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Universidad Nacional de Colombia.

Departamento de Historia
Estado – Nación y Nacionalismo.
Willian Silva Yaicate.

1. TEMA:
La conformación del Estado Sirio a través del nacionalismo ¿verdad o mito?

2. PROBLEMA HISTÓRICO:
El surgimiento del nacionalismo árabe y el nacionalismo sirio como impulsadores del
proyecto de una nación árabe unida.

3. PREGUNTAS DE INVESTIGACIÓN:
1. ¿Es el nacionalismo sirio la responsable de la formación del Estado o solo un mito?
2. ¿En qué consistía los proyectos nacionalistas en los territorios árabes?
3. Cuando se impone la creación de un Estado se olvida los rasgos culturales, religiosos y
sociales, ¿cuáles son las causas producidas por dicha imposición?
4. ¿Cuál fue el papel ejercido por los nacionalismos en Oriente Próximo respecto al
proyecto que pretendía la creación de una nación árabe unificada?
5. ¿Qué diferencias existieron entre los dos tipos de nacionalismos; árabe y sirio que
imposibilitó la creación de la nación árabe?
6. ¿Qué papel juega la identidad en la construcción del nacionalismo sirio?
7. ¿Cuáles son las contradicciones existentes del nacionalismo árabe y sirio?

4. INTRODUCCIÓN:
El presente trabajo investigativo tiene la intención de indagar por el surgimiento del
nacionalismo árabe y el nacionalismo sirio como proyectos similares, aunque con enormes
diferencias, que buscaban la conformación de los Estado árabes unidos, en este caso, nos
inclinaremos a abordar el caso sirio. Nos interesa evidenciar cómo la inquietud por rescatar
los principios nacionalistas marcó las pautas para la descolonización europea de los
territorios árabes, la independencia del Imperio Otomano y despertó, al interior de los
árabes, la impetuosa necesidad de formar un gobierno alternativo. Mientras que por el lado
sirio, se intensificaron y se reavivaron los sentimientos patrios. Sin embargo, a través de la
historiografía sobre Oriente Próximo muchas veces dichas afirmaciones son cuestionadas y
refutadas, es así como las contradicciones y desacuerdos sobre los dos tipos de
nacionalismos, nace el sentido de esta investigación que intenta demostrar hasta qué punto
las afirmaciones anteriormente hechas son verdaderas y de qué manera se han logrado o
fracasado.

Siria jugó un papel determinante en la Primera Guerra Mundial, en parte porque las
potencias: Francia y Gran Bretaña le habían solicitado su apoyo en su lucha contra los
turcos a cambio del apoyo en la creación de un Estado árabe unificado e independiente, lo
que en últimas, aunque se llevó a cabo la unificación, el periodo de duración resultó muy
efímero. A partir de allí, son muchos los intentos empleados para lograr la unificación de
los estados árabes por parte de las potencias europeas, o así lo hacen ver, que resultaría en
una tarea bastante densa, tales debates fueron extendidas hasta el final de la Segunda
Guerra Mundial y finales del S. XX con Muammar el-Gaddafi.

En ese sentido, es necesario insertarnos en la historia política de Siria y de todos sus


vericuetos políticos- históricos para comprender el surgimiento de los nacionalismos y
cómo pudo concretarse la creación del Estado. Por otra parte, la fractura que se presenta
con las potencias como Francia e Inglaterra respecto a la imposición en la creación de las
fronteras y las decisiones políticas externas, para lo anterior, partimos de la premisa de que
“todo pueblo tiene la necesidad de manejar su propio destino."

El trabajo se dividirá en cuatro secciones para su mejor desarrollo y comprensión, en la


primera sección abordaremos las consecuencias, producto de la Primera Guerra Mundial
respecto a los pueblos árabes, la independencia del imperio Otomano y los intentos
infructuosos en la creación de la Gran Siria. Como segundo aspecto abordaremos el
surgimiento de los nacionalismos árabes en la búsqueda de romper con las influencias
culturales y políticas europeas al interior de los territorios árabes. La tercera parte se
encargará de indagar por el papel, dentro del escenario político- ideológico, la creación del
partido político Baaz. Por último, estudiaremos las diferencias existentes entre el
nacionalismo árabe y el sirio que, a pesar de tener los mismo ideales, crearon una división
ideológica en el seno de los pueblos árabes.

A través de la emergencia del nacionalismo sirio intentamos responder a los problemáticas


presentes en la actualidad, el papel ejercido por las potencias extranjeras imponiendo
decisiones, creando micro-estados y fronteras problemáticas, incumpliendo así el proyecto
de la nación árabe. Nos interesa indagar, así mismo, de qué manera el nacionalismo sirio
avivó el sentimiento histórico y cultural por hacer parte de un país soberano y democrático,
sin injerencias externas. ¿Fue el despertar del nacionalismo la responsable de la creación
del Estado Sirio?, sumado a los debates en torno a las contradicciones de los nacionalismos.

5. JUSTIFICACIÓN.

No podemos comprender de manera general la creación de los estados árabes si no


buscamos en el surgimiento de los nacionalismos que, por cierto, es muy cuestionada por
diversos académicos y teóricos como Martín Kramer y aceptados por otros como uno de los
pilares fundacionales de los Estados árabes. Algunos teóricos plantean que fue el
resurgimiento de los nacionalismos árabes los que permitieron la independencia del imperio
Otomano y, así mismo, la que hizo posible la desvinculación de las potencias extranjeras en
la injerencia de las decisiones políticas. No obstante, Emilio Sánchez de Rojas Díaz, Martín
Kramer entre otros alegan que dicho nacionalismo representó un fracaso absoluto ya que no
culminó sus propósitos y que por el contrario, el panarabismo1 terminó en la fragmentación
de los pueblos árabes y posteriormente en la creación de pequeños Estados independientes.

El por qué de la importancia del estudio del nacionalismo árabe y el sirio responde a que
son consideradas como el fenómeno responsable de la gestación y configuración de los

1 Es el sentimiento de los pueblos árabes de crear un Estado unificado. La idea de formar toda la nación árabe con su
lengua, y la cultura árabes en una sola.
Estado árabes, que resultaron posteriormente en su fracaso. Po otro lado, la idea del
nacionalismo es solo una "identidad falsa"2 el cual nos inquieta y la mejor manera de
desarrollarla es a través de un paralelo que presente un punto de vista objetivo sobre la
creación del Estado sirio a través de los ideales e imaginarios nacionalistas, si fue posible
dicha creación por parte del nacionalismo o fueron ajenos. Por último, la importancia de
estudiar la debilidad de los nacionalismos permite mostrar una radiografía de la historia
Siria y los estados árabes.

Acerca del proyecto del panarabismo podemos ubicar su importancia y su similitud con el
contexto colombiano, nada más con la experiencia de la Gran Colombia cuando, ideados
por Simón Bolívar y Miranda, se pensó en la creación de la Gran Colombia como el sueño
integrado de los países latinoamericanos, en el sentido de que la identidad árabe amparado
por el panarabismo se pensó en la conformación de un solo Estado árabe unificado. Sin
embargo, tuvo resultados negativos desencadenando su disolución en 1931, en la actualidad
los países que pensaban vincularse son estados totalmente independientes.

6. OBJETIVOS GENERALES Y ESPECÍFICOS.

1. Definir cuáles fueron los fenómenos que permitieron la creación del Estado sirio.

2. Delimitar las verdaderas funciones que tuvo el nacionalismo árabe y el nacionalismo


sirio acerca del proyecto unificador de los pueblos árabes y cuáles sus debilidades que
hicieron posible su desintegración.

3. Describir la emergencia del nacionalismo árabe y el nacionalismo sirio como impulsor


del proyecto del panarabismo.

3. Definir el papel político de Baaz en la configuración del nacionalismo árabe y el de


Antun Saade con el nacionalismo Sirio.

2 Kramer, Martín, Nacionalismo árabe: una identidad falsa, Daedalus, 1993. Pp. 1.
4. Establecer cuáles fueron las efervescencias presentadas por algunos países árabes en la
creación, imposición e injerencia de la creación de Estados y las fronteras por parte de
países externos como el caso de Francia e Inglaterra.

7. BALANCE HISTORIOGRÁFICO.
María Constanza Apodaca plantea que tras la final de la Primera Guerra Mundial y la
derrota del imperio Otomano, grupos nacionalistas árabes convocaron un Congreso General
Sirio con la finalidad de organizar un gobierno independiente en el conjunto de los
territorios que habían constituido la provincia de Siria bajo los Otomanos.3

Estaban asistiendo a un nuevo momento en la historia cultural y política árabe. Es así como,
un año más tarde, en 1919 el Congreso empieza ejecutar los planes trazados hasta el año
siguiente, el 8 de marzo de 1920, cuando emerge el moderno Estado sirio, pero bajo
influencia francesa, no independiente del todo, pues las decisiones políticas eran tomadas
por las potencias presentes en la región: Francia e Inglaterra. Lo que intenta abordar María
Constanza es una radiografía de los diferentes momentos históricos hacia la construcción de
la Gran Siria pasando por las dos guerras mundiales y los primeros momentos de la Guerra
Fría.

Diversos autores y/o académicos han escrito sobre el despertar o el resurgimiento del
nacionalismo sirio como la brújula que direccionó la creación del Estado sirio, sin embargo,
hay divergencias y polos opuestos entre la interpretación del nacionalismo sirio en contraste
con el nacionalismo árabe. Por un lado, hay intelectuales que sostienen que el nacionalismo
árabe solo fue una excusa vaga planteadas por los intelectuales de la época, que si bien, fue
muy aceptada en su tiempo, no tuvo unas bases sólidas o fueron, de alguna manera,
efímeras. Martín Kramer, un norteamericano-israelí, y respetado investigador de Oriente
Medio, es un categórico detractor del nacionalismo árabe en la medida en que lo entiende
como “un nacionalismo que surgió de manera irregular, se difundió de un modo
espectacular y, a continuación, vaciló y fracasó.”

3 Apodaca del hoyo, El proyecto de la Gran Siria y las relaciones internacionales en Oriente Medio, 1945-1947,
Universidad de Salamanca. Pp. 1.
Ahora bien, respecto al papel del nacionalismo árabe con sus aparatos ideológicos y
políticos, plantea que no fue la responsable directa en la formación del Estado sirio, y que
tuvo un papel intrascendente en la independencia del Imperio Otomano. Al contrario de lo
que podía creerse, argumenta que mientras el Imperio Otomano existió, el arabismo se
transformó en un nacionalismo maduro, en donde los partidarios del nacionalismo
abogaban por la descentralización administrativa, no por la independencia árabe, y no
imaginaban un orden al margen del Imperio Otomano, sino una solución en forma de un
gobierno responsable y que profesaban cierta admiración por las democracias liberales de
Occidente, en especial de Francia e Inglaterra, a pesar de que tenían un entendimiento
imperfecto del significado de la palabra “libertad.”4

Las expectativas respecto a los alcances del nacionalismo árabe no son alentadoras tampoco
para Ramón Ortiz en el sentido de que ve el proyecto de la unidad como un pretexto para la
eliminación de la oposición interior y la represión de las minorías. Por otro lado, el mejor
ejemplo que muestras Ortiz acerca del fracaso de los intentos unificadores, cuyo proyecto
es planteada por el nacionalismo árabe, se puso de manifiesto en la hostilidad entre el
régimen iraquí y sirio, ambos apoyados teóricamente por el partido Baaz.

Ortiz termina afirmando que la búsqueda de la unidad se convirtió en una continua


competición por el liderazgo árabe entre las distintas capitales de la región.5 Puntualiza que
el proyecto unificador que pretendía el nacionalismo árabe resultó frustrante, cada región
cogió sus propios rumbos y destinos, ahora ya enfocados a solucionar sus propios
problemas internos.

Ignacio Gutiérrez de Terán es más optimista respecto al nacionalismo sirio como motor e
impulsor de los ideales nacionalistas en la conformación del Estado sirio, argumentando
que el nacionalismo “aportó un resorte ideológico para numerosos proyectos de Estado
moderno y durante los 70s se convirtió en referente de la acción social y movilizadora del
ideario político árabe.”6 Sobre la influencia que tuvo el nacionalismo árabe concluye que
“es insoslayable que, en su periodo formativo, el nacionalismo árabe se ve influido por las
4 Kramer, Martín, Nacionalismo árabe: una identidad falsa, Daedalus, 1993. Pp. 7.
5 Ortiz, Marina. D. Ramón, Del nacionalismo al integrismo: el fracaso dela secularización del mundo árabe, Ministerio
de Defensa. Pp.
6 Gómez-Benita, G. Ignacio, El desfonde del nacionalismo árabe: los casos de Líbano, Siria y Libia, Universitat
Internacional de la Pau. Universidad Autónoma de Madrid. Pp. 1.
corrientes románticas procedentes de Europa y la reivindicación de los factores culturales,
lingüísticos y étnicos como elementos diferenciadores.” 7 El momento oportuno de los
grandes artistas culturales y políticos entraba en escena a través de un despertar (Nahda)
cultural y político de los territorios árabes. Fueron los intelectuales de la Nahda que
mediante la publicación de recuentos literarios e históricos, enciclopedias y obras poéticas
y es partir de allí que surge, según Gómez-Benita, una tendencia reivindicativa en el seno
de éstos círculos que instaba a una nueva formulación de la realidad de la política árabe. 8
En conclusión, el nacionalismo árabe se erige en un referente doctrinal e ideológico
habilitado para suscitar una corriente de oposición al imperio Otomano y después hacer lo
mismo contra la opresión europea, francesa y británica. El máximo exponente del
nacionalismo sirio fue un iraquí llamado Satí Al-Husri, que fue un defensor de un
nacionalismo laico e integrador de los países orientales. Al-Husri pone todo su empeño en
argumentar la especificidad árabe dentro de los dominios otomanos, zanjó un debate en
torno a la afirmación de las potencias europeas en calificar al nacionalismo árabe como
inmadura política y socialmente, quienes se encargaron de proyectar una incapacidad
intelectual en los árabes de no poder llevar el rumbo de sus propios pueblos. Sus bastiones
más fuertes del nacionalismo profesado por Al-Husri son el rescate de los factores
culturales y lingüísticos que van a estar presentes en la reclamación nacionalista.

1. BALANCE TEÓRICO

Sobre la nación y el nacionalismo, Kevin Ary Levin formula que existen dos escuelas para
abordar la llamada “cuestión nacional”. Están los esencialistas que ven el fenómeno de la
nación como algo atemporal o algo muy antiguo. Los esencialistas ven en ellas, una serie
de atributos necesarios para la existencia de una nación, entendida como una entidad real y
ajena a consideraciones de subjetividad e incluye requisitos básicos a nivel cultural,
religioso y racial.9 Por otro lado, la escuela modernista e historicista de la cuestión nacional,
que de acuerdo a Ary, ve a la nación como un dispositivo político moderno, el resultado de

7 Ibíd. Pp. 1.
8 Óp. Cit. Pp. 4.
9 Ary, L. Kevin, La construcción de la identidad nacional palestina y su negación en el conflicto palestino-israelí, Unidad
sociológica. N° 3. Año I, enero 2015- mayo 2015, Buenos Aires-Argentina. Pp. 36.
un proceso dinámico y cambiante de lo que Anderson define como “comunidad imaginada”
donde es imposible que todos sus ciudadanos se conozcan pero que los une un sentimiento
de solidaridad, limitada y soberana, unida por una noción construida de pasado común y
futuro colectivo.10 De acuerdo al anterior postulado podemos comprender los ideales del
proyecto panarabico en el sentido de que poseían un sentimiento colectivo de un pasado
común y con proyección a futuro.

Rescatando a Benedict Anderson encontramos que, para el caso árabe y quizás en esa se
basa se frágil estructura, “el poder político de los nacionalismos, frente a su pobreza y aun
incoherencia filosófica.” Plantea entonces que el nacionalismo no ha producido jamás sus
propios grandes pensadores. Continúa, que dicha “vaciedad” produce fácilmente cierta
condescendencia entre los intelectuales cosmopolitas y multilingües. Sobre la nación
plantea que es imaginada porque a pesar de que la nación sea muy pequeña, jamás
conocerán a la mayoría de sus compatriotas, no los verán no oirán jamás de ellos pero en la
mente de cada uno vive la imagen de su comunión. Respecto a los alcances que tenían los
proyectos nacionalistas árabes y sirios su éxito estuvo condenada al fracaso o así lo
interpreta Anderson cuando plantea que una nación se imagina limitada porque incluso la
mayor parte de ellas, que alberga tal vez a mil millones de seres humanos vivos, tiene
fronteras finitas, aunque elásticas, más allá de las cuales se encuentran otras naciones.
Finaliza argumentando que ninguna nación se imagina con las dimensiones de la
humanidad y que los nacionalistas más mesiánicos no sueñan con que habrá un día en que
todos los miembros de la humanidad se unirán a su nación.

Benedict Anderson sobre los postulados de nacionalismo y nación plantea que se facilitaría
las cosas si se tratase al nacionalismo en la misma categoría que el “parentesco” y la
“religión”, no en la del “liberalismo” o del “fascismo.” Sobre la nación plantea que es “una
comunidad política como inherentemente limitada y soberana”.11 La comunidad se imagina
limitada porque hay unas fronteras finitas, aunque elásticas, más allá de las cuales se
encuentran otras naciones. “Ninguna nación se imagina con las dimensiones de la

10 Ibíd. Pp. 36.


11 Gómez-Benita, G. Ignacio, El desfonde del nacionalismo árabe: los casos de Líbano, Siria y Libia, Universitat
Internacional de la Pau. Universidad Autónoma de Madrid. Pp. 23.
humanidad”.12 Soberana porque las naciones sueñan con ser libres y con serlo directamente
en el reinado de Dios. La garantía y el emblema de esta libertad es el Estado soberano. Se
imagina comunidad porque la nación se concibe siempre como un compañerismo profundo,
horizontal. Es esta fraternidad la que ha permitido (…) que tantos millones de personas
maten y, sobre todo, estén dispuestas a morir por imaginaciones tan limitadas.

Existen diferencias muy importantes entre los nacionalismos presentes en Europa y


América. Por un lado, como lo plantea Hans–Joachim König que la construcción del
nacionalismo europeo estuvo regida por los criterios étnicos o culturales como lengua,
religión e historia. Mientras que en América Latina la creación del Estado – Nación surge a
partir de un hecho político.13 Tan cómo se intentó concebir un Estado árabe unificado, los
criterios étnicos, raciales y culturales no fueron ajenos a ello.

La identidad es evidente cuando se presentan pugnas internas, muchas veces responden a


los imaginarios religiosos, culturales y de identidad. Es claro que para el caso sirio hay una
subdivisión que responden a los intereses culturales, políticos y religiosos de la mayoría
cultural, reclaman el porqué del gobierno de una minoría en su territorio, etc., a partir de
allí, los sentimientos de identidad salen a flote.

Anthony Smith plantea sobre la identidad que “la reciente proliferación de los conflictos
étnicos y nacionalismos étnicos en tantas partes del mundo ha puesto en relieve la urgencia
de un estudio en profundidad de las bases de la identidad nacional”14. Ahora bien, la
importancia de la identidad radica (…) retomando la historia de Edipo, que existe un
problema de identidad subrayando claramente un “problema de identidad, ya que desvela
cómo el yo está constituido por múltiples identidades y roles: familiares y territoriales, de
clases, territoriales, de clase, religiosos, étnicos y sexuales. También pone de manifiesto
cómo estas identidades se basan en clasificaciones sociales que pueden ser modificadas o
incluso abolidas.”15

12 Óp. Cit. Pp. 25.


13 König, Hans–Joachim, Discursos de identidad, Estado – nación y ciudadanía en América Latina: viejos problemas –
nuevos enfoques y dimensiones, Universidad Nacional de Colombia, Historia y Sociedad, Vol. 11. Pp. 9-31.
14 Smith, Anthony, La identidad nacional, Madrid, Trama, 1997. Prefacio a la edición española.
15 Óp. Cit. Pp. 2
La vigencia de los problemas de la identidad, sobre todo la identidad nacional “continúa
siendo parte fundamental de nuestra vida social y política, y origen a la vez de comunión y
de conflicto. Aunque ciertas naciones estén sufriendo profundas transformaciones, los datos
indican que las identidades nacionales, que son a la vez étnicas y cívicas, siguen estando
firmemente arraigas en la conciencia y sentimientos de las personas de todo el orbe”16

Ángel Cerutti y Cecilia Gonzáles plantean que “si bien la identidad se estudia encarnada en
individuos concretos, no es posible la construcción de una identidad individual fuera de una
identidad social, cualquiera sea el carácter que ésta revista – de clase, étnica, nacional, de
género, etc. – ya que los individuos se insertan en un entramado social ya construido”. Para
sustentar sus planteamientos citan a Benjamín Piqueras, cuyo planteamiento responde a la
necesidad del otro para la conformación de la sociedad “en la medida en que el individuo
no puede concebir sin el medio, requiere de los otros para conformar su identidad. Por
tanto, podemos proponer que la identidad sólo cobra existencia y se verifica a través de la
interacción: es el ámbito relacional, en el inter – reconocimiento donde las distintas
identidades personales que vienen delineadas por una determinada estructura social se
consensuan”17 cosa muy contraria de lo que se intentó con la unificación árabe.

8. RAÍCES DEL SURGIMIENTO DEL NACIONALISMO SIRIO.

Raniah Tourkmany ubica el resurgir del pensamiento árabe en la Gran Siria desde
mediados del S. XIX y que se han visto apoyados en la ciencia, la sabiduría y el
enriquecimiento de la lengua árabe con terminología moderna. Argumenta además que el
nacionalismo ha dibujado un horizonte que se enorgullece del arabismo y los transmite a las
generaciones para que sigan el camino de sus antepasados a través de una doble estrategia
que protege el legado y se beneficia de los logros de la civilización moderna.18
Raniah presenta una evolución que consiste en seis puntos, de los cuales rescataremos los
dos más importantes son:
- La constitución de la “Asociación Científica Siria” en Beirut en 1847, que trabajó
por la difusión de la ciencia y en el revivir de la lengua árabe incluyendo en sus
16 Ibíd.
17 Piqueras, Benjamín, Sobre la identidad Nacional. Barcelona, Alex, 1997. Pp. 271.
18 Tourmany, M. Raniah, El partido Ba´t en Siria: Evolución ideológica de su fundador y praxis política a partir de
1940. Universidad Complutense de Madrid, Departamento de Estudios árabes e islámicos. Madrid, 2015. Pp. 21.
filas a sirios y egipcios. En la inauguración se dijo: “es un deber de los árabes
recuperar su gloria, y es su deber confiar en ellos mismos.”
Raniah afirma que dicha asociación no se limitaba sólo a la Gran Siria sino que seguía una
dirección árabe y se refiere a los árabes como una nación. Lo más importante fue que,
según Raniah, aglutinó a 180 miembros, y su valor histórico reside en que fue la primera
voz árabe que hizo un llamamiento al movimiento nacionalista árabe.
- Por último, y el no menos importante, es la creación el mismo año de la
“Asociación de la Literatura y las Ciencias”.
El partido Baath o Baaz tendrá una implicación enorme con la emergencia del nacionalismo
árabe, la palabra Bazz significa “renacimiento” y bajo ese estandarte ideológico se
intentaba materializar la reconstrucción de una nación árabe unida, cuyo proyecto
empezaba a gestarse en 1940. Sus máximos exponentes hacían parte de la pequeña
burguesía que habían estudiado en Sorbona, eran letrados y con un alto bagaje político,
cultural y teórico. Uno de ellos fue el teórico Michel Aflaq y Salah Bitar.

La importancia del partido Baath o Baaz radica en que, a través de ella, podemos entender
el resurgimiento del nacionalismo árabe, cuyo fin era la creación de una nación árabe
unificada. Uno de los primeros golpes ideológicos producidos al interior del partido fue la
publicación, que va a tener repercusiones importantes en el imaginario colectivo del pueblo
árabe, del primer periódico Al-Baath (El Renacer) cuyos principios estaban sustentadas en:
“la unidad árabe, la libertad y el socialismo.”

Integrados en su mayoría por militantes intelectuales e ideológicos se concretó su fundación


en 1947. Desafiaron toda doctrina que fuese en contravía del objetivo unificador del pueblo
árabe. Por ello, era claro que se iban a oponer a la comunidad de creyentes que estaban
pensando en un proyecto de gran envergadura como el panislamismo, sobre ella descansaba
la recuperación de la grandeza del pueblo árabe y el alcance de su independencia. Sin
embargo, el proyecto panislámico no era del todo incluyente, y su base histórica era la
religiosa, debido a ello encontró en el partido Baath sus detractores más acérrimos. Por su
parte el nacionalismo encontró en la lengua y la cultura, las bases suficientes que
direccionarían el rumbo hacia una nación árabe unificada, cuya expresión esplendorosa del
espíritu árabe descansaría sobre el Islam como religión.

El nacionalismo en el contexto sirio, es decir, el nacionalismo propiamente sirio fue


fundado por Antun Saase y tenía una fuerte relación con el proyecto del partido Baath en el
sentido de que a través de la identidad árabe intentaban la unificación de la región que años
antes habían sido divididas artificialmente por los pactos coloniales entre Francia e
Inglaterra. Al contrario del nacionalismo árabe que abogaba por una identidad con base
árabe, el nacionalismo de Saade postulaba una identidad propiamente Siria. Saade se
inspiró en las ideas militaristas, con el fin de exaltar la idea de la patria, el sentimiento
nacionalista a través de los símbolos casi en términos sagrados y la exaltación de la figura
del líder sagrado.
Por otra parte, la diferencia existente entre el nacionalismo árabe y el nacionalismo sirio es
que la primera rechaza contundentemente la idea de raza, en cambio toma las premisas del
factor lingüístico como elemento cohesionador de la sociedad, de lazos de unión y
fraternidad, Saade con el nacionalismo sirio se inclina más bien por la idea de la existencia
de una jerarquía de mestizajes. Es decir, Saade conceptúa que la raza es un elemento
definidor de la nacional. Para él, por supuesto, los sirios pertenecen a una raza superior.19

10. CONCLUSIÓN

María Constanza Apodaca concluye que los esfuerzos por re construir la Gran Siria no
dieron los resultados esperados por dos motivos: el primero se debió a “que los esfuerzos
por Abdallah para reconstruir la Gran Siria contribuyeron a dar forma a las relaciones
que se establecieron entre los países árabes recién independizados, generando fuertes
tensiones entre los mismos y fomentando las divergencias en el seno de la liga árabe”
cuyos recelos tenían explicaciones en que la liga árabe procuraba frenar e impedir la
partición de Palestina. Por otro lado, los efectos producidos por el proyecto de la creación
de la Gran Siria tuvieron su foco de discordia entre la mayor parte de los miembros de la

19 Ruiz, Bravo, Carmen. Ob. Cit. Pág. 181. Citación a la obra “Muhadarat”, de Antun Saade.
liga con Transjordania, despertando los recelos de Irak, el cual desencadenaría al roce entre
Egipto y Transjordania en la lucha por el poder hegemónico.
Por otra parte, el resurgimiento del nacionalismo árabe no se presentó al azar, había sido
motivado por Inglaterra, sin embargo, la liga árabe no vieron con buenos ojos la
intervención de Londres en el proyecto, a partir de allí nace un sentimiento antibritánico y
antiimperialista de la sociedad árabe. Los esfuerzos de Londres en participar del proyecto
de la Gran Siria respondía al temor que presentaba en aquel momento el expansionismo
soviético, al mismo tiempo que la desconfianza provenía del bando soviético con el temor
de que la región reforzara allí sus influencias político- militares.

Finalmente, Ramón D. Ortiz Molina plantea que “la búsqueda de la unidad árabe se vería
pronto como un elemento utópico. Todos los regímenes citados utilizarían la bandera de la
unidad como un medio para llevar a cabo sus políticas particulares. Los sucesivos intentos
de unión, buena parte de ellos protagonizadas por Libia, fracasarían. En realidad, el
nacionalismo árabe no serviría ni como medio de cohesionar los nuevos Estados árabes
internamente.”20

De acuerdo a Aflaq y Bitar sostenían que una de las causas que lograron la imposible tarea
de creación una nación árabe unificado de acuerdo a los principios nacionalistas se
debieron a, que los pueblos liberados del dominio turco, no pudieron unirse en un solo
Estado debido a que las potencias vencedoras decidieron dividir a la “nación” creando
diversos Estados sin verdaderas bases nacionales.21

Las bases del nacionalismo planteadas por el partido Baath no eran del todo sólidas. Así se
evidenció, años más tarde, su débil estructura ideológica y política a pesar de que en el año
de 1953 la lista de militantes al partido se engrosó, por un lado, se incorporó un sector
considerable de la sociedad árabe como artesanos, campesinos y comerciantes. Así como la
unión fraternal con el Partido Socialista Árabe dando como resultado una base social más
popular. No obstante, la unión política y la integración de nuevos sectores sociales al

20 Ortiz, Marina. D. Ramón, Del nacionalismo al integrismo: el fracaso dela secularización del mundo árabe, Ministerio
de Defensa. Pp. 35.
21 Disponible para consulta en Revista en línea HISTORIA DEL MUNDO CONTEMPORÁNEO:
http://carpetashistorias.fahce.unlp.edu.ar/carpeta-3/notas/el-partido-baath
proyecto nacional se tuvieron resultados muy limitados, como en el caso de la toma del
gobierno en Siria e Irak casi 10 años después.
Cinco años después de la unión con el Partido Socialista Árabe se da la unificación con
Egipto bajo el gobierno de Nasser. Las pugnas entre Nasser y Aflaq se presentaban por la
fuerte disputa en torno a la subordinación del partido, Aflaq fue perdiendo influencia al
interior de su partido y Nasser poco a poco subordinó el partido a su conveniencia.
Por últimas, aunque el partido nacionalista Baath con todos sus esfuerzos accedieron al
poder a través de golpes de Estados en 1963, sus bases sociales no caminaban por el mismo
ideal, nacieron diversas tendencias del Baath que aceleraron su desmembramiento a través
de golpes de Estado. En el caso del nacionalismo sirio y su proyecto de unificación de los
pueblos históricamente definidos lingüística y culturalmente tampoco consolidar unas bases
sólidas entre los pueblos. Las respuestas las encontramos en que Saade nunca consideró con
mucho valor la lengua árabe, olvidando el carácter de lengua sagrada para los árabes.
Vemos dos polos contrapuestos ideológica y culturalmente, que desde luego,
imposibilitaron el avance del proyecto unificador de los pueblos árabes en la zona, cuyo
proyecto estuvo a cargo del nacionalismo árabe y el sirio.

11. BIBLIOGRAFÍA

❖ Anderson, Benedict, Comunidades imaginadas; reflexiones sobre el origen y la


difusión del nacionalismo, México, Fondo de Cultura Económica F.C.E., 1993.
❖ Ary, L. Kevin, La construcción de la identidad nacional palestina y su negación en
el conflicto palestino-israelí, Unidad sociológica. N° 3. Año I, enero 2015- mayo
2015, Buenos Aires-Argentina.
❖ Ortiz, Marina. D. Ramón, Del nacionalismo al integrismo: el fracaso dela
secularización del mundo árabe, Ministerio de Defensa.
❖ Gómez-Benita, G. Ignacio, El desfonde del nacionalismo árabe: los casos de
Líbano, Siria y Libia, Universitat Internacional de la Pau. Universidad Autónoma de
Madrid.
❖ Piqueras, Benjamín, Sobre la identidad Nacional. Barcelona, Alex, 1997.
❖ Smith, Anthony, La identidad nacional, Madrid, Trama, 1997.
❖ Tourmany, M. Raniah, El partido Ba´t en Siria: Evolución ideológica de su
fundador y praxis política a partir de 1940. Universidad Complutense de Madrid,
Departamento de Estudios árabes e islámicos. Madrid, 2015.
❖ König, Hans–Joachim, Discursos de identidad, Estado – nación y ciudadanía en
América Latina: viejos problemas – nuevos enfoques y dimensiones, Universidad
Nacional de Colombia, Historia y Sociedad, Vol. 11.
❖ Kramer, Martín, Nacionalismo árabe: una identidad falsa, Daedalus, 1993.

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