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Análisis de Sentencia de la Sala Constitucional Del Tribunal Supremo de Justicia.

Magistrado Ponente: Arcadio Delgado Rosales


Expediente: 11-0995
(En Base a la Responsabilidad Administrativa y la Función Pública)

San Fernando de Apure, Octubre de 2019.


En nuestro país la responsabilidad administrativa y la función pública están claramente
reguladas por un extenso ordenamiento jurídico, partiendo por lo instituido en nuestra
Constitución República Bolivariana de Venezuela (1999); como puede evidenciarse en
los artículos que a continuación citaremos:

Artículo 2: "Venezuela se constituye en un Estado democrático y social de Derecho


y de Justicia, que propugna como valores superiores de su ordenamiento jurídico y
de su actuación, la vida, la libertad, la justicia, la igualdad, la solidaridad, la
democracia, la responsabilidad social y en general, la preeminencia de los
derechos humanos, la ética y el pluralismo político". Este artículo enuncia los valores
supremos del Estado Venezolano incluyendo entre ellos La Responsabilidad Social.

Artículo 25 expresa: "Todo acto dictado en ejercicio del Poder Público que viole o
menoscabe los derechos garantizados por esta Constitución y la Ley es nulo, y los
funcionarios públicos y las funcionarias públicas que lo ordenen o ejecuten
incurren en responsabilidad penal, civil y administrativa, según los casos, sin que
les sirvan de excusa órdenes superiores". Este artículo manifiesta la responsabilidad
en pudieran incurrir los funcionario públicos que violen la Constitución y laLey.

En relación a la responsabilidad del Estado en materia judicial, la Constitución establece


en su Artículo 49, numeral 8: “Toda persona podrá solicitar del Estado el
restablecimiento o reparación de la situación jurídica lesionada por error judicial,
retardo u omisión injustificados. Queda a salvo el derecho del o de la particular de
exigir la responsabilidad personal del magistrado o de la magistrada, del juez o de
la jueza; y el derecho del Estado de actuar contra éstos o éstas”. Esta disposición
demuestra la posibilidad de cualquier ciudadano de exigir directamente al Estado su
responsabilidad en materia judicial, incluso cuando dichas faltas sean imputables
personalmente al juez. En este mismo orden de ideas podemos referir el Artículo 255
Constitucional: “… Los jueces o juezas son personalmente responsables, en los
términos que determine la ley, por error, retardo u omisiones injustificados, por la
inobservancia sustancial de las normas procesales, por denegación, parcialidad y
por los delitos de cohecho y prevaricación en que incurran en el desempeño de sus
funciones.” Evidenciándose de esta forma que la Constitución garantiza la posibilidadde
actuar de un particular ante un anormal funcionamiento del sistema de justicia por el cual
el Estado deberá responder, sin perjuicio de ejercer las acciones correspondientes contra
los jueces implicados.

También el Artículo 139, Constitucional establece que “El ejercicio del Poder Público
acarrea responsabilidad individual por abuso o por desviación de poder o por la
violación de la Constitución y de la Ley”.

El Artículo 140 determina, que “El Estado responderá patrimonialmente por los
daños que sufran los particulares en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre
que la lesión causada sea imputable al funcionamiento de la Administración
Pública”.

La Disposición Constitucional 141 nos indica que “La Administración Pública está al
servicio de los ciudadanos y se fundamenta en los principios de honestidad,
participación, celeridad, eficacia, eficiencia, transparencia, rendición de cuentas y
responsabilidad en el ejercicio de la función pública, con sometimiento pleno a la
ley y el derecho”. Esta disposición obliga a la administración pública al cumplimiento de
sus funciones bajo los principios en él señalados, exigiendo responsabilidad en el ejercicio
de la función pública así como también el cumplimiento del principio de legalidad, en
virtud de que obliga a los órganos de la administración pública al sometimiento y plena
subordinación a laley.

El Código Civil (1982). en su Artículo 1902 dispone que "El que por acción u
omisión causa daño a otro, interviniendo culpa o negligencia, está obligado a
reparar el dañocausado".

De igual forma la Ley Orgánica Administración Pública (2014) en su Artículo 13.-


instaura: Artículo 13. La Administración Pública será responsable ante las personas
por la gestión de sus respectivos órganos, de conformidad con la Constitución de
la República Bolivariana de Venezuela y la ley, sin perjuicio de la responsabilidad
de cualquier índole que corresponda a las funcionarias o funcionarios por su
actuación.
La Administración Pública responderá patrimonialmente por los daños que sufran
las personas en cualquiera de sus bienes y derechos, siempre que la lesión sea
imputable a su funcionamiento.”

Adicionalmente podemos hacer referencia la Ley Orgánica Procedimientos


Administrativos (1981), la cual en su Artículo 3 establece: “Los funcionarios y demás
personas que presten servicios en la administración pública, están en la obligación
de tramitar los asuntos cuyo conocimiento les corresponda y son responsables por
las faltas en que incurran...”

Todo lo anteriormente referido, nos permite en primer lugar conceptualizar la


responsabilidad como la obligación de reparar las consecuencias de un ilícito, es decir
subsanar alguna conducta que transgreda el ordenamiento jurídico vigente y cause un
daño a un tercero. Y en segundo término, nos traza en líneas generales lo que en materia
de responsabilidad del Estado y la función pública, está instituido en nuestro sistema
normativo; toda vez que este elemento ha tomado importancia con la evolución del
derecho en nuestro país.

Ahora bien, en lo que respecta a la Sentencia emanada de Sala Constitucional del


Tribunal Supremo de Justicia, en Caracas, el 21 de mayo de dos mil doce (2012)
Expediente: 11-0995; Cuyo Magistrado Ponente es el Dr. Arcadio Delgado Rosales.
Luego de su lectura y el análisis que nos permite realizar nuestros modestos e incipientes
conocimientos de derecho administrativo, nos disponemos a expresar nuestras
consideraciones:

El 3 de agosto de 2011, el abogado Juan Vicente Ardila, apoderado judicial de la


sociedad mercantil AMERICAN AIRLINES, INC, solicitó la revisión constitucional de la
sentencia dictada el 24 de mayo de 2011, por el Tribunal Superior Marítimo Accidental
con competencia Nacional, con ocasión al mandato de la Sala Constitucional del Tribunal
Supremo de Justicia, contenido en la sentencia N° 189 del 8 de abril de 2010, mediante la
cual declaró con lugar la demanda que por indemnización por daño moral incoó el
ciudadano Carlos Brender contra surepresentada.
En la solicitud de revisión de la referida sentencia, la cual fue admitida por la Sala
Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia el apoderado judicial de AMERICAN
AIRLINES, INC; argumentó su solicitud en un cúmulo de dilucidaciones jurídicas que dan
cuenta de que el Tribunal Marítimo equivocó el régimen de responsabilidad al aplicar
frente a la demanda por daño moral incoada contra la aerolínea. Además aduce que
dicho tribunal cometió la indebida aplicación de la ley al condenar el daño moral a la falta
de prestación de un servicio público, cuya actividad se encuentra regulada por una ley
particular (Ley de Aeronáutica Civil) que posee su propio sistema de responsabilidad para
el sector aeronáutico y de transporte comercial, en este mismo orden de ideas destaca
que el daño moral solamente es procedente cuando ha acontecido un acto ilícito que
haya generado un daño en el ámbito inmaterial del afectado; por lo tanto, la falta de
cumplimiento de un contrato de transporte, en lo concerniente al deber de información de
cancelación de un vuelo, no puede equipararse a un acto ilícito, en los términos del
artículo 1.196 del CódigoCivil.

Todo ello, a la luz del tema en estudio se conoce como el funcionamiento anormal
de la de la administración de justicia por actos jurisdiccionales (sentencias erróneas o
error judicial, omisión y retardojudicial,)

A toda esta argumentación se debe agregar el hecho de que la Sala Constitucional del
Tribunal Supremo de Justicia que ordenó anular la decisión del Tribunal de Alzada, y este
manifestó renuencia a acatar la doctrina que la Sala Constitucional que creó para este
mismo caso. Desobedeciendo las disposiciones que la Sala Constitucional le indicó para
el caso BRENDER; una vez que omitió la decisión y utilizando argumentos insustanciales
para apoyar su fallo. Actuando contrariamente al principio de legalidad, en el cual se
obliga a los órganos de la administración pública al sometimiento y plena subordinación a
laley.
Luego de evaluar todas las razones expuestas por el ponente (las cuales por razones
de limitación en la extensión del texto no podemos referir), La Sala Constitucional de TSJ
decidió:
1.- HA LUGAR la solicitud de revisión presentada por el abogado Juan Vicente Ardila,
apoderado judicial AMERICAN AIRLINES, INC, contra la sentencia dictada el 24 de mayo
de 2011 por el Tribunal Superior Marítimo Accidental con competencia Nacional.

2.- ANULA la sentencia dictada el 24 de mayo de 2011 por el Tribunal Superior Marítimo
Accidental con competencia Nacional y con sede en la ciudad de Caracas y REPONE la
causa al estado de que un nuevo Tribunal Superior Marítimo Accidental con competencia
Nacional y con sede en la ciudad de Caracas, proceda a emitir pronunciamiento sobre la
demanda.
De esta manera, se otorga a la parte demandante la posibilidad de resarcir el daño
ocasionado por el anormal funcionamiento de la administración de justicia.

3.- IMPONE al juez accidental del Tribunal Superior Marítimo con competencia Nacional y
con sede en la ciudad de Caracas, abogado Eduardo Pisos Vegas, multa de 200
unidades tributarias, correspondiente al límite máximo establecido en el referido artículo
122 de la Ley Orgánica del Tribunal Supremo de Justicia.

De tal manera recae sobre el funcionario público la responsabilidad administrativa con la


cual debe subsanar las consecuencias de un acto ilícito.

4.- ORDENA REMITIR COPIA CERTIFICADA de la presente sentencia a la Inspectoría


General de Tribunales y al Ministerio Público.

Con esta medida se configura la responsabilidad disciplinaria (ejercida por la


Inspectoría General de Tribunales) que recae sobre el funcionario público como
consecuencia de su accionar al margen de la legislación o por propiciar el anormal
funcionamiento de la administración de justicia. De igual forma se recaerán sobre el
funcionario las responsabilidades penales que el Ministerio Público determine para el
caso.

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