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Profesor:
GRUPO C
Preparado Por:
González, Chelsea
Pereira, Mónica
Ruiz, Sergio
Valdés, Nikolle
Durante el último año laboral, estuvo de baja por depresión. Cuando quiso
incorporarse a su puesto de trabajo se encontró con circunstancias laborales poco
amenas tales como cambio en la llave de acceso por lo se le negó el acceso al
edificio, cambio de su puesto de trabajo en un área de paso y sin posibilidad de
una silla para los posibles candidatos, cambio de contrato debido a reajustes
organizacional a un contrato mercantil, modificando su sistema de remuneración,
según facturaciones obtenidas.
Los elementos constitutivos de acoso moral en este caso práctico son los
siguientes:
Sobrecargar selectivamente a Patricia Santiago con exceso de
trabajo: se le asigno exclusivamente la empresa ISFRA que exige
seleccionar y entrevistar unos 150 candidatos semanalmente aunque
sólo contratan 3 al año y adicional a las tareas propias del puesto, la
técnico de selección le asigna un numero de entrevistas diarias y
presentación de un número de candidatos.
Sustraer elementos clave para su trabajo: luego de estar de baja por
depresión, al reincorporarse a su puesto se encontró con que había
cambiado las llaves de acceso al edificio y no podía entrar en él. Le
asignaron un espacio en el pasillo ara entrevistas sin posibilidad de
tener una silla para los candidatos y por último la línea de su teléfono
deja de funcionar por lo que debe usar otros teléfonos del
departamento dilatando su actividad laboral ya que la avería duró
más de una semana.
Tratarle de una manera diferente o discriminatoria con vistas a
estigmatizarlo ante otros compañeros: Días antes de su regreso a
labores, el responsable del departamento comento al resto de los
trabajadores que en breve se reincorporaría a su puesto una
trabajadora que había estado de baja por problemas de inestabilidad
emocional.
No valorar en absoluto el esfuerzo realizado por la víctima: A pesar
de las situaciones presentadas en cuanto a sobrecarga de trabajo, la
empleada hace el esfuerzo de sacar el trabajo mediante la solicitud
de incrementar su jornada laboral a 40 horas semanales. Dicha
solicitud es denegada.
Monitorear o controlar malintencionadamente su trabajo con vistas a
atacarle o a encontrarle faltas o formas de acusarle de algo: debido a
que el técnico determinó que el teléfono de Patricia se averió por
manipulación incorrecta, la coordinadora solicitó a partir de ese
incidente que le reportara diariamente qué labores realizaba y el
número de personas que entrevistaba.
Usar medidas exclusivas contra la victima (Patricia): la trabajadora
fue sancionada con una amonestación por escrito por ir a desayunar
con el resto de compañeras de selección pero al resto del grupo no
se les hizo tan sanción.
Bloquear el desarrollo o la carrera profesional, limitando el acceso a
cursos o seminarios de capacitación: la trabajadora solicitó asistir a
un congreso organizado por la empresa pero su solicitud
nuevamente es denegada.
Insultar a la víctima: La coordinadora ridiculiza a Patricia diciéndole
que vuelva al loquero para que le dé una pastilla que la entone y se
espabile en su trabajo. Además suele pedir las cosas a gritos tanto a
Patricia como al resto del departamento.
Este caso de Patricia, nos revela de manera clara lo está sucediendo hoy en
día en muchas organizaciones, donde existe un ambiente favorable en las
organizaciones para la propagación del acoso y la intimidación a los
empleados.
La interrelación disfuncional se expresa con mayor fuerza a través de
dimensiones tales como: la comunicación negativa en las áreas de ataque de
reputación, así como el daño a la persona, que disminuyen el compromiso con
la organización y afectan las intenciones de los empleados de cambiar de
trabajo.
Los aspectos negativos de la calidad de la relación de los empleados, el
sentimiento insatisfactorio de los empleados, debilitan de manera gradual una
correcta implementación de la responsabilidad social corporativa. Si hay al
menos un empleado que experimenta las acciones que entran en la categoría
de acoso e intimidación en la organización, entonces hay un error en la política
de gestión de la organización o algún vínculo de gestión. Cuanto más altos
sean esos índices, significa que existen más fuentes de conflicto en la
organización, mostrando a su vez una mayor vulnerabilidad de la organización
y menor enfoque en la interrelación de los empleados.
En las empresas que declararon RSE o se esfuerzan por ser socialmente
responsables, el acoso y la intimidación son una señal especial, que muestra
que el bienestar de los empleados como sujetos interesados recibe una
atención insuficiente, y en los procesos de organización del trabajo de políticas
de RSE y la calidad de las garantías éticas de las empresas. No se les presta
suficiente atención. Esto muestra que la implementación de la RSE enfrenta
obstáculos significativos relacionados con la organización del trabajo, donde la
recesión de los empleados está relacionada con la calidad de la gestión.La
estandarización de los procesos debilita la empatía de los gerentes, jefes o
supervisores con la relación humana y su desarrollo direccional en la lucha por
un clima psicológico favorable en los lugares de trabajo y, en la gestión, hay un
enfoque en el uso del poder disponible.
La responsabilidad social empresarial (RSE) incluye cuestiones de
sostenibilidad de las empresas, el medioambiente y el bienestar de los
empleados, en la medida en que se analiza el estado físico y psicológico de los
empleados, el impacto del clima organizacional en la confianza de los
empleados en la política de la empresa y la participación de los empleados en
implementación de iniciativas de RSE.
La participación de las organizaciones para abordar los problemas sociales
aumenta la productividad de los empleados y disminuye los casos de acoso
(mobbing), afectar los resultados financieros generales de la organización al
mismo tiempo.