Está en la página 1de 16

Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la

construcción de indicadores sociales

Esta obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-


NoComercial-SinDerivadas 4.0 Internacional.

Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la


construcción de indicadores sociales
Matias Castro

Castro, M. (2020). Algunos problemas epistemológicos y metodológicos


en la construcción de indicadores sociales. Repositorio digital Nullius in
verba site 2711-2616. Recuperado de :
https://nulliusinverbasite.com/epsprob/

Resumen

Los indicadores sociales presentan diversos problemas metodológicos y


epistemológicos, tanto en su construcción como en su justificación y su
aplicación. En primera instancia, los indicadores sociales no son unívocos
ni están fuera del alcance del conocimiento fáctico, al contrario; necesitan
de conocimiento previo para fundarse. En segundo lugar, no todo
indicador es válido para cualquier propósito, por lo tanto la elucidación de

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 1


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

la extensión e intención de un indicador es obligatoria. Finalmente,


algunos indicadores son prescriptivos además de descriptivos como bien
saben las agencias gubernamentales y supranacionales que los usan y
desarrollan. Como corolario, se discutirá que existen asunciones filosóficas
y epistémicas sobre la sociedad detrás de cada indicador que se deben
explicitar y someterse a juicio crítico.

1 introducción

Los indicadores sociales son un tema de debate vigente en el campo de


las ciencias sociales, podría decirse, en su totalidad ya que atañe a
cualquier programa de investigación social profunda (i.e. que indague
sobre mecanismos inobservables de operación en los sistemas sociales o
trate sobre grandes conglomerados sociales). Si bien parecen no ser tan
populares como en la década del 60’; donde vieron su apogeo, tanto los
grandes organismos supranacionales como las Naciones Unidas o el Banco
Mundial, como los Estados Nación modernos hace uso cada vez más
intensamente de diferentes indicadores sociales. Lo que es más, algunos
indicadores sociales clásicos están siendo puestos en cuestión y revisados
para su clarificación o mejoramiento.

El término “indicadores sociales” nació bajo el ala de la Academia


Estadounidense de las Artes y las Ciencias de la Administración Nacional
de Aeronáutica y del Espacio a principios de la década de 1960 para
detectar y anticipar la naturaleza y la magnitud del impacto del programa
espacial en la sociedad estadounidense (Land 1983, p. 2; Noll y Zapf 1994,
p. 1). La ausencia de datos fácticos y de un marco conceptual sistemático
como así también de una metodología compartida, incentivó a algunos

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 2


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

miembros de la Academia a crear el primer sistema de indicadores


sociales. Los resultados de esta parte del proyecto se publicaron en un
volumen titulado “Indicadores sociales” (Bauer, 1966). Este programa de
investigación generó diversos trabajos de alto impacto como Recent Social
Trends (1933) e incluso se conformó un “movimiento académico por los
indicadores sociales” (Duncan, 1969). Sin embargo, para 1980 el furor
había pasado y el programa de investigación perdió vigor. Si bien el
declive tiene múltiples causas, las razones económicas parece haber
tenido el mayor impacto (la crisis del dólar, la crisis del precio del petróleo
y la crisis de la deuda externa latinoamericana junto al ascenso de
gobiernos conservadores en los Estados Unidos y otras partes del mundo
que adoptaron medidas para recortar los gastos del Estado) (Andrews,
1986; Bulmer, 1989).

En cualquier caso, desde su concepción los indicadores sociales plantean


diversos problemas de índole meta científica y metodológica. Piénsese por
caso en la composición de un indicador, formado por diversas variables,
que apuntan hacia un mismo evento o propiedad. ¿Cuál es la relación
entre los vectores del indicador y el objeto al que se afirma que
representa?, ¿se trata de una relación ontológica unívoca, de una relación
estadística o de una simplificación metodológica? Es más, ¿por qué
debería un indicador estar formado por diferentes variables y no por una
única?, ¿sería justo, en este sentido, afirmar que el PBI de un país es un
indicador del estado de su economía?, sí lo es, ¿se refiere al estado total
de la economía o solo a algunos sectores? Nuevamente en este sentido,
¿son todos los indicadores certeros e inequívocos? Las lágrimas, ¿son
indicador de felicidad, tristeza o de una enfermedad ocular? ¿Son los
indicadores objetivos o subjetivos?, ¿son complementarios o
suplementarios los indicadores cualitativamente diferentes?, es decir, ¿es
suficiente un indicador exclusivamente biológico, como la cantidad de

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 3


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

neuronas dopaminérgicas funcionales para representar la felicidad o es


necesario complementarlo con indicadores cualitativamente diferentes
como el tiempo dedicado a actividades de ocio (indicador exclusivamente
social)? El diseño de un indicador que dice representar una propiedad
global, ¿debe ser un modelo de caja negra o debe estar fundamentado por
hipótesis y teorías subsidiarias?, en otras palabras, ¿cómo se justifica la
relación del indicador X con la propiedad Y?

2 desarrollo

2.1 Definiendo “Indicadores”

Existen dos definiciones clásicas de indicadores sociales, por un lado que


son (1) “estadísticas, series estadísticas y todas las demás formas de
evidencia, que nos permiten evaluar dónde estamos y con respecto a
nuestros valores y objetivos, y evaluar programas específicos y determinar
su impacto” (Bauer 1966, p. 1); y por el otro que se trata de (2) series de
tiempo estadísticas “utilizadas para monitorear el sistema social,
ayudando a identificar cambios y guiar la intervención para alterar el
curso del cambio social” (Ferriss 1988, p. 601). Asimismo, en las últimas
décadas, la concepción dominante de los indicadores sociales entre los
académicos y los funcionarios de políticas públicas es que son medidas
estadísticas que tienen cierta importancia para la calidad de vida de la
sociedad en su conjunto o para subpoblaciones específicas, segmentos o
componentes de la misma que son útiles para la información social al
público en general y para la formulación de políticas públicas basadas en

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 4


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

evidencia (Land 2014).

Respecto a esto Horn (1980, p. 429) afirma que “la característica común
de las definiciones es su referencia a funciones en lugar de a la naturaleza
de los indicadores sociales. Especifican el propósito social o lo amplían.
[Pero] si miramos más de cerca el significado del término en sí, la
pregunta sigue siendo: ¿Qué son los indicadores sociales?” Las
definiciones estándar sobre la naturaleza de los indicadores sociales no
ayudan a comprender y responder las preguntas metodológicas que se
plantean al construir o incorporar indicadores sociales en la práctica
investigaba. Por caso, ¿qué significa “otras formas de evidencia” en la
definición de Bauer?, o incluso aún, ¿sólo la estadística subyace a la
construcción de indicadores o es conveniente incluir otras ramas del
conocimiento? La presunción de que todo indicador o bien refiere a
propensiones, probabilidades o varianzas (que se sigue de la premisa de
que todo indicador es una forma de estadística) no está justificada en la

propia definición. Por caso, el índice Doing Bussines[1] del Banco Mundial se
encarga de proporcionar una medición objetiva de las regulaciones para
hacer negocios y de la aplicación de esas regulaciones sin acudir a los
conceptos estadísticos clásicos y más populares. Por ejemplo, una de las
variables del indicador es la intensidad de la regulación para poner en
marcha un nuevo negocio. Para medir esta propiedad, los investigadores
que trabajan con el índice registran todos los procedimientos que se
requieren oficialmente o que se realizan en la práctica para que un
empresario pueda abrir y operar formalmente un negocio industrial o
comercial, así como el tiempo y los costos asociados a estos
procedimientos. Además, se registra el capital mínimo pagado.
Estrictamente, se trata de una operación de medición empírica estándar
positiva, que analiza los requerimientos oficiales tal cual lo demandan las
leyes de cada país. No se trata en este caso de conocimiento sobre una

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 5


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

porción de una “población” de leyes jurídicas, sino de un parámetro


particular y específico.

Entonces, el primer problema metodológico de los indicadores es el de su


propia naturaleza. Siguiendo a Bunge (1975) “un indicador es un token o
síntoma de alguna condición. (…) No existe tal cosa como un indicador en
sí mismo: cada indicador apunta, o es una señal de, otra cosa. Más
precisamente, un indicador es un rasgo observable de una cosa (física,
biológica, social u otra) que se supone, correcta o incorrectamente, que
apunta al valor de algún otro rasgo, generalmente inobservable, ya sea
del mismo o diferente cosa”. Esta definición parecer adecuarse
corresponderse con el uso habitual del concepto de indicador en todas las
ciencias: el color del papel de tornasol es un indicador de acidez y un
movimiento rápido de los ojos (REM) cuando se duerme indica un proceso
de sueño. De la misma manera, la longitud de una columna termométrica
es un indicador de temperatura, y la frecuencia con la que una rata
presiona una palanca para la estimulación eléctrica de su cerebro indica la
magnitud del placer o recompensa de esa experiencia. Si se define que un
indicador es un rasgo observable o mesurable de algún síntoma o estado
subyacente, entonces, debe haber una relación de otra naturaleza que la
simple relación estadística entre indicador e indicado. Esta relación, se
entiende, debe expresar el vínculo que existe entre el fenómeno medido y
la propiedad. Si analizamos un instrumento muy sencillo como el
termómetro podemos ver que “funciona” (es decir, releva correctamente)
para medir la temperatura porque sabemos que está lleno de un líquido
que reacciona al calor; como suele ser generalmente el mercurio. Cuando
la temperatura aumenta, el mercurio se dilata y asciende por el capilar. En
otras palabras, porque se conoce algo sobre cómo reacciona el líquido
ante el calor es que se puede diseñar un artefacto capaz de captar algo de
esa relación. Por lo tanto, parece ser que lo conveniente es invertir lo

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 6


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

dicho por Gutiérrez (2009) y acercarse al diseño de un indicador con el


mayor bagaje metodológico y teórico posible. De otra manera sería
improcedente e injustificado establecer una relación del tipo “el fenómeno
medible X es un síntoma de la propiedad o evento oculto Y”. Es decir que,
“si una variable dada indica o no (señala) los valores de otra variable no
es una cuestión de convención sino de hipótesis, es decir, de una
proposición corregible” (Bunge, 1975, p.67). Es resumen, para que la
relación indicador-indicado sea fiable debe pasar por algunos test
empíricos y poder explicarse a la luz de alguna teoría.

En vistas de esto, es posible presentar una nueva definición exacta del


concepto de indicador (Bunge, 1973). Digamos que S es un conjunto
cualquiera de variables en algún campo científico. Y definimos que I es
una relación binaria en S, tal que Ixy se interpreta como “la variable X
indica la variable Y”. Esta definición cumplirá con las propiedades de:

(i) ser asimétrica: si Ixy entonces ¬Ixy. Es decir, o bien la variable indica o
bien no indica.

(ii) ser transitiva: si Ixy y Iyz, entonces Ixz.

(iii) Luego, Ixy si y sólo si

x e y es una función (existe una función f tal que y = f(x)) o están


estadísticamente relacionados (rxy > 0)

x es observable y medible de forma independiente a S

Entonces el conjunto Sy = {x está en S │Ixy}

Es un conjunto de indicadores de y

Luego, x es un indicador confiable de y si y sólo si x pertenece a algún

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 7


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

modelo teórico y x fue puesto a prueba empírica exitosamente.

Esta definición permite trabajar el concepto de indicador como una


hipótesis falible y necesaria de constante revisión. Además, inhibe la
creación de indicadores que no posean una relación teórica justificada con
su referido. Un solo ejemplo basta para ilustrar este punto: bajo las
definiciones estándar, no existe escapatoria posible; dentro de las
premisas de la propia definición, de encontrarse con variables espurias e
incorporarlas al diseño del indicador. Una relación espuria sucede cuando
parece haber relaciones causales entre variables pero en realidad no las
hay. Esta aparente relación puede darse por cualquier casualidad, como
puede suceder cuando hay variables ocultas o una tercera causa en
común. Existen numerosos casos en los que el coeficiente de correlación
entre variables es significativo y no existe una relación causal entre estas.
Piénsese por caso en la relación entre el conocimiento en matemáticas y
la altura en niños de 8 a 12 años. Podríamos ver que a medida que
aumentan su altura (y se hacen mayores) son capaces de resolver
problemas más complejos de matemáticas, pero ¿es la altura la causa de
que estos niños sepan más matemáticas? Evidentemente no, sino que
existe una variable escondida que da cuenta de las otras dos (se presume
que son los años de escolaridad eficientes y la maduración cognitiva).

Así también puede verse que algunos de los llamados “indicadores” no


son tales. Si se piensa en un “indicador” clásico de las ciencias biosociales
como la expectativa de vida, se suele decir que es efectivamente un
indicador social (Duncan, 1969). Si bien es cierto que de hecho puede
confeccionarse una serie de tiempo a lo largo de los años que relaciona
linealmente la expectativa de vida promedio para una población y así
conocer cómo cambió a lo largo del tiempo, la expectativa de vida en sí
misma no es un indicador a menos que se relacione con alguna variable

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 8


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

“profunda” oculta. La expectativa de vida, a secas, es en efecto un


agregado estadístico pero no un indicador ya que por sí mismo no “indica”
nada. Lo mismo vale para las tasas de suicidio, que se suelen medir cada
100.000 habitantes, no nos dice nada más que un agregado de cuántas
personas se suicida en una población cualquiera. Sin embargo, al
incorporarlos en un verdadero indicador podemos empezar a darles
sentido. La tasa de suicidios cada 100.000 habitantes pueden ser,
entonces, una variable entre otras de un aspecto inobservable de la
sociedad, por ejemplo la satisfacción de vida. Así, decimos que la tasa de
suicidios cada 100.000 habitantes es un indicador de satisfacción con la
vida propia porque existe una relación teórica justificada entre los
suicidios y la satisfacción personal (otro ejemplo puede ser el abuso de
drogas (NIH, 2019). En este último ejemplo, una alta tasa de suicidios
puede darse por estas dos causas o por algunas más, y es por esto que la
mayoría de los indicadores simples son ambiguos: pueden “apuntar” a
más de una variable oculta. Afortunadamente, es posible mejorar y
diseñar indicadores más fidedignos a partir de refinar su alcance y
dominio: ya sea con mejores teorías o con indicadores compuestos más
complejos que puedan dar consistencia a esa relación. En el caso
analizado, bastaría con incluir una variable (número de personas que
mueren por sobredosis, por ejemplo) para eliminar una hipótesis. El
problema de los indicadores ambiguos o insuficientes es tema de debate
actual y existen al menos dos ejemplos donde actualmente está
trabajando para mejorar los indicadores existentes.

2.2 PBI y Calidad de vida, dos indicadores en debate

No cualquier indicador es pertinente de relevar algún aspecto social, o de

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 9


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

otra índole, complejo. Si bien es cierto que los indicadores se desarrollan


con el tiempo y que, posiblemente, todo programa de investigación
comience más bien con indicadores superfluos y poco desarrollados; se
espera que con el tiempo estos indicadores mejoren a la luz de los nuevos
desarrollos teóricos sobre el tema en cuestión. Uno de esos indicadores es
el PBI. El análisis del PBI fue durante algún tiempo la medida por defecto
para relevar el estado de alguna economía, si bien ayudado por otras
métricas aledañas (como PBI per cápita de acuerdo al PPP en dólares). Al
menos desde los 2000, cuando se oficializaron los Objetivos de Desarrollo
Sostenible de Naciones Unidas, los países pertenecientes a la OECD
admiten tácitamente que este indicador no es suficiente para relevar el
progreso económico. Recientemente, se propuso una batería de
indicadores que contemplen los aspectos sociales (subjetivos y objetivos)
y los aspectos medioambientales del crecimiento.

Una de las métricas más antiguas es el llamado Índice de Progreso

Genuino[2] (IPG). Metodológicamente, el IPG es más abarcador que el PBI


porque incluye una dimensión más de análisis: el impacto ambiental. El
PBI mide la contaminación de manera positiva por partida doble, quien
contamina para producir y quien produce para limpiar la contaminación.
Mientras que el IPG puntúa negativamente la polución por lo que arroja
resultados diferentes. Estas diferencias metodológicas tienen un impacto
real: “al comparar el PBI per cápita y el IPG per cápita de 17 países que
comprenden algo más de la mitad de la población mundial, se encontraron
divergencias sorprendentes entre las dos métricas. Las medidas
estuvieron altamente correlacionadas desde 1950 hasta
aproximadamente 1978, cuando se separaron a medida que los costos
ambientales y sociales comenzaron a superar los beneficios del aumento
del PBI” (Nature, 2014). La misma crítica puede aplicarse al popular Índice
de Gini, la medida estándar para medir la desigualdad. El coeficiente de

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 10


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

Gini mide la desigualdad entre los valores de una distribución de


frecuencia (por ejemplo, los niveles de ingreso), pero nada dice sobre la
desigualdad respecto al acceso a los bienes culturales, al patrimonio o al
mercado de trabajo. Es un índice válido, pero incompleto, porque sabemos
que la única faceta de la desigualdad no son los ingresos.

Acaso sea el concepto de “calidad de vida” el que más influyó en los


estudios sobre indicadores sociales. Al menos desde Land (1983) la
calidad de vida viene siendo el concepto unificador del programa de
investigación de los indicadores sociales. El concepto se creó tomando
como horizonte el concepto de calidad de vida en medicina en los años
1940 de posguerra. Para los años 60 ya se había incluido el concepto de
calidad de vida en el trabajo y para finales de los años 1980 ya estaban
incorporados los aspectos sociales, económicos, psicológicos y políticos.
Entre los años 1990 y los 2000, el programa viró hacia una nueva
metodología: los índices compuestos o agregados. “A menudo estos
índices se utilizan para resumir indicadores (objetivos y/o subjetivos) de
una serie de dominios de la vida en un solo índice de la calidad de vida de
la población o sociedad en su conjunto o para algún segmento significativo
de los mismos (por ejemplo, niños y jóvenes, ancianos, razas y grupos
minoritarios, ciudades y estados o regiones dentro del nación)” (Land,
2012). A lo largo de más de 50 años de existencia, el concepto fue
cambiado por diferentes motivos. Algunos de ellos de índole metodológica
normativa (responder a la pregunta de si la sociedad en su totalidad
mejoró o empeoró respecto a algún objetivo estratégico), de índole
puramente metodológica (hacer comparaciones a diferentes unidades de
medida, por ejemplo ciudades y naciones, o mujeres y niños), de índole
teórica (más y mejor conocimiento sobre las relaciones entre las
diferentes macro propiedades sociales como la desigualdad, el
crecimiento económico o el delito), entre otras. Esto dio lugar al

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 11


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

nacimiento de varios indicadores compuestos como el Índice de desarrollo


humano (que su versión más reciente no sólo releva la expectativa de vida
y la educación, sino también la pobreza relativa y la igualdad de género);

el Índice de progreso social [3] (que metodológicamente excluye las


variables exclusivamente económicas para dar más peso a las de
autopercepción y medioambientales); un último ejemplo es el Índice

planeta feliz[4], introducido por la New Economics Foundation en 2006 (que


multiplica la satisfacción personal con la esperanza de vida y divide el
producto en una medida del impacto ecológico) (Land, 2017).

3 Conclusiones

El concepto de indicador social ofrece desafíos y problemas


epistemológicos y metodológicos interesantes y que demandan una
respuesta, sea solo porque los indicadores cumplen varias funciones
vitales a la vez: por un lado, permiten a los investigadores sociales
estudiar propiedades inobservables directamente y alimentan los
problemas “gordos” y profundos y por lo tanto los más interesantes,
mientras que sirven a los hacedores de políticas públicas para medir el
impacto de su trabajo de forma impersonal y objetiva; por último, su
dimensión normativa representa al menos en parte los objetivos de
cambio en la sociedad y sirven para guiar con justificación esos objetivos y
medir su progreso. Dado que los indicadores son, en efecto, hipótesis
corregibles, puede afirmarse que en el desarrollo de las ciencias sociales
no sólo alcanza con grandes cantidades de datos (técnica cada vez más
popular dado la facilidad de recolección y procesamiento que ofrecen las
nuevas tecnologías), sino que se necesita más y mejores hipótesis de

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 12


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

trabajo que permitan confeccionar más y mejores indicadores. “No


mejoraremos nuestro conocimiento al aumentar la cantidad de
estadísticas sociales y ambientales. Lo que necesitamos es información
relevante, y para determinar cuáles estadísticas son relevantes para la
calidad de vida necesitamos más reflexión y menos recolección de datos a
ciegas” (Bunge, 1975, p.78). En este sentido, la tendencia iniciada en los
años 1990 parece promisoria. Cada vez más, los indicadores se
construyen agregando diversas variables, de diferentes esferas o aspectos
de la vida social (desde biológicos hasta axiológicos). Anteriormente se
intentó argumentar que existen buenas razones para optar por esta
metodología que por otras. En resumen, para construir un buen indicador
se necesitan no solo datos estadísticos que orienten la intuición sobre
alguna relación entre variables, sino un fuerte trabajo de investigación
básica y multidisciplinar que permita crear indicadores variados y
relevantes fuertemente anclados en conocimiento fáctico. Este nuevo
enfoque presenta, a su vez, otra nueva familia de problemas
metodológicos que van desde cómo asignar “peso” a cada variable del
indicador hasta como estandarizar las variables agregadas. (Foa, 2012).

Referencias

Land, Kenneth C. (1983). Social Indicators. Annual Review of Sociology 9:1–26.


Noll, Heinz-Herbert, and Wolfgang Zapf 1994. Social Indicators Research: Societal
Monitoring and Social Reporting.” en I. Borg and P. P. Mohler, eds., Trendsand
Perspectives in Empirical Social Research. New York: Walter de Gruyter.
Bauer, Raymond A., ed. (1966). Social Indicators. Cambridge, Mass.: MIT Press.
Duncan, Otis Dudley (1969). Toward Social Reporting: NextSteps. New York: Russell
Sage Foundation.
Andrews, Frank M., ed. 1986 Research on the Quality ofLife. Ann Arbor, Mich.:
Institute for Social Research.

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 13


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

Bulmer, Martin (1989). Problems of Theory and Measurement. Journal of Public Policy
9:407–412.
Ferriss, A.L. (1988). The uses of social indicators. Social Forces 66.3: 601–617.
Land, K.C. (2014). History of social indicators and it’s evolution. In Encyclopedia of
quality of life and well-being research. Edited by A.C. Michalos, 2,875–2,882.
Dordrecht, The Netherlands: Springer.
Horn, R.V.. (1980). Social Indicators: Meaning, Methods & Applications. International
Journal of Social Economics. 7. 419-460.
Bunge, M. (1975) What is Quality of Life?. Social Indicators Research 2: 65.
Gutiérrez, D. (2009). La Construcción de Indicadores como Problema Epistemológico
Cinta Moebio 34:16-36.
National Institutes of Health. (2019). NIH Publication No. QF 18-6389.
Constanza R. et al. (2014). Time to leave GDP behind. Nature 505, 283–285.
C. Land. (2012). Handbook of Social Indicators and Quality of Life Research. Springer
Dordrecht.
C. Land. (2017). Fifty Years After the Social Indicators Movement: Has the Promise
Been Fulfilled?: An Assessment an Agenda for the Future. Social Indicators Research
135(3):1-34.
Foa. (2012). Methodology of the Indices of Social Development, No 2012-04, ISD
Working Paper Series, International Institute of Social Studies of Erasmus University
Rotterdam (ISS), The Hague.

[1]
https://espanol.doingbusiness.org/

[2]
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_progreso_real

[3]
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_de_progreso_social

[4]
https://es.wikipedia.org/wiki/%C3%8Dndice_del_planeta_feliz

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 14


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

M
at
ia
s
C
a
st
ro
Aut
or

Jour
nali
st
at E
l
Cro
nist
a
Uni
ver
sida
d
Nac
ion
al
de
Tre

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 15


Algunos problemas epistemológicos y metodológicos en la
construcción de indicadores sociales

s
de
Feb
rero

ISSN: 2711-2616 Nullius in verba Site | 16

También podría gustarte