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Producción. Reygadas PDF
Producción. Reygadas PDF
ISSN: 0185-0636
nuevaantropologia@hotmail.com
Asociación Nueva Antropología A.C.
México
Reygadas, Luis
Producción simbólica y producción material: metáforas y conceptos en torno a la cultura del trabajo
Nueva Antropología, vol. XVIII, núm. 60, febrero, 2002
Asociación Nueva Antropología A.C.
Distrito Federal, México
Luis Reygadas*
L
as relaciones entre la cultura y se las discusiones entre empirismo y ra-
los aspectos materiales de la so- cionalismo en la filosofía de los siglos XVII
ciedad han sido ampliamente y XVIII, la acre polémica entre materialismo
discutidas, tanto en la antropología e idealismo en el siglo XIX, la oposición
como en el conjunto de las ciencias so- entre la antropología social británica y la
ciales. De hecho, esta discusión tiene antropología cultural norteamericana en
raíces muy profundas que se hunden el siglo XX y los debates entre materialis-
en viejas polémicas científicas y filosó- tas y culturalistas en la antropología eco-
ficas en torno a la distinción entre la nómica durante los años sesenta y seten-
materia y la mente, entre lo instrumen- ta del siglo XX .1 Por lo general han
tal y lo expresivo o entre lo objetivo y lo predominado los enfoques unilaterales, es
subjetivo. La bibliografía sobre estas re- decir, aquellos que postulan que uno de
laciones es tan abundante que cualquier
enumeración resultaría insuficiente. Sólo 1
Sobre esta última discusión se encuentra un
a manera de ejemplo, podrían mencionar-
interesante resumen en Jesús Contreras, “La an-
tropología económica entre el materialismo y el
* Profesor del Departamento de Antropología culturalismo”, en J. R. Llobera (coord.), Antropolo-
de la Universidad Autónoma Metropolitana-Izta- gía económica: estudios etnográficos, Barcelona,
palapa. Anagrama, 1981, pp. 9-32.
102 Luis Reygadas
los dos aspectos determina al otro, aun- Para ello, me propongo construir un con-
que también ha habido muchos intentos cepto de cultura del trabajo que sea con-
de explorar las determinaciones mutuas gruente con un enfoque histórico-semió-
entre ellos.2 Pero incluso en estos últimos tico de la cultura, es decir, con la visión
casos es frecuente el dualismo que separa de la cultura como un proceso de produc-
a lo material de lo simbólico, con enormes ción, transmisión y apropiación de signi-
dificultades para pensar el hecho de que ficados en contextos históricos y sociales
forman parte de una misma realidad, ade- específicos. También comento algunas de
más de que ambas constituyen dimensio- las metáforas que se han utilizado para
nes indisolubles de los sujetos y de la so- el análisis de las relaciones entre la cul-
ciedad, pese a que puedan ser separadas tura y el trabajo.
por el análisis.
Las polémicas sobre la relación entre
la producción material y la cultura des- LA INTERSECCIÓN
bordan el ámbito científico y filosófico, los DE DOS DIMENSIONES
conceptos utilizados por los pensadores (MÁS ALLÁ DEL DUALISMO
han estado imbricados con narrativas del CUERPO-ALMA)
sentido común que, mediante el uso de
metáforas, estereotipos y otros recursos La reflexión sobre las relaciones entre los
simbólicos oponen, distinguen o entrela- aspectos materiales y culturales del tra-
zan el cuerpo y el alma, el trabajo y la bajo estuvo dominada durante mucho
cultura, la economía y la ideología, los tiempo por la metáfora que opone, de
valores y el comportamiento. Este ar-
tículo se ubica en las coordenadas de es-
An Overview, Nueva York, Walter de Gruyter, 1992;
tas discusiones, pero gira en torno a un John Goldthorpe et al., The Affluent Worker in the
aspecto específico de las mismas, a saber, Class Structure, Cambridge, Cambridge Universi-
el de las intersecciones de lo cultural y lo ty Press, 1969; Rocío Guadarrama, “De la cultura
material en el proceso de trabajo, tema que obrera a las culturas laborales: reseña de un deba-
ha sido abordado tanto por la antropolo- te”, El Cotidiano, núm. 73, noviembre-diciembre
de 1995, pp. 19-24; Renaud Sainsaulieu, L’identité
gía industrial como por la sociología del au travail, París, Références, Presses de la Fonda-
trabajo, y que resulta de fundamental tion National des Sciencies Politiques, 1988; en la
importancia frente a las modificaciones antropología se pueden mencionar los trabajos de
que experimentan las culturas laborales Mary Douglas, “The Person in an Enterprise Cul-
en el contexto actual de globalización.3 ture”, en Shaun Hargreaves y Angus Ross, Under-
standing the Enterprise Culture. Themes in the
Work of Mary Douglas, Edimburgo, Edimburgh
2
Uno de los trabajos que mejor logra conjuntar University Press, 1993; Victoria Novelo, “La cultu-
ambas dimensiones como parte constituyente de ra obrera, una contrapropuesta cultural”, Nueva
una misma realidad es el libro de Maurice Gode- Antropología, vol. VI, núm. 23, marzo de 1984,
lier, Lo ideal y lo material , Madrid, Taurus Huma- pp. 45-56; Juan Luis Sariego, “Cultura obrera: per-
nidades, 1989. tinencia y actualidad de un concepto en debate”,
3
Sobre este tema en el ámbito de la sociología en Esteban Krotz (comp.), La cultura adjetivada,
pueden consultarse Mats Alvesson y Per Olof Berg, México, Universidad Autónoma Metropolitana-Iz-
Corporate Culture and Organizational Symbolism. tapalapa, 1993, pp. 33-42.
Producción simbólica y producción material 103
Las culturas del trabajo están constituidas tanto la dimensión simbólica (los signifi-
por el conjunto de comportamientos, sig- cados) como la dimensión de la acción
nificados y hábitos de relación que se en- (comportamientos y hábitos), lo que con-
cuentran inmersos en las relaciones labo- lleva el riesgo de hacer una definición
rales. Se incluyen también bajo este
demasiado abarcadora. Roberto Varela ha
concepto las tipificaciones de las ocupacio-
señalado con agudeza la necesidad de no
nes y el conocimiento de los saberes labo-
rales específicos que definen la actividad confundir la cultura y el comportamien-
desarrollada. Integran tanto las políticas to, aunque se encuentren indisolublemen-
organizativas de la empresa, como las res- te ligados: una cosa son las conductas y
puestas de los trabajadores a las mismas otra los significados que se encuentran
(Burawoy, 1989; Lamphere, 1985). Puede asociados con ellas.6
decirse que las culturas del trabajo confor- Por su parte, en una reflexión más abs-
man los grupos de referencia normativos, tracta, Maurice Godelier ha planteado la
relativamente homogéneos y cohesionados, cuestión de las relaciones entre la cultu-
que se constituyen a través de la propia ra y el trabajo de una manera muy suge-
interacción que se establece entre los tra-
rente. En su libro Lo ideal y lo material7
bajadores como resultado de la división
destacó la importancia de la cultura en
técnica del trabajo.5
la configuración de las relaciones de pro-
La definición de Gintis tiene la venta- ducción. En ese texto analizó las funcio-
ja de incluir tanto las culturas de empre- nes que desempeñan las realidades ma-
sa como las de los trabajadores, además teriales y las realidades ideales en el
de que destaca que son un producto de la proceso de producción de la sociedad. Para
interacción de los sujetos. También tiene él, la parte ideal nace al mismo tiempo
el acierto de señalar que no son una rea- que la sociedad. Las representaciones
lidad externa al trabajo (“se encuentran normativas no son un reflejo en la con-
inmersas en las relaciones laborales”) y ciencia de relaciones sociales nacidas fue-
que están constituidas tanto por elemen- ra y al margen de la conciencia; por el con-
trario, constituyen un componente esen-
tos cognitivos (“tipificaciones de las ocu-
cial de esas relaciones: “En el corazón de
paciones y saberes laborales”) como por
la parte más material de la infraestruc-
elementos no cognitivos (“grupos de refe-
tura de las sociedades, en el corazón de
rencia normativos”). Sin embargo, se
las fuerzas productivas [...] descubrimos,
presta a algunas confusiones al incluir
pues, una parte ideal. [...] Esta parte ideal
constituye una especie de armadura, un
5
Herbert Gintis, “La naturaleza del intercam-
esquema organizador interno de su pues-
bio laboral y la teoría de la producción capitalista”, ta en práctica”.8
en L. Tohara (comp.), El mercado de trabajo: teo-
rías y aplicaciones, Madrid, Alianza Universidad, 6
Roberto Varela, “Cultura, tecnología y dispo-
1983, p. 176, citado en Dolors Comas d’Argemir, sitivos habituales”, ponencia al Coloquio Interna-
“Trabajo, ideología y representaciones sociales: las cional de Tecnología y Procesos Culturales, Méxi-
representaciones ideológicas en el mercado labo- co, febrero de 1994, pp. 3-4.
ral”, ponencia al V Congreso de Antropología, Gra- 7
Maurice Godelier, op. cit.
nada, 1990, p. 24. Cursivas en el original. 8
Ibid., p. 165. Cursivas en el original.
Producción simbólica y producción material 105
TRABAJO CULTURA
Impacto
(Duro) (Blando)
cuelas, los medios de comunicación, las cados como sociedades del trabajo, menos
fiestas, las prácticas religiosas o cualquier aún del trabajo industrial. De cualquier
otro proceso u organismo especializado en manera, esta primera vertiente del con-
la producción simbólica; también desde cepto de cultura del trabajo delimita un
el trabajo se configuran sistemas de sig- campo que puede ser objeto de indaga-
nificados. Qué tanto peso tiene el traba- ción: el de la eficacia simbólica del traba-
jo, en particular el trabajo industrial, en jo, es decir, los efectos culturales de la
la definición de una cultura es algo que actividad laboral, los significados que
habrá de evaluarse en situaciones histó- emergen con el trabajo y que, de un modo
ricas concretas. En algún momento se u otro, son trasladados hacia otros mun-
pensó que en los países industrializados dos de la vida.22 Del análisis de la efica-
este peso era decisivo, hasta el punto de cia simbólica del trabajo emergen pregun-
considerarlos sociedades del trabajo, como tas relevantes relacionadas con las
lo hizo Dahrendorf: transformaciones recientes del trabajo,
entre ellas: ¿qué tipo de culturas se están
La sociedad del crecimiento [...] ha sido generando con los nuevos sistemas de
también una sociedad del trabajo. La vida organización del trabajo en la industria y
de los hombres se constituía en torno al los servicios?, ¿qué repercusiones tienen
trabajo. La educación se orientaba como sobre la cultura de las regiones en que se
preparación para el mundo del trabajo, el
instalan nuevos centros productivos? y
tiempo libre como reposo para afrontar
¿de qué manera los sujetos transfieren a
el nuevo trabajo, la pensión como compen-
sación por una vida de trabajo. Además, el su vida extrafabril los significados que
trabajo no sólo se consideraba necesario han creado o de los que se han apropiado
para ganar la vida, sino como un valor en en su experiencia de trabajo?
sí mismo. Existía el orgullo por el propio La eficacia simbólica del trabajo es in-
trabajo y por los logros laborales. La pere- dudable. Muchos autores, desde el mar-
za era severamente reprochada. Podemos xismo, el evolucionismo, el materialismo
decir que la figura del hombre trabajador cultural y otros enfoques, han puesto de
representaba el ideal de esta sociedad.20 manifiesto la enorme influencia que ejer-
cen los aspectos materiales de la socie-
Sin embargo, en muchas regiones del dad sobre la cultura. Sin embargo, esta
mundo el trabajo industrial no tuvo la eficacia ha sido con frecuencia sobresti-
misma importancia que en las socieda- mada, lo que ha dado lugar a determinis-
des consideradas por Dahrendorf. Ade- mos económicos y tecnológicos que redu-
más, hoy en día las cosas han cambiado cen la cultura a un simple epifenómeno
un poco. En los países del Norte el traba- de los procesos materiales. Esta clase de
jo sigue siendo determinante del status y determinismo es muy frecuente en mu-
la influencia de las personas,21 pero es
difícil sostener que puedan ser identifi-
22
Sobre este tema véase también Stephen Hill,
“The Cultural Force of Technological Systems”,
20
Citado en Paolo Zurla, op. cit., p. 115. ponencia al coloquio Tecnología y Procesos Cultu-
21
Al respecto véase Herbert Applebaum, op. cit. rales, México, UNAM, 1994.
110 Luis Reygadas
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trata de mostrar las diferencias entre las tiene imágenes, visiones, concepciones,
culturas nacionales del trabajo, ya sea actitudes y valores acerca del trabajo, ins-
para ensalzar las pretendidas virtudes critos en la totalidad de su cultura. Aden-
productivas de la cultura occidental o ja- trarse en este aspecto de la cultura del
ponesa o para condenar los hábitos de trabajo es explorar los significados que
otros pueblos, bajo la suposición de que tiene lo laboral, indagar sobre el valor
tienen efectos nocivos sobre la disciplina que se le asigna al trabajo y a sus pro-
laboral y la calidad. Así, muchos estudios ductos, preguntarse sobre el lugar que
de cultura organizacional se impreg- ocupa la actividad productiva en la cos-
nan de narrativas del sentido común acer- movisión de un pueblo, de un grupo so-
ca del trabajador bueno y el trabajador cial o de una empresa; en una palabra,
malo. En la literatura sobre negocios analizar los discursos —en sentido am-
abundan las narraciones épicas que pre- plio— sobre el trabajo. Por otro lado, se re-
sentan a empresarios y altos ejecutivos fiere también a las repercusiones de la cul-
como líderes culturales que logran imbuir tura en el ámbito productivo: los sujetos
a sus empleados con la filosofía, la visión, llegan a sus centros de trabajo con una car-
la misión y los valores de su organización, ga simbólica que contribuye a darle forma
proponiendo el arquetipo del buen empre- a su actividad, de modo que las culturas
sario que conduce a su personal median- de la sociedad en que viven afectan la di-
te el convencimiento y el ejemplo.26 námica de sus relaciones en el trabajo.27
La determinación que ejerce la cultu- Es conveniente aclarar que, en los pro-
ra al desarrollo de la actividad producti- cesos productivos, los agentes no sólo po-
va incluye, por una parte, las represen- nen en juego la parte de su capital sim-
taciones acerca del trabajo: cada sociedad bólico relativa al trabajo: también pueden
utilizar otros aspectos de su cultura, otros
26
Véase, por ejemplo, Terrence Deal y Allen
Kennedy, Corporate Culture. The Rites and Rituals 27
Sobre este tema conviene revisar el texto de
of Corporate Life, Reading Massachusetts, Addison T. Lupton, On the Floor Shop, Oxford, Perganon,
Wesley, 1991. 1963.
112 Luis Reygadas
tros de trabajo y el contexto social en que dar que estas dos eficacias son relativas.
se encuentran. En algunos casos es rela- Un cambio en la manera de trabajar pue-
tivamente fácil discernir qué fue lo que de desencadenar una transformación cul-
se aprendió o generó fuera y se llevó al tural, pero también puede suceder que la
trabajo o viceversa, pero con frecuencia cultura se mantenga, en lo esencial, inal-
los dos movimientos se entremezclan en terada. La eficacia simbólica del trabajo
un incesante ir y venir, sin que se pue- se encuentra mediada por la lógica inter-
dan hacer afirmaciones contundentes na de los sistemas de significados, que
acerca de la dirección de la causalidad.33 pueden variar a una velocidad diferente
Baste el ejemplo de valores asimilados en de la del ritmo que siguen las transfor-
las fábricas por una generación obrera, maciones productivas. Diversos estudios
recreados en sus hogares, en donde son han mostrado que las culturas laborales
aprendidos por la siguiente generación pueden conservarse durante largos perio-
para, después, ser llevados de nueva cuen- dos, como lo ilustra el caso de las tradi-
ta a las fábricas. 34 No se trata tanto de ciones laborales de artesanos y obreros
precisar el punto de partida, sino de in- profesionales en Europa, que han sobre-
tentar seguir las huellas del recorrido, vivido a varios procesos de reconversión
para así comprender el proceso y sus pro- industrial.35 Como ha señalado Ricardo
ductos. Es conveniente señalar que la con- Falomir,36 la cultura del trabajo no es una
tinuidad del flujo simbólico que existe mera respuesta reactiva a las condicio-
entre el mundo del trabajo y otros mun- nes laborales. A determinada forma de
dos de vida no implica la homología en- trabajar no le corresponde de manera
tre ellos. Lo más común es que existan mecánica una determinada cultura: siem-
tanto correspondencias como tensiones y pre son posibles diferentes configuracio-
desfases entre la cultura del trabajo y el nes significativas, por lo que los efectos
resto de la cultura, desajustes con los que culturales del trabajo no son inmediatos
viven y se enfrentan los sujetos, ya sea ni automáticos, están mediados por la
de manera individual o colectiva. razón simbólica. Los artefactos con los que
He destacado aquí tanto la eficacia se trabaja tampoco son culturalmente
simbólica del trabajo como la eficacia la- neutros, son usados en contextos situa-
boral de la cultura. No está de más recor- dos de acuerdo con normas, costumbres
33
James Lincoln y Arne Kalleberg, Culture,
Control, and Commitment. A Study of Work Orga- 35
Véanse, por ejemplo, Renaud Sainsaulieu,
nization and Work Attitudes in the United States op. cit., y Paul Thompson, “Jugando a ser trabaja-
and Japan, Cambridge, Cambridge University dores cualificados: cultura de fábrica y enorgulle-
Press, 1990, pp. 18-19. cimiento por la cualificación laboral entre los obre-
34
Este ejemplo me hace recordar el magnífico ros del automóvil de Coventry”, Sociología del
texto en el que Paul Willis describe los vasos comu- Trabajo, núm. 7, Madrid, 1989, pp. 105-139.
nicantes entre la cultura de la fábrica y la cultura 36
Ricardo Falomir, “La cuestión obrera en la
escolar —o contraescolar— de los jóvenes hijos de antropología mexicana: comentarios sobre dos eva-
clase obrera; véase Paul Willis, Learning to Labor. luaciones”, en varios autores, Teoría e investiga-
How Working Class Kids get Working Class Jobs, ción en la antropología social mexicana, México,
Westmead, Saxon House, 1977. CIESAS, 1988.
Producción simbólica y producción material 115
TRABAJO CULTURA
El proceso de trabajo, además de estar las concepciones del mundo y con los sis-
atravesado por determinaciones técnicas, temas de valores de otros agentes produc-
sociales, económicas y políticas, es un tivos. Sin ser la única fuente generadora
espacio de producción y transformación de culturas del trabajo, el proceso laboral
cultural, es un universo de relaciones de es el ámbito donde éstas se enfrentan y
sentido: se integran, para repercutir en el curso
mismo de la actividad productiva y, tam-
La producción, en consecuencia, es algo bién, para modificar estas tradiciones
más que una lógica práctica de la eficacia culturales. La importación de significa-
material, y algo distinto a ella. Es una in- dos hacia el trabajo y la exportación de
tención cultural. El proceso material de la los mismos desde el proceso laboral pasa,
existencia física es organizado como un
necesariamente, por las interacciones de
proceso significativo de ser social, que re-
los sujetos.
presenta para los hombres, puesto que
siempre están definidos culturalmente en La intersección entre cultura y traba-
determinadas formas, su único modo de jo no se produce, entonces, entre dos en-
existencia.40 tidades etéreas, huecas o abstractas, sino
que ocurre en relaciones que los sujetos
Al trabajar, los sujetos producen, re- entablan entre ellos y con las máquinas,
producen y se apropian significados: el las instalaciones, las herramientas y los
trabajo es también acción simbólica.41 Las objetos de trabajo. Es en esas interaccio-
tradiciones culturales de los agentes pro- nes realmente existentes donde los signi-
ductivos se entrelazan y confrontan con ficados son producidos y apropiados, en
donde la cultura previa es actualizada y
repercute en el trabajo, en donde el desa-
40
Marshall Sahlins, op. cit., p. 169. Las cursi- rrollo de la actividad laboral genera nue-
vas son mías.
vos significados que los sujetos pueden
41
Sobre el concepto de acción simbólica véase
Clifford Geertz, La interpretación de las culturas, llevar, después, a otros campos de activi-
Barcelona, Gedisa, 1991. dad. Así, el dualismo entre trabajo y cul-
Producción simbólica y producción material 117
tura o esfera material-esfera ideal puede sos que controlan los agentes que partici-
ser trascendido al incorporar en el análi- pan en el proceso productivo y la dinámi-
sis a los sujetos históricamente situados, ca política que lo atraviesa.45 Desde esta
quienes reúnen en su praxis ambas di- perspectiva no sólo interesa describir la
mensiones. variedad de las negociaciones entre los
Las relaciones laborales son un ámbi- agentes productivos, sino investigar las
to de aprendizaje de normas y valores, en estructuras de significado que resultan
donde se produce una resocialización com- del conjunto de sus interacciones. Este
plementaria a la que se adquirió en la campo analítico sugiere las siguientes
familia y la escuela.42 Son también un interrogantes: ¿Cómo enfrentan los dife-
lugar en el que los individuos adquieren rentes agentes productivos (operadores,
conceptos sobre el trabajo, a la vez que técnicos, ingenieros, gerentes, empresa-
comparten y confrontan percepciones so- rios, etc.) los nuevos sistemas de orga-
bre el mismo,43 un terreno en el que pue- nización del trabajo?, ¿qué conflictos se
den incorporar una cultura para adqui- generan en torno a la calidad, la producti-
rir un habitus obrero (o de otro tipo) en vidad y la flexibilidad y cuál es la dimen-
un proceso que, en el caso de la indus- sión simbólica de los mismos? y ¿hacia
tria, Bourdieu ha llamado fabriquiza- adónde apuntan esos procesos de interac-
ción.44 ción?
Esta tercera vertiente del concepto de La interacción de los agentes durante
cultura del trabajo apunta hacia la crea- el trabajo constituye un elemento media-
ción de otro campo de análisis: el de la dor entre las determinaciones mutuas
interacción en el proceso de trabajo que, a entre cultura y trabajo. La eficacia sim-
su vez, se inserta dentro del conjunto de bólica del trabajo y la eficacia laboral de
la estructura global de las relaciones de la cultura dependen de las relaciones
poder entre los actores en la producción. de poder que se establecen entre los acto-
Así, la relación entre lo material y lo ex- res productivos. Con la inclusión de este ter-
presivo en el trabajo se encuentra media- cer elemento puede modificarse el esque-
da por la dimensión del poder, por lo que ma que ilustra el concepto de cultura del
su estudio implica considerar los recur- trabajo, como se muestra en la figura 4.
Para reflexionar sobre las interaccio-
42
Renaud Sainsaulieu, op. cit. nes de los agentes de la producción se ha
43
Sobre este tema véanse Bruce Kapferer, Stra- recurrido a dos tipos principales de me-
tegy and Transaction in an African Factory. Afri- táforas; por un lado, a las de índole mili-
can Workers and Indian Management in a Zam-
bian Town, Manchester, Manchester University
tar y, por el otro, a las de naturaleza dra-
Press, 1972, y Ludger Pries, “¿Cultura obrera y matúrgica. De acuerdo con las primeras,
mercado de trabajo o biografías laborales?”, en las fábricas y otros centros productivos
Enrique de la Garza, Javier Melgoza y María Eu-
genia de la O. (comps.), Los estudios sobre la cultu-
ra obrera en México: enfoques, balances y perspec- 45
Sobre los conceptos de control y poder véase
tivas, México, Conaculta, 1997. Richard Adams, Energía y estructura: una teoría
44
Pierre Bourdieu, Sociología y cultura, Méxi- del poder social, México, Fondo de Cultura Econó-
co, Grijalbo-Conaculta, 1990. mica, 1983.
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interacción
TRABAJO de los CULTURA
agentes
productivos