n, creemos firmemente que


la integració n de TIC en las escuelas supone (y genera) necesariamente una cuota de
innovació n. Y como mencionamos en el contenido de nuestro trabajo, toda innovació n
supone cambio; es por ello, que nos atrevemos a aseverar que la posibilidad de mejora
se vincula significativamente con aquellos equipos directivos que lideran el proceso
de mejora, con metas claras y decisió n para materializarlas; y que acompañ en a los
docentes en este proceso. Si bien las capacitaciones a los docentes sobre la integració n

19
de TIC en las propuestas de enseñ anza son muy importantes y necesarias, creemos
fielmente que es también importante la realizació n de un trabajo de fortalecimiento y
acompañ amiento de los docentes desde el equipo de conducció n, ayudá ndolos a
definir con claridad qué quieren lograr, y otorgando las herramientas necesarias para
aproximarse a ellas. De otro modo, podría suceder que la formació n recibida por los
docentes quedara supeditada a iniciativas individuales que quizá s no logren
materializarse en las aulas.

RECOMENDACIONES

Luego de realizada nuestra investigació n podemos plantear las siguientes


recomendaciones:

1. Consideramos que al asumirse el reto de modificar sistemas (en este caso, la


integració n de TIC), es algo que debe ser gestionado desde la escuela. Creemos
que la mejora y la innovació n se gestionan desde adentro. Si la expectativa supone
que esa mejora deberá ser materializada por un agente externo a la propia
escuela, quizá s resulte difícil que suceda. El rol del agente externo debe apuntar,
má s que a promover una mejora de manera directa, a facilitar las condiciones
para que el proceso de mejora sea gestionado por los propios actores: guiá ndolos,
ofreciendo herramientas, ideas, estrategias. A ello se debe apuntar en los
proyectos que se realicen sobre tecnología y gestió n educativa, para obtener los
mejores resultados. Esto también le dará mayor sustentabilidad.
2. La relació n entre tecnología y gestió n educativa adquiere mayor fuerza y alcance
si logramos la participació n e involucramiento de todos los actores. Es decir, dada
la complejidad de las instituciones educativas y lo difícil que resulta modificar sus
prá cticas, cuantos má s actores podamos alcanzar desde la propuesta de trabajo,
mayores posibilidades hay de lograr modificaciones sustantivas. Es por ello que
recomendamos ampliamente la participació n de todos los actores del proceso
enseñ anza-aprendizaje, siendo que al hablar de “actores” de las escuelas, nos
referimos a docentes y directivos, pero también a alumnos, familias, supervisores
o inspectores, etc.

20
3. La modificació n de una prá ctica requiere necesariamente de herramientas o
instrumentos concretos sobre los cuales el proceso de mejora se implemente. Se
puede hablar de muchas cosas, pero si no se otorgan los instrumentos concretos
sobre los cuales apoyar las prá cticas que se pretende lograr, puede resultar
complejo que se materialicen, por ello la necesidad de tener las herramientas
tecnoló gicas que nos permitan lograr el cambio que deseamos, a fin de estar
preparados en esta sociedad del conocimiento y la informació n.

BIBLIOGRAFÍA

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actitudes y dispositivos para diseñar instituciones. Buenos Aires:
Novedades Educativas.

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componente importante a las TIC. Consultado el 1 de julio de 2019:
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http://unesdoc.unesco.org/images/0014/001419/141908s.pdf

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ANEXOS

Enseñ anza y aprendizaje con apoyo de TIC

En 2018, Panamá ha obtenido 61,03 puntos en el Índice de Competitividad,


publicado por el Foro econó mico Mundial, que mide có mo utiliza un país sus recursos
y capacidad para proveer a sus habitantes de un alto nivel de prosperidad. Ha
empeorado su puntuació n respecto al informe de 2017 en el que en el que obtuvo
63,43 puntos.

Está en el puesto 64 del ranking de competitividad mundial, de los 140 países


analizados. Ha empeorado su situació n, ya que en 2017 estaba en el puesto 50.

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En la tabla mostramos la evolució n de la posició n de Panamá en el Índice de
Competitividad Global.

Panamá - Índice de Competitividad Global


Fecha Ranking de Competitividad Índice de Competitividad
2018 64º 61,03
2017 50º 63,43
2016 50º 62,62
2015 48º 63,27
2014 40º 64,32
2013 40º 64,18
2012 49º 62,18
2011 53º 61,79
2010 59º 60,11
2009 58º 60,57
2008 59º 59,69
2007 60º 58,89

Este retroceso está fundamentado en la decisió n del Foro Econó mico Mundial
(WEF, por sus siglas en inglés) de reestructurar el Índice de Competitividad Global
(ICG) para incorporar la Cuarta Revolució n Industrial o Revolució n 4.0 a los factores
que determinan el nivel de productividad de un país, afectó negativamente a Panamá ,
que se ubicó en la posició n nú mero 60 a nivel mundial y séptimo en América Latina, lo
que ha dejado en evidencia una gran brecha en los pilares de adopció n de Tecnologías
de la Informació n y la Comunicació n (TIC), instituciones y capacidad para innovar.

Los cambios introducidos en la medició n del ICG conceden menos valor a la


infraestructura, la robustez y profundidad del sistema financiero y la conectividad
logística, y hacen énfasis en el desarrollo y el uso de nuevas tecnologías, al igual que
en la capacidad de ser innovadores.

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