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de rastreo de contactos
explicadas por sus creadores:
"Funciona como un
submarino"
Uno de los responsables del proyecto internacional DP3T, en el que se
inspira el sistema de Google y Apple y las apps para detectar contagios
que varios países están desarrollando, explica los detalles del sistema y
cómo se implementará en Suiza
El Gobierno estudia con las autonomías lanzar proyectos piloto de apps
de rastreo de contactos para controlar rebrotes
Carlos del Castillo
10/05/2020 - 21:37h
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Un soldado suizo muestra la app de rastreo de contactos para detectar contagios de coronavirus que está
desarrollando la EPFL
"La privacidad por diseño es la gran diferencia con los modelos centralizados
que estaban pidiendo Francia y Alemania", recalca Sánchez. En ese sistema
alternativo que han estudiado países como los que cita el investigador, además
de otros como el Reino Unido, son los sistemas sanitarios los que almacenan
la información de los contactos personales. "En nuestro sistema la lista de
contactos está en el teléfono solo, no sale de ahí".
"Esa lista de contactos está formada por códigos aleatorios y encriptados que
no tienen datos que permitan identificar a una persona. Lo único que se ve es
que he visto a la persona A y a la persona B, pero no sé ni quién es A ni quién
es B, ni dónde estaban, porque la localización tampoco la tengo. Lo único que
puedo saber es que en un momento dado han estado a menos de dos metros de
mí. Eso es todo, y esa información jamás se transmite a un servidor central",
añade el investigador.
¿A quién le pide cada teléfono esa lista de positivos? Es una de las claves de
todo, pero es algo que debe configurar cada país, encajando el DP3T en su
sistema sanitario. "Hay que tomar en cuenta que este sistema tiene dos partes:
está la parte del rastreo de contactos, la parte tecnológica que te permite saber
si has tenido contacto con alguien en un momento dado. Luego tiene otra
parte, la de las organizaciones médicas, que deben generar un código para
certificar que ese positivo que se introduce es una prueba válida y que no
cualquiera puede poner un código que no tiene ningún sentido para declararse
positivo y quedarse en casa".
Recibir una notificación del sistema de rastreo tampoco tiene por qué
equivaler a un aislamiento obligatorio. El investigador detalla cómo planea
hacerlo Suiza: "Nosotros hemos decidido que eso no es suficiente para que la
persona se quede en casa y que habrá que juzgarlo por el contexto. La persona
que reciba una notificación primero tiene que llamar a un número del
Ministerio de Sanidad, donde le van a hacer preguntas sobre las características
del contacto. Como lo único que sabemos del contacto es la fecha, se puede
preguntar si llevaba las protecciones adecuadas por ejemplo. Hay que juzgar si
realmente fue un contacto de riesgo".
"Esto tiene una implicación legal con el trabajo. No puede ser tan fácil como
decir OK, mi trabajador tiene que quedarse en casa porque una aplicación ha
dicho que tiene que quedarse en casa. Puede que el riesgo haya sido muy bajo,
o que ya haga muchos días del contacto y que esa persona no haya tenido
síntomas".
Cómo se ha probado
Los investigadores han hecho varias pruebas con militares. Sánchez detalla
que el motivo no es otro que "el Ejército es la única institución en Suiza que
tiene autorización para juntar a tanta gente en poco espacio".
Soldados suizos participan en las pruebas de laboratorio de la tecnología de rastreo de contactos para
detectar contagios de coronavirus que está desarrollando la EPFL. "El Ejército es la única institución en
Suiza que tiene autorización para juntar a tanta gente en poco espacio". explica uno de los investigadores.
La primera prueba la hicieron en las instalaciones de la EPFL, con 20
soldados. "Queríamos ser capaces de detectar la proximidad de los teléfonos.
Les hemos puesto en varias situaciones, por ejemplo en un bar, o en un tren o
en el autobús. Todo eso en un modelo de laboratorio con unas cámaras para
calcular distancias. Filmamos las escenas y comparamos de las cámaras con
los que nos daba el bluetooth de los teléfonos".
"Como este sistema protege tanto los datos personales, para nosotros también
ha sido un problema verificar luego que los datos que recogemos. Por eso
también les pedimos que, con unas tarjetas de visita que les habíamos hecho,
que tenían un código, les pedimos que cuando tenían un contacto de menos de
dos metros durante más de cinco minutos, se intercambiaban la tarjeta para
simular lo que la aplicación hace".
Eso ocurrió el fin de semana pasado. Durante esta semana los investigadores
han estado analizando los datos y en conversaciones con Apple y Google
sobre la interfaz. El paso siguiente son las pruebas piloto en entornos reales,
que el Ministerio de Sanidad suizo podría autorizar en los próximos días.
¿Puede fallar?
"El bluetooth de baja energía lo que te permite es no tener falsos positivos. Si
la persona está demasiado lejos no la captas. Puede fallar al contrario, que el
sistema no llegue a registrar un contacto porque la persona tenga el móvil
metido en un bolso o en una mochila con metal o esté detrás de alguna
superficie que bloquee la señal", contesta Sánchez.