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Nulidad Por Inconstitucionalidad 2
Nulidad Por Inconstitucionalidad 2
Nótese que en cada uno de los asuntos asignados a las Secciones (…) Se
advierte un común denominador. Así, tratándose de la Sección Primera, es
palmario que existe una competencia especial, en relación con los asuntos
ambientales y con determinados derechos colectivos, y también una clausula
residual de competencia, conforme con la cual, le corresponderá conocer de los
asuntos que no hayan sido asignados expresamente a otras secciones. En cuanto
a la Segunda, es claro que el tema laboral administrativo es el que en principio
ocupa el giro ordinario de sus negocios jurídicos. Y en lo que concierne a la
Sección Quinta, sin mayor hesitación se concluye que la materia electoral es la
que demarca su especialidad (…) Esta distinción es importante en la medida en
que determina el espectro competencial del trámite y la sustanciación de los
procesos de nulidad por inconstitucionalidad, independientemente de la naturaleza
del acto, o del tipo de medio por el que sea pasible de control (…) Así las cosas,
debe precisarse que en primer lugar lo que determina la naturaleza del asunto,
para efectos de determinar la competencia, deviene precisamente de la causa
petendi (…) En ese orden de ideas, el hecho de que se cuestione un acto general
que pueda desembocar en un acto electoral, no quiere decir, per se, que la
demanda contra el acto general deba ser avocada por la Sala especializada en
temas electorales, pues este bien podría ser acusado de quebrantar bases
normativas propias del ámbito laboral (…) Así mismo, a juicio del Despacho, otro
criterio que debe evaluarse al momento de calificar la naturaleza del asunto, en
caso de que el anterior –naturaleza de acuerdo con la causa petendi– resulte
insuficiente, como factor subsidiario, es el del sustrato predominante dentro del
conjunto de contenidos que integran el acto acusado de inconstitucionalidad.
Es menester indicar que siempre que se trate de convocatorias públicas (…) Así
como de cualquier procedimiento afín –llámese, por ejemplo, invitación pública–
estaremos en presencia de un asunto de raigambre electoral (…) Y esto es así
porque en todos ellos existe un común denominador integrado por dos
ingredientes, que son: (i) la discrecionalidad del nominador para disponer sobre
quién debe ser el llamado a ocupar un determinado cargo, y (ii) la expectativa del
aspirante de ser tenido en cuenta para tal propósito en condiciones de igualdad,
como variante del derecho a elegir y ser elegido (…) Es el caso de los
nombramientos que, por regla general, se dan como consecuencia del concurso
de méritos para la provisión de cargos de jueces, magistrados de Tribunal y
procuradores judiciales, entre otros, pues la existencia de ese derecho
consolidado sobrepasa la mera expectativa que tiene un ciudadano de ser tenido
en cuenta para un cargo, y se convierte en un deber de ineludible acatamiento
para el nominador en virtud de su vinculación a las reglas constitucionales,
legales y reglamentarias que así lo determinaron (…) Finalmente, no sobra
recordar que la nulidad por inconstitucionalidad es un medio de control público –
cualquier ciudadano lo puede ejercer– que recae sobre actos regulatorios o
reglamentarios de carácter general, impersonal y abstracto, por tanto, de entrada,
no es posible hablar de un derecho a ser elegido o nombrado. Por ello, para
determinar la especialidad del ponente sustanciador, habrá de mirarse con
cuidado si la discusión trabada guarda relación con alguno de esos temas o si, en
su defecto, en el acto acusado predomina uno de tales asuntos.
CONSEJO DE ESTADO
SECCIÓN QUINTA
La señora Andrea Vargas Aguilera, a través del medio de control de nulidad por
inconstitucionalidad, previsto en el artículo 135 del CPACA 1, solicita la nulidad del
Decreto 1189 del 19 de julio de 2016, “Por el cual se adiciona un título al Decreto
1081 de 2015, “por medio del cual se expide el Decreto Reglamentario único del
Sector Presidencia de la República” en relación con el trámite de convocatoria
para la integración de las ternas de candidatos a magistrados de la Comisión
Nacional de Disciplina Judicial a cargo del Presidente de la República”, expedido
por el Departamento Administrativo de la Presidencia de la República, por
considerarlo violatorio de los artículos 126, 152, literal b) y 257 de la Constitución
Política. Asimismo, solicitó la suspensión provisional de los efectos del citado
Acuerdo.
Sin embargo, teniendo en cuenta que el artículo 184 del CPACA establece que
en los procesos de nulidad por inconstitucionalidad la solicitud de suspensión
provisional ha de resolverse en el auto admisorio de la demanda, el Ponente dejó
sin efectos el auto del 11 de noviembre de 2016 que corrió traslado de la solicitud
1
“Los ciudadanos podrán, en cualquier tiempo, solicitar por sí, o por medio de representante, que se declare
la nulidad de los decretos de carácter general dictados por el Gobierno Nacional, cuya revisión no
corresponda a la Corte Constitucional en los términos de los artículos 237 y 241 de la Constitución Política,
por infracción directa de la Constitución. También podrán pedir la nulidad por inconstitucionalidad de los actos
de carácter general que por expresa disposición constitucional sean expedidos por entidades u organismos
distintos del Gobierno Nacional. Parágrafo. El Consejo de Estado no estará limitado para proferir su decisión
a los cargos formulados en la demanda. En consecuencia, podrá fundar la declaración de nulidad por
inconstitucionalidad en la violación de cualquier norma constitucional. Igualmente podrá pronunciarse en la
sentencia sobre las normas que, a su juicio, conforman unidad normativa con aquellas otras demandadas que
declare nulas por inconstitucionales. “
de suspensión provisional y adicionó el auto admisorio de la demanda, en el
sentido de resolver sobre la solicitud de suspensión provisional.
Sección Primera:
(…)
(…)
8-. Todos los demás, para los cuales no exista regla especial de
competencia.
Sección Segunda:
(…)
4-. Los procesos contra los actos de naturaleza laboral expedidos por el
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social.
(…)
Sección Quinta:
Así las cosas, debe precisarse que en primer lugar lo que determina la naturaleza
del asunto, para efectos de determinar la competencia, deviene precisamente de
la causa petendi.
En ese orden de ideas, el hecho de que se cuestione un acto general que pueda
desembocar en un acto electoral, no quiere decir, per se, que la demanda contra
el acto general deba ser avocada por la Sala especializada en temas electorales,
pues este bien podría ser acusado de quebrantar bases normativas propias del
ámbito laboral.
Así mismo, a juicio del Despacho, otro criterio que debe evaluarse al momento de
calificar la naturaleza del asunto, en caso de que el anterior –naturaleza de
acuerdo con la causa petendi– resulte insuficiente, como factor subsidiario, es el
del sustrato predominante dentro del conjunto de contenidos que integran el acto
acusado de inconstitucionalidad.
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No se menciona a la Sección Tercera y a la Sección Cuarta porque los asuntos que les corresponden no se
avienen a los pormenores del presente asunto.
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Llámese decretos del Gobierno Nacional o actos de otras entidades u organismos por expresa disposición
de la Carta Política.
En suma, si el concepto de violación esbozado por el demandante no resulta
suficiente para definir los contornos del asunto –v. gr. electoral o laboral–,
entonces habrá que acudir al contenido del acto acusado. Y si en él se esbozan
temas propios de diversas especialidades, corresponderá al juzgador, según las
particularidades de cada caso, definir cuál de ellos predomina.
Del texto transcrito emergen unos ingredientes normativos que demarcan la senda
de lo electoral en el marco del ordenamiento jurídico colombiano. Entre ellos se
destacan:
(i) La democracia directa, que es la que ejerce el pueblo por medio del voto y los
diferentes mecanismos de participación ciudadana, y que en el grueso de los
casos se concreta en la elección popular.
(ii) La democracia indirecta, que surge del ejercicio del poder electoral que reposa
en el pueblo, pero que ha sido delegado en un poder constituido para casos
específicos, tal y como ocurre en las elecciones por cuerpos electorales, así como
en los nombramientos que expiden las entidades y autoridades públicas. Esta
categorización obtiene su fuente en lo estipulado en el artículo 139 del CPACA.
(iii) La forma de ejercicio, que tiene que ver con los procedimientos bajo los cuales
ha de concretarse el ejercicio del poder soberano, los cuales no solo pretenden
canalizar la voluntad de los electores –sin importar si se trata del poder
constituyente o el constituido–, sino garantizar el libre consentimiento expresado,
la verdad electoral, y la igualdad, a través de normas y reglas estándares que
ofrezcan seguridad y legitimidad en dicho ejercicio.
Así las cosas, el contenido electoral predicable de una discusión jurídica trabada a
partir de una determinada causa petendi o de un acto administrativo pasible de
control a través del medio de nulidad por inconstitucionalidad, es aquel que guarda
relación, fáctica o jurídica, con cualquiera de los ingredientes normativos
anteriormente enunciados.
Así mismo ocurre con los actos de elección por corporaciones públicas y los de
llamamiento, pues fue el propio legislador quien le dio ese carácter al connotarlos
como actos pasibles de control por el medio de nulidad electoral (art. 139 del
CPACA).
Y aunque algo similar ocurre con los “…actos de nombramiento que expidan las
entidades y autoridades públicas de todo orden” (ibídem), es lo cierto que no todo
acto de nombramiento denota el ejercicio de función electoral, pues muchos tienen
origen en el marco de procedimientos que escapan a su órbita y se adentran en
otras, como la laboral.
Dicho esto, es menester indicar que siempre que se trate de convocatorias
públicas, en los términos del artículo 126 Superior u otro semejante, así como de
cualquier procedimiento afín –llámese, por ejemplo, invitación pública– estaremos
en presencia de un asunto de raigambre electoral.
Y esto es así porque en todos ellos existe un común denominador integrado por
dos ingredientes, que son: (i) la discrecionalidad del nominador para disponer
sobre quién debe ser el llamado a ocupar un determinado cargo, y (ii) la
expectativa del aspirante de ser tenido en cuenta para tal propósito en condiciones
de igualdad, como variante del derecho a elegir y ser elegido (art. 40 C. P.).
Ello es lo que justifica que en otro tipo de acciones la legitimación para demandar,
según la pretensión y la causa petendi, sea de cualquier ciudadano que busque la
defensa del orden jurídico frente al ejercicio de la función electoral, o solo del
titular del derecho que ha sido conculcado en la escena laboral.
Claro está que, como toda regla, esta máxima tiene sus excepciones, como
ocurre, por ejemplo, para los personeros municipales, porque, aunque
actualmente se eligen por concurso, en tratándose de tales dignidades, la
elección, y todo lo que la precede, se enmarcó dentro del contexto de las
“elecciones por cuerpos electorales” (art. 139 del CPACA) y porque una de sus
principales funciones es el control sobre funcionarios elegidos popularmente, sin
contar con que no se trata de funcionarios de carrera, sino de período fijo, razón
por la cual, en virtud de la regla de proporcionalidad y razonabilidad que enmarca
toda actuación judicial, merece ser analizado bajo la esfera de lo electoral.
8. Caso concreto
Por tal motivo, se hace necesario estudiar el contenido del acto acusado. En tal
sentido, se advierte, tal y como se indicó en líneas previas, que se trata del acto
de convocatoria para conformar las ternas con las cuales el Congreso de la
República deberá designar a los miembros de la Comisión Nacional de Disciplina
Judicial.
Por lo anterior, es claro que el asunto reviste pleno raigambre electoral, razón por
la cual la ponencia y sustanciación del asunto de la referencia compete a uno de
los Consejeros de la Sección Quinta del Consejo de Estado.
En mérito de lo expuesto, se
RESUELVE:
SEGUNDO: Por Secretaría verifíquese tal como lo establece el artículo 149 del
CGP, con el expediente 2016-484, cuál es el proceso más antiguo, para que se
decida sobre la acumulación.
CÓPIESE
NOTIFÍQUESE Y CÚMPLASE.