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República Bolivariana De Venezuela

Universidad Gran Mariscal De Ayacucho


Facultad de Derecho
Núcleo: El Tigre, Estado Anzoátegui

El Derecho Penal Internacional, Impunidad y Justicia


Internacional.
Delito de Derechos Humanos y Crimen Internacional. Crímenes contra la Paz. Crímenes de

Guerra. Delitos de Lesa Humanidad. El Apartheid. La Desaparición Forzada de Personas. El

Genocidio. La Tortura, los Tratos Crueles, Inhumanos o Degradantes, Violaciones graves al

Derecho Internacional Humanitario. Consideraciones históricas sobre la lucha contra la

impunidad. El Estatuto de Roma. La Corte Penal Internacional. El Deber de Garantía y la

Impunidad: a) Obligación de brindar un Recurso Efectivo; b) Obligación de juzgar y castigar;

materialización de las Penas e Impunidad; c) Consecuencias del incumplimiento de juzgar y

castigar; d) Obligación de Reparar y el derecho de reparación; e) El Derecho a la Verdad, f) La

Impunidad. El Fuero Militar y la Impunidad. La Imprescriptibilidad, no Retroactividad y la res

judicata. Efectos del Incumplimiento: La Reparación. Tipos de Reparación.

PROFESORA:
MARLENE MANSOUR INTEGRANTES:
Flores Eduardo. V- 26.605.458
García Camila. V- 28.350.619
Rincones Doribel. V- 14.188.320
Rojas Alí. V- 22.817.074
Salazar Adrián. V- 19.142.558
INTRODUCCION

En la presente investigación haremos una revisión detallada del tema 14 y


15 de nuestro programa de Derechos Humanos que involucra todo lo referente a
El Derecho Penal Internacional, Impunidad y Justicia Internacional y, Otros
tópicos relacionados con los Derechos Humanos Transformación y avance
de los Derechos Humanos
El Derecho Penal Internacional comprende todas las normas de derecho
que directamente fundamentan, excluyen o de cualquier otro modo regulan una
responsabilidad penal. En este sentido, los crímenes contra el derecho
internacional son todos los que importan responsabilidad individual directa a partir
del derecho internacional. Algunos autores utilizan la expresión «derecho penal
internacional» en un sentido más amplio, que incluye no solo los aspectos penales
del derecho internacional, particularmente relacionado con los crímenes contra el
derecho internacional, sino también los aspectos internacionales del derecho
penal doméstico, especialmente en lo relativo a reglas domésticas sobre la
jurisdicción sobre crímenes con un elemento extranjero.

El 17 de julio se conmemora el Día Mundial de La Justicia Internacional,


en conmemoración con la adopción del Estatuto de Roma, que sentó las bases
para crear la Corte Penal Internacional, una salida de emergencia contra La
Impunidad en los gobiernos. La justicia internacional también se ha convertido en
una alternativa para las víctimas de violaciones a los derechos humanos, a través
del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, el cual ha conocido y
retomado casos jurídicos de violaciones a derechos humanos. La impunidad
provoca consecuencias desastrosas: permite a los autores creer que se escaparán
de las consecuencias de sus actos, ignora la angustia de las víctimas y perpetúa
los crímenes.

La Impunidad socava asimismo las instituciones de los estados, niega los


valores humanos y envilece el conjunto de la humanidad. El estado es que tiene la
misión de garantizar la vigencia y protección del Estado de Derecho.
El derecho penal es la rama del derecho público que regula la potestad
punitiva

Se Definen Los Crímenes Internacionales (principalmente, genocidio,


crimen de guerra, crímenes contra la humanidad y crimen de agresión) y regula el
funcionamiento de los tribunales competentes para conocer de los casos en los
que los individuos incurran en responsabilidad penal internacional, imponiendo las
sanciones que correspondan. El surgimiento de esta rama supone una importante
evolución respecto del Derecho internacional clásico, que era esencialmente
interestatal y no consideraba a la persona como sujeto de Derecho internacional.
Las normas de derecho penal internacional pueden ser aplicadas por tribunales
domésticos e internacionales. La responsabilidad individual es independiente de la
responsabilidad internacional del estado.

El principal órgano del Derecho Penal Internacional es la Corte Penal


Internacional, el primer tribunal de justicia penal internacional permanente, creado
en 1998 a través del Estatuto de Roma. La Corte tiene sede en La Haya.

La idea del Derecho internacional penal se reactivó en la última década del


siglo XX. En 1993, como consecuencia de las violaciones de derechos durante las
Guerras Yugoslavas, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acordó la
creación de un Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. En 1994, el
genocidio de Ruanda provocó que se aprobara también la constitución del Tribunal
Penal Internacional para Ruanda.

La Comisión de Derecho internacional había iniciado en 1993 los trabajos


preparatorios para el establecimiento de un tribunal penal internacional de carácter
permanente. En 1998 se firmó el Estatuto de Roma, que crea laCorte Penal
Internacional (CPI).

Tribunales De Derecho Internacional Penal

Actualmente, el tribunal más importante en este ámbito es la Corte Penal


Internacional, pero existen además otros tribunales creados ad hoc. Algunos son
de carácter exclusivamente internacional, como el Tribunal Penal Internacional
para la ex Yugoslavia o el Tribunal Penal Internacional para Ruanda. Otros son
híbridos y están compuestos por jueces tanto nacionales como internacionales. Es
el caso de la Cámara Extraordinaria en las Cortes de Camboya, que investiga los
crímenes en Kampuchea Democrática, o el Tribunal Especial para Sierra Leona,
encargado de enjuiciar los crímenes cometidos durante la guerra civil.

Principales Crímenes Internacionales

La Corte Penal Internacional puede conocer de los siguientes crímenes


internacionales:

Crímenes De Guerra

Los crímenes de guerra consisten en la violación del Derecho internacional


humanitario, especialmente de las Convenciones de Ginebra u otros convenios
internacionales, así como del derecho consuetudinario que exista al respecto.

El establecimiento de tribunales internacionales en 1993 y 1994


desencadenó la proliferación de jurisdicciones criminales internacionales como
precursor de la Corte Criminal Internacional. En la década que siguió a su
establecimiento muchos países emergían de guerras civiles de extrema brutalidad,
en donde el genocidio, crímenes contra la humanidad o crímenes de guerra fueron
cometidos a gran escala.

Delitos de Lesa Humanidad.

Los crímenes de lesa humanidad o crímenes contra la humanidad son


definidos como:

“el asesinato, exterminio, esclavitud, deportación y otros actos inhumanos


cometidos en contra de cualquier población civil durante la guerra, persecución
política, racial o religiosa en ejecución o relacionadas a cualquier crimen dentro de
la jurisdicción del Tribunal (que son además: “crímenes contra la paz” o “crímenes
de guerra”), estén o no violando las leyes de derecho local en el país donde son
perpetrados.”
Muchos de los crímenes perpetuados durante la Segunda Guerra Mundial
no estaban prohibidos por las leyes internacionales. Las Leyes de Guerra sólo
justificaban acciones cometidas en contra de los enemigos. Durante este periodo,
los alemanes también actuaron de forma inhumana contra sus propios ciudadanos
por razones políticas y raciales.

La persecución política y racial tampoco estaba prohibida aún cuando se


realizara en territorios ocupados. En octubre de 1943, los líderes de Estados
Unidos, Reino Unido y la Unión Soviética firmaron la Declaración de Moscú donde
acordaron que los responsables de los crímenes de guerra se enviarían a sus
respectivos países para ser juzgados de acuerdo a sus propias leyes.

En agosto de 1945, estas mismas naciones junto a Francia firman el


Estatuto de Londres del Tribunal Internacional Militar. Esta carta estableció al
Tribunal como la instancia que llevaría los Juicios de Núremberg, el conjunto de
procesos jurisdiccionales que determinaron las ofensas y sanciones de los
adeptos al régimen nacionalsocialista de Adolf Hitler responsable de crímenes en
contra de la humanidad durante este periodo.

Los Crímenes Contra La Humanidad son ofensas de odio que atentan


contra la dignidad humana y busca la humillación o degradación de una o más
personas. Estos eventos no son aislados o esporádicos sino que son parte de una
política gubernamental o permitidos por el gobierno de un país.

Este tipo de actos pueden ser juzgados indistintamente en tiempos de


guerra o de paz. Son acumulativos y se puede juzgar a un individuo por crímenes
contra la humanidad si cometió uno o más.

De acuerdo al artículo 7 del Estatuto de Roma de la Corte Penal


Internacional, se comprenden como crimen en contra de la humanidad las
siguientes acciones:

 Asesinato
 Crimen de Apartheid
 Crimen igual o similar (cláusula residual)
 Desaparición Forzada

La Desaparición Forzada De Personas

La Desaparición Forzada es cualquier acto de aprehensión, detención o


secuestro de personas realizada por el Estado o una organización política con su
apoyo, autorización o consentimiento, sin admitir que han privado de la libertad a
una persona, dar información sobre su paradero. La intención de este crimen es
dejar a estas personas fuera del amparo de la ley por un largo periodo.

Desplazamiento Forzado

Es el desplazamiento forzado o expulsión de un grupo de personas del


territorio en el que habitan de forma legítima sin motivos autorizados por las leyes
de derecho internacional.

El Genocidio

El genocidio obtuvo existencia legal, por primera vez, en 1948 cuando las
Organización de las Naciones Unidas adoptaron la Convención para la Prevención
y la Sanción del Delito de Genocidio que describía dicho delito en su artículo II.

El concepto fue acuñado por Raphael Lemkin para tratar de definir los
asesinatos masivos y sistemáticos del nacionalsocialismo durante la Segunda
Guerra Mundial, quien usó la raíz griega "genos" que significa "raza" o "tribu" y el
sufijo latino "cidio" que significa "asesinato".

El tipo penal de genocidio adoptado en dicha convención fue luego


replicado en el Estatuto de Roma en su artículo 6, el cual estatuye:

A los efectos del presente Estatuto, se entenderá por "genocidio" cualquiera


de los actos mencionados a continuación, perpetrados con la intención de destruir
total o parcialmente a un grupo nacional, étnico, racial o religioso como tal:
a) Matanza de miembros del grupo;

b) Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;

c) Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan de


acarrear su destrucción física, total o parcial;

d) Medidas destinadas a impedir nacimientos en el seno del grupo;

e) Traslado por la fuerza de niños del grupo a otro grupo.

Artículo 6. Estatuto de Roma de la Corte Penal Internacional.

La Tortura

La Comunidad Internacional es agraviada o afectada cuando se producen


estos delitos. Desde la Declaración Universal de Derechos Humanos formulada en
1948, y luego de la experiencia de los Tribunales Militares de Nuremberg y Tokyo,
existe conciencia de no tolerarse ciertas conductas.

La tortura es entonces uno de aquellos delitos que destruyen lo más


preciado de la persona humana.

Es así que el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos regula su


prohibición absoluta en el artículo 7:

"Nadie será sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o


degradantes. En particular, nadie será sometido sin su libre consentimiento a
experimentos médicos o científicos".

Ello significa que, a diferencia de la regulación de otros derechos humanos,


no existe ninguna justificación para admitir la tortura. En consecuencia, inclusive
en situaciones excepcionales se preserva la protección de la persona de esa
práctica. Tal disposición es recogida en el art. 4.2 del Pacto, relativa a la exclusión
de restricciones relativas a ese derecho:
"La disposición precedente no autoriza suspensión alguna de los Artículos
6, 7, 8 (párrafos 1 y 2), 11, 15 , 16 y 18 ".

Del mismo modo en el sistema interamericano de protección, la Convención


Americana sobre Derechos Humanos prohíbe la tortura en el artículo 5:

Los Tratos Crueles Inhumanos O Degradantes.y Violaciones Graves al


Derecho Internacional.

La Esclavitud

Es el ejercicio de los atributos del derecho de propiedad sobre una o más


personas, incluyendo el tráfico de mujeres y niños en particular.

El Exterminio

Es la intención de erradicar una parte de la población a través de la


imposición intencional de ciertas condiciones de vida o negarle el acceso a los
alimentos, medicinas entre otras.

El Genocidio

Aunque ya fue descrito como tema propio, también se encuentra en


algunas bibliografías dentro de la categoría de tratos crueles e inhumanos y
degradantes de una nación.

Es el asesinato o exterminación intencional de un grupo de personas. Fue


concebido como un crimen aparte pero el Artículo 6 de la Carta del Tribunal ni el
artículo II de la Ley No. 10 del Consejo del Control Aliado lo exponía como una
categoría aparte de los crímenes en contra de la humanidad.

La Persecución

Consiste en privar de derechos fundamentales en contra del derecho


internacional a un grupo de personas por su identidad con motivos políticos,
raciales, étnicos, nacionales, culturales, religiosos, de género o cualquier otro
motivo universalmente inaceptable de acuerdo a derecho. Puede relacionarse a
cualquier otro acto dentro de la competencia de la corte.

La Privación de la libertad

Se refiere a la privación de la libertad física o encarcelamiento de una


persona violando las normas de derecho internacional.

La Tortura

Provocar dolor o sufrimiento grave, físico o mental, de manera intencional a


una persona bajo la custodia o control del acusado. No se reconoce como tortura
el dolor o sufrimiento derivado o a consecuencia fortuita de sanciones lícitas.

La Violencia Sexual

Incluye cualquier tipo de violencia sexual incluyendo violaciones, esclavitud


sexual, prostitución forzada, embarazo o esterilización forzada.

El Delito De Agresión

El antecedente del delito de agresión fue la definición de los "Crímenes


contra la paz" llevada a cabo en 1945 en el Carta de Londres, en el que se
describía tales delitos como "el planteamiento, la preparación, la iniciación o la
ejecución de una guerra en violación de tratados internacionales, acuerdos y
seguridades o la participación en un plan común o en una conspiración para
ejecutar cualquiera de los actos precedentes", lo que llevó a poder juzgar este tipo
de actos durante los juicios de Núremberg.

Si bien, en la primera redacción del Estatuto de Roma de 1998 (artículo


5.1.d), el delito de agresión fue reconocido como uno de los crímenes dentro de la
competencia de la Corte Penal Internacional para juzgar, no obstante, su
definición quedó pendiente y, con ello, también la capacidad de la corte de ejercer
su jurisdicción al respecto. No fue sino hasta el año 2010, durante la Conferencia
de Revisión del Estatuto de Roma en Kampala, Uganda, cuando dicha definición
se creó en donde se aprobó la resolución RC/Res.6 que incorporó un artículo 8 bis
al estatuto definiendo el delito de agresión.23 Sin embargo, uno de los acuerdos
de la Conferencia de Kampala fue que la Corte Penal Internacional no podría
ejercer su jurisdicción sino hasta el 1 de enero de 2017.

Crimen De Agresión

1. A los efectos del presente Estatuto, una persona comete un “crimen de


agresión” cuando, estando en condiciones de controlar o dirigir efectivamente la
acción política o militar de un Estado, dicha persona planifica, prepara, inicia o
realiza un acto de agresión que por sus características, gravedad y escala
constituya una violación manifiesta de la Carta de las Naciones Unidas.

2. A los efectos del párrafo 1, por “acto de agresión” se entenderá el uso de


la fuerza armada por un Estado contra la soberanía, la integridad territorial o la
independencia política de otro Estado, o en cualquier otra forma incompatible con
la Carta de las Naciones Unidas. [...]

Consideraciones Históricas Sobre La Lucha Contra La Impunidad.

Se encuentran algunos precedentes del derecho internacional penal antes


de la Primera Guerra Mundial. No obstante, es tras esta guerra cuando se plantea
la creación de un auténtico tribunal penal internacional que enjuiciaría a los
responsables de crímenes cometidos durante el conflicto. Así lo previó la Parte
Séptima del Tratado de Versalles de 1919 para juzgar al Káiser Guillermo II de
Alemania; pero los Países Bajos ofrecieron asilo al emperador, lo que frustró la
iniciativa.

Tras la Segunda Guerra Mundial, las potencias aliadas acordaron, en virtud


de la Carta de Londres, la constitución de un tribunal que juzgaría no sólo
crímenes de guerra, sino también los crímenes contra la humanidad cometidos
bajo el régimen Nazi. Los conocidos como juicios de Núremberg comenzaron el 20
de noviembre de 1945, y se dictó sentencia el 30 de septiembre y el 1 de octubre
de 1946. También se creó un tribunal similar para los crímenes de guerra
japoneses, el Tribunal Penal Militar Internacional para el Lejano Oriente, que operó
entre 1946 y 1948.

Los principios que inspiraron los juicios de Nuremberg tuvieron una


relevancia fundamental en la conformación del Derecho internacional penal. La
resolución 95 (I) de la Asamblea General de las Naciones Unidas, de 11 de
diciembre de 1946, reconoció los principios formulados en la Carta de Londres y
las sentencias del Tribunal de Nuremberg. Asimismo, solicitó al Comité de
codificación de Derecho Internacional que fijara como asunto prioritario la
redacción de un "Código Criminal Internacional" que concretara los delitos contra
la paz y seguridad de la humanidad de acuerdo con los principios aplicados en
Nuremberg. Se planteó poco después la creación de un tribunal permanente, pero
los trabajos quedaron finalmente paralizados.

La idea del Derecho internacional penal se reactivó en la última década del


siglo XX. En 1993, como consecuencia de las violaciones de derechos durante las
Guerras Yugoslavas, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas acordó la
creación de un Tribunal Penal Internacional para la ex Yugoslavia. En 1994, el
genocidio de Ruanda provocó que se aprobara también la constitución del Tribunal
Penal Internacional para Ruanda.

La Comisión de Derecho internacional había iniciado en 1993 los trabajos


preparatorios para el establecimiento de un tribunal penal internacional de carácter
permanente. En 1998 se firmó el Estatuto de Roma, que crea la Corte Penal
Internacional (CPI).

Antes de que la Organización de las Naciones Unidas tomara iniciativas en


el ámbito de la lucha contra la impunidad, fueron las organizaciones no
gubernamentales y las asociaciones de víctimas, particularmente de América
Latina, las que llevaron esta lucha a los foros intergubernamentales. En este
proceso jugó un importante papel la lucha contra las amnistías otorgadas durante
el decenio de 1980. Como lo señaló Louis Joinet: “La amnistía, símbolo de
libertad, se percibía cada vez más como una especie de ‘incentivo a la impunidad’
tras la aparición, seguida de la proliferación, de leyes de auto-amnistía,
autoproclamadas por dictaduras militares en su ocaso, preocupadas por
prepararse el terreno para su impunidad, cuando aún estaban a tiempo”.

La impunidad de las graves violaciones a los derechos humanos, aunque


muchas veces condenada, fue por mucho tiempo asumida como un “mal
necesario” por parte de varias instancias de las Naciones Unidas, A lo largo de
varias décadas, dominó la idea de que la impunidad era el precio a pagar para
asegurar la transición a la democracia, el “retorno de los militares a sus cuarteles”
o la superación de conflictos armados internos. Esta situación fue progresivamente
modificándose y frente al discurso político de la impunidad como “mal necesario”
fue emergiendo una argumentación jurídica contra la impunidad con base en el
derecho internacional de los derechos humanos. Esta argumentación fue el
resultado de un proceso promovido tanto por la acción y movilización de las
organizaciones no gubernamentales como por la doctrina y la jurisprudencia de los
órganos y procedimientos internacionales de protección de derechos humanos,
tanto de las Naciones Unidas como del sistema interamericano.

LA IMPUNIDAD constituye una violación por parte del Estado de sus


obligaciones internacionales surgidas con ocasión a las graves violaciones de
derechos humanos. El Conjunto actualizado de principios para la protección y la
promoción de los derechos humanos mediante la lucha contra la impunidad ha
definido la impunidad de la siguiente manera: “Por impunidad se entiende la
inexistencia, de hecho o de derecho, de responsabilidad penal por parte de los
autores de violaciones, así como de responsabilidad civil, administrativa o
disciplinaria, porque escapan a toda investigación con miras a su inculpación,
detención, procesamiento y, en caso de ser reconocidos culpables, condena a
penas apropiadas, incluso a la indemnización del daño causado a sus víctimas”

Estatuto De Roma De La Corte Penal Internacional

Aprobado el 17 de julio de 1998 por la Conferencia Diplomática de


Plenipotenciarios de las Naciones Unidas sobre el establecimiento de una corte
penal internacional.
Préambulo

Conscientes de que todos los pueblos están unidos por estrechos lazos y
sus culturas configuran un patrimonio común y observando con preocupación que
este delicado mosaico puede romperse en cualquier momento,

Teniendo presente que, en este siglo, millones de niños, mujeres y hombres


han sido víctimas de atrocidades que desafían la imaginación y conmueven
profundamente la conciencia de la humanidad,

Reconociendo que esos graves crímenes constituyen una amenaza para la


paz, la seguridad y el bienestar de la humanidad,

Afirmando que los crímenes más graves de trascendencia para la


comunidad internacional en su conjunto no deben quedar sin castigo y que, a tal
fin, hay que adoptar medidas en el plano nacional e intensificar la cooperación
internacional para asegurar que sean efectivamente sometidos a la acción de la
justicia,

Decididos a poner fin a la impunidad de los autores de esos crímenes y a


contribuir así a la prevención de nuevos crímenes,

Recordando que es deber de todo Estado ejercer su jurisdicción penal


contra los responsables de crímenes internacionales,

Reafirmando los Propósitos y Principios de la Carta de las Naciones Unidas


y, en particular, que los Estados se abstendrán de recurrir a la amenaza o al uso
de la fuerza contra la integridad territorial o la independencia política de cualquier
Estado o en cualquier otra forma incompatible con los propósitos de las Naciones
Unidas,

Destacando, en este contexto, que nada de lo dispuesto en el presente


Estatuto deberá entenderse en el sentido de que autorice a un Estado Parte a
intervenir en una situación de conflicto armado en los asuntos internos de otro
Estado,
Decididos, a los efectos de la consecución de esos fines y en interés de las
generaciones presentes y futuras, a establecer una Corte Penal Internacional de
carácter permanente, independiente y vinculada con el sistema de las Naciones
Unidas que tenga competencia sobre los crímenes más graves de trascendencia
para la comunidad internacional en su conjunto,

Destacando que la Corte Penal Internacional establecida en virtud del


presente Estatuto será complementaria de las jurisdicciones penales nacionales,

Decididos a garantizar que la justicia internacional sea respetada y puesta


en práctica en forma duradera,

Han convenido en lo siguiente:

PARTE I. DEL ESTABLECIMIENTO DE LA CORTE

Artículo 1

La Corte

Se instituye por el presente una Corte Penal Internacional ("la Corte"). La


Corte será una institución permanente, estará facultada para ejercer su jurisdicción
sobre personas respecto de los crímenes más graves de trascendencia
internacional de conformidad con el presente Estatuto y tendrá carácter
complementario de las jurisdicciones penales nacionales. La competencia y el
funcionamiento de la Corte se regirán por las disposiciones del presente Estatuto.

Artículo 2

Relación de la Corte con las Naciones Unidas

La Corte estará vinculada con las Naciones Unidas por un acuerdo que
deberá aprobar la Asamblea de los Estados Partes en el presente Estatuto y
concluir luego el Presidente de la Corte en nombre de ésta.

Artículo 3
Sede de la Corte
1. La sede de la Corte estará en La Haya, Países Bajos ("el Estado
anfitrión").

2. La Corte concertará con el Estado anfitrión un acuerdo relativo a la sede


que deberá aprobar la Asamblea de los Estados Partes y concluir luego el
Presidente de la Corte en nombre de ésta.

3. La Corte podrá celebrar sesiones en otro lugar cuando lo considere


conveniente, de conformidad con lo dispuesto en el presente Estatuto.

Artículo 4
Condición jurídica y atribuciones de la Corte

1. La Corte tendrá personalidad jurídica internacional. Tendrá también la


capacidad jurídica que sea necesaria para el desempeño de sus funciones y la
realización de sus propósitos.

2. La Corte podrá ejercer sus funciones y atribuciones de conformidad con


lo dispuesto en el presente Estatuto en el territorio de cualquier Estado Parte y,
por acuerdo especial, en el territorio de cualquier otro Estado.

La Corte Internacional o Justicia Internacional

Promover la justicia internacional contra la impunidad de los delitos más


graves (genocidio, crímenes contra la humanidad, crímenes de guerra, tortura o
secuestros) contribuye a restablecer el respeto de los derechos humanos y de la
norma jurídica en la sociedad y a hacer efectivos los derechos de las víctimas. La
FIDH documenta estos delitos, asiste a las víctimas ante los tribunales y defiende
la puesta en marcha y el funcionamiento efectivo de procesos independientes y de
mecanismos judiciales eficaces. La FIDH interviene ante los tribunales nacionales,
incluso en aplicación de la competencia extraterritorial o universal de los Estados,
ante las jurisdicciones mixtas como las Salas Especiales de los Tribunales de
Camboya (CETC) y ante las internacionales como la Corte Penal Internacional
(CPI).
La FIDH ha adquirido una experiencia sin par en la lucha contra la
impunidad, siendo la única organización internacional de defensa de los Derechos
Humanos con vocación generalista, que actúa regularmente en el seguimiento
judicial de las víctimas de delitos internacionales.

La FIDH interviene ante los tribunales nacionales, incluyendo en aplicación


de la competencia extra-territorial o universal de los Estados y ante jurisdicciones
internacionales como la Corte Penal Internacional y las Cámaras Extraordinarias
en las Cortes de Camboya.

El Deber De Garantía Y La Impunidad

Obligación De Brindar Un Recurso Efectivo

El derecho a un recurso efectivo está consagrado en numerosos tratados y


en otros instrumentos internacionales de derechos humanos. Toda violación de un
derecho humano genera al Estado la obligación de proveer y garantizar un recurso
efectivo. Esta obligación ha sido reiterada por los Principios y directrices básicos
sobre el derecho de las víctimas de violaciones manifiestas de las normas
internacionales de derechos humanos y de violaciones graves del derecho
internacional humanitario a interponer recursos y obtener reparaciones

Obligación De Juzgar Y Castigar

La obligación de juzgar y sancionar a los autores de graves violaciones a


los derechos humanos, como expresión del deber de garantía, tiene su asidero
jurídico en tratados e instrumentos internacionales de derechos humanos. La
Asamblea General y el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas han
reafirmado que los autores de graves violaciones a los derechos humanos deben
ser castigados por el derecho penal. Existe sin lugar a dudas una obligación de
procesar judicialmente y de castigar a los autores de graves violaciones de
derechos humanos. Esta obligación dimana del Pacto Internacional de Derechos
Civiles y Políticos, la Convención Americana sobre Derechos Humanos, el
Convenio Europeo de Derechos Humanos y la Carta Africana de los Derechos
Humanos y de los Pueblos. Asimismo, esta obligación está expresamente
consagrada en otros tratados e instrumentos Internacionales de derechos
humanos.

Consecuencias Del Incumplimiento De Juzgar Y Castigar

Materialización de las penas.

Es relevante señalar que la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha


precisado que existen “obligaciones internacionales erga omnes contra la
impunidad de las graves violaciones a los derechos humanos”. La obligación de
juzgar y castigar debe ser cumplida de acuerdo con las normas previstas para ello
por el derecho internacional, lo cual incluye el derecho a un juicio justo por un
tribunal independiente, imparcial, y competente establecido por ley, con la
observancia de las garantías judiciales propias del debido proceso y la imposición
de penas adecuadas a la gravedad de los crímenes, que no constituyan penas
prohibidas bajo el derecho internacional. El incumplimiento de la obligación de
procesar, juzgar y castigar a los autores de graves violaciones de derechos
humanos se traduce en denegación de justicia y, por tanto, en impunidad. Al
mantener la impunidad de las graves violaciones de los derechos humanos, el
Estado viola sus obligaciones internacionales y compromete su responsabilidad
internacional.

Obligación De Reparar Y El Derecho De Reparación

Es un principio general del derecho internacional, que toda violación de una


obligación internacional entraña la obligación de proveer reparación. Las
modalidades de reparación son diversas y abarcan: la restitución, la
indemnización, la rehabilitación, la satisfacción y las garantías de no repetición.
Así, la Corte Interamericana de Derechos Humanos ha precisado que “la
reparación es el término genérico que comprende las diferentes formas como un
Estado puede hacer frente a la responsabilidad internacional en que ha incurrido
(restitutio in integrum, indemnización, satisfacción, garantías de no repetición,
entre otras)”. La reparación debe ser adecuada, justa y pronta y puede ser
individual o colectiva, según la naturaleza del derecho violado y el conjunto
humano afectado. Por ejemplo, en el caso de la desaparición forzada, la Comisión
Interamericana de Derechos Humanos ha considerado que el conocimiento de la
verdad sobre la suerte y destino de los desaparecidos, como modalidad de
reparación bajo la forma de satisfacción, es “un derecho que tiene la sociedad”

El Derecho A La Verdad

Progresivamente, y fruto fundamentalmente de la evolución de la jurisprudencia y


de la doctrina de los tribunales y demás órganos internacionales de protección de
derechos humanos, el derecho a la verdad fue reconocido como uno de los
derechos fundamentales de las victimas de graves violaciones de derechos
humanos. Hoy día, este derecho y la correlativa obligación del Estado han sido
expresamente consagrados en distintos instrumentos internacionales de derechos
humanos así como en la Convención Internacional para la protección de todas las
personas contra las desapariciones forzadas, primer tratado de derechos humanos
que ampara expresamente el derecho a la verdad.

Fuero Militar E Impunidad

LA IMPUNIDAD No hay ninguna razón válida, del punto de vista moral y


jurídico, para sustraer de la jurisdicción ordinaria un militar que comete un crimen
definido como tal en la legislación penal común. Dalmo De Abreu Dallari. Como lo
ha demostrado la experiencia empírica, el juzgamiento de militares y de policías
por tribunales militares o policiales por graves violaciones de derechos humanos
cometidas contra civiles ha sido y es una de los más frecuentes factores de
impunidad. En no pocos países, la llamada “justicia militar” es orgánica y
funcionalmente dependiente del Poder Ejecutivo. Frecuentemente los jueces
castrenses son militares en servicio activo, subordinados a su respectivo
comandante y sometidos al principio de obediencia jerárquica.
Imprescriptibilidad, No Retroactividad Y Res Judicata

LA IMPUNIDAD

“Cabe aplicar medidas restrictivas a ciertas normas de derecho, con miras a


mejorar la lucha contra la impunidad. Se trata de evitar que esas normas sean
utilizadas de forma que se conviertan en un incentivo a la impunidad,
obstaculizando así el curso de la justicia.” Louis Joinet Frecuentemente la
prescripción, la cosa juzgada y la no retroactividad de la ley penal han operado
como factores generadores de impunidad de graves violaciones de derechos
humanos y de crímenes bajo el derecho internacional frecuentemente pone en
tensiones varias. La prescripción, la cosa juzgada y la no retroactividad de la ley
penal son institutos jurídicos bien conocidos del derecho penal y del derecho
internacional de derechos humanos. Muchas veces su contenido y alcance se
desnaturaliza o se usa de forma abusiva para darle visos de “legalidad” a la
impunidad.

Imprescriptibilidad, No Retroactividad Y Res Judicata

Efectos del incumplimiento.

Res judicata Frecuentemente, los Estados invocan abusivamente


decisiones judiciales con autoridad de cosa juzgada (res judicata) y el principio
non bis in idem (o ne bis in idem), según el cual nadie puede ser juzgado y
sancionado dos veces por los mismos hechos, para consagrar la impunidad.
Sentencias absolutorias o decisiones de sobreseimiento proferidas en flagrante
contradicción de toda evidencia probatoria existente en el proceso, decisiones
judiciales resultado de procedimientos incompatibles con los estándares
internacionales del debido proceso, sentencias que aplican amnistías y similares
medidas en casos de graves violaciones de derechos humanos son
frecuentemente invocadas para consagrar la impunidad en nombre del el principio
non bis in idem y la cosa juzgada.
CONCLUSION

El Derecho Internacional presenta crecientes avances para combatir la


tortura con mayor eficacia. Es necesario actualizarnos para emplearlo a nivel local
en los casos que podamos asesorar o patrocinar y para una estrategia más
general de prevención.

Las modalidades de tortura, por definición, ocultan signos externos de su


perpetración en el cuerpo de la víctima y se valen de una serie de mecanismos de
impunidad que dificultan sino imposibilitan conocer la identidad de los victimarios.
Entonces, la existencia de una legislación restrictiva de los derechos
fundamentales, afecta sustancialmente la integridad personal y es un factor
concomitante o hasta determinante de perpetración de la tortura.

La ausencia de un Estado de Derecho es otro factor político-constitucional


que conspira a favor de la perpetuación de la tortura. Como se aprecia en los
casos de terrorismo por razones políticas la tortura es un instrumento privilegiado
para ejercer ilimitadamente el poder, propio de gobiernos o regímenes autoritarios,
sin control real alguno, con apariencia de Legalidad.

El derecho penal es la rama del derecho público que regula la potestad


punitiva

El principal órgano del Derecho Penal Internacional es la Corte Penal


Internacional, el primer tribunal de justicia penal internacional permanente, creado
en 1998 a través del Estatuto de Roma. La Corte tiene sede en La Haya.

Actualmente, el tribunal más importante en este ámbito es la Corte Penal


Internacional, pero existen además otros tribunales creados ad hoc. Algunos son
de carácter exclusivamente internacional, como el Tribunal Penal Internacional
para la ex Yugoslavia o el Tribunal Penal Internacional para Ruanda. Otros son
híbridos y están compuestos por jueces tanto nacionales como internacionales. Es
el caso de la Cámara Extraordinaria en las Cortes de Camboya, que investiga los
crímenes en Kampuchea Democrática, o el Tribunal Especial para Sierra Leona,
encargado de enjuiciar los crímenes cometidos durante la guerra civil.

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