Este documento es una oración para cerrar puertas a los demonios en la vida de una persona. La oración confiesa los pecados a Dios, renuncia a ellos y pide perdón. Además, pide a Dios que limpie la conciencia con su sangre, se quede en el corazón de la persona y sea el dueño y señor de su vida. Por último, en el nombre de Jesús, cierra toda puerta que pudo haber abierto al diablo y sus demonios, y se confiesa solo a Cristo como Dios verdadero.
Descripción original:
Título original
ORACIÓN PARA CERRAR PUERTAS A LOS DEMONIOS EN NUESTRA VIDA.docx
Este documento es una oración para cerrar puertas a los demonios en la vida de una persona. La oración confiesa los pecados a Dios, renuncia a ellos y pide perdón. Además, pide a Dios que limpie la conciencia con su sangre, se quede en el corazón de la persona y sea el dueño y señor de su vida. Por último, en el nombre de Jesús, cierra toda puerta que pudo haber abierto al diablo y sus demonios, y se confiesa solo a Cristo como Dios verdadero.
Este documento es una oración para cerrar puertas a los demonios en la vida de una persona. La oración confiesa los pecados a Dios, renuncia a ellos y pide perdón. Además, pide a Dios que limpie la conciencia con su sangre, se quede en el corazón de la persona y sea el dueño y señor de su vida. Por último, en el nombre de Jesús, cierra toda puerta que pudo haber abierto al diablo y sus demonios, y se confiesa solo a Cristo como Dios verdadero.
Señor Jesús yo creo firmemente que tu eres el Hijo de
Dios. Tu eres el Cristo, el Mesías, que vino a deshacer toda obra del diablo, toda obra de maldad. Diste tu vida en la cruz por mis pecados y resucitaste de entre los muertos.
Padre te confieso todos mis pecados, (di los pecados que
recuerdes) y renuncio a ellos. Confieso haber andado por malos caminos, haciendo lo que agrada a mi carne. Confieso no haber obedecido tus mandatos y pido perdón y me vuelvo a ti en arrepentimiento.
Lávame, limpia mi conciencia con tu sangre. Creo que tu
sangre me limpia ahora de toda maldad, de todo pecado. Te pido que te quedes conmigo en mi corazón y seas dueño y Señor de mi vida, de mi mente, mi conciencia, mi alma, mi cuerpo y mi espíritu.
En el nombre de Jesús cierro toda puerta que pude haber
abierto al diablo y a sus demonios. Solo Cristo tiene autoridad sobre mi, yo le pertenezco.
Jesucristo, te confieso como mi único y verdadero Dios.
Apártame para servirte, amarte, obedecerte. Dedico y consagro a ti mi vida. Gracias por redimirme, por limpiarme, por justificarme y santificarme. Gracias Padre Santo, te amo. Amén.