DOMINGO 26 DE AGOSTO DE 2001
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Más allá de La Juventud en éxtasis:
hacia otra lectura de los valores en México
¡Ya no hay valores! Expresión cotidia-
na que reprueba un acontecimiento vin-
culado a la moral institucional o la
conducta inmoral de una persona, casi
siempre en sentido irónico, en broma.
Enorme sabiduría que condensa esa
exclamación pero, al mismo tiempo,
inhibe nuestra actitud reflexiva, la ca-
pacidad de indignación. Esta frase co-
bra pleno sentido ante corrupción y
delincuencia, cinismo e inmoralidad
imperantes en la vida cotidiana de un
pueblo que hoy contempla ámbitos
político-sociales en franco deterioro.
¿Por qué ya no hay valores? ¿Se es-
fumaron? ¡Pasaron de moda! ¿Alguien
se los robó? ¿Están ausentes en esta
época y reaparecerán en otra?
Consideramos el valor como una
categoría ontológica social. Es decir
que ha nacido con la sociedad, encuen-
tra su razón de ser en ella, y pierde su
vigencia cuando ésta deja de existir.
Con el ascenso del capitalismo e nivel
universal el valor personalidad se de-
sarrolla como nunca antes, adquiere
un potencial inusitado, al destrabar la-
zos que lo ataban con el anterior me-
dio social. Pero, simultáneamente, en-
frenta barreras que inhiben el pleno
desarrollo de esa personalidad y la
trastocan en disvalor o valor negativo.
La realización del individuo, como ne-
cesidad interior, se ve limitada en su
enriquecimiento espiritual, en el des-
pliegue de sus energías potenciales.
Los estudiosos llaman alienación a este
novedoso fenómeno que propicia el
desarrollo unilateral, desequilibrado,
de las capacidades individuales. “La
alienación empobrece al individuo...
porque sólo le permite desarrollar al-
gunas de sus capacidades (en prejui-
cio de las demás), porque hace que
las capacidades del individuo se con-
viertan en simples medios de la auto-
conservación, porque reduce la rique-
za de los sentidos a un solo sentido, el
sentido de tener o poseer”1 No de
manera esquemática, al ver reducido
su potencial, el individuo simplifica su
NO.
◆ Ezequiel Maldonado ◆
escala de valores y, por ende, su vi- lencia institucional, epidemias como el cambio. Todo está bien como está. El
sión del mundo. Una personalidad con sida, el contacto con nuestros seme- desencanto puede esbozar la volun-
esas características difícilmente tras- jantes. En esta guerra social nuestra tad de conservar lo existente”2 El su-
cenderá categorías de orientación casa, cerrada a piedra y lodo, perma- jeto de la modernidad surge hacia el
axiológica bueno-malo. nece bajo estado de sitio. siglo XV en la cultura occidental, con
Hoy se difunde una corriente de opi- Los valores no son eternos e inmu- la autonomía de conciencia y la no-
nión en nivel mundial que considera tables, cambian a través del tiempo y ción de individuo. Este sujeto deja atrás
innecesaria la vigencia de valores que los individuos tienen la opción de me- el poder de dios, con libre y pleno al-
rigieron, apenas ayer, los destinos de jorar y desterrar formas de conducta bedrío, basado en su razón. El avance
la humanidad. Esta opinión se trasto- que hoy son verdaderas lacras: co- de la ciencia es el estímulo fundamen-
ca en consigna, prescinde de rrupción y cinismo, demagogia y ca- tal para el conocimiento de la natura-
ellos y sólo atien- lumnia. Una norma de conducta o leza. Descartes es el punto culminan-
de a la receta: principio ante los valores debía ser te: “pienso, luego existo” fundamenta
me conviene la plena coincidencia entre palabras al ser como sujeto pensante. Casullo
o no me con- y hechos de la vida cotidiana. La señala que la modernidad “... fijó iden-
viene. El sabiduría popular identifica el tidades para la multiplicidad de lo real,
mundo in- tema de los valores, como re- denominadores comunes para el ac-
teresa flejo condicionado, con la mo- ceso al conocimiento, códigos de al-
mientras no ral imperante -o la ética, que cance universal”3
interfiera en es la teoría de la moral. En sen- Con Freud se cuestiona este sujeto
mis ambi- tido amplio ésta gravita en el en- al descubrirse el rostro irracional del
ciones; lo sayo. No hablo de la moral en ser humano. La crítica profunda que
que se procu- general ni de sus diversas manifes- marca el tránsito de la modernidad a
ra es ganar a taciones en el tiempo. Mi interés se su crisis la ofrecen autores como Ha-
toda costa, lograr centra en el análisis de valores mo- bermas de la escuela de Frankfurt.
los máximos be- rales que el poder -el Estado y Nuevos sujetos y nuevas concepcio-
neficios sin im- sus instituciones, la escuela, nes critican profundamente lo que De-
portar a los padres- ha rrida llama logocentrismo, es decir, la
quien o a diseminado centralidad de un sujeto racional con-
quienes entre la po- siderado universal, siendo en realidad
se atro- blación: su el sujeto europeo, masculino, blanco.
pelle. El influencia y El feminismo, por ejemplo, plantea una
valor su- efectos, crítica radical y desnuda el carácter
premo es s o b r e parcial de este sujeto cuya racionali-
la riqueza. todo, en- dad y visión del mundo es considera-
En este tre los jó- da como la única y verdadera. La
universo venes. emergencia de ‘nuevos’ sujetos, como
no hay afirma Alain Touraine, deconstruye la
amigos, Crisis de idea de una verdad, un saber, una razón,
sólo socios la moder- “universal” y abre la posibilidad de sa-
o contrin- nidad beres, verdades, visiones múltiples.
cantes. A la exaltación del individua- y ruptura de las utopías El quiebre de la razón universal, de
lismo se desprestigia y violenta colec- los dogmas y de lo que se nombró
tivos, vida comunitaria, solidaridad. El Los sentimientos que genera la crisis autoritarismo democrático, una moder-
sistema neoliberal hecho gobierno de de la modernidad son de desconcier- nidad incumplida, hoy cede el paso a
Estado y la crisis recurrente del siste- to, orfandad, incertidumbre, desorien- la llamada posmodernidad y, con ésta,
ma funcionan como detonadores de tación, una sensación de desencanto a un acendrado individualismo. La so-
estas actitudes. Por ejemplo, ante la que hoy impacta, directa o indirecta- ciedad moderna era conquistadora,
inseguridad existente en la urbe y el mente, a la juventud. “La desilusión de tenía fe en el futuro, en la ciencia y en
campo, nuestros miedos se exacerban la pérdida de sentido de cualquier pro- la técnica; se fundó en valores univer-
y muestran diversas facetas: ante la vio- yecto de renovación. Nada justifica un Pasa a la página II
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II

Aceites volátiles
◆ Alma Graciela de la Cruz Sánchez ◆
Los aceites volátiles, llamados también les la esencia. licilato de metilo). Las esencias de fru- te.
esencias u oleatos, son productos in- Para recibir el pro- tos son mezclas de éte- res, en La hidroterapia, a través de las ter-
mediatos contenidos en las plantas ó ducto se hace uso de diversas proporciones, que si- minaciones nerviosas que tenemos en
formados por la acción del agua so- un aparato parti- mulan perfectamente los olo- las plantas de los pies, se encargan de
bre las sustancias que generalmente cular que lleva res respectivos. En la indus- llevar la esencia al lugar necesario.
contienen. Son de olor fuerte, pene- el nombre de tria hay diversos prepa- Mientras que la aromaterapia entra por
trante, más o menos agradable; sabor recipiente flo- rados las terminaciones nerviosas de la nariz
acre, ardiente y algunas veces cáusti- rentino, en el p a r a y hace llegar al hipotálamo la señal que
co; son inflamables y arden con llama que se separan imitar a su vez es enviada al cerebro y éste
fuliginosa; manchan el papel como las las esencias l a s envía la señal al lugar requerido para
materias grasas, pero las manchas des- del agua, tan- esencias el efecto de la esencia.
aparecen con el tiempo. to las más li- d e El químico francés Rene Mauri-
Son producidos por diversas plan- geras como flo- ce Gattefosse, es considerado
tas, entre las más conocidas se encuen- las más pesa- como el precursor de la aromate-
tran: las familias de las Coníferas, La- das. rapia moderna.
biadas, Compuestas, Umbelíferas, ru- Las esencias En 1920 se encontraba en su labo-
táceas, Rosáceas y Crucíferas. están com- ratorio cuando, por accidente, se que-
Se utiliza casi todas las partes mó la mano y el antebrazo con que-
de las plantas aromáticas para maduras de tercer grado. Con deses-
producirlas pero, con más abun- peración metió la mano en el primer
dancia, los frutos, las flores y las recipiente que encontró creyendo que
hojas. era agua; para su sorpresa el dolor se
Presentan una gran variedad de co- calmó instantáneamente. Resultó que
lores: unos incoloros, como los de pues- el recipiente contenía aceite esencial
rosa, trementina, romero, hinojo, enel- tas ge- de lavanda. Continuó aplicándose este
do y clavo, recientemente preparados; neral- aceite por intervalos de media hora y
otros, en mayor número, son amari- mente res, la quemadura desapareció sin dejar
llos como los de jenjibre, canela, li- de dos como marcas ni cicatrices.
món, mirto y mejorana; los de perejil, principios: la iono- Gattefosse compartió ésta experien-
ajenjo y cubebas son de un verde más uno que es na, que cia a Jean Valnet, médico francés quien,
o menos intenso; el de manzanilla es sólido a la no son durante la segunda guerra mundial tra-
algunas veces azul, otras verde. Casi temperatura usados en tando a las víctimas, se quedó sin anti-
todos tienen acción sobre la luz pola- ordinaria, y el otro farmacia. bióticos y decidió utilizar el aceite esen-
rizada. Son raros los inactivos. líquido; o por lo menos Los aceites cial de lavanda y asombrado vió que
Se obtiene por destilación, por ex- de dos líquidos de dis- esenciales en tenía un efecto curativo poderoso so-
tracción, por síntesis o por medio de tinta densidad y punto la actuali- bre los soldados.
algunos disolventes. de ebullición variable. dad están La lavanda también fue utilizada en
La mayor parte se preparan por des- Los sólidos reciben el siendo Londres, durante la plaga de 1665,
tilación usando, con ligeras modifica- nombre de estearop- muy uti- para endulzar el aire del olor a cuer-
ciones el método seguido para la pre- tenos y los líquidos el de lizados pos descompuestos y por sus propie-
paración de los hidrolatos, tomando eleoptenos. en la medicina dades antibacteriales.
las mismas precauciones, empleando El problema de fabricación de aletrnatico como la Así como se tiene el ejemplos de
plantas frescas, menor cantidad de esencias artificiales está resuelto para hidroterapia y la aroma- la lavanda, también se conocen mu-
agua, y sirviéndose de ésta para nue- las que tienen principios definidos terapia, ya que actúan en el organis- chos otros aceites esenciales y sus
vas destilaciones después de separar- como la esencia de Winter Green (Sa- mo, tanto física como emocionalmen- diferentes usos.

Más allá...
Viene de la página I
sales que hoy se fragmentan en el ám-
bito posmoderno: disuelta la confian-
za en el futuro se diluye la creencia en
el porvenir radiante de la revolución;
importa el aquí y el ahora, el conser-
varse siempre joven, sin importar la
forja del hombre nuevo. En Europa no
hay ideología política que movilice a
los pueblos y, afirma Lipovetsky, es-
tán regidos por un vacío light que no
es trágico ni apocalíptico4.
Con el fracaso de la comunidad so-
cialista cuya expresión máxima fue la
caída del muro de Berlín en 1989, la
ofensiva antiobrera, anticampesina y
antiindígena -proyectos y prácticas
comunitarios, desplazados por priva-
cía y egoísmo- se destruyen no sólo
modos de vida y conductas morales
sino la opción que grandes sectores
de la humanidad consideraba: una for-
ma de vida más humana donde liber-
tad y democracia fuesen pan de cada
día y donde mujeres y hombres pu-
diesen ser panaderas(os) de día,
pescadores(as) en la tarde y artistas -
escritoras, actores, pintores- en la no-
che. Profundas contradicciones inter-
nas minaron ese estilo de vida y, lo
peor, una doble moral permeó las re-
laciones sociales: en la vida pública se
representaba una honradez a toda prue-
ba, lealtad sin tacha y solidaridad ante
los semejantes; actuación, representación
teatral: en la vida privada el egoísmo, la
corrupción, la infidelidad minaban los
supremos valores sociales y entre lo que
se decía y lo que se hacía mediaba un
abismo de contradicciones:
“La propaganda del éxito -real o ima-
ginario- iba ganando terreno. Se esti-
mulaban los elogios y el servilismo y se
ignoraban las necesidades y las opinio-
nes de la gente común (...) El pensa-
miento creativo fue expulsado de las
ciencias sociales, y los juicios y contri-
buciones superfluos y gratuitos fueron
declarados verdades indiscutibles (...)
Esas tendencias negativas también afec-
taron la cultura, las artes y el periodis-
mo, como también el proceso de ense-
ñanza y la medicina, en donde la me-
diocridad, el formalismo y los elogios
estridentes también emergieron (...) La
presentación de una realidad sin pro-
blemas fue contraproducente: se había
formado una brecha entre la palabra y
la acción, que produjo la pasividad pú-
blica y el descreimiento de los eslogans
que se proclamaban. Es natural que esa
situación diera por resultado una bre-
cha en la credibilidad: todo lo que era
proclamado en las tribunas e impreso
en los periódicos y libros de texto fue
cuestionado. La decadencia empezó
con la moral pública; los grandes sen-
timientos de solidaridad con los de-
más (...) se debilitaban; el alcoholis-
mo, la drogadicción y el crimen cre-
cían, así también la penetración de los
estereotipos de la cultura popular ex-
traña a nosotros, que produjeron vul-
garidad, gustos viles y condujeron a
ideologías estériles”5.
Esta descripción social no corres-
ponde a México. Son muchas y varia-
das las similitudes: corrupción galopan-
te, crímenes de Estado, degradación
de la moral pública, fisuras entre lo que
se dice y lo que se hace, vulgaridad y
gustos viles y otras tantas calamida-
des. Este retrato hablado era el perfil
de la ex Unión Soviética, hoy Rusia,
como en la época de los zares. Con el
derrumbe del socialismo se proyectó
como nunca antes la opción capitalista
a escala planetaria que Coca y Pepsi
no dudaron en llamar el triunfo del mun-
do libre. Con la implantación del capi-
talismo real como la única forma de
vida posible se proclamó el fin de las
ideologías y los pueblos del mundo en-
traron en una nueva fase de su historia.
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III

Nuestro patrimonio El Yahutli

desconocido ◆ Margarita Avilés y Macrina Fuentes ◆

Retablo de la Puríasima Concepción Coyol o Cocoyol, Quauhcoyoli- árbol del coyol

Acrocomia mexicana. Hermilo J.Quero. Las palmas silvestres de la Península de

Yucatán.

Nombre científico: Acrocomia mexicana vada en huertos familiares. De uso co-

Karwinsky ex Mart
Siguiendo nuestro recorrido por el templo de San Fran- Familia: Palmace
cisco en la ex hacienda de Calderón, municipio de Cuau-
Entre la diversidad de especies vege- tesanías, así como de un licor conocido
tla, en el crucero izquierdo, nos encontramos con uno tales que conforman el acervo florísti- como “taberna” y en la preparación de
de los retablos más antiguos y bonitos que hay en la co medicinal reportado en la región dulces. En nuestro estado se emplea con
región; lamentablemente sólo se conserva la estructura de Morelos, está el “Co-
yol”, Acrocomia mexi-
original y ya perdió sus esculturas y pinturas. cana Karwinsky ex
Es un retablo dorado dedicado actualmente a la Vir- Mart.. El género
Acrocomia, cuenta
gen de la Purísima Concepción; está compuesto de dos con aproximadamen-
cuerpos y tres calles. Los retablos, que son la base de te 24 especies, distri-
las columnas, tienen unas aves con el pico hacia abajo buidas desde México
hasta Argentina.
y las alas abiertas y probablemente representan a Cris- Con otro nombre co-
to. Las columnas tienen un fuste trióstilo, con una talla mún similar, está Sapin-
dus saponaria L, co- n o c i d a
que imita sorprendentemente un tejido. El entablamen- como “Coyul” de la Familia Sapin-
to es clásico y, sin embargo, se rompe en la calle for- dácea, la cual es una especie botáni-
ca muy diferente a la que hacemos
mal. El segundo cuerpo está compuesto por un marco referencia.
flanqueado por dos pilastras de fuste rectangular y, en La Acrocomia mexicana es una
la parte superior, hay una cornisa rematada por orna- palma de gran tamaño, presenta es-
pinas negras y sus frutos globosos se
mentos vegetales. encuentran en racimos. Es caracte-
rística de vegetación secundaria.
Teresita Loera Planta originaria de América Tro-
Anaite Monterforte pical, India Occidental, Beli-
ce, Guatemala y Brasil. Culti-
mestible, medicinal y ornamental. En la
Península de Yucatán, los frutos son
empleados para la elaboración de ar-
fines comestibles y me-
dicinalmente para la
diabetes.
En Las Obras Com-
pletas de Francisco
Hernández, en el siglo
XVI, hace la descrip-
ción detallada de una
planta registrada en
“Yacapichtla”, ac-
tualmente, municipio
de Yecapixtla; men-
ciona sus características
morfológicas, principalmente de su
fruto, del cual nos dice que se ha-
cían cuentas y sonajas empleadas
en las danzas. No menciona uso
medicinal.
Entre los escasos estudios cien-
tíficos, se ha observado la activi-
dad hipoglicémica en el fruto.
“Quauhcoyoli”, Francisco
Hernández, Historia Natural
de la Nueva España

¿Juego de Pelota en Teopanzolco?
Los edificios prehispánicos visibles en
actualidad en la zona arqueológica de
Teopanzolco empezaron a limpiarse a
partir del año 1921, cuando iniciaron
las primeras exploraciones realizadas
por Manuel Gamio y José Reigadas
Vertiz. Visiblemente restaurados, em-
pezaron formar parte del paisaje de
esta parte de la ciudad de Cuernava-
ca. En uno de los artículos anteriores,
he escrito sobre la suerte que corrió el
lugar llamado El Mogote, actual sitio
de Teopanzolco y las intervenciones
que se realizaron en la zona. La mas
devastadora se puede considerar la
acción de emparejamiento con maqui-
naria que se hizo en el año 1960. Este
lamentable hecho destruyó las pocas
huellas que pudo haber de otras cons-
trucciones prehispánicas bajas. Pare-
ce, que así sucedió.
Los arqueólogos detectan la existen-
cia de muchas edificaciones antiguas
analizando las fotos aéreas. Una de
ellas, procedente de los años 70,
muestra el área de Teopanzolco. Ob-
servando con detenimiento todos los
detalles de la foto, se vislumbran cier-
tas irregularidades en el comporta-
miento de la vegetación que crece en
la superficie de la zona arqueológica.
Estos cambios florísticos que consis-
ten en la modificación de color, de la
densidad o de la variedad genérica,
pueden ser causados por la existen-
cia en el subsuelo de otra clase de
material, en este caso, de los vestigios
prehispánicos. De esta suerte, en la
foto aérea mencionada, se observan
◆ Barbara Konieczna ◆
las irregularidades que nos indican que
hubo otros edificios más en la zona
arqueológica, actualmente ya invisibles.
Una de estas huellas muestra líneas
de un posible juego de pelota. Hay
que mencionar que una de las carac-
terísticas de los sitios arqueológicos de
Mesoamérica es la obligatoria presen-
cia entre sus edificios, de por lo me-
nos un juego de pelota. Esta clase de
construcción era de gran importancia
para la población, atribuyéndole el sig-
nificado religioso, así como el político
o finalmente, usando este espacio para
los juegos de apuestas. Por mucho
tiempo se pensó que en Teopanzolco
esta clase de edificación quedó en las
afueras del perímetro bardado de la
zona y se destruyo por alguna cons-
trucción moderna.
No se dudaba de su presencia, mas
aun, tomando en consideración que la
zona arqueológica de Teopanzolco tie-
ne un patrón arquitectónico semejante
al recinto sagrado de Templo Mayor
de Tenochtitlan. El cronista Sahagun
en su obra Primeros Memoriales pre-
senta un croquis de la distribución de
los edificios principales en el recinto
del Templo Mayor colocando el jue-
go de pelota enfrente del basamento
de los templos gemelos de Tlaloc y
Huitzilopochtli. Durante las excavacio-
nes que se realizaron en aquel lugar,
se pudo constatar que el plano de Sa-
hagun era acertado.
En varias de las zonas arqueológicas
del estado de Morelos fechadas para
el periodo postclásico, se observa esta
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IV
u b i c a c i ó n
“tenochca”de juego
de pelota con res-
pecto a los otros
edificios de la plaza
principal. Basta
mencionar el cono-
cido sitio de Coate-
telco. La peculiari-
dad de este último
lugar yace en su
juego de pelota de
dimensiones muy
reducidas, conside-
rándolo como uno
de los mas peque-
ños de Mesoaméri-
ca. En Coatetelco a
los edificios laterales
del juego de pelota
están adosados pe-
queños basamentos
y plataformas. cha angosta y edificios bajos, al dete-
En la foto aérea de Teopanzolco, riorarse por el paso del tiempo, tuvo
enfrente del Gran Basamento, se ob- que quedar poco visible en la superfi-
serva una alteración de vegetación que cie. Bastó que se recogieran algunas
crea dos protuberancias alargadas que piedras para construcción de la barda
corren a lo largo de la línea de las pla- del sitio y el emparejamiento con la
taformas y que pueden interpretarse maquinaria, para que no quedara hue-
como las huellas de la cimentación de lla de esta importante estructura.
los edificios laterales de un juego de Si la hipótesis es correcta, la gran
pelota. Se nota también que hubo dos plaza de Teopanzolco que se ubica
cabeceras cerradas, con una cancha enfrente del Gran Basamento era mu-
de aprox. 12 metros de ancho. Pro- cho mas reducida, ya que en ella se
bablemente se tratase de un juego de encontraba el jugo de pelota con sus
pelota con banquetas bajas y extendi- templos adosados, muy semejante al
das, por lo que no se elevaban mucho de Coatetelco. La hilera de platafor-
sobre la superficie. mas que observamos actualmente sin
La visualización de estas huellas es ninguna asociación aparente, eran re-
clara en la foto aérea. Para poder afir- lacionadas con el juego de pelota.
mar esta hipótesis se tiene que explorar Hay otras construcciones mas que
el lugar para detectar si todavía en el se observan en la foto aérea de Teo-
subsuelo se pueden encontrar los des- panzolco, cuya existencia se confirma-
plantes de los cimientos. Consideran- rá durante las próximas excavaciones
do que fuera un juego de pelota de can- arqueológicas en la zona.
Consejo Editorial: Teresita Loera Cabeza de Vaca, Lorenza del Río de Icaza, Ricardo
Melgar, Lizandra Patricia Salazar, Barbara Konieczna
Coordinación: Patricia Suárez Ortega
Formación: Sandra S. Acevedo Martínez
cimor@prodigy.net.mx
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