La palabra no dice que Él nos va a hacer, dice que nos hizo, y en
este evangelio que se nos está revelando estamos cambiando los: “voy a ser” por los: “nos hizo”; no vamos a ser santos, nos santificó; no vamos a ser justos, nos justificó; no vamos a ser ministros, nos hizo ministros. POR ESO NUESTRA RESPONSABILIDAD NO ES CAMINAR BUSCANDO SER ALGUIEN SINO MANIFESTAR ALGO QUE YA SOMOS EN CRISTO. Y AUNQUE ESTO PARECE FÁCIL,LA MENTE HUMANA NO PUEDE COMPRENDERLO, ESTO ES UN DEPÓSITO A NUESTRO ESPÍRITU.
Nosotros no somos alguien esperando madurar para ser, lo que se
madura es lo que ya se es.
Las escrituras apostólicas nos dicen que si hemos experimentado
el nuevo nacimiento SOMOS MINISTROS, si no somos ministros es porque no experimentamos el nuevo nacimiento.
Al leer este pasaje debemos dar gracias al Señor, porque es una
maravilla no tener que esforzarnos a ser un ministro, porque Él ya nos hizo.
Nosotros somos personas que no debemos hacer algo para ser,
cuando la mente humana trata de comprender los asuntos divinos, a eso le llamamos obra de la carne.
Hacer hoy la voluntad de Dios no es hacer lo que Cristo hizo,
porque Él ya lo hizo. No estamos para hacer lo que Cristo hizo, estamos para manifestar lo que Él es, porque sus obras fueron consumadas. El ministro no es alguien que llega a ser sino alguien que es, que está completo pero no desarrollado que llega a la estatura de Cristo a través de ser perfeccionado. QUE VALOR LE DOY A LO QUE ESCUCHO EN ESTOS DIAS
❖ Una verdad es poderosa si le asignamos un valor.-
❖ Cuál es la moneda más cara con la que se paga una verdad: TIEMPO. Una verdad tiene tanto valor como TIEMPO le damos. Valoramos aquello que pagamos con TIEMPO. Como se que algo tiene valor para mi..porque le dedico tiempo. Una manera de valorar una verdad, es provocando COMUNIÓN. Porque una verdad siempre será más grande que nosotros. Ninguno de nosotros estamos en la condición única y personal de hacer que una verdad se manifieste. Necesitamos una gran estructura para que una verdad de Dios se manifieste en una generación. Esto es la razón por la que Dios creó a la Iglesia porque NUNCA una verdad de Dios puede ser manifestada individualmente. POR ESO LA MANIFESTACIÓN PLENA DE LA IGLESIA SE DARÁ CUANDO TODOS LLEGUEMOS A LA UNIDAD DE LA FE. EF 4:13 ❖ La verdad se compra poniéndole un valor. ❖ La verdad con UN valor es la que libera. Vemos un auto Mercedes Benz 0 km. Chocado. Solo atinamos a decir “que lástima”, pero como ese auto no es una “verdad asignada a nosotros”, no nos duele, porque solo duele aquello que le asignamos un valor Colosenses 1:26-28 de la cual fui hecho ministro, según la administración de Dios que me fue dada para con vosotros, para que anuncie cumplidamente la palabra de Dios, el misterio que había estado oculto desde los siglos y edades, pero que ahora ha sido manifestado a sus santos, a quienes Dios quiso dar a conocer las riquezas de la gloria de este misterio entre los gentiles; que es Cristo en vosotros, la esperanza de gloria, a quien anunciamos, amonestando a todo hombre, y enseñando a todo hombre en toda sabiduría, a fin de presentar perfecto en Cristo Jesús a todo hombre; Filipenses 3:12-15 V12 No que lo haya alcanzado ya, ni que ya sea perfecto; sino que prosigo, por ver si logro asir aquello para lo cual fui también asido por Cristo Jesús. Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante, prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús. V 15 Así que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentís, esto también os lo revelará Dios. En Colosenses 1:28 Pablo, refiriéndose al Cristo que mora en nosotros como esperanza de gloria, dice: En el original griego, la palabra “perfecto” podría traducirse también plenamente crecido, completo o maduro. El ministerio de Pablo consistía en impartir a Cristo en otros para que fuesen hechos perfectos y completos al madurar en Cristo hasta obtener el crecimiento pleno. Incluso al predicar el evangelio, nuestra meta debe ser impartir vida, a fin de presentar a otros maduros, perfectos, en Cristo. Al predicar el evangelio a los incrédulos, al ministrarles a Cristo y al ayudarles a recibir al Señor, no debemos simplemente tener la meta de salvarlos del lago de fuego y de la condenación de Dios. Nuestra meta tampoco debe limitarse a que ellos experimenten el perdón de Dios; más bien, nuestra meta debe ser impartir a Cristo en ellos para que con el tiempo puedan ser presentados perfectos en Cristo. Si al predicar el evangelio no logramos impartir a Cristo en otros, nuestra predicación se encontrará por debajo de la norma de Dios. Debemos infundir a Cristo en todos aquellos con quienes hablemos. Al predicar el evangelio, nuestra meta debe ser impartir a Cristo. Debemos tener la misma meta al tener comunión con los santos. Cuando nos relacionamos con los santos, nuestra meta debe ser ministrarles a Cristo para que maduren en Él. Examinemos ahora varios asuntos relacionados con el tema de presentar maduro en Cristo a todo hombre.
LA MADUREZ no debe entenderse nunca como algo exigible o
producto del esfuerzo personal. No podemos decirle a una persona: madura. La vida espiritual tiene una orden: CRECER. El asunto es quitar los obstáculos que se interponen en esa madurez. Y solo se crece siendo perfeccionado. Mientras la salvación es un objetivo que se centra en soluciones a las personas, la madurez se centra en la manifestación de Cristo. Salvación, en la mirada histórica de la "iglesia", es "personas libres del infierno”. Pero la pasión del apostolado en la Iglesia es la madurez. Ver a Cristo creciendo en las personas.
LA OBRA DEL SEÑOR
1Co 15:58 Así que, hermanos míos amados, estad firmes y constantes, creciendo en la obra del Señor siempre, sabiendo que vuestro trabajo en el Señor no es en vano. 1Co 15:1-2 Además os declaro, hermanos, el evangelio que os he predicado, el cual también recibisteis, en el cual también perseveráis; (2) por el cual asimismo, si retenéis la palabra que os he predicado, sois salvos, si no creísteis en vano. Vano, es todo aquello que está vacío de CRISTO.