Nada hace a la tierra parecer tan amplia como tener amigos a la distancia (Henry David Thoreau)

Desde la distancia es algo; y desde la cercanía no es nada (Jean de Lafontaine)

Un amigo es alguien que permite la distancia, pero nunca está lejos (Noah)
Los verdaderos amigos nunca se apartan, tal vez sí en la distancia, pero nunca en el corazón (Helen Keller)
La verdadera amistad resiste el tiempo, la distancia y el silencio (Isabel Allende)
No hay distancias cuando se tiene un motivo (Jane Austen)
La distancia es una mala excusa para no tener una buena relación con alguien (James McAvoy)
Estamos creando una experiencia única. Comienza con la forma en que la ves desde la distancia (Helmut Jahn)
Porque el tiempo es la distancia más larga entre dos lugares (Tennessee Williams)
El amor no conoce su propia profundidad hasta la hora de la separación (Khalil Gibran)
Pon distancia y trata de mantener la sonrisa (Stephen King)
¿Necesitamos distancia para estar cerca? (Sarah Jessica Parker)
La distancia hace crecer el cariño (Simone Elkeles)

El distanciamiento social
Una posibilidad para el acercamiento a una nueva humanidad
Trazado de primer Grado
Presentado por el Q.·.H.·.
Jorge Fernando Flores Zepeda
R.·.L.·. Jorge Washington No.·. 28
O.·. de Coatepeque

Queridos hermanos todos:

A lo largo del tiempo que ha pasado desde la primera noticia de la
existencia de lo que hoy es la pandemia más grande que este milenio ha
tenido; hemos escuchado y visto en los medios de comunicación y en el
internet una cantidad horrorizante de información sobre el virus, sobre
las políticas de gobierno nacionales e internaciones; sobre los presuntos
robos; sobre los enriquecimientos ilícitos de los que a momentos ha sido
responsable Estados Unidos; luego China; posteriormente Rusia; de
nuevo Estados Unidos en un devenir de teorías de conspiración
interminables; al día de hoy la entrada coronavirus arroja en google
2,320,000,000 resultados; Covid-19, 3,240,000,000 resultados; es decir
que solo en internet hay una sobresaturación de información de casi seis
billones de datos; la mayoría datos falsos.
No es la intención de este trazado hablar de cifras, de teorías
conspiratorias o de acusaciones políticas infundadas; sino más bien
poner los pies en la situación actual; para hacerlo de una manera
adecuada es necesario comprender el concepto de realidades
imaginadas; esto es aquellas construcciones que se hacen en la
sociedad para regular las relaciones, comportamiento y resultados de la
misma aunque al inicio estén solamente en la mente de quienes las
crean y posteriormente se conviertan en normas de coerción social; no
me refiero solo al uso de mascarillas o guantes; me refiero a casi todo lo
que damos por sentado; es necesario analizar la realidad a manera de
un niño de tres años que siempre se pregunta el porqué de las cosas;
pues, si vemos detenidamente y a profundidad encontraremos que las
realidades en la sociedad son solo ficciones; la ficción del dinero, de las
personas jurídicas, de los ritos urbanos; de la propiedad; la realidad
imaginada de la libertad…
Al final de cuentas tenemos solo sentimientos; somos un sentir
manifestado en las acciones que tomemos.
En la crisis del coronavirus muchas realidades imaginadas se han creado
y estas se han incluso degenerado; pues la observancia de las medidas
de seguridad solo es un placebo para muchas cosas incluso ha habido
alguien que ha comparado las mascarillas con mordazas para silenciar
nuestro pensamiento.
Lo cierto es que como resultado de la pandemia, tenemos ahora el
confinamiento y aislamiento que recae en nuestros ancianos y niños; los
estigmatiza e incluso los hace ver prinicipalmente en el caso de los
ancianos como inservibles o innecesarios.
El mismo confinamiento nos ha llevado al distanciamiento social; hoy
damos la mano, el abrazo o el beso solo a quienes verdaderamente
gozan de nuestra total confianza y están más cerca de nosotros;
Hoy no tenemos restaurantes; centros de diversión, ni posibilidad de
viajar distancias; nos tenemos solo a los que somos, grupos pequeños; y
aunque la tecnología nos permite acercar o eliminar distancias; por
seguro hemos quedado epigenéticamente marcados; nuestras futuras
generaciones nacerán con genes que reconozcan lo que habíamos
perdido; el valor de la familia, de la fraternidad; de la unidad.
El coronavirus pasará; dejará sin duda malparada o incluso tirada la
economía de varios años; pero reconfiguró desde ya la sociedad; nos ha
permitido mirar en el inframundo; bajo la sombra de la muerte la
humanidad vivió su memento mori; y a través de tal introspección y
revalorización de nuestras prioridades estaremos más cerca de
convertirnos en mejores seres humanos.
Esa quizá sea la misión del masón, apoyar a los que componen nuestros
círculos a vivir el memento mori actual; creando así un nuevo modelo;
uno que sobrepase el modelo androcrático donde la fuerza; la violencia y
el poder dominan y podamos encaminarnos cada días más hacia un
modelo gilánico que representa la unidad; la tolerancia y la aceptación
de las diferencias para lograr construcciones sociales más fuertes que
exalten la vida y sus valores.

Es cuánto.
Sitios Web utilizados para el presente trazado:

www.google.com

https://www.worldometers.info/coronavirus/