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FUERZA NORMATIVA:

La fundamentación conectiva: la fuerza normativa de la Constitución La Constitución es una noción


intelectual que promueve una conexión entre el poder político y el derecho. Así, el primero de ellos se
ve constreñido a ser ejercido con arreglo a la estructura y organización establecida por el texto
fundamental. Es mediante este que el poder social se hace poder estatal, convalidando el ejercicio del
gobierno dentro de unas vías previamente señaladas. La existencia de una estructura y una organización
constitucional significa la búsqueda de la unidad entre un
complejo normativo y una situación social. La Constitución hace referencia a la
esencia misma del ordenamiento social y político, amén de convertirse en el fundamento de un
determinado ordenamiento jurídico. Mediante la Constitución la realidad social y política del pueblo
asume un “orden”, lo que permite asegurar un mínimum de justicia –por arbitraria que sea su
inspiración–, ya que entronca al derecho

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teoría del estado y derecho constitucional

con el ejercicio del poder. A partir de ella, un ordenamiento jurídico regula por sí mismo la producción
de las normas que direccionan los destinos de una sociedad. El texto fundamental significa
la regulación legal esencial de una específica realidad
político-social; es decir, presenta un sistema de normas supremas y
básicas. Por ende, el Estado se convierte en una ordenación político-jurídica que descansa en la
Constitución como norma sustentadora. La Constitución implica una fuerza vinculante de plurales vías:
la de las autoridades y ciudadanos; así como las de ambos
con sus homólogos. Georges Burdeau [ob. cit.] sostiene que la Constitución es una
“operación jurídica” mediante la cual el poder se transfiere
de la persona de los gobernantes a una entidad
abstracta denominada Estado; así, el poder se institucionaliza y la Constitución se
convierte en el estatuto del poder. Por el imperio de la Constitución, hemos pasado del gobierno de los
hombres (government by men) al gobierno de las leyes (government by laws). En ese orden de ideas de
Constitución se presenta como una un conjunto de normas fundamentales, obligatorias, imperativas y
vinculantes. Sobre esto último Germán Bidart Campos [El derecho constitucional y su fuerza normativa.
Buenos Aires: Ediar, 1995] señala que comprende “Tanto a la totalidad de los órganos de poderes como
a los particulares, en un doble aspecto: cuando el propio Estado se relaciona con los particulares, y,
cuando estos se relacionan entre sí. Todo ello para que la Constitución se cumpla, se acate, funcione y
sea invocable ante los tribunales de justicia”. La Constitución tiene fuerza normativa porque está dotada
de exigibilidad, obligatoriedad y efectividad. Así, tanto el poder estatal como la libertad personal
terminan siendo regulados jurídicamente por el conjunto normativo contenido en el texto fundamental.
Actualmente, de la Constitución emana todo el ordenamiento jurídico y vincula directamente a
los poderes públicos y privados , lo cual no es solo un cambio de posición jerárquica de las
normas, sino que lleva a replantear la manera de entender el derecho, la jurisprudencia, la
jurisdicción y del propio rol del juez .

«si la Constitución tiene eficacia directa no será solo norma sobre normas, sino norma
aplicable; no será solo fuente sobre la producción, sino también fuente del derecho sin más».
Por tanto, la Constitución es considerada la norma normarum —la norma de creación de las
normas— y la lex legis —la ley suprema—, que se extiende a todas las ramas del derecho,
siendo sus principios y disposiciones de alcance general, es decir, aplicables no solo al ámbito
del ordenamiento jurídico público, sino también privado.

La Constitución es suprema por los valores y principios fundamentales que alberga, por esta razón es
que debe contener una fuerza normativa lo suficientemente eficaz que permita el funcionamiento
estructural del sistema jurídico y, de esta manera, no existan elementos que se antepongan a ella.

onstitución es formal al ser una ley que, a diferencia de otras, fundamenta y ordena lavalidez de
todo un sistema jurídico, estableciendo un procedimiento dificultoso para sureforma, así como
los criterios para la creación de otras normas. Y en otro sentido esmaterial, ya que en la
Constitución se concentran los valores y principios fundamentalesque rigen a una organización
político-social, los cuales solventan las necesidades vitalesde justicia de sus integrantes.

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