El sacerdocio

Para entender que es el “Sacerdocio”, tenemos que desarrollar sus dos

dimensiones. La primera, concibe al sacerdocio como el poder y la autoridad de
Dios mientras, que la segunda, referida a la vida terrenal, es el poder y la
autoridad que Dios da al hombre para coadyuvar en su obra.

Es así que, existen dos tipos de sacerdocio. El primero “Melquisedec”, que

debe su denominación a un sumo sacerdote del mismo nombre, que sustituyó
a la antigua designación “Sacerdocio según el orden del hijo de Dios”, por lo
que todas la otras autoridades u oficios dependen de este. Y, el segundo
denominado “Aarónico” que fue conferido a Aarón y su descendencia, siendo
este el sacerdocio menor. Asimismo, cabe diferenciar dos categorías dentro de
esta institución que son “la autoridad” que proviene de la ordenación y “el
poder” que proviene de la rectitud personal.

Por otra parte, existen las llamadas “llaves del sacerdocio” que otorgan el
derecho a presidir y dirigir los asuntos de la Iglesia en una jurisdicción, siendo
el presidente de la Iglesia el único autorizado para ejercer todas las llaves del
sacerdocio.

Ahora, los padres tienen la responsabilidad esencial de ayudar a sus hijos a

prepararse para regresar al Padre Celestial. Por lo que, el hombre y la mujer
comparten el poder procreativo y el poder del sacerdocio.

Por tanto, el sacerdocio tiene la autoridad para administrar las ordenanzas de

salvación a todos los seres humanos que están dispuestos a aceptarlas y son
dignos de ellas.