Está en la página 1de 17

La PNL se encuentra con el Chi Kung

Un investigación sobre la interacción mente-cuerpo para la sanación del cáncer


Éxitos y fracasos en la sanación
Nuestro principal interés es ayudar a personas a sanarse del cáncer. Como muchos
practicantes de PNL y salud, hemos visto a clientes sanarse del cáncer, usando procesos de
PNL, y también hemos visto a clientes morir de cáncer. Sin embargo, sabemos que el cáncer
puede ser sanado utilizando procesos mente-cuerpo y ser sanado consistentemente. Estamos
hablando de un estudio basado en más de 300,000 personas que mostró más del 95% de
efectividad. Los métodos utilizados en el estudio mundial más grande de sanación de cáncer
libre de medicina, son casi completamente familiares para los practicantes de PNL, con una
excepción clave. En la primera parte de este artículo documentamos la investigación de estos
métodos y explicamos sus bases en la inmunología. En la segunda parte vamos a describir un
formato para la sanación efectiva del cáncer y de enfermedades similare s que ponen en
peligro la vida. También explicaremos el proceso que consideramos que falta en los formatos
de tratamientos de PNL que actualmente existen y sugerimos una respuesta a una de las
preguntas más inquietantes en la PNL: si la PNL es tan buena, ¿ por qué tantos de nuestros
clientes con cáncer no mejoran?.
En este siglo, los profesionales de la salud en occidente han redescubierto el increíble poder
de la mente para sanar el cuerpo. La primera investigación que demuestra esto, en relación
con el tratamiento del cáncer, fue publicada por los Drs. Carl y Stephanie Simonton, de Dallas,
Texas, en su libro Getting Well Again (1978). Al trabajar con 159 personas, que médicamente
se consideraba que tenían cáncer insanable (con promedio de expectativa de vid a de 12
meses), los Simonton reportaron dos años más tarde que 14 clientes no tenían ninguna
evidencia de cáncer en absoluto, 29 tenían tumores que estaban estables o en regresión y
casi todos habían vivido más del “límite” de los 12 meses (pp. 11 -12). Esencialmente, 10%
fueron sanados y 20% se estaban sanando a sí mismos. Los Simonton utilizaron una
combinación de realimentación biológica, visualización, ejercicio, establecimiento de metas,
resolución de conflictos internos, permitir que las personas se liberaran de resentimientos y un
apoyo familiar incluyente. Explicaron su éxito, basándose en la psico-neuro-inmunología (la
manera en cómo la mente afecta al sistema nervioso, que a su vez afecta al sistema
inmunológico). Ernest Rossi y David Cheek (1988), en su publicación Mind-Body Therapy,
dieron otro modelo coherente para lograr este éxito, utilizando comunicación ideodinámica
(comunicación hipnótica con la mente inconsciente). La publicación de Bellefr (1990) de
Robert Dilts, Tim Hallbom y Suzi Smith, ofreció un marco de PNL para entender los mismos
procesos. Este libro comienza con el relato de Dilts, que deja sin aliento, de la sanación de
cáncer de su madre, luego de cuatro días de trabajo con PNL, para cambiar creencias
limitantes y resolver conflictos internos. Seis años más tarde, lan McDermott y Joseph
O‟Connor publicaron NLP and Health (1996), una revisión profunda de cómo se pueden usar
técnicas de PNL para movilizar el sistema inmunológico para que mantenga la salud y sanar
enfermedades.
Estos modelos son alentadores y también nos siguen dejando con la pregunta ¿qué pasó con
el otro 70% en los estudios de los Simonton? En el campo de la sanación complementaria,
incluyendo la comunidad de PNL, hemos encontrado a veces un temor por la investigación
estadística. En nuestra experiencia, esto está relacionado a cierto tipo de incongruencia entre
los “sanadores”, quienes saben que sus métodos solamente en ocasiones tienen el éxito que
anunciaron. Básicamente, ellos no quieren hablar (o incluso pensar) s obre la mayoría de sus
clientes, que no se sanan. Es cierto que para los clientes individuales, las estadísticas son
decepcionantes. Si tu cáncer se sana, se sana, así que no tienes un 10% de éxito, sino un
100% de éxito. Aunque todas células para nosotros, los practicantes de PNL, nuestro interés
también está en el cambiar a un número más grande de personas a la situación de estar
completamente sana-das. Establecemos metas y para nosotros las estadísticas cuentan. Más
adelante en este artículo, describiremos una metodología que pudiera incrementar el éxito de
los Simonton cuatro veces más.
¿Qué es el cáncer?
Primero, tengamos claro que las técnicas de PNL ya están asocia -das con la cura del cáncer.
Anthony Wightman, practicante de PNL neocelandés (1999, p.4 2), describe su tratamiento
exitoso de cáncer de piel y de leucemia, con habilidades desarrolladas durante su
entrenamiento como practicante de PNL. Se imaginó un láser quemando las células de cáncer
y llenó su cuerpo con un brillo dorado que impregnó toda s sus células de salud y removió las
células no sanas. Recorrió una plancha caliente imaginaria, sobre el interior de la vena
contigua a la piel con cáncer, para detener la diseminación y el sangrado en los momentos de
hemorragia (lo que de hecho sucedió una semana después de que empezó a visualizar).
Antes de tratar su cáncer de piel, se lo habían diagnosticado tres doctores por separado, de
los cuáles todos dijeron, luego de haberse sanado, que pudieron haber hecho un mal
diagnóstico de una keratosis solar. Su hematólogo tuvo más dificultad para explicar el cambio
en su leucemia. Anthony dice: “pienso que sólo estamos rascando la superficie de nuestras
propias capacidades y que el área de investigación más prometedora está dentro de nuestras
mentes, nuestros propios corazones y nuestras propias almas”.
Para entender lo que Anthony ha hecho, es útil saber cómo el cuerpo, de manera natural,
mantiene sus células saludables (creer, 1979, pp. 236-241). Las células de tu cuerpo no
mantienen sólo información genética estandarizada sobre quién eres tú. También necesitan
monitorear en dónde están en tu cuerpo, para saber cuál es su tarea específica dentro de la
comunidad completa de células (Por ejemplo, las células de tu piel, necesitan saber que son
células de la piel. De manera parcial, hacen esto revisando qué células están a su alrededor).
Sin embargo, si una célula tiene su código de instrucciones genéticas dañado, repetidamente,
puede perder la pista sobre dónde se encuentra y cuál es su tarea. Esto puede suced er
debido a intoxicación por químicos, radiación, o “radicales libres” (químicos que resultan de la
oxidación normal del cuerpo y se acumulan con la edad). Si una célula está suficientemente
dañada como para perder la pista de dónde encaja en la comunidad de células, entonces se le
describe como más “indiferenciada” y puede empezar a dividirse de manera azarosa, en vez
de a la velocidad que se necesita para reemplazarse a sí misma. Entonces puede ser descrita
como una célula cancerígena . De hecho, antes de llegar a esta fase, el daño genético
generalmente es reparado. Esta es una posibilidad que no es frecuentemente discutida en
oncología (tratamiento del cáncer). Sin embargo, generalmente el cuerpo es capaz de reparar
el daño genético a menos que haya una interferencia o inhibición de la respuesta
inmunológica. Se ha demostrado que la depresión psicológica es un factor que inhibe dicha
reparación (Kiecolt-Glaser, 1985).
El cuerpo espera que aparezcan células cancerígenas ocasionalmente, y cierto tipo de cél ulas
blancas (linfocitos) tienen la función de identificar estas células confundidas y marcadas, de
manera que otros linfocitos (por ejemplo, “células T” de la glándula del timo), las puedan
eliminar. En caso de que te perturbara la idea de eliminar célula s, es útil saber que cada vez
que tragas, el forro interior de tu boca suelta millones de células, las cuales ya han caducado
en cuanto a “su fecha de uso”. Una mejor palabra para este cambio de células en el cuerpo,
puede ser „reciclar‟, y la eliminación de células cancerígenas es solo otro ejemplo de esto. Un
desorden tal como el SIDA, que detiene el trabajo de los linfocitos, tiende a tener como
resultado la aparición de numerosos cánceres dentro del cuerpo. Esto sugiere que cuerpos
normales y saludables, generan células cancerígenas ocasionales y que, linfocitos normales y
saludables, reciclan aquellas células cancerígenas de manera natural. Los linfocitos son la
personificación de “un sistema inmunológico” que te protege tanto de invasión externa como
de errores internos. Aun cuando un cáncer se haya desarrollado más allá del nivel de una
célula aberrante, este sistema inmunológico continúa protegiéndote. Un incrementado número
de células asesinas y un nivel incrementado de actividad, está asociado fuert emente en
investigación con el cáncer contenido en un lugar, en vez de esparciéndose, y con que el
cáncer cese de recurrir luego del tratamiento (Mandeville eta!, 1982, Burford -Mason et al,
1989).
En 1979 ocurrió una crisis en los Laboratorios de Lawrence Livermore, en California, en donde
se estaban desarrollando armas nucleares. Se encontró una incidencia muy alta de pequeñas
células pre cancerígenas de la piel y melanomas, en el personal. Virtualmente todas fueron
removidas fácilmente con cirugía. La Dra. Lidia Temoshok investigó la epidemia y determinó
que, de hecho, la incidencia probablemente no era más alta de lo normal. El personal había
sido examinado “con un cepillo de dientes fino” y los médicos detectaron pequeñas lesiones,
que de otra manera hubieran sido eliminadas por el sistema inmunológico (Temoshol y
Dreher, 1992, p.211). El Dr. Candace Pert, investigador biofísico (descubridor de las
endorfinas), dice que “es un hecho que cada uno de nosotros tiene muchos tumores
cancerígenos que están creciendo en nuestros cuerpos en todo momento. La parte del
sistema inmunológico responsable de la destrucción de estas células descarriadas… hacen
bien su trabajo… y estos pequeños tumores nunca crecen para llegar a ser suficientemente
grandes como para causar que nos enfermemos” (1999, p.192).
¿Cómo podemos ayudar al sistema inmunológico?
Fortaleciendo el sistema inmunológico del cuerpo ayuda en la curación del cáncer. Nosotros
consideramos que este es el corazón de lo que la PNL contribuye en el tratamiento del cáncer.
Es interesante que pocos oncólogos (especialistas en cáncer) dan sugerencias sobre cómo
ayudar al sistema inmunológico. Más aún, muchos tratamientos ortodoxos de cáncer
comprometen al sistema inmunológico, removiendo las glándulas endócrinas y los nodos
linfáticos, o matando linfocitos. (Tanto la radioterapia como la quimioterapia, disminuyen los
niveles de linfocitos). Esto no significa que los tratamientos ortodoxos estén “mal”, sino
simplemente que no se enfocan a edificar el sistema inmunológico. Sin embargo, en el análisis
final, el sistema inmunológico es de lo que dependemos para sanamos y para prevenir el
cáncer. La PNL provee de un modelo efectivo para mejorar la respuesta inmunológica. Esto es
útil tanto como un auxiliar de un tratamiento ortodoxo, como una opción alternativa cuando el
tratamiento ortodoxo tiene pocas expectativas de éxito.
Como siempre, en la PNL nos podemos beneficiar al tener esa curiosidad sobre las personas
que ya han sido exitosas en la manera en que deseamos serlo . El Dr. Brendan O‟Regan es un
neuroquímico que ha recogido una base de datos de 3,500 casos médicamente
documentados de remisión espontánea de cáncer. El Dr. Charles Weinstock dirige el grupo de
Estudio Psicosomático de Nueva York y ha comentado al respecto de estos casos: “luego de
un periodo corto antes de la remisión, que varía de unos días a pocos meses, hubo un cambio
importante, como un matrimonio, una ordenación, el nacimiento de un nieto o el retirarse de
una relación no deseada. Hubo rehabilitación psico social de uno u otro tipo, y luego el cáncer
se curó” (Weinstock, 1997).
Hay dos maneras en que procesos como la PNL, han demostrado promover este tipo de
cambio en la función inmunológica. El primero es a través del cambio terapéutico del estado
general de la persona y la actitud hacia los eventos de la vida. La investigación demuestra que
tanto el desconsuelo, como estados emocionales negativos experimentalmente inducidos,
inhiben la producción de linfocitos del cuerpo (Bartrop et al 1977, Séller et al 1983, Futterman
et al, 1994). Entonces, el duelo sostenido y la depresión son estados emocionales que
incrementan el riesgo de cáncer. Cualquier intervención que ayude a la persona a permitir que
se vayan dichos estados negativos, va a tener un efecto positivo en la cura. También un estilo
proactivo para enfrentar el estrés, está asociado con una mejora en la actividad de las células
T (Goodkin et al, 1992). Esto quiere decir que, cuando alguien está en un estado en donde se
siente en control de su vida, tomando decisiones sobre su futuro, una análisis demostrará que
sus células T están eliminando de manera más activa las células cancerígenas. También hay
investigaciones que demuestran que la actividad de linfocitos puede ser anclada, utilizando
técnicas de anclaje de PNL (condicionamiento clásico) (Buske-Kirschbaum, 1992). Este
estado de estar en control de la vida, que da como resultado un aumento en la respuesta
inmunológica, puede ser anclado y optimizado como cualquier estado.
La psicoterapia educacional de corto término puede también incrementar el porcentaje de
células T tanto como su actividad, al enseñarle a la persona cómo responder con recursos
(Fawzy et al, 1990 y 1993). Estas mejoras obtenidas a través de terapia breve, continúan
intensificándose ¡hasta 6 meses después de la psicoterapia! Por otro lado, la psicoterapia
enfocada en problemas y de largo término, puede tener un efecto negativo en la
sobrevivencia. El Dr. En Psicología Hans Eysenck ha advertido de los riesgos de la
psicoterapia tradicional por un periodo largo de tiempo. Él describe un estudio longitudinal de
7000 habitantes de Heidelberg, desde 1973 hasta 1986. Este estudio fue diseñado para
descubrir los efectos de la psicoterapia sobre la salud. Los clientes en psicoterapia fue ron
agrupados según su edad, sexo, tipo y cantidad de consumo de cigarrillos, etc., con su
contraparte de grupo control. Este estudio mostró que el cáncer y las enfermedades del
corazón fueron más prevalecientes en el grupo que había tenido dos o más años de “terapia”,
menos frecuentes en el grupo que tenía un año o más en “terapia” y la menor frecuencia en el
grupo que no tenía “terapia” (Eysenck, 1992). El hablar sobre lo que está mal en la vida, una
vez por semana durante años, no es saludable.
La segunda manera en cómo los estilos de intervención de PNL pueden promover la función
del sistema inmunológico, es a través del “dar instrucciones” directas a los linfocitos para que
hagan su trabajo de una manera más efectiva. Esta instrucción se logra cuando la persona
imagina sus linfocitos identificando y eliminando células cancerígenas. Se puede usar una
representación metafórica; por ejemplo ver a los linfocitos como pescados hambrientos
desbrozando algas marinas de un lago. Las personas con cáncer a quienes se les ha
enseñado relajación e imaginería dirigida, muestran una actividad de células T,
significativamente mayor que el grupo control (Walker, 1997). Nicholas Han, de la Universidad
del Sur de Florida, describe un estudio en el que encontró que los linf ocitos de mujeres con
cáncer de pecho que realizaron ejercicios de imaginería guiada, fueron más efectivos tanto en
duplicarse como en disolver y absorber células cancerígenas (Batt, 1994, p. 151). ¡El efecto de
la visualización es tan preciso, que cuando se les enseña a los estudiantes a imaginar
linfocitos realizando una actividad específica (en la investigación ellos imaginaron a los
linfocitos adhiriéndose a otras células), entonces esa actividad específica se va a ver
mejorada, y no otras (Hall eta!, 1992)! ¿Cómo los científicos obtienen estos resultados en su
investigación, la cual ha sido replicada con diferentes tipos de cánceres? De hecho sacan
linfocitos del cuerpo de las personas y los ponen en un tubo de ensayo al lado de las células
cancerígenas de la misma persona. Lo que es más sorprendente es el darse cuenta que una
vez que a las células “se les ha dado sus instrucciones”, con la visualización, continúan
siguiéndolas aun cuando han sido removidas del cuerpo, o aun después de muchos meses
dentro del cuerpo.
También es importante entender que hay más de cien tipos o formas de cáncer, cubriendo un
rango desde cánceres que es muy probable que se solucionen con cirugía simple (tal como
mucho cánceres de piel), hasta cánceres que son muy difíciles de tratar utilizando métodos
convencionales. Mucha de la investigación sobre alteraciones psicológicas de la respuesta
inmunológica (por ejemplo reacciones de linfocitos) se ha realizado con cánceres tratables,
tales como cánceres de pecho en su fase temprana y melanoma, en donde de cualquier
manera, los tratamientos ortodoxos tienen probabilidades muy altas de éxito. Por otro lado,
mucha de la investigación sobre la efectividad clínica de intervenciones psicológicas (qué tan
probable es que tengan como resultado la sana o sobrevivencia a largo plazo, en la “vida
real”), ha sido realizada con casos algo más serios. Esto se debe a que cuando está al
alcance un simple tratamiento quirúrgico, no muchos clientes están dispuestos a tomar el
riesgo de participar en una prueba clínica de largo término, de una técnica de visualización
que no ha sido probada. Sin embargo, para los pacientes de los Simonton, los tratamientos
psicológicos ofrecieron una esperanza que no podían haber obtenido de otra manera. Los
datos clínicos de otros estudios de clientes con cánceres más severos, apoya el trabajo de los
Simonton. Incluso una sesión a la semana de terapia cognitiva, mejoró el índice de
sobrevivencia de mujeres con cáncer de mama en su etapa terminal, incrementando hasta en
18 meses la sobrevivencia y más aún, un 6% de este grupo sobrevivió y logró ver la
publicación de este estudio 10 años después (todo el grupo control murió dentro de los
primeros 4 años; véase Spiegel, 1989). Se han logrado resultados similares en otros g rupos
con estados avanzado de cáncer de mama (Kogon et al, 1997), melanoma maligno (Fawzey et
al, 1993) y leucemia (Richardson et al, 1990). Aun cuando nuestro objetivo no es el mero
incremento del tiempo de sobrevivencia, estos resultados son frecuentemen te tan
significativos, como los paliativos resultados de la de quimioterapia, sin efectos colaterales tan
perturbadores. Podemos esperar que las mismas técnicas psicológicas tengan incluso más
poder, con cánceres más pequeños, encapsulados y fácilmente tra tables, a la vez que se
respeta lo inapropiado de hacer ensayos clínicos en los cánceres operables.
¿Evidencia de lo contrario?
El ataque más famoso hacia el valor de los enfoques psicológicos en el tratamiento de cáncer,
se presentó en 1990, con la publicación de una investigación en mujeres con cáncer de pecho,
en el Bristol Cancer Help Centre, en Inglaterra. El reporte, publicad o en el journal médico The
Lancet (Bagenal et al, 1990), sugirió que las mujeres que utilizaron la visualización,
meditación, ejercicio y apoyo social y nutricional, ofrecido por dicho centro, tuvieron de hecho
tasas de sobrevivencia más bajas que el grupo controlos. Un grupo de mujeres involucradas
con el centro, inmediatamente evidenció las imperfecciones en la metodología de
investigación usada, mencionando por ejemplo que las mujeres de Bristol tenían tumores más
avanzados que el grupo control y tenían un rango de edad diferente con un riesgo más alto de
metástasis de cáncer. Este grupo sugirió que el estudio era un intento deliberado para
desacreditar los tratamientos de cáncer complementarios. El esfuerzo de las mujeres llevó a
los investigadores a admitir las “fallas”, la Fundación Charity Commission criticó la
investigación que ellos mismos habían apoyado económicamente, y el Royal College of
Physicians declaró al grupo como un “escuadrón fraudulento”. Esta historia está relatada en el
libro Fighting Spirit (Goodare ed, 1996). Lo mencionamos aquí porque los oncólogos todavía a
veces recuerdan el estudio original, en vez de la controversia que en esencia, lo invalidó. Nos
recuerda que aún algo publicado en un journal médico que goza de buena reputación, puede
estar basado en suposiciones que son limitadas e incluso tienen errores simples.
Movilizando el sistema inmunológico para protegerse del cáncer
Muchos de los estudios que hemos descrito, hacen referencia al efecto que tienen las
emociones y la actitud hacia la vida sobre las respuestas de los linfocitos. Estos estudios
están en su mayoría relacionados con investigaciones que sugieren que hay dos factores
psicológicos clave, que están asociados con el desarrollo del cáncer: la pérdida de una
relación crucial que es concebida como una „razón para vivir, y la hostilidad no expresada. En
un estudio, 72% de los pacientes con cáncer fueron identificados como personas que habían
tenido una pérdida de una relación crucial, comparados con un 12% del grupo cont rol. En el
mismo estudio, 47% de los pacientes de cáncer fueron clasificados dentro de la categoría de
tener hostilidad no expresada, comparada con un 25% del grupo control. Estas dos variables
permitieron a un investigador predecir qué clientes era probab le que tuvieran cáncer, con un
95% de certeza. La probabilidad de establecer esta cantidad de predicciones correctas al azar,
es menos de una en mil (LeShan, 1984, pp.26-27).
Un objetivo de los tratamientos de PNL para el cáncer, va a ser el remover estas dos variables
(pérdida de una razón por la cual vivir y hostilidad no expresada), y mejorar el estado de la
persona a través de:

 Crear una sensación de misión


 Establecer metas futuras alineadas con esa misión
 Sanar el duelo y la depresión
 Dejar que el coraje y el resentimiento se vayan
 Aprender habilidades para expresar emociones, de una manera efectiva
 Resolver conflictos Internos y externos
 Desarrollar un estilo para lidiar con eventos, que sea proactivo, en vez de uno
pasivo/desvalido

Para poner esto en términos más positivos, podemos decir que la existencia del cáncer es un
mensaje del sistema inmunológico de la persona, que les indica que necesitan soltar ciertas
emociones estresantes, resolver conflictos internos y crear una vida que valga la pena vivi r. El
único riesgo de este modelo para entender la enfermedad, es que sugiere que la existencia
continua de células de cáncer, presupone partes que están continuamente en conflicto.
Cuando los clientes no disuelven su cáncer de manera in-mediata como resultado de la
Integración de partes en conflicto, las técnicas de la Terapia de Línea de Tiempo®,
reimprontación, transformación esencial, etc., entonces los practicantes de PNL tienden a
preguntarse: “¿qué está mal?” De hecho, puede ser que nada esté mal. Al gunas personas
requieren de tiempo para sanarse (véase la descripción del Zhineng Chi Kung, que viene
líneas abajo). La respuesta más útil puede ser el continuar la visualización hacia el sanar. Si
alguien ha tenido dificultades de ortografía y realizamos la cura de trauma sobre todos los
recuerdos que le perturban en relación a su ortografía, si ellos cometen una falla en su
escritura con otra palabra, no necesariamente nos preguntamos “¿qué está mal?”. Tendemos
a aceptar que su cerebro está aprendiendo el nuevo proceso. Una aceptación similar, puede
ser útil en este caso.
El tratamiento de la PNL también puede enseñar a una persona cómo visualizar el sistema
inmunológico respondiendo de una manera efectiva al cáncer. Dilts, Hallbom y Smith (1990,
pp. 153-156) expresan su preocupación sobre el uso de la visualización que alienta una
metáfora de “guerra”, mencionando que puede alentar el conflicto interno entre las partes. En
vez de esto, proponen imágenes tales como ovejas pastando sobre la yerba. La investi gación
de los Simonton reveló que ciertos factores hacían que las visualizaciones fueran más
exitosas en la sanación del cáncer (Simonton et al, 1980, pp.136 -160). Estos factores incluían:

 Aprender cómo relajarse profundamente


 Visualizar las células cancerígenas como débiles y confundidas, en vez de “agresivas”
 Visualizar los linfocitos como siendo numerosos, poderosos, energéticos y listos para
eliminar o reciclar las células cancerígenas
 Asociarse a la experiencia de ser tus linfocitos
 Visualizar los tratamientos de cáncer tan poderosos como positivos y reparando
cualquier daño colateral hacia las células sanas fácilmente
 El verte a ti mismo logrando tu propósito de vida y alcanzando tus metas como
resultado de la sanación

Creencias y representaciones de la sanación


El crear estas representaciones internas de sanación, está íntimamente relacionado con la
noción de generar un efecto placebo a través del desarrollo de una creencia que hace ver que
la sanación es posible. Sin embargo, hay una diferencia sutil. La persona no necesita “creer”
absolutamente en las representaciones internas para que éstas funcionen. Simplemente
necesitan querer hacer las representaciones de manera consistente. El Dr. David C.
McClelland y Carol Kirshnit, de la Universidad de Boston, han publicado un estudio que
claramente explica esto, a la vez que demuestran que el cuidado es otro estado emocional
significativo para que se dé la responsividad inmunológica (McClelland and Kershnit, 1988).
En esta investigación, se les mostraron a los sujetos una variedad de películas y, antes y
después de esto, se les monitoreó su nivel de inmunoglobulinas A (un químico de la sangre
que es la primera línea de defensa contra los virus y otros patógenos). Las filmaciones sobre
el cuidado de jardines y sobre propaganda política, no tuvieron efectos, pero una filmación
sobre la madre Teresa teniendo a su cuidado gente de Calcuta, causó un incremento claro en
los niveles del químico inmunológico. Es interesante mencionar que cuando a muchos de los
sujetos se les interrogó más tarde, mencionaron que no aprobaban a la madre Teresa y
dudaron de lo genuino de su trabajo. Pero a sus cuerpos no les importó. De cualquier modo,
su nivel de Inmunidad aumentó. El hecho de que hayan tenido representaciones internas en
su mente, sobre el que alguien tuviera a su cuidado a otras personas, fue más importante que
las teorías que tenían al respecto.
El psicólogo Bruno Klopfer (1957) cita el que es quizá el ejemplo más famoso del poder de
sanación de las creencias, en la historia de un paciente americano con cáncer, llamado Sr.
Wright. El Sr. Wright tenía un linfosarcoma extremadamente avanzado que se había
extendido, vía el sistema linfático, a través de todo su cuerpo. Dado que su expectativa de
vida era de menos de tres meses, el Sr. Wright no reunía los requisitos para ser tratado con
una nueva droga llamada Krebiozen, que estaba siendo puesta a prueba en el hospital. Sin
embargo, el Sr. Wright creía que el Krebiozen era su única esperanza. Le suplicó al Dr.
Klopfer, hasta que finalmente éste estuvo de acuerdo en ponerle una inyección de prueba. El
resultado fue milagroso. En pocos días los tumores que originalmente eran del tamaño de
naranjas, que se habían esparcido por su cuerpo, estaban a la mitad de su tamaño. Dentro de
un periodo de 10 días, el Dr. Klopfer había acordado darle todos los tratamientos de prueba y
el Sr. Wright estaba lo suficientemente bien para dejar el hospital. En dos semanas pasó de un
estado en el que sobrevivía solamente con suero intravenoso y máscara de oxígeno a un
hombre capaz de pilotear su propio avión y volar su casa. Sin embargo, luego de dos meses
de perfecta salud, el Sr. Wright leyó los reportes en el periódico sobre los tratamientos de
Krebiozen Las pruebas fueron un fracaso, el Krebiozen no tenía efectos medibles. En pocos
días los tumores habían vuelto a crecer y, otra vez, se le dieron solo unas semanas de vida al
Sr. Wright. En ese momento, el Dr. Klopfer decidió experimentar. Le dijo al Sr. Wright que las
pruebas originales habían sido hechas con Krebiozen de poca calidad y que un nuevo
producto super refinado y doblemente poderoso, estaba al alcance. Entonces empezó a poner
una serie de inyecciones de “super Krebiozen” (en realidad utilizando agua pura). La segunda
recuperación del Sr. Wright fue incluso más rápida. Otra vez volvió a volar libre de síntomas.
Sus creencias lo habían sanado.
Apoyando al sistema inmunológico de manera física: la dieta
Por supuesto que hay muchas cosas que se pueden hacer a nivel físico, para apoyar al
sistema inmunológico. El cambio en la dieta es una intervención muy evidente para
incrementar la respuesta inmune. La asociación entre el fumar cigarrillos y la producción de
cáncer es ahora bien conocida, pero la asociación entre el consumo de alcohol y cáncer
(Lundberg y Passik, 1997), es menos conocida aunque igualmente preocupante. La
importancia de llevar una dieta basada en frutas y verduras para incremen tar los niveles
antioxidantes (los antioxidantes tales como la vitamina C y E, previenen el que el cáncer cause
daño a las células), es muy bien sabida. La importancia de cambiar a ácidos grasos Omega 3
y Omega 9, en vez de ácidos grasos Omega 6, encontrados en la mayoría de aceites para
cocinar (Rose, 1997), es menos ampliamente entendida, aunque exhaustivamente
investigada. Los ácidos grasos Omega 9 se encuentran en el aceite de olivo y el aceite de
“canola”. Los ácidos grasos Omega 3 se encuentran en pescados y en aceites de moluscos
tales como el aceite del molusco Nueva Zelanda Lyprinol y en el aceite de linaza (semilla de
lino). La Dra. Lilian Thompson de Toronto, le ha estado dando a sus paciente con cáncer, 25
gramos de linaza molida al día (en un panquecillo) produciendo una reducción consistente en
el tamaño de los tumores en la primera a tercer semanas entre el diagnóstico y la cirugía para
remover el cáncer. Esta es una reducción mayor en el tamaño del tumor, que la que se ha
visto con quimioterapia, y es producida por una dosis completamente segura y disfrutable de
un alimento ordinario. Al parecer, los ácidos grasos Omega 3 entran en la piel y crean un
ambiente que nutre al sistema inmunológico (Block, 1999, p. 247).
Muchos enfoques alternativos para el tratamiento de cáncer están basados en la creencia de
que el cáncer es un desorden sistémico causado por la inhabilidad del cuerpo para
desintoxicarse. Mientras que la desintoxicación es un proceso útil, el uso de dietas rigurosas
de “desintoxicación”, enemas y remedios de hierbas (tales como la fórmula desarrollada por
Harry Hoxsey, 1901-1974) no es en sí mismo, una cura probada para el cáncer. Sin embargo,
algunas de las plantas específicas en la fórmula de Hoxsey (trébol rojo, bardana, espino
cerval, palo de rosa, orozuz, etc.) están empezando a dar resultados en investigaciones por
otras razones. Por ejemplo, el trébol rojo es una rica fuente de fitoestrógenos (un tipo de
antioxidante también encontrado en productos de soya) que parece proteger c ontra hormonas
relacionadas con los cánceres como el de pecho y de próstata (Ingram, 1997). Más aún, la
evidencia que vincula a aditivos químicos en los alimentos, con el cáncer (Cf. Wolf, 1993)
también sugiere que el “desintoxicar el cuerpo”, al remover e stos aditivos de manera
cuidadosa, tiene sentido.
Apoyando al sistema inmunológico de manera física: movilizando la energía del cuerpo
En China como en occidente, la medicina ortodoxa coexiste con muchos sistemas
complementarios de sanación. Uno de estos, es la ciencia del Chi Kung, que tiene más de
5000 años de antigüedad. “Chi” hace referencia a la energía corporal que aparece al realizar
mediciones electroenecefalográficas y electrocardiográficas. Los practicantes de Chi Kung
dicen ser capaces de dirigir la energía corporal para causar efectos específicos en células,
incluyendo el aumento en la actividad de los linfocitos y en la remoción de células
cancerígenas. En la Primera Conferencia Mundial para el Intercambio Académico de Chi Kung
Médico, celebrada en Beijing en 1988, se presentaron un gran número de estudios sobre los
efectos del Chi Kung en células cancerígenas en cultivo y en resultados clínicos de cáncer.
Generalmente estos estudios utilizaron “emisión del Chi”, lo que significa que los practica ntes
de Chi Kung posaron sus manos cerca de las células por alterar e intencionalmente mandaron
energía bio eléctrica a las células. En un grupo de estudios amplio, 20 minutos de tratamiento
Chi de células cancerígenas, mataron de un 13 a un 36% de células, mientras que las células
control, que simplemente fueron retenidas, no mostraron efectos (Feng Li -da et al, 1988). En
otro cáncer que se había extendido en ratones, fue reducido notoriamente con el uso de
emisión de Chi (Cao Xuetao et al, 1988). En un tercer estudio, ratones a los cuales se les
había suprimido su sistema inmunológico con cortisona, fueron divididos en grupos y
revisados luego de 24 horas. En aquellos que habían recibido emisión de Chi, el número de
linfocitos y otras medidas de inmunidad, habían regresado a la normalidad, mientras que
aquellos que no habían sido tratados, no mostraron ninguna mejoría (Li Caixi et al, 1988).
Hasta hoy, los resultados clínicos más dramáticos del Chi Kung son los reportados por el
Centro de Entrenamiento y Clínica Zhineng Chi Kung, en Qinhuang-dao, China (anteriormente
en Zigachong). Nosotros visitamos este centro en 1998. Fundado por el médico Dr. Pang
Ming, formado en occidente, tiene un personal de más de 600 gentes, incluyendo a 26
doctores formados en occidente y trata entre 4000 y 7000 pacientes en cualquier momento
dado. Los residentes (llamados estudiantes porque están aprendiendo a usar el Chi Kung, en
vez de simplemente ser „tratados) son revisados luego de un periodo de tratamiento de 24
días. A la mayoría de las personas tratadas se les ha dicho que no hay un tratamiento
ortodoxo disponible para su condición. La mayoría de ellos tienen cánceres inoperables. Los
resultados en el Centro son clasificados como:
Sanado (no hay síntomas de enfermedad, ni síntomas en ECG, ultrasonido, rayos X, TC, etc.)
Muy efectivo (casi no hay síntomas y hay una mejora dramática en las medidas tomadas por
instrumentos)
Efectivo (mejoras detectables)
Inefectivo (no hay cambio o incluso un empeoramiento de síntomas)
En los primeros resultados publicados por el centro, los datos de 7,936 estudiantes mostraron
que un 15.2% se habían sanado, en 37.68%, el tratamiento había sido muy efectivo yen
42.09% había sido efectivo (Huaxia Zhineng Centre, 1991; Chan, 1991, p. vii). Esto qu iere
decir que luego de un mes, el 52% fueron sanados o casi sanados y de todos los estudiantes,
el 95% había tenido una mejoría. Los índices de sanación han mejorado desde entonces,
conforme el personal aprende de manera más precisa cómo obtener lo mejor de sus métodos.
Más aun, cada semana, ciertos estudiantes con tumores definidos, son seleccionados para
recibir tratamiento Chi directo del personal, siendo desplegados los resultados en ultrasonido y
grabados en video. Luke Chan, el maestro que ha traído el Zhineng Chi Kung a occidente
(bajo el nombre de Chi Lel; véase Chan, 1999) describe el haber observado una sesión en
donde 8 estudiantes fueron tratados de esta manera. Luego de menos de un minuto de
tratamiento, 5 de estos cánceres habían desaparecido (y fueron indetectables por los
siguientes diez días) y uno disminuyó.
El alto éxito obtenido en el Centro es logrado a través del uso estructurado de visualizaciones,
afirmaciones, cambios de creencias y cambio de actitudes (metaprogramas), así como
ejercicios esenciales de Chi Kung. El trabajo del centro Huaxia Zhineng ha replicado los
métodos occidentales de sanación mente-cuerpo descritos previamente y ha agregado una
nueva dimensión importante. Al hacer esto, nos ofrece un modelo para un enfoque de PNL
integrado para sanar exitosamente hasta un 95% de clientes con cáncer. Este enfoque va a
ser explicado en la segunda parte de este artículo (que aparecerá con la bibliografía
correspondiente, en nuestra próxima revista).
El Zhineng Chi Kung como un marco teórico para integrar técnicas de PNL
Al inicio de este artículo analizamos distintas investigaciones sobre la sanación mente -cuerpo
del cáncer. Documentamos el creciente número de estudios que demuestran los efectos
directos que en la sanación del cáncer tienen aspectos como un estado de ánimo positivo, un
estilo proactivo de respuesta hacia el estrés, la habilidad de “soltar” el enojo y la pena, la
creencia en la propia habilidad de sanar y la habilidad de imaginar a las células blancas
removiendo a las células cancerosas. Señalamos que, hasta ahora, esta metodología ha
propiciado la curación de un 10.30% de clientes que padecían cáncer en estado avanzado.
Posteriormente revisamos las investigaciones que se han venido haciendo en el Centro
Huaxia Zhineng en China, en donde programas de tratamiento con duración de uno a tres
meses han sido aplicados a 300,000 personas con enfermedades incurables. Los resultados,
médicamente documentados, muestran una mejora en más del 95% de los pacientes, y una
cura total en 52% de ellos. Se han publicado 4224 investigaciones científicas sobre el método,
realizadas en noventa universidades chinas (Jin y Marcello, 1999, pp. 47 -51), lo que lo
convierte en la forma de Chi Kung más concienzudamente investigada. Agencias
gubernamentales chinas han identificado este método como la forma más efectiva de Chi
Kung para mejorar la salud. Los resultados se han logrado a partir del uso integrado de la
visualización, la afirmación, el cambio de creencias y actitudes (metaprogramas), así c omo de
los ejercicios básicos del Chi Kung (ejercicios tradicionales chinos para movilizar la energía).
En junio de 1998 estábamos enormemente interesados en observar el Centro Huaxia Zhineng .
Francamente, era difícil creer la cantidad de historias de primera mano que podíamos oír ahí
de individuos describiendo curaciones aparentemente milagrosas. Durante nuestro
entrenamiento con Luke Chan, en 1999, conocimos a buen número de occidentales que
reportaban los mismos resultados de su práctica de Zhineng Chi Kung (bajo su marca
registrada Echi Lel.; ver Chan, 1999). Recibimos entrenamiento en distintos modelos de
trabajo de Energía, incluyendo otras formas de Chi Kung, Reiki (de tercer grado), Hun a,
Tocamiento Terapéutico y Proceso Transformacional. Cada uno de estos métodos tiene sus
propias historias de éxito. Lo que el Centro Huaxia Zhineng está logrando pone al Zhineng Chi
Kung en una categoría totalmente aparte.
Como maestros aprobados de Chi Lel, estamos interesados en revelar este sencillo método a
tantas personas como sea posible. Como entrenadores de PNL, nos ha interesado modelar
qué es exactamente lo que produce estos maravillosos resultados. Hemos identificados varios
aspectos clave:
Creencia: una representación sensorial completa de la sanación
La creencia es identificada por el Dr. Pang Ming como uno de los cuatro componentes del
Zhineng Chi Kung. Primero, cuando se practica, los estudiantes repiten para sí mismos varias
afirmaciones mientras hacen el ejercicio (11 fluido vital y el chi son abundantes!, ¡Todos los
canales de energía del cuerpo están abiertos!, ¡Todas las enfermedades desaparecen ahora!,
y ¡Las funciones del cuerpo vuelven a la normalidad!). Estas representaciones auditiv as hacen
referencia al problema siendo resuelto, y la investigación en el centro ha mostrado que aquí
hay un equilibrio importante. Parece relevante establecer que una enfermedad específica
necesita ser sanada y, al mismo tiempo, el estudiante debe focalizarse en la imagen de la
energía universal de sanación. De hecho, la principal instrucción que los maestros dan es que
la persona piense que la enfermedad está en ese momento totalmente superada (una
instrucción repetidamente dada en chino es ¡Hao La!). También, en ocasiones se pide a los
estudiantes que dejen de pensar en el síntoma y que solamente piensen en el “cielo azul”,
esto es, que quiten su atención del problema.
Segundo, los estudiantes llevan a cabo varias visualizaciones mientras practican. Imagi nan su
cuerpo expandiéndose hasta llenar todo el universo, de tal manera que ellos y el universo
sean una misma cosa. Se imaginan depositando sus padecimientos en el universo, para luego
absorber la energía curativa de éste. Imaginan a las diez millones de personas que
actualmente están involucradas con el Zhineng Chi Kung practicando con ellos.
Tercero, se promueve un estado de amor y gozo. Los estudiantes sonríen mientras hacen los
ejercicios y se sonríen unos a otros cuando terminan cada proceso. El ayud ar a otros es
considerado un acto terapéutico, y esto nos recuerda las investigaciones que muestran que
los sentimientos de amor y cuidado hacia los demás aumentan en las personas la respuesta
inmunológica. Practicar Zhineng Chi Kung no es equivalente a ha cer ejercicios aeróbicos. Se
trata de una meditación, de una celebración gozosa de la vida. Muchos estudiantes hablan de
cuán poderosa es esta respuesta de amor y cuidado que proviene también de sus maestros.
Cuarto, la creencia es sostenida en Chi Lel a partir de escuchar o leer historias de personas
que han sanado (metáfora ericksoniana). En el centro que se encuentra en China, tres
personas comparten sus historias antes de cada sesión de práctica. En occidente, los
practicantes puede leer historias del libro de Luke Chan, 101 Milagros de Sanación Natural
(Chan 1999).
Quinto, los momentos de actividad de los procesos Chi Kung son en sí mismos
representaciones kinestésicas de sanación. A través de los movimientos, la persona atrae
hacia sí, de manera simbólica, la energía del universo y luego dirige esa energía hacia su
cuerpo. Esta secuencia puede identificarse en el método más sencillo de todos, llamado La
Chi. Luk Chan explica el La Chi así:
Acerca tus manos entre sí, de tal manera que las palmas y los de dos casi se toquen.
Relajando los hombres y las manos, abre lentamente estas últimas hacia los lados. Ahora
cierra las manos hasta que las palmas y los dedos casi se toquen. Abre y cierra de esta
manera las manos varias veces. Pronto experimentarás algunas sensaciones en tus manos.
Estas sensaciones son causadas por la acción de atraer hacia ti la fuerza chi del universo.
Lleva esta fuerza a donde es requerida en tu cuerpo. Por ejemplo, si tienes dolor de cabeza,
llévala a tu cabeza haciendo los movimientos de abrir y cerrar cerca de ésta. Cuando hagas
los movimientos de apertura, imagina que tu enfermedad desaparece en el infinito; cuando
sean los de cierre, imagina que estás entregando energía de vida a donde ésta es requerida.
Mientras tanto, piensa que la fuerza chi te está curando y que tú te has recuperado. (Chan,
1999, p. 150).
Cuando las personas vienen por primera vez al Centro Huaxia Zhineng, muchos de ellos son
incapaces de ponerse de pie y de realizar la secuencia principal de los ejercicios Chi Kung (un
proceso de 15 a 30 minutos parecido al tai-chi, llamado “Levanta el Chi hacia Arriba y Derrama
el Chi hacia Abajo”) La Chi es lo adecuado para iniciar el proceso de sanación
Reconociéndolo como un patrón de zumbido kinestésico, pensamos que añade u n ingrediente
crucial que está ausente en la mayoría de las intervenciones de PNL para tratar el cáncer. En
términos de PNL, la existencia del cáncer demuestra la habilidad de la persona de „somatizar‟
sus problemas (esto es, de representar sus problemas kinestésicamente). Si únicamente
empleamos técnicas visuales y auditivas/auditivo digitales para posibilitar la sanación,
estaremos dejando fuera la forma crucial en que la persona generó el problema. El uso de una
representación kinestésica de sanación es la omisión clave que, desde nuestra perspectiva,
ha limitado el éxito de la PNL en el tratamiento del cáncer. Sugerimos que aún el uso de La
Chi mejoraría significativamente los resultados obtenido por los Simontons y otros
investigadores occidentales. La repetición de representaciones kinestésicas de sanación ha
sido el eslabón faltante en las intervenciones de PNL para tratar el cáncer.
Más aún, una revisión del éxito de Chi Kung revela que cierta energía electromagnética
“afinada” de modo preciso está implicada en el éxito del método. En el Centro Huaxia Zhineng,
estudios de investigación muestran que los maestros son capaces de recargar baterías
eléctricas con sus manos (Jin y Marcello, 1999, p. 51). Los maestros de Chi Kung en Beijin
tienen la habilidad encender un foco sin que éste esté conectado a otra fuente de poder que
su propio cuerpo (Eisenberg con Wright, 1995, pp. 222-26).
La comprensión Chi Kung de las representaciones internas
En la filosofía tradicional china taoísta, se describe a la mente como teniendo dos partes. La
mente “yang” es racional y sensible, e intenta diferenciar lo real de lo irreal, tomando
decisiones en función de ellos. La mente “yin” “no puede distinguir la fantasía de la realidad, y
actúa en todo aquello en lo que crees” (Chan, 1993, p. 45). Una persona puede aprender a
usar esta habilidad de la mente yin. Luke Chen cuenta la historia de un príncipe chino que
condujo a su ejército por una larga marcha en el desierto. Cuando sus soldados se rebelaron,
víctimas de la sed, uno de sus generales le recomendó que ejecutara a los líderes de la
rebelión para garantizar la obediencia. Pero después de pensarlo un poco, el príncipe decidió
hablar con su ejército. Les dijo que justo detrás del desierto había árboles llenos de jugosos
limones y ciruelas ácidas. Les pidió que se imaginaran comiendo estas frutas y
saboreándolas. Las bocas de los soldados se llenaron de saliva, y ésta calmó su sed,
permitiéndoles continuar con éxito su marcha.
La práctica exitosa de Chi Kung está basada en esta misma comprensión de los poderes de la
mente (inconsciente) yin para crear resultados corporales al ser guiada por detalladas
representaciones internas.
Entrando en un estado de rapport y trance
El maestro que dirige una sesión Chi Kung en el centro Huaxia Zhineng empieza por hacerse
una idea del grupo presente, imaginando que todos los participantes están en armonía entre
ellos y con el mundo que los rodea. El grupo es invitado a que todos se relajen juntos, y se
imaginen que todos los demás ejercitantes de Chi Kung alrededor del mundo están con ellos.
La voz suave y pausada del maestro está diseñada para invitarlos a entrar a un trance grupal.
El rapport que establecen entre ellos es considerado una parte importante en la creación de
este „campo chi‟. En la filosofía taoísta, que sirve de sustento a la tradicional Chi Kung, el
universo es considerado un organismo unitario, y el ejercitante es uno con él (Chan, 1993, p.
97). Los movimientos Chi Kung parecen materializar esta experiencia. Incluso los mov imientos
hacia adentro y hacia fuera del La Chi son una expresión de armonía con el movimiento yin -
yang del universo mismo. Estados profundos de meditación y experiencias de éxtasis son
comúnmente reportadas por los ejercitantes así que su cuerpo se acostu mbra al método.
Cierta comprensión del chi (cf. Bolstad y Hamblett, 1998) es necesaria para que este proceso
funcione. Una vez que la persona ha practicado Chi Kung por algún tiempo, el trance llamado
“el esta-do Chi Kung” es anclado a acciones sencillas tales como el uso de La Chi.
Compromiso total
En PNL nos hemos acostumbrado a las sanaciones instantáneas. Tenemos técnicas para
curar fobias o incluso alergias en diez minutos. Esto es tanto una bendición como un riesgo en
el campo del tratamiento del cáncer. Es una bendición porque pueden darse sanaciones
extremadamente rápidas. En nuestro entrenamiento de PNL hemos conocido a muchas
personas que han experimentado “sanaciones milagrosas”. Hablamos con dos personas que,
a los pocos días de haber participado durante un fin de semana en un entrenamiento de
Terapia de Línea de Tiempo, experimentaron la disolución de tumores muy grandes que
ambos tenían. Una de ellas había necesitado ser llevada al entrenamiento y conservar a la
mano su medicamento. Nos reunimos nuevamente con ambos un poco más de un año
después y nos confirmaron que seguían libres de cáncer. En los entrenamientos de Chi Lel,
nos hemos topado también con numerosos ejemplos de “curaciones milagrosas”. En Chicago
vive una mujer, llamada Catherine, que tenía esclerosis múltiple (EM) en etapa avanzada.
Hace tres años, siempre que conocía a alguien debía explicarle que si al hablar arrastraba las
palabras, se tambaleaba y se apoyaba contra las pare-des, no era porque estuviera ebria sino
porque tenía esclerosis múltiple. Eso fue hace tres años. Estuvo en el Centro Huaxia Zhineng
durante dos semanas y el Dr. Pang la visitó en varias ocasiones. En una de ellas, estando
Catherine formada para tomar el almuerzo, el Dr. Pang la sacó de la fila y le aplicó el Chi.
Todos sus síntomas desaparecieron. De entonces a la fecha le han practicados dos estudios
con escáner y ambos han mostrado que no ha habido crecimiento alguno de lesiones de EM
en más de dos años.
El riesgo, sin embargo, de acostumbrarnos a estas cur as rápidas es que, cuando no se dan,
tendemos a preguntarnos qué salió mal. El hecho es que, después de un mes de hacer
cuando menos seis horas diarias de Chi Kung, sólo sanan 52% de las personas en el Centro.
De los 101 casos del libro de Luke Chan (Chan, 1999) aproximadamente a la mitad le tomó
más de tres meses para sanar completamente. Los maestros del Centro sostienen que, si
coincide con que el chi de un estudiante está perfectamente armonizado con el chi del
maestro, o del Centro mismo (esto es, si está en total rapport con los maestros), entonces
tiene lugar la sanación instantánea; de lo contrario, le toma tiempo al cuerpo generar o
absorber el chi que necesita. La mayoría de las personas que intentan tratar el cáncer usando
métodos psicológicos tienden a subestimar el factor tiempo. A Louise Hay, una de las “gurus”
en auto-sanación del cáncer, le tomó seis meses de psicoterapia intensiva, visualización y una
dieta de desintoxicación para sanar de un cáncer vaginal. Básica -mente, hacer esto exige un
compromiso total. En el Centro, las personas pueden iniciar haciendo un mínimo de entre seis
y ocho horas diarias de La Chi. Y después de tres meses, si todavía no han sanado, no
pierden la esperanza. Perseveran. Muchos mencionan que la invasión de cáncer incluso se
extendió antes de que el chi empezara a reducirlo. El extraordinario éxito que el Centro logra
requiere compromiso total.
Otro punto importante a considerar es que comprometerse con una sola estrategia puede ser
más efectivo que experimentar con varios métodos a la vez para “ver qué funciona”. Luke
Chan usa la analogía de cavar en búsqueda de agua. Te dicen que hay agua bajo
determinada superficie, y si haces un pozo podrás encontrarla. El problema es que mucha
gente perfora unos cuantos metros y pierde la fe. Después se mueven a otro sitio y cavan ahí
otro hoyo. Acaban con una docena de pozos, cada uno de pocos metros de profundidad. Pero
quizá el agua esté a cien metros. Es una lección difícil de aceptar, porque el cáncer es una
condición peligrosa. Sin importar la decisión que tome con relación a un determinado
tratamiento, la persona nunca podrá estar 100% segura de haber elegido el mejor lugar para
cavar su pozo. Y cada día que dedique a buscar la sanación podrá parecerle como un día
menos que ocupa en simplemente disfrutar la vida, estar con su familia y sus amigos,
divertirse. La orientación médica tampoco es de gran ayuda, porque la mayoría de los médicos
no tiene acceso a este tipo de información, ni a ninguna otra relacionada con tratamien tos
alternativos. En nuestra experiencia, la mayoría de los oncólogos están motivados por un
enorme sentido del amor, y un miedo terrible al cáncer. Este miedo es transmitido al paciente
en forma de incredulidad acerca de la habilidad del sistema inmunológ ico para enfrentar el
padecimiento. El asunto se complica porque cada persona con que éste se topa y cada
profesional de la salud que consulta tiene una idea distinta sobre la manera correcta de
resolver el problema. Es tentador dedicarte a leer todos los libros que te dan, someterte a
todas las terapias que te recomiendan y seguir todas las dietas que te sugieren. Es fácil cavar
veinte pozos, pero, en última instancia, es posible que lo que necesites sea cavar un solo
hoyo, bien profundo, para encontrar el manantial de la salud.
Historias de compromiso
El libro de Luke Chan (1999) registra 101 entrevistas que llevó a cabo con personas que se
habían sanado a sí mismas en el Centro Huaxia Zhineng. Todos ellas hacen hincapié en la
importancia del compromiso.
En 1990, se le diagnosticó a Lin Shua-Hua, de 52 años, un tumor maligno en el esófago
(garganta). Cerca de 20 años atrás le habían extraído quirúrgicamente dos tumores, pero
ahora los doctores afirmaban que éste no era operable. Alimentada por vía intraveno sa,
rápidamente empezó a perder peso hasta llegar a los 35 kg., y yacía acostada esperando la
muerte. Su hijo, sin embargo, había tenido una experiencia inusual. Cuando iba a la escuela
solía usar guantes para cubrir una especie de verrugas que tenía en la s manos. Tras practicar
Chi Lel por 15 días logró que las verrugas desaparecieran. Con el recuerdo de esta
experiencia, le suplicaba ahora a su madre que intentara el método. Al principio, requería de la
ayuda de tres personas para poder asistir a las sesiones de Chi Lel, donde practicaría el La
Chi. Después de 20 días era ya capaz de caminar, aunque comenzó a dolerle el estómago. Su
maestro reencuadró esto como una respuesta positiva al chi. Tres meses después había
recuperado la salud y los médicos encontraron que el tumor había desaparecido. Ahora Lin
enseña en el Centro Huaxia Zhineng (Chan 1999, p. 18).
En 1988, le diagnosticaron cáncer de mama a Wu Zhong-Chiong, de 39 años. Dado que el
cáncer estaba en un estado muy avanzado, le dieron no más de tres meses de vida. Debido a
un padecimiento cardíaco (subir los cinco tramos de escalera que la conducían a su casa le
exigía tomar diez descansos), no podía someterse a quimioterapia. Empezó a hacer Chi Lel.
Le tomó cuatro años liberarse del cáncer. Pero para entonces era capaz de subir los cinco
tramos de escalera sin siquiera fatigarse. También su corazón se había aliviado. En la
actualidad enseña en el Centro (Chan, 1999, 26).
Li Chong-Cheng, de 51 años, se sometió a una cirugía por cáncer de hígado en 1991. Tres
meses después, los médicos le dijeron que el cáncer se había extendido a los pulmones y le
dieron dos meses de vida. Un vecino le enseñó Chi Lel y durante seis meses lo práctico por su
cuenta. Sus tumores permanecieron estables. En 1992, decidió que necesitaba hacer un
compromiso de „todo o nada‟ con el método. Viajó al Centro y comenzó a practicar desde
temprano en la mañana hasta tarde por la noche. Después de dos meses, no había signos de
ningún tumor ni en el hígado ni en los pulmones. Desde enton ces ha permanecido libre de
cáncer (Chan, 1999, p. 61).
¿Terapia alternativa o complementaria?
Hemos conocido a mucha gente que ha tenido cánceres mortales y ahora está sana sin haber
recurrido nunca a cirugía, radioterapia o medicamento de ningún tipo. He mos estado en el
Centro en China donde el éxito es la norma. En este preciso momento hay 7000 personas
realizando movimientos simples, haciendo visualizaciones y repitiendo mensajes específicos
durante seis horas al día. En tres meses, más de 3500 de ellos habrán recuperado la salud.
Del resto, la mayoría lo conseguirán en los siguientes meses o años. Pero, a final de cuentas,
nadie puede tomar la decisión en cuanto a qué tratamiento es el más “apropiado” para la
persona con cáncer que la persona misma. Las técnicas que hemos venido describiendo aquí
son también un apoyo valioso para personas que optan por tratamientos de cáncer ortodoxos.
Hemos hablado con gente que hacía una hora al día de Chi Lel mientras seguía su tratamiento
de quimioterapia, y logró mantener su conteo de células blancas en un rango normal durante
ese tiempo (para asombro de sus oncólogos). Conocemos personas que se han recuperado
de una cirugía mayor en un tiempo muy inferior al esperado, a partir de usar Chi Lel y PNL.
Sea cual sea la decisión que tomé una persona con cáncer, nos parece que hay ciertos
lineamientos confiables para utilizar PNL en la sanación del cuerpo. Resumiendo, desde el
punto de vista del practicante de PNL, éstos incluirían:
Un estado de recursos para el practicante: Para ayudar a otro a sanar del cáncer, el
practicante de PNL debe tener una comprensión sólida del poder del sistema inmunológico.
Nuestro propósito en la primera parte de este artículo ha sido ofrecer un soporte científico y
anecdótico que fortalezca la creencia de que la mente es capaz de curar el cáncer. Quizá
haya algunos asuntos, incluyendo traumas pasados, que es necesario que el practicante
resuelva antes de tratar a clientes que tienen cáncer.
Establecer rapport: Es importante iniciar averiguando cuál es la postura del cliente ante su
propia situación, así como dar reconocimiento a sus temores, al tiempo que uno se mantiene
en un estado de recursos. Dentro de cada sesión, el establecer rapport supone la creación d e
un “campo de chi” a partir de imaginar que tú, el cliente y todos los demás sanadores son uno,
entre sí y uno con el universo mismo.
Especificar objetivos: Las investigaciones que se han hecho sobre la movilización del sistema
inmunológico muestran que el objetivo “sanar el cáncer” no es un objetivo adecuado. El
sistema inmunológico es movilizado más exitosamente al pedir a la persona que clarifique
para qué quiere vivir. Es también útil establecer parámetros que permitan a la persona saber
que está haciendo progresos. En el Centro Huaxia Zhineng, cada persona es revisada
médicamente cada 24 días, de tal manera que aún cambios sutiles en el proceso de sanación
puedan ser detectados. Es importante ser capaz de celebrar todos los cambios positivos, y no
solamente esperar por la “cura total”.
Ayuda a la persona a que amplíe su mapa del mundo: Al usar esta metodología, la persona
podrá beneficiarse desde varios reencuadres importantes, incluyendo:

 La comprensión de que las representaciones internas afectan la r espuesta


inmunológica. Aún la demostración del limón del Príncipe es útil para ilustrar este
punto. Relatar historias de personas que se han curado del cáncer (cf Dilts, Hallbom,
Smith, 1999 y Chan, 1999) supone un uso importante de la metáfora eriksoniana .
 El reconocimiento de que eventos significativos que generan enojos o duelos no
resueltos pueden debilitar el sistema inmunológico y, por tanto, si existen, deben ser
resueltos para fortalecerlo nuevamente.
 La comprensión de que todas las acciones, incluyendo las elecciones que hacemos al
comer o ejercitarnos, son una oportunidad para recordar a la mente inconsciente que
deseas vivir; por tanto, todo el estilo de vida debe ser reexaminado a la luz de esta
determinación de sanar.
 El reconocimiento de la importancia del compromiso total, la respuesta proactiva al
estrés y la voluntad de seguir adelante hasta que (para usar la frase de Chi Lel) “el chi
llegue”.
 La comprensión de que el cáncer puede ser considerado como un mensaje imp ortante
de la mente inconsciente, urgiéndonos a hacer cambios más fundamentales en favor
de la vida y de una vida plena.

Lidear (usando técnicas de cambio de PNL).

 Define un sentido claro de misión.


 Plantea metas futuras alineadas con esa misión y colócalas en una línea de tiempo en
el futuro, incluyendo la meta de sanación.
 Clarifica los valores para cada área significativa de tu vida y verifica que las metas
estén alineadas con ellos.
 Libérate de emociones estresantes (especialmente del resentimiento, el enojo, la pena
y la depresión) y de decisiones limitantes del pasado utilizando técnicas como la
Reimprontación o la Terapia de Línea de Tiempo.
 Resuelve todos los conflictos, incluyendo los conflictos relacionados con creencias
limitantes acerca de la sanación, usando la técnica de Integración de Partes en
Conflicto.
 Establece comunicación con la mente inconsciente (utilizando señales con los dedos,
por ejemplo) y esclarece la intención positiva de cualquier parte que no esté totalmente
comprometida con la sanación. Haz un acuerdo con la mente inconsciente para sanar
completamente.
 Identifica cualquier posible ganancia secundaria que te aporte el cáncer, y
comprométete a dar los pasos necesarios, en la vida real, para satisfacer a plenitud la
intención positiva detrás de la ganancia.
 Aprende a comunicarte eficazmente con los demás y asegúrate de resolver todos los
conflictos que puedan surgir con aquellos que son significativos para ti.
 Ajusta tu dieta para apoyar plenamente tu proceso de sanación.
 Tómate un rato cada día para visualizar a tu sistema inmunológico (particularmente los
linfocitos) respondiendo adecuadamente y sanandote.
 Práctica Zhineng Chi Kung (Chi Lelá) cada día, por lo menos durante una hora y hasta
por ocho horas. Recuerda que en el Centro, de seis a ocho horas diarias dan como
resultado la sanación del 52% de los casos en un período de tres meses.

Verifica el cambio: Celebra todos los cambios, sin importar lo pequeños que puedan ser.
Reencuadra cualquier cambio relacionado con las activida des arriba mencionadas como
mensajes de la mente inconsciente de que la sanación se está dando.
Éxito: Garantiza un compromiso permanente de llevar a cabo los cambios que la mente
inconsciente te indique que es necesario hacer.
Bibliografía y Referencias
Bagenal, E S. et alia “Survival of patients with breast cancer attending Bristol Cancer Health
Centre” , en The Lancet, 1990, 336: 606-10
Bartrop R. W. et alia, Depressed lymphocyte function after bereavement en The Lancet, 1977,
1:884
Batt, S. Patient No More: The Politics of Breast Cancer Spinifex. Melbourne, 1996 Block, K. I.
“Psycho-oncology and Total Survivorship” en Advances in Mind Body Medicine, 1999, 5 No. 4:
244-51
Bolstad, R. and Hamblett, M. Transforming Communication. Addison -Wesley-Longman,
Auckland, 1998 Bolstad, R. and Hamblett, M. Awakening The Dragon Paths Within, en Anchor
Point, March 1999, Vol. 13 No 3: 12-18
Burford-Mason, A., Gyte, G. M. L. and Watkins, S. M., 1989,Phytohaemaglutinin
responsiveness in peripheral lymphocytes and survival in patients with primary breast cancer
en Breast Cancer Research and Treatment, 13: 243-50
Buske-Kirschbaum A., Kirschbaum C., Stierle H., Lehnert H., and Hellhaminer D., 1992
„Conditioned increase in natural killer cell activity in humans‟ en Psychosoma tic Medicine,
54:123-32
Cao Xuetao et alia Antitumour Meiosis Activity of emitted chi in tumour bearing mice en The
First World Conference for Academic Exchange of Medical Qigong, Department of
Microbiology and Immunology, Shanghai Hospital, Second Militar y Medical College, Shanghai,
China, 1988
Chan, L. Secrets Of The Tal Chi Circle: Journey To Enlightenment. Benefactor Press, West
Chester, 1993 Chan, L. 101 Miracles of Natural Healing. Benefactor Press, West Chester,
Ohio, 1999
Dilts, R., Hallbom, T and Smith, S. Beliefs: Pathways to Health and Well-being. Metamorphous,
Portland, Oregon, 1990
Eisenberg, D. with Wright, T L. Encounters With Qi. W.W. Norton & Co., New York, 1995
Eysenck, H. The outcome problem in psychotherapy en Dryden, W. and Feltham, C. e d.
Psychotherapy and its Díscontents. Open University, 1992, Buckingham. pp.100 -123
Fawzy EI. , Fawzy N.W., Hyun C.S. et alia, `Malignant Melanoma: effects of an early structured
psychiatric intervention, coping and affective state on recurrence and surviv al 6 years later‟ en
Archives of General Psychiatry, 1993, 50:681-89
Fawzy F. I., Kenieny M. E., Fawzy N. W. et alia A structured psychiatric intervention for cancer
patients. 11 Changes over time in immunological measures en Ar -chives of General
Psychiatry, 1990, 47:729-35
Feng Li-da and Qian Ju Qing A study of the effects of the emitted qi of qigong on human
carcinoma cells en The First World Conference for Academic Exchange of Medical Qigong,
China Immunology Research centre, Beijing, 1988
Futterman, A. D., Kemeny M. E., Shapiro D., and Fahey J. L., Immunological and physiological
changes associated with induced positive and negative mood‟ en Psychosomatic Medicine,
1994, 56: 499-511
Goodare, H. ed. Fighting Spirit: The Stories of Women in the Bristol Bre ast Cancer Survey.
Scarlett Press, London, 1996
Goodkin K., Blancy N.T., Feaster D. et alia, „Active coping style is associated with natural killer
cell cytotoxicity in asymptomatic HIV-1 seropositive homosexual men‟ en Journal of
Psychosomatic Research, 1992, 36:635-50
Greer, S. “Mind Body research in psycho-oncology” en Advances in Mind Body Medicine,
1999, 5 No. 4: 236-44
Hall, H. et alia, `Voluntary modulation of neutrophil adhesiveness using a cyber -physiologic
strategy‟ en International Journal of Neuroscience, 1992, 63: 287-97
Hoxsey, H. You Don,t Have To Die. Milestone Books, 1956
Huaxia Zhineng Centre, A Summary of Zhineng Qigong,s Healing Effects on Chronic
Diseases. Huaxia Zhineng Clinic & Training Centre, Zigachong, 1991
Ingram, D. et alia, „Case-control study of phyto-oestrogens and breast cancer‟ en The Lancet,
1997, 350 No. 9083: 990 -94
Jin, X. and Marcello, J. Life More Abundant: The Science of Zhineng Chi Kung. Buy Books,
Bryn Mawr, Pennsylvania, 1999
Kiecolt-Glasser, J. K., Stephens, R. E., Lipetz, E D. et alia, Distress and DNA repair in human
lymphocytes‟ Journal of Behavioural Medicine, 1985, 8:311-20
Klopfer, B. `Mr Wright and Krebiozen‟ Journal of Projective Techniques, 1957, Vol 21 pp.331 -
40
Kogon, M. M., Biswas, A., Pearl, D. Carlson, R. W. and Spiegel, D. „Effects of medical and
psychotherapeutic treatment on the survival of women with metastatic breast carcinoma‟ en
Cancer, 80(2): 225-30
LeShan, L. You Can Fight For Your Life. Thorsons, Wellingborough, Northamptonshire, 1984
Li Caixi et alia „Effects of Emitted Qi on the immune function in animals‟ en The First World
Conference for Academic Exchange of Medical Qigong, Xiyuan Hospital, China Academy of
Traditional Chinese medicine, Beijing, China, 1988
Lundberg, J. C. and Passik, S. D. „Alcohol and Cancer: a review for psycho-Oncologists‟ en
Psycho-Oncology, 1997, 6(4): 253-66
Mandeville R., Lamoureux G., Legault-Poisson S., Poisson R. „Biological markers and breast
cancer: a multi-parametric study. II. Depressed immune competence‟ en Cancer, 1982,
50:1280-88
McClelland, D. C. and Kirshnit, C. „The effect of motivational arousal through films on
immunoglobulin A‟ en Psychology and Health, 1988, 2: 31-52
McDermott,I and O,Connor, J. NLP and Health. Thorsons, London, 1996
Pert, C. Molecules of Emotion. Simon & Schuster, New York, 1999
Richardson, J. L. et alia „The effect of compliance with treatment on survival amongst patients
with hematological malignancies‟ en Journal of Clínical Oncology, 8: 356 -64
Rose, D.P. Dietary fatty acids and cancer‟ en American Journal of Clinical Nutrition, 1997, 66:
998S-1003S
Rossi, E.L. and Cheek, D.B. Mind-Body Therapy. W.W. Norton & Co, New York, 1988
Rushworth, C. Making A Difference in Cancer Care. Souvenir, London, 1994
Schleifer S.J. et alia, `Suppression of lymphocyte stimulation following bereavement‟ en
Journal of the American Medical Association, 1983, 250:374
Simonton, O. C., Mathews-Simonton, S. and Creighton, J. L. Getting Well Again. Bantam, New
York, 1980
Spiegel, D. Bloom, J. R. et alia, Iffect of psychosocial treatment on survival of patients with
metastatic breast cancer‟ en The Lancet, 1989, October ii: 888 -91
Temoshok, L. and Dreher, H. The 7.k pe C Connection. Random House, New York, 1992
Thompson, L.U. et alia Antitumorigenic effect of a mammalian lignan precursor from flaxseed,
in Nutrition and Cancer, 1996, 26, No. 2: 159-65
Thompson, L.U. et alia `Flaxseed and its lignan and oil components reduce mammary tumour
growth at a late stage of carcinogenesis‟ en Carcinogenesis, 1996, 17, No. 6 : 1373
Walker L. G., Walker M. B., Simpson E. et alia `Guided imagery and relaxation therapy can
modify host defenses in women receiving treatment for locally advanced breast cancer‟ en
British Journal of Surgery, 1997, 84 (supplement 1):31
Weinstock, C. `Notes on spontaneous regression of cancer‟ pp.106-10 en Journal of The
American Society of Psychosomatic Dentistry and Medicine, 24 (4), 1977
Wightman, A. „Cáncer, The Mind, Science and the Abyss‟ en Trancescript, Transformations,
Christchurch, 1999, No 16:41-42
Wolff, M. S. „Blood levels of organochlorine residues and risk of breast cancer‟ en Journal of
the National Cancer Institute, 1993, 85, No. 8: 648-52
© Margot Hamblett y Richard Bolstad 2000
El Dr. Richard Bolstad y Margot Hamblett son entrenadores de PNL y los creadores del
seminario Transformando la Comunicación, son instructores autorizados de Chi Lelä.

También podría gustarte