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(Salmo 2)

Este salmo constituye el primero de los salmos mesiánicos del salterio hebreo.

¿QUIÉN ES SU AUTOR?
El salmo no lo dice, sin embargo, los apóstoles se lo atribuyen a David en Hechos 4:25 "que por boca de David
tu siervo dijiste… Y citan el salmo 2 De manera que se trata de un salmo davídico.

¿EN QUÉ OCASIÓN DAVID ESCRIBIÓ ESTE SALMO?


Muchos judíos estaban convencidos de que el salmo había sido escrito por David con motivo de la coronación de
su hijo Salomón.
Recuerden que otros hijos de David habían conspirado para quedarse con el trono, pero Dios había prometido que
el próximo rey sería Salomón, el cual reinaría con gran poder y gloria. Y David lo sabía, por lo había decretado que
fuera él y no otro a quien se ungiera como Rey.
En este sentido la descripción del salmo congenia muy bien con este evento. Sin embargo, si bien es cierto que
David está narrando un evento verdadero de su vida, también es cierto que a la vez está siendo inspirado por el
Espíritu Santo a escribir un salmo profético, que los autores neotestamentarios interpretaron como una referencia a
Jesús. En todas las citas que se hace de este salmo en el NT los autores asumen que se trata de una profecía referente
a Cristo y su reinado.

EL CONTENIDO DEL SALMO.


El salmo contiene cuatro estrofas: La primera (1-3) La segunda (4-6) La tercera (7-9) La cuarta (10-12)
¿Y qué es lo que quiere transmitir el salmista por medio de estas cuatro estrofas? Quiere transmitir la certeza de
que el reino de este Rey del que el habla aquí (en este caso es el Mesías) sería un reino firme e inamovible
El salmo garantiza la estabilidad e invencibilidad del reino de Cristo y de sus seguidores muy a pesar de la oposición.
Y hace un llamado a los enemigos a temer y a los seguidores a gozarse ante esta realidad.
Noten cómo esta idea va progresando a medida que el salmista pasa de una estrofa a otra.

I. La primera estrofa (1-3) nos hablan de una rebelión contra la autoridad del rey. (Leer)
Aquí se presenta una coalición de enemigos que se han confabulado contra Dios y su ungido (o mesías). Esta
coalición de enemigos es descrita como “las gentes”, “los pueblos”, “los reyes de la tierra” y “los príncipes”
que consultan o traman juntos la manera de librarse de su autoridad.
Los habitantes del mundo en general no quieren someterse a la autoridad de Cristo. Más bien como dice el verso 3
intentan “romper sus ligaduras o amarres y soltarse de sus cuerdas”
Y eso es lo que se describe aquí. Al mundo procurando revelarse contra Cristo. Forcejeando contra su autoridad,
intentando librarse de su dominio.
Y ¿cómo reacciona Dios ante estos intentos de rebelión?

II. Notemos la segunda estrofa (4-6) donde se nos habla de la reacción de Dios ante ese motín contra su
ungido. (Leer)
De dos maneras reacciona Dios ante los intentos de rebelión de sus enemigos.
Primero, con burla (v.4) “El que mora en los cielos se reirá de ellos.” Y segundo, con ira (V.5) luego les hablará
a ellos en su furor, y los turbará en su ira.
Estas son las únicas dos cosas que pueden lograr aquellos que intentan destruir el reino de Dios u oponerse al
desarrollo del reino de Cristo en este mundo: La burla de Dios y la ira de Dios.
Alguien dijo: “Es fácil para Dios destruir a sus enemigos. De los treinta emperadores romanos, gobernadores de
provincias, y otras personas con cargos elevados que se distinguieron por su celo y malicia en perseguir a los
cristianos primitivos, uno de ellos se volvió loco después de cometer una crueldad terrible, a otro le dio muerte su
propio hijo; uno se volvió ciego; otro murió ahogado; otro, estrangulado; uno murió en la cautividad; otro murió
de una enfermedad tan asquerosa que sus médicos tuvieron que darle muerte porque no era posible resistir el
hedor que llenaba la habitación; dos se suicidaron; un tercero lo intentó pero tuvo que pedir ayuda para poder
hacerlo; cinco fueron asesinados por sus siervos; y cuatro murieron en circunstancias de extremo sufrimiento”.
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Hermanos, aparentemente los hombres se rebelan contra el Rey de los cielos y no pasa nada. Pero como dice Job:
¿Quién se endureció jamás contra Dios y le fue bien?

Ahora, Dios no sólo se burla de los rebeldes y los castiga con su ira, sino que sigue adelante con sus planes. Dice
el verso 6 "Pero yo he puesto (literalmente “he ungido”) mi rey Sobre Sion, mi santo monte." En otras
palabras: “a pesar de toda la oposición, yo voy a cumplir mi propósito de poner al mundo bajo los pies de mi
ungido. Eso es un hecho ineludible.
Y esto nos lleva a la tercera estrofa del salmo…

III. La tercera estrofa (7-9) nos hablan del decreto real en el que el Padre le concede el reino a su hijo.
(Leer)
Un decreto no es más que una decisión o disposición que emite alguien en autoridad, la cual tiene fuerza legal.
Y aquí tenemos a Dios, emitiendo un decreto en el que promete al hijo dar la autoridad sobre el reino si este se la
pedía: "Yo publicaré el decreto; Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy. Pídeme, y te
daré por herencia las naciones
La victoria del reino de Cristo y de los que reinamos con él es segura y ciertísima, porque está garantizada por un
decreto real emitido por el Padre. Dios decretó que si Cristo le pedía a las naciones por herencia, Él se las daría. Y
los decretos de Dios son inmutables e inalterables… Dice el salmo 115 “Nuestro Dios está en los cielos, todo lo
que quiso ha hecho”
Y en vista a esa victoria segura del reino del mesías en este mundo, David dedica la cuarta y última estrofa de este
salmo a dar algunos consejos a aquellos que están bajo su autoridad.

IV. Cuarta estrofa (10-12) Recomendaciones o consejos a los súbditos del Rey. (Leer)
De acuerdo con todo lo que hemos visto sobre la victoria ineludible de este Rey y la firmeza de su trono, lo mejor
que podemos hacer es recibir el consejo de David, y lejos de revelarnos contra él, disponernos a servirle y
honrarle.
El término servir: significa “postrarse a sus pies en señal de sumisión”
El término honrar: significa literalmente “besar la mano” y es una señal de respeto.
Esa es la actitud que todos los habitantes de este mundo deberían adoptar hacia aquel a quien Dios ha prometido
el dominio absoluto de este mundo.

Para aquellos que no se someten a su reinado: Hay juicio y condenación. Honrad al Hijo, para que no se enoje,
y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira.
Para aquellos que sí se someten a su reinado: Hay plena felicidad. Eso es lo que el salmo termina prometiendo:
Bienaventurados todos los que en él confían.

APLICACIÓN:
No es casualidad que este haya sido el salmo escogido por los apóstoles en Hechos 4 como fundamento para unas
de las primeras reuniones de oración de la iglesia primitiva.
Vayamos a Hechos 4: 23-31. (El contexto es cuando Pedro y Juan son apresados y las autoridades de Israel les
amenazan para que no hablen más de Cristo. Y dice el verso 23 "Y puestos en libertad, vinieron a los suyos y
contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y ellos, habiéndolo oído,
alzaron unánimes la voz a Dios, y dijeron: Soberano Señor, tú eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el
mar y todo lo que en ellos hay; que por boca de David tu siervo dijiste: (salmo 2) ¿Por qué se amotinan las
gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas? Se reunieron los reyes de la tierra, Y los príncipes se juntaron
en uno Contra el Señor, y contra su Cristo. Porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu
santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato, con los gentiles y el pueblo de Israel, para hacer
cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera. Y ahora, Señor, mira sus amenazas,
y concede a tus siervos que con todo denuedo hablen tu palabra, mientras extiendes tu mano para que se
hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús. Cuando hubieron orado,
el lugar en que estaban congregados tembló; y todos fueron llenos del Espíritu Santo, y hablaban con
denuedo la palabra de Dios. "
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Cuando los apóstoles se vieron en una situación difícil, recordaron el salmo 2, donde dice que el Cristo, (a quien
ellos servían y a quien también servimos nosotros) es el soberano de este mundo, quien reina con autoridad,
aunque en ocasiones no lo parezca.
Por tanto, a pesar de las amenazas de los líderes judíos, ellos podían encomendarse tranquilamente a aquel que
está sentado en el trono con la confianza absoluta de que todo cuanto pasa alrededor de su pueblo, (aún las
persecuciones, las dificultades y las tragedias), están bajo su más estricto control.
Este salmo sirvió de aliento y estímulo a la iglesia de Jerusalén para orar con confianza a aquel que Dios ha
puesto como Rey absoluto y victorioso en este mundo. Y debería servirnos también a nosotros para orar con el
mismo sentir en este momento.
Ojalá que así sea.

Leer el Salmo, orar y cantar un himno.

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