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Ley de Protección Integral a las mujeres (Ley 26.

485)

-Marco normativo internacional y regional

En el año 1993, con la Declaración y Plataforma de Acción de Viena, se incorpora


expresamente en el derechos internacional los derechos de la mujer como parte
fundamental de la agenda de los derechos humanos. Nuestro país ha entablado una serie de
tratados vinculantes con la comunidad internacional no sólo para ratificar su adhesión al
cumplimiento de los derechos humanos en general, sino también específicamente los
derechos de las mujeres. A este respecto, son de especial relevancia la Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y la Convención
Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la Violencia contra la Mujer (Belém do
Pará). La adhesión a estos tratados ha sido también acompañada tanto por instrumentos no
vinculantes, como ser las resoluciones de la Asamblea General y del Consejo de Derechos
Humanos de las Naciones Unidas, como también por una creciente jurisprudencia
internacional en torno a los derechos de la mujer, producida fundamentalmente a partir de
la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Corte Interamericana de
Derechos Humanos.

El texto de la Convención de CEDAW (1992) amplía la noción de violencia de género,


proponiendo una definición que involucra tanto al ámbito privado como la público, donde la
violencia que se desarrolla en el espacio privado o personal pasa a ser político, una cuestión
a ser abordada desde lo público. De esta manera, el hecho de ratificar la Convención le
otorga al Estado un rol activo, donde tiene la responsabilidad de implementar políticas
públicas tendientes a abordar la problemática y, a su vez, de dar cuenta de sus avances y
desafíos, a través de la implementación de un “Informe País” y la evaluación por parte del
Comité de la Convención.

La Convención de Belém do Pará (1994), le exige a los países adherentes la adopción


de legislación alineada a la prevención, erradicación y al abordaje integral de la violencia
contra la mujer. Nuestro país contaba para el momento de su sanción con la Ley 24.417 de
Protección de Violencia Intrafamiliar, la cual no habilitaba al tratamiento integral de la
problemática, exigido por los lineamientos de la Convención. Lo anterior pudo verse

1
contemplado recién en el texto de la Ley 26.485, sancionada en el año 2009. La misma no
sólo propone modalidades de intervención integrales, interdisciplinarias e
interjurisdiccionales, sino que también contempla las diversas formas que puede asumir la
violencia de género. A su vez, da cuenta no sólo de la violencia en el ámbito doméstico, sino
que amplía el foco hacia todos los ámbitos donde se desenvuelve la vida y las relaciones
sociales de las mujeres, reconociendo también las formas de discriminación que operan a
nivel estructural a nivel social.

-Breve descripción de la Ley 26.485

La ley 26.485 tiene por objeto la eliminación y prevención de la desigualdad y la


violencia de género, mediante “el desarrollo de políticas públicas de carácter
interinstitucional sobre violencia contra las mujeres”1. En este sentido, se propone el
tratamiento integral de la problemática de la desigualdad y la violencia de género, no sólo a
través de la asistencia a las víctimas, sino también a través de la promoción de políticas
tendientes a la “remoción de patrones socioculturales que promueven y sostienen la
desigualdad de género y las relaciones de poder sobre las mujeres”2. Se trata de una ley de
Orden Público, lo que implica que la misma debiera gozar de plena vigencia una vez
sancionada, pero que requiere de la adhesión y adecuación procedimental de las provincias
para garantizar su aplicación a nivel federal.

El Consejo Nacional de Mujeres es el organismo rector encargado del diseño de las


políticas públicas para efectivizar las disposiciones que estipula la Ley. El Consejo es el
organismo a nivel nacional creado en 1992 para la defensa de los derechos de las mujeres.
La ley 26.845 estipula al Consejo como organismo responsable, entre otras cosas, de:
elaborar, implementar y monitorear un Plan Nacional de Acción para la Prevención,
Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres; articular el accionar de las
distintas áreas nacionales, provinciales, municipales involucradas en el cumplimiento de la
ley, como así también el accionar de las diversas instituciones/actores de la sociedad civil;
promover en las distintas jurisdicciones la creación de servicios de asistencia integral y

1 Ley 26.485. Disponible en: http://servicios.infoleg.gob.ar/infolegInternet/anexos/150000-154999/152155/norma.htm


2 Ídem

2
gratuita para las mujeres que padecen violencia; garantizar modelos de abordaje tendientes
a empoderar a las mujeres que padecen violencia, a través de la generación programas de
asistencia técnica y protocolos para la atención integral; brindar una capacitación
permanente, formación y entrenamiento en la temática a los funcionarios públicos
implicados en la implementación de la ley; diseñar e implementar registros de situaciones
de violencia contra las mujeres de manera interjurisdiccional e interinstitucional; analizar y
difundir periódicamente los datos estadísticos y resultados de las investigaciones a fin de
monitorear y adecuar las políticas públicas a través del Observatorio de la Violencia Contra
las Mujeres; promover campañas de sensibilización y concientización sobre la violencia
contra las mujeres.

Tal como ha señalado Mariana Gras, anterior presidenta del Consejo Nacional de las
Mujeres3, la elaboración de la Ley fue antecedida por un rico y largo proceso de debate,
donde el Consejo Nacional de las Mujeres instauró una Comisión Interinstitucional que
buscó reunir a todos los actores sindicados por la norma, abriendo también el foro de
discusión a las diversas organizaciones de la sociedad civil, lo que ayuda a explicar que la
misma se haya sancionado por unanimidad. Si bien la ley puede considerarse como una de
las pocas leyes integrales y de avanzada en nuestra región –recibiendo por ello el
reconocimiento del Comité de CEDAW y del MESEVIC en Belem Do Para-, Gras nos advierte
que “las leyes por sí mismas no son suficientes para erradicar la violencia hacia las mujeres.
Es indispensable un Estado presente, con políticas públicas de perspectiva de género, con el
compromiso de todos los poderes y sus niveles”4

Si bien la Ley 26.485 fue sancionada en 2009 y reglamentada en 20105, aún hay
disposiciones que no están en vigencia. El reclamo por el Plan Nacional de Acción para la
Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres fue una de ellas. El
Plan tiene como propósito prevenir la violencia contra las mujeres y ofrecer la atención
integral de las mujeres víctimas de violencia y su núcleo familiar a cargo, mediante recursos
y respuestas interinstitucionales que permitan una rápida y eficaz respuesta al problema de
la violencia de género.

4 Gras, Mariana; “El género de una década”, Revista Anfibia, 15 de junio de 2015. Disponible en:
http://www.revistaanfibia.com/ensayo/el-genero-de-una-decada/
5 En el año 2010 se estableció un mecanismo para su reglamentación que dio lugar al Decreto 1011/2010.

3
Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra
las Mujeres (2017-2019)

El 26 de junio de este año, el presidente anunció en un acto en Casa Rosada el Plan


Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las
mujeres (2017-2019), con la misión de garantizar el derecho de las mujeres a vivir una vida
libre de violencias, a través de la implementación de políticas públicas con perspectiva de
género para prevenir, asistir y erradicar la violencia hacia las mujeres de acuerdo a las
disposiciones de la mencionada Ley 26.4856. La actual presidenta del Consejo Nacional de
Mujeres, Fabiana Túñez, entiende que a partir la implementación de esta Plan Nacional de
Acción se logrará resolver la deuda del Estado con respecto a la cuestión de género y
cumplir con esta “asignatura pendiente expresando con claridad la decisión y voluntad
política del Poder Ejecutivo de asumir como política de Estado el cumplimiento del derecho
de todas las personas a vivir una vida libre de violencia”7.

El Plan se articularía a partir de “dos ejes de actuación orientados a la prevención y


atención integral de las mujeres en situación de violencia de género, al tiempo que tres ejes
transversales que apuntan a la formación en perspectiva de género en todos los niveles, un
fuerte trabajo de articulación y coordinación institucional y un permanente monitoreo y
evaluación de las políticas públicas”8. En el documento de presentación del Plan, se
especifica a su vez que se realizará una evaluación a medio término sobre cada una de las
acciones y medidas adoptadas en función de los ejes de trabajo ya mencionados, de manera
tal de obtener resultados que puedan servir de insumo para la elaboración del próximo Plan
Nacional de Acción y el ajuste y correcciones de acciones y medidas de ser necesario.

Tal como se señala en el documento9, el Plan se articula también con otras normas
nacionales que resultan de gran relevancia para garantizar aspectos esenciales de los

6 Plan Nacional de Acción para la Prevención, Asistencia y Erradicación de la Violencia contra las mujeres (2017-2019), pág 10.
Disponible en:
https://www.argentina.gob.ar/sites/default/files/consejo_nacional_de_mujeres_plan_nacional_de_accion_contra_violencia_g
enero_2017_2019.pdf
7 Ídem, pág 6.
8 Ídem.
9 Ídem, pág 18.

4
derechos de las mujeres como así también avanzar en la prevención y erradicación de la
violencia contra las mujeres. Entre ellas, es importante destacar:

 Ley 25.673 de Creación del Programa de Salud Sexual y Procreación Responsable


(2003): refiere al derecho al acceso a una salud sexual y reproductiva de la población.
 Ley 26.150 Programa Nacional de Educación Sexual e Integral (2006).
 Ley 26.061 de Protección Integral de los Derechos de las Niñas, Niños y Adolescentes
(2005): la cual pasa a contemplar a las niñas, niños y adolescentes ya no como objeto
de protección sino como sujetos de derechos.
 Ley 24.012 de Cupo Femenino (1991): la cual exige un cupo mínimo de mujeres en el
Poder Legislativo.
 Ley 26.618 de Matrimonio Civil (2010): la cual otorga el derecho a casarse a personas
del mismo sexo y a ser considerados familia, lo cual implica un reconocimiento desde
el Estado hacia diversas formas de sexualidad y de familia.
 Ley 26.743 de Identidad de Género (2012): la cual supone un respeto por la identidad
de género, brindando la posibilidad a toda persona de constituirse como ciudadanx de
derecho.
 Ley 25.929 de Derechos de Padres, Madres e Hijos/as durante el Proceso de
Nacimiento o Ley de “Parto Humanizado” (2004): aborda la problemática de la
violencia obstétrica, velando por los derechos de las madres, padres e hijos/as durante
el proceso de nacimiento.

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