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BIBLIOTECA NHCIONHL
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REVISTA
DE
CRIMINOLOGÍA
Y DE
policía científica
CHILE
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y Cía. Iitda.. Ahumada
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K\\H. IKX'Iil.TTi:. KOCA y (¡a. IJKIii.. Ai. It. O'lli^'ins ÍKlfl WI.SSKI.. pl'V.U. >'
—
AÑO I Núm. 2
DICIEMBRE 1937 —
ENERO 1938
Santiago de Chile
Teléfono 68047 —
Casilla 138 D.
SUMARIO
rr
Una clasificación de los Km mi liben "La evolución de la sexuali
dad", afectuosamente comentado por Ribei-
homosexuales desde i'o. explicaba yo hace unos años mi
concep
to biológico ele la homosexualidad. El tiem"
el punto de vista po transcurrido, desde entonces, lleno de ex
dentro de la jurisdicción del médico. Ahora tre otros recuerdos pretéritos, nos ha pues
bien, -obre el terreno de la homosexualidad to muchas veces sobre la pista cierta de ano
puede surgir la delincuencia; y .surge de to malías de ahora, nacidas en una fuente ce-
das la de que la inadaptación del individuo irada, pero que lo estuvo muchos años atrás.
al medio, fuente principal del delito, e.s Hin f. I'ero aun aquellos homosexuales cuyo
cho más intensa en los individuos homose examen urinal y retrospectivo no revela m-
xuales que en los otros .pie no lo son. ler-r\-un!idad morfológica alguna?, cómo
Si el' homosexual delinque, claro c-lá, cae
podría en absulnlo negarse la existencia de
de lleno y Icgílimaiurnlo. en las redes u"
ésta, si sabemos que el soma oceánico f^
eitivas de lo ley; pero, aun entonces no se siempre bisexual y que Indo individuo, hom
puede olvidar la raíz biológica de sus culpas bre o mujer, por perfecto que sexualmente
sociales y singularmente de aquella que con sea, rn Ja forma y en los impulsos conserva
más frecuencia propende a cometer: <d es latentes, soterrados quizá en hondas proliin*
cándalo. Xada remediará el juez podando
con mano enérgica el delito. El árbol que ("De Archivos de Medicina Legal e
da ¡idarlo y retoñará el fruto suprimido con Idonlil'icacao, auno VII, N.o 14; 1.a part<\j
nuevo vigor.
5
didadcs. vesligios del sexo coiil cario .' las comprendí' dentro de la minia interprc-
Llegamos asi a ln conclusión de < 1 1 1 <■ mi
todo homosexual c.xble una base orgánica de A llora bien, desde el punto de vista legal,
intci'sexualiilad. Teco sería un pr.il'nudo decir, médico legal, la homosexualidad se
i's
error (d considerar la perversión del instin puede distribuir en varios grupos de muy
to como una consecuencia directa y única ele dislinta interpretación. El resultado de mi
esta intersexualidad. La intersexualidad, es experiencia sobre este punto concreto, será
tado constitucional, es sólo una predisposi rd objeto de las brees páginas que van a
ción. Sobre esta tienen qii" actuar las causas seguir.
I
exógenas que desarrollarán la actitud isexu:.
Segain la conduela social, cu efecto, pode
de la mujer o del hombre con más o mimos mos dividir a los hombres homosexuales mi
5
al de la mayoría de los hombres. grupos, suele adoptar principalmente la for
superior
La nota denigrante que la moral social po ma de la amistadamorosa, muy cargada de
sexuales sean hombres de inteligencia supe cido y sobre las citadas salvedades que tien
rior, literatos, artistas, etc., y a favor de la den, como hemos visto, en el grujió anterior,
disculparle encarecerle. El homo
beligerancia intelectual, actúan como tales a y aun a
talento artístico es tan frecuente, que el vul por lo menos, un sentimiento de inseguridad
go suele entender arbitrariamente el concep para hacer frente, yute la sociedad, a su
to: y por eso el número de los grandes es perversión. Lleva en silencio su destino.
ses que han sido sospechados de inversión es normal, fundándose en detalles equívocos
sexual, es evidentemente mucho más extenso de su morfología, de sus gestos, etc., o en
to sin que se sepa por qué, de responsabili terrible tragedia con la que convivió duran
de toda inter te su vida entera.
dades públicas y al margen
vención médica y de toda sanción penal. He conocido muchos casos de esta forma
La actividad sexual de este grupo prime tristísima del homosexual verdadero, pero
ro de homosexuales que estamos examinan vergonzante. Unas veces sP trataba de hom
bres fundamentalmente rectos, quizás de
do, de categoría espiritual generalmente alta
convertían al-
con respecto a los que forman los demás excepcional bondad, que en
140:;-! 14-48
I misino todo aquello que las burro'as in campanas ocullas del homosexual (bd tipo
franqueables de su anormalidad les impedían une estamos describiendo.
gozar. Pero en otras ocasiones la sensibili Este es el contacto tiene el homose
que
dad reprimida estanca ,\ fermenta y lo xual la Con
se vergonzante con ilegalidad.
ma agresividad social que la-
formas de tacto, por lo tanto, no directamente sexual.
gentes no se explican y que tienen en la in V quiero apresurarme a reherar que sólo
versión de la libido su exacta in'erprrt :r afectan estos comentarios a un grupo limi
eión. Ello de los peligros de la sociedad hu tado, pues son muchos más los de espíritu
mana es el hombre resentido. El rebelde .sis dolorido y resignado que, no sólo no hacen
temático, el loco el criminal, son peligres nial a nadie, sino que piied'-u ofrecer exal-
visibles y. por lo tanto, evitables, Pero e lacioncs altruistas de la niá- noble calidad.
resentido posee un seni ¡miento antisocial
de la vida, como las guerras o las revolu El homosexual latente con brotes acciden
ciones. Eifl unces el resentido sale a la su tales de su anomalía, es de gran interés mé
perficie y juega un gran papel, trisle y tran
dico legal porque en él e| elemento patoló
sitorio. gico aparece con evidencia indiscutible; y,
Pues bien, el resentido se red uta en gran [rr lo tanto, su alejamiento de la respon
parte entre los hombres que por enfermedad sabilidad debe ser considerado con e-pecial
o anomalía nativa están colocados en una interés. En estos hombres luego.
es desde
situación de excopcionalidad respecto al res evidente la predisposición homosexual, con
to de los hombres. Y dentro de ese grupo, signos físicos (pie la denuncien o no; pero,
una fracción importante es la de los que en condiciones normales, esta predisposición
padecen transpiróos del sexo: por lo mismo
está espontáneamente sofocada, por el ma
que el normal disfrute de la sexualidad, es, yor vigor de los elementos del sexo normal;
dentro de las categorías quizás también las inhibiciones
vegetativas, fun y por ex
ción de lujo, innecesaria para la vida indi ternas de orden ético y religioso a que an
vidual y ligada, como todos los lujos, a la teshemos aludido. Más cuando surgen cir
vanidad orgánica entrañable de los resortes cunstancias anormales para el organismo,
instintivos. El impotente, el tímido, el que el fondo homosexual se subleva, y se tradu
por ser
portador de cualquier defecto ;e ce, en la conducta sexual y social. Tal ocu
encuentra al margen del con motivo de estados tóxicos-alcoholis
juego del amor, se rre
Una manifestación antisocial muv fre dos o con amantes conocidas, otras veces
produce en su alma torturada cuando dis lo común sus actividades homosexuales sue
paran el papel envenenado y sin firma. Y len adquirir un tono particularmente escan
cosa extraña, que ya hemos indicado antes: daloso y delictivo, y en que, como se ha di
con frecuencia, la anónima acusadóu es cho, el motor inmediato del delito, es un
precisamente de homosexualidad. La repu episodio francamente patológico. Con má
tación de homosexuales que injustamente han xima delicadeza han do ser. en consecuencia,
padecido tantas y tañías personas de signi iiiterprrlado.s eslos
anormales. Las aparien
ficación, ha parí ido, no raramente, de estas cias de su actividad sexual les hacen caer
de lleno cu la esfera de la justicia; pero su prostituidos se recluían entre hombres de
verdadero sino la clínica. C'oino regla ge
es
predisposición intersexiial casi nula y quo
neral puede decirse que todo homosexual por lo tanto, hayan llegado a su situación
que empiece a serlo después de los cuaren por [nica perversión ética, sin el mínimo de
ta años, debe .-ce muy sospechado, de este
disculpa de haber caído a favor de una ano
diagnóstico de accidentalidad producida por malía orgánica. Pero, en la mayor parte de
caus;„s patológicas y concretas; la
y, en con os casos predisposición intersoxnal es
secuencia, debe ser enviado al médico y no evidente y muy precoz : casi sin excepción,
al juez, cualquiera que sea la trascendencia la
prosl itueión se ha, hecho en la misma ni
social de sus fechoría.--. ñez o en la adolescencia. Los casos escrupu
Por cierto que éstas suelen estar casi losamente estudiados que yo conozco del
siempre dirigidas en el sentido de la rela- archivo del doctor Ribeiro, confirman el
d.ei con adolescentes, prostituidos o no-. fuerte componente intesexual de esta varie
dad de homosexuales.
VI Es evidente que ellos el problema mé
en
PARATEÑIREff CASA
USE SIEMPRE LAS
INSUPERABLES
ANILINAS
24S3 —
1|4 —
13
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■homosexuales de ninguna manera. Son sim te los que figuran muchos médicos, acaba
ueurósicos en los que la perturba de cumplo! ¡ir la deformación del instinto
plemente
chin de su sexualiadd se manifiesta, no ™ de estos pacientes .
1110 es corriente, por 1:111 sentimiento de timi Acaso sea le situación íntima de estos
una conciencia, de inversión sexual cread; venimos considerando. Porque sufren toda.-
r-ubre hechos reales que fueron mal inter las consecuencias de su situación excepcio
forma las pequeñas realidades que ocurren titubeos nos declara su certeza de homo
en la fase de desorientación sexual de la sexual, tiene la confesión un acento de de
niñez y de la pubertad. En fracaso sexual sesperada amargura que no encontramos ja
en estos años es un hecho normal y el indi más en el homosexual verdadero, ni aun en
viduo normal 110 larda pu hundirlo en el los más dotados del sentimiento de la res
los sexos. Este es el caso más común : es de firinacióu de que en el homosexual "no hay
cir, el de umt impotencia psíquica creada nunca un verdadero sentimiento de culpa
sobre la realidad de uno o varios fracasos o un fuerte estado de neurosis procedente
en los primeros contactos amatorios. de un concepto íntimo en relación con sil
de la ¡uicieción en la vida del sexo. Tienen la inmensa mayoría de los casos, el homo
el misino valor pasajero e intrascendente sexual verdadero tiene siempre, más o me.
de las
primeras caídas cuando el niño co nos
explícito en su conciencia, ese soporte
mienza a andar, o de las primeras indiges de justificación biológica que le alivia el
tiones cuando el apetito no eslá todavía sentimiento de la responsabilidad. Precisa
controlado por la autoregulacióu instintiva mente cuando 110 existe esta justificación
de los fenómenos nutritivos. Pero en el neir biológica, es decir, cuando el hombre no es
el matrimonio para id que, por otra parte, liiún, no sale del encierro de su alma. Aca
su timidez les pone obstáculos a veces in so
por este predominio del instinto de la
pulso homosexual, más las enérgicas inhibi- bres de los que mayor tributo pagan al sui
biciones ele la conciencia, les aparta tam cidio, sé de varios casos en los que me cons
bién de toda relación invertida. De aquí ta (pie ésta fué y no otra la génesis de la
la situación de dolorosa ambivalencia en "fatal" resolución" de que al día siguiente
se hallan. He conocido algún caso en nos habla la sección de sucesos de los perió
que
que en de desesperada desorien
momentos dicos.
tación intento el enfermo la, relación homo (f M.. .
benevolencia ante las prácticas homo jor colaboración del año que provenga del
homosexual verdadero del falso. sus páginas y recuerda que los valores
le
Asi trascurre la vida de estos neurósicos. auténticos se imponen en todos los medios.
hasta la vejez ciega la fuente del ins
que
tinto perturbado, sino tiene antes la suerte
de que les cure un médico ; son los casos
o
propios para el psicoanálisis inteligente,
cura de razonable
simplemente, para una
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