¿Realmente, Existe la Depresión Infantil?

Sin lugar a duda, la Depresión infantil ha avanzado tanto su conceptualización desde los
años 1970 hasta la actualidad, dentro de los campos de la Psicopatología Infantil. En la
actualidad nadie duda de la Depresión Infantil, pues ocasionalmente podemos ver tiernos
pequeñitos Sufrir dolencias emocionales tan igual que los Adultos. Estas dolencias
emocionales expresadas a través del llanto tienen un valor altamente simbólico y
significativo en la vida de cada Niño y Niña. Entendemos que la edad Infantil oscila desde
los 5 años hasta los 11 años relativamente a la Madurez mental diferencial entre Varones Y
Mujeres, en los últimos 10 años se ha dado la idea de que Niños y Niñas son diferentes,
pues las niñas son mucho más sensibles que los niños, y presentan niveles de mayor
vulnerabilidad, pero estas ideas han sido totalmente descartadas, ya que en los últimos años
el incremento de Violencia contra los niños y adolescentes se ha dado de igual forma en
ambos sexos. Imaginemos por un momento que nuestros niños aparentemente saludables
puedan tener periodos leves o graves de Ansiedad y Depresión infantil, no imaginamos
entonces los niños que han sido víctimas de algún tipo de Violencia y he aquí donde
encontramos un concepto altamente motivador llamado “Resiliencia”: La resiliencia es
entendida como el proceso que permite a ciertos individuos desarrollarse con normalidad y
en armonía con su medio a pesar de vivir en un contexto desfavorecido y depravado
socioculturalmente y a pesar de haber experimentado situaciones conflictivas desde su
niñez. (Luthar y Cicchetti, 2000; Werner, 1984). Este concepto parece netamente
excepcional, pues percibimos a los niños como entes frágiles de sufrimiento, sin embargo
es completamente normal que la resiliencia sea parte de la vida interna y cognitiva de los
niños y adolescentes, a diferencia de los seres humanos el periodo de recuperación es
Rápido y completo. Sin embargo ello no supone, que ante un caso de Depresión Infantil no
acudamos al especialista correspondiente, todos los niños sean resilientes y teniendo
múltiples oportunidades necesitarán cuidados médicos especializados, así como también
psicológicos, dando por entendido a la importante labor del Psicólogo clínico enfocado al
trabajo con niños, se aplican estrategias altamente favorables para el trabajo con niños,
Ludo terapia, Logoterapia, Programas y Talleres Socio-Afectivos(Autoestima y
Habilidades sociales) pata que Usted amable lector pueda reconocer que en la práctica de la
Psicología Clínica, no solo estamos abocados a la evaluación y Diagnostico sino también al
Tratamiento exclusivo y personalizado de nuestros niños y adolescentes.

La depresión, según los últimos datos estadísticos, es una de las enfermedades mentales
más prevalentes en la población peruana. Los estudios realizados en niños y adolescentes
revelan alarmantes cifras tanto de sintomatología depresiva (que incluyela ideación y el
intento suicida). La depresión infantil posee los mismos criterios diagnósticos según DSM-
IV-TR, del Trastorno de Animo en Adultos y niños; por ello le dejamos al lector conocer
los criterios diagnosticos estipulados para este problema de Salud mental:
 Criterios diagnósticos de Weinberg et al.
(1973, citados en Del Barrio, 2005)

A. Disforia o ideas de autoimprecación (atribución a uno mismo de cualidades o

rasgos negativos).
B. Al menos dos de los siguientes síntomas:
1. Agresión.
2. Problemas de sueño.
3. Descenso en el rendimiento escolar.
4. Socialización disminuida.
5. Cambio de actitud hacia la escuela.
6. Quejas somáticas.
7. Falta de energía.
8. Cambios en el apetito.
9. Cambios de peso.
C. Estos síntomas representarían un cambio en la conducta habitual del niño.
D. Los síntomas durarán al menos un mes.

A nuestros colegas Psicólogos y Psiquiatras, no nos dejemos impresionar si en la práctica

clínica encuentran más de un caso, con síntomas Depresivos, y los padres de familia deben
estar alertas de los cambios Emocionales y conductuales de nuestros niños. Asi podremos
mencionar los siguientes:

Del Barrio (2005) hace una síntesis de lo que varios autores refieren como síntomas
habituales de la depresión infantil y los clasifica en seis categorías:
Emocionales: En los cuales se encuentran los sentimientos de tristeza, pérdida del disfrute,
falta de sentido de humor, cambios bruscos de humor, irritabilidad; así como la ausencia de
interés y llanto excesivo.
Motores: Se hace referencia por un lado a la hipoactividad, letargo, enlentecimiento motor,
inmovilidad, torpeza, estupor y atonía; y, por el contrario, también encontramos la
hiperactividad e inquietud.
Cognitivos: La autora cita la falta de concentración, pérdida de memoria y descenso en el
rendimiento académico; así como, pesimismo, desesperanza, indecisión, sentimientos de
culpa, baja autoestima e ideas de suicidio.
Sociales: Entre ellos encontramos el aislamiento, retraimiento, evitación e incompetencia
social.
Conductuales: En esta categoría encontramos síntomas referidos exclusivamente a la
depresión infantil, en comparación a la adulta, entre los cuales se cita: protestas, riñas,
desobediencia, rabietas, indisciplina escolar, delincuencia,
drogas y piromanía.

Psicosomáticos: Entre estos síntomas destacan la enuresis, fatiga, pérdida de peso, dolores
múltiples, pesadillas, cambios en el sueño y el apetito; así como la baja de las defensas
inmunológicas, dermatitis y alergias
Ahora si tenemos un contexto más amplio acerca de la Depresión Infantil si existe, en
algunos países de Latinoamérica ya está cobrando vidas, especialmente en la etapa
Adolescente.

En estos casos se debe intervenir inmediatamente, ya que sabemos que la Depresión deja
rezagos neurológicos y psicológicos en la niñez, que son para toda la vida.