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ASIGNATURA: SABERES Y TRADICIONES POPULARES

TAREA 1

A continuación te hago llegar el relato “Mezclados… pero


aquí…”. Debes leerlo con atención, comentar y explicar aquellos
elementos que consideres son de origen afro, indígenas y europeos
y que forman parte de nuestra cultura. Debes elaborar un informe
que tenga una extensión mínima de 1 cuartilla o un máximo de 2
cuartillas. Este trabajo es estrictamente individual. Tienes una
semana (Del 18 de marzo al 25 de marzo) para hacerlo y enviarlo a
mi correo.

MEZCLADOS… PERO AQUÍ...!

Bajo la luz de aquella bombilla nos veíamos nuevamente. La


noche invitaba al compartir decidido, sin límite alguno, para quienes
desde hacía bastante tiempo nos habíamos asumidos más que
amigos familias, por esa hermosa costumbre de la amistad. Pedro,
Sebastián, Antuan, el negro Douglas y yo teníamos un amplio
historial de aventuras: papagayos, metras, garrufio, trompos, novias
y la casería de iguanas, eran parte de ese infantil antecedente que
en no pocas oportunidades hicieron molestar a la señora Bertha.

Era Bertha una corpulenta mujer, de labios gruesos, pelo


ensortijado, nariz chata y de ancha cadera. Venida de Barlovento
hacía ya más de dos décadas, se instaló en el barrio y al poco
tiempo conoció a José Dos Santos Sousa, hijo de migrantes
europeos y con quien tendría una niña a quien dieron por nombre
Fátima y un niño al que dieron por nombre Douglas. Este último
heredó de su madre los rasgos físicos, mientras Fátima heredó de
su padre no solo la tez blanca y los ojos claros, también heredó de
éste su pasión por la fabricación del pan que derivó luego en
catalinas y acemitas hechas en horno de barro. En el barrio desde
niños solíamos decirle los hermanitos café con leche.

Los cinco amigos nos llegamos hasta la casa de la familia de


Antuan. Era una vivienda construida de adobes, el techo de caña
brava y tejas. Al parecer fue hecha por el abuelo cuando se vino del
campo. La madre de Antuan, la señora Olegaria, acababa de moler
como media arroba de tiernas mazorcas de maíz y embadurnaba de
aceite un aripo de arcilla para extender allí la masa fresca para las
cachapas. La señora Olegaria, desde que tengo memoria,
acostumbraba a preparar comidas muy sabrosas, tenía una sazón
especial. Hacía mondongo de chivo, chanfaina, sopa de caraotas,
frijoles, arvejas, conservas de coco, majarete y en navidad hacía
unas ricas hallacas y chicha de maíz.

De uno de los cuartos de la casa surgió alegre el señor


Dionisio padre de Antuan. El señor Dionisio venía apertrechado de
una botella de cocuy que, según nos dijo, le habían traído de
Moroturo. Nos acercó la bebida y debo reconocer que aunque
nunca había probado ningún tipo de licor, aquello me pareció algo
exquisito, tanto así que le pedí al señor Dionisio me permitiera otro
trago. Aquello, aparte de alegrarme un poco el espíritu, despertó mi
apetito. Afortunadamente éste fue satisfecho con un par de
cachapas calientes acompañadas de mantequilla y queso con un
pocillo de café que nos trajo la señora Olegaria.

Ya prestos a salir de la casa de Antuan nuestros oídos se


orientaron hacia la casa de María. El ritmo de la salsa nos invitaba a
echar un pie al son de un tema que en ese momento sonaba de la
Dimensión Latina. Llevando el ritmo en el andar y en las manos
hasta allí nos llegamos. Sabíamos que aquella jarana no tendría
límites y sobre todo por las hermosas muchachas que estaban a la
espera. Llegamos y tal cual me lo había imaginado, ella se
encontraba allí. Nos miramos y sin mediar palabras la invité a bailar.
Excelente bailadora, una sincronía rítmica perfecta entre su
espalda, cadera y sus pies que propiciaba se hiciera un círculo a
nuestro alrededor. Bailamos intensamente no sé cuántos temas, no
sé cuánto tiempo. Se habían sumado al baile también Pedro y el
negro Douglas, mientras Antuan y Sebastián habían decidido
compartir con otros amigos una botella de guarapita.

Ya casi cerca de la media noche oímos unos gritos que


venían del fondo de la casa, como quien va hacia el pequeño patio.
Corrimos hacia allá y observamos como una de las muchachas
lucía pálida, sujetada por otras personas y abanicada por sus
amigas quienes pedían desesperadas que despejaran el lugar y
trajeran agua. Había sufrido un desmayo. “Ese desmayo es
sospechoso”, comentó la madre de María quien de inmediato
procedió a reunir algunas yerbas, preparar un bebedizo y
restablecerle el alma a aquella niña. “Anoche cantó la pavita y esa
no se pela”, dijo nuevamente la madre de María.

Preguntando a mí amiga por el motivo de la fiesta me dijo que


era el bautizo de un sobrino de María y los padrinos eran una gente
que recién había llegado de Valencia. “Vinieron a sacarle el diablo
al carajito”, dijo mi amiga. En el barrio el señor Manuel – “Maneco” –
era la persona que buscaban para ponerles el agua a los niños y la
señora Gregoria – “Goya”- era quien había ayudado a nacer a
muchos otros. Maneco y Goya gozaban de un gran respeto en la
comunidad. Eran los padrinos y madrinas de una gran cantidad de
muchachos del barrio. Este ritual del bautizo fue complementado
con un sabroso hervido de gallina y un tamunangue que el dueño
de casa mandó a realizar en pago de promesa.

Serían cerca de las tres de la mañana. Tumbados por el


sueño, el cansancio y algo de licor en nuestra sangre, cuando
encaminamos los pasos hacia nuestras casas. Pronto amanecería y
otro día se perfilaba para nuestros jóvenes destinos.
¿Esperanzados? Quizás. ¿Con proyectos? Tal vez. Pero aquí
seguíamos.

TAREA 2

Tomando en cuenta lo conversado en el primer encuentro en


relación Saberes, Cultura, Conocimientos, Tradiciones, Popular,
Academia, entre otros términos, y lo que se orientó que investigaras
sobre Diálogo de Saberes, te presento a continuación extractos de
algunos textos para su respectivo análisis. Al final de su lectura y
análisis debes escoger dos de estos textos y elaborar un informe
con un mínimo de 1 cuartilla o un máximo de 2 cuartillas y enviarlo a
mi correo. Este trabajo es estrictamente individual. Para cumplir
con esta tarea tienes un lapso comprendido entre el miércoles 18 de
marzo y el viernes 27 de marzo.

Texto 1

“Mi infancia fue muy alegre y muy marcada por la pobreza, por la
escasez de recursos, pero con mucho afecto de parte de mi madre,
hermanas y hermanos; me consentían mucho. Yo fui el último de
mis hermanos, somos diez, tenía unas hermanas ya grandecitas de
diez, once, catorce años, entonces me cuidaban, me quisieron
mucho; fui muy querido por mi familia. Tuve una juventud y una
infancia muy libre porque no había problemas de delincuencia en el
barrio ni nada por el estilo en ese primer momento. Ahora la gente
tiene que estar prácticamente metido en su casa y los niños casi no
salen. Yo tenía la oportunidad de jugar pelota, jugar metra, correr,
brincar, jugar el escondido, policías y ladrones en las calles. A mí
me hizo muy feliz, lo recuerdo con felicidad y la felicidad siempre es
buena, te hace un ser mejor. El ser buena una persona depende en
gran parte del grado de felicidad que tenga. El hecho de que una
persona haya recibido amor, cariño, que se haya reído, que haya
gritado, que haya jugado, que haya compartido lo hace una mejor
persona y eso lo hace más útil. El ser humano es útil en la medida
que contribuye a la felicidad de alguien. Me parece que es como
desventajoso tener que jugar solo o tener que estar frente a una
pantalla haciendo video-juegos y haciendo uso solamente de una
imaginación que está un poco limitada por lo que te impone el juego
propiamente dicho. Eso hay que seguirlo estudiando, hay que
seguirlo revisando a ver cómo es ese joven que veremos dentro de
diez, veinte años, cuando sea adulto. Pero a mí me parece una
desventaja no tener el contacto con la calle, con otros muchachos y
hacer esas tremenduras que uno hacía.” (Douglas Chourio. Maestro
rural)

Texto 2

“… debemos partir el tiempo de la noche en dos partes, una mitad


para dormir y la otra para pensar… un pedazo de la noche pienso y
el otro duermo; esa es la única manera de no meter la pata tan
malamente.” (Teodora, La Loza, La Luna y El Viento. Franz Ortiz
Castañeda y Orlando Pérez)

Texto 3

“El buen humor, mientras dura, favorece la capacidad de pensar


con flexibilidad y con mayor complejidad, haciendo que resulte más
fácil encontrar soluciones a los problemas, ya sean intelectuales o
interpersonales.” (La Inteligencia Emocional. Daniel Goleman.)
Texto 4

“El amor y la humildad son inseparables del diálogo. No hay


verdadero diálogo si no hay amor. Si uno de los dialogantes se
instala en la soberbia o la prepotencia, se rompe la posibilidad del
diálogo… Tampoco reafirma el diálogo la autosuficiencia y la
desesperanza. El diálogo es el encuentro de los hombres para ser
más y esta completitud humana no puede alcanzarse sin la
esperanza.” (Paulo Freire)

Texto 5

“La Danza y la Palabra. Dentro de mi cuerpo barullan las palabras


desatadas. Se escapan por mis poros. La palabra danza se
arremolina en mis brazos, en mi vientre, en mi mirada. Con mis pies
exalto la alegría, la tristeza, el placer; todo mi cuerpo en
movimiento. Amo la danza, la palabra es danza” (Carlota Landinez)

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