La inquietud por el tema de la protección y conservación del medio ambiente
nació, a nivel internacional, en la década de 1970; la preocupación por el gran aumento de la población mundial y el constante acrecentamiento de los niveles de contaminación.
En la sociedad actual, a la que desean y llegan recorriendo varios países del
mundo, teniendo el constantemente un impacto nocivo de la contaminación ambiental de todo tipo. Una dificultad, estrechamente destacada, primariamente por las personas que habitan en los focos urbanos de las urbes, está el de la Contaminación Acústica.
En nuestros días, el sonido, es calificado como forma de contaminación
ambiental que estropea la calidad de vida de la población. Los efectos del impacto acústico ambiental, perturba cada vez más a un número de personas y en específico a los moradores de las ciudades, tanto en el horario diurno y más en el horario nocturno.
Mirando las ciudades de nuestro país, notamos que en la mayoría, muchos
hospitales, hogares de ancianos, Centros Educativos, organismos laborales públicas y privadas, y residenciales; son rodeadas por calles y avenidas altamente aglomeradas por vehículos motorizados, actividades económicas y recreativas, obras públicas y privadas, que crean altos índices de contaminación sonora. Los enfermos, envejecientes, adolescentes y niños son los que más afectados con las bocinas de los vehículos; el estudiantado no se centralizan en sus trabajos académicos y muchos obreros sobrellevan estrés y arrebatos psíquicos.
A esto se añaden las competiciones y el mercadeo comercial y electoral (en
época de elecciones) a través de sonidos descomunales expuestos por artefactos y otros componentes sofisticados, las discotecas que han iniciado un suplicio sonoro durante las noches, así como grandes y invariables actividades legales festivas generalmente de fin de semana (parrilladas y demás bullas) que se ejecutan en cualquier residencia o lugar público, ignorando el derecho de paz de los vecinos. Conclusiones:
La investigación realizada sobre contaminación acústica compone una
significativa contribución para el progreso de la calidad de vida urbana.
Ante todo comprendiendo globalmente en qué consiste el ruido.
El ruido es un factor de los que más perturban la vida diaria y la armonía,
además es un grave problema de salud pública. Estudios recientes, la disminución del sonido es calificado un tema prioritario por la mayoría de personas, incluso por encima de otros graves dificultades medioambientales. La contaminación acústica es, pues, un problema general, complejo y con diversas vertientes, pero en el fondo es, sobretodo, una asunto de actitud particular. Debemos enseñar y promover el civismo acústico; es decir, el compromiso propio y colectivo para sujetar el exceso de ruido, siempre con una actitud dialogante, pero a la vez activa y decidida.