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POLITÉCNICO GRANCOLOMBIANO

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES


CONSTITUCIÓN E INSTRUCCIÓN CÍVICA
VALERIA CASALLAS Q.

UNA NOCHE INFERNAL, A CAUSA DE TRANSMILENIO.

El día viernes antes de semana santa, en plena hora pico me dirigía a mi lugar de trabajo en Chía, razón
por la cual debía hacer uso del medio de transporte masivo de transmilenio. Me encontraba en la
estación Calle 100, y al subir el puente que me dirigía hasta la entrada de dicha estación, llegue hasta
donde comienzan las escaleras y mis ojos no veían más allá del tumulto de personas tratando de
ingresar, no importaba como unos me empujaban, otros me jalaban y otros gritaban, sin mencionar
aquellos inescrupulosos sin el propósito de hacer la fila, que se llevaban a quien se encontraran por
delante.

No obstante, después de casi más de una hora de tratar de meterme entre la multitud, logré llegar hasta
los lectores y entrar a la estación, pero a pesar de encontrarme dentro de ella, seguía entre tal cantidad
de personas que también estaban esperando poder tomar el servicio, por lo cual me tardé mucho más,
eran ya casi las 6:30 pm y yo debía estar en mi lugar de trabajo a las 7:00 pm, estaba desesperada.

Al ingresar al bus correspondiente, tras ser ultrajada y demás por tanta cantidad de personas ya estaba
en camino o al menos eso esperaba, sin poder respirar aire fresco y tras tener que percibir diferentes
olores; en mi paso un señor habitante de calle, de casi 70 de edad años, tirado en el suelo gritando y
quejándose de un inmenso dolor que le carcomía su pierna derecha, todos quienes nos percatábamos
de la situación podíamos decir que estaba muriéndose.

Durante el trayecto a ver que el señor no paraba de quejarse, decidimos indicarle al chofer de
transmilenio que parara en la siguiente estación fuera o no de la ruta, con el fin de encontrar ayuda
para esta persona, colaboradores de transmilenio llamaron inmediatamente a la policía para que se
hiciera cargo , ayudamos a bajar al señor y proseguimos, desde lejos se veía la escena dentro de dicha
estación, Alcalá en donde los policías hablaban con él, mientras él seguía tirado en el suelo; sé que
muchos nos quedamos pensando en que era muy poco o casi nada la atención que le iban a brindar a
esta persona, sin embargo, quedamos con la satisfacción de haberlo ayudado.

Después de tan incómodo momento, llegué al Portal Norte en donde debía tomar el bus que me llevaría
hasta chía, eran las 7 pm, hora en la cual yo ya debía estar en mi lugar de trabajo, al salir por los
lectores al paradero de flotas, me di cuenta que había una fila que superaba 50 personas sólo por
ingresar al bus que yo necesitaba, sin mencionar el resto de filas que esperaban a los buses que se
dirigían hacia Tabio, Tengo, Cajica, y demás lugares aledaños a mi lugar de destino. Por un momento
pensé que me iban a excluir del trabajo, entonces con paciencia hice nuevamente la fila y espere mi
turno, eran las 7:30pm y yo hasta ahora estaba en plena autopista con 170.
Cabe mencionar que tuve que seguir el trayecto en pié, lo cual me impedía ¨retocarme¨ un poco para el
trabajo, teniendo en cuenta que tras dichas situaciones mi cabello no se encontraba en su lugar, y al
sudar no solo por la angustia de mi llegada, sino por la vida de aquel personaje no podía esperar menos
que estar completamente desarreglada.

Al llegar al terminal de transportes y dirigirme caminando unos 10 minutos hacia Andrés carne de Res mi
lugar de trabajo, ya mi demora era exagerada y sin poder llamar a mi jefe y disculparme, decidí correr
hasta llegar.

Me cambie, me arregle lo más rápido posible, corrí hasta marcar mi llegada, no sin antes encontrarme
con Andrés jefe superior del restaurante y sin poder evadirlo tuve que atenderlo.

¿Qué estás haciendo? ¿Por qué vienes corriendo? A ¿qué hora era tu llegada? , Me exclamó.

Y yo muerta de los nervios debido al carácter fuerte de este personaje, no tuve más remedio que
responderle la verdad. Lo anterior no solo ocasionó un regañó para mí, sino también, un regaño para mi
jefe directo quien durante mi jornada laboral, no sólo me colmo de trabajo sino que a pesar de ser
buenos amigos se enfureció conmigo hasta la hora de salida.

Con toda esta historia y experiencia, cabe indicar que nuestro servicio de transporte es nefasto, que
carece de buena infraestructura, logística y su coordinación es más que pésima y aun, sabiendo esto,
como ciudadanos no aportamos un granito de arena a tal punto de no pagar el pasaje, robando,
vendiendo, y demás, que no solo evidencian una gran desmejorá en el servicio, sino que además, lo
ridiculizan frente a servicios de otros países, nos hace falta cultura ciudadana y compromiso no sólo con
la sociedad , sino con nosotros mismos.

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