¿Amor o enfermedad?

Gabriel Merino

Gabriela Michelena

Composición II

24 de octubre de 2016

¿Amor o enfermedad?

El colecho es una práctica a la que muchos padres de familia recurren después de que el

resto de alternativas para calmar a los bebés no funciona. Esta práctica es común en otras

culturas, como en India y Japón, en donde se practica hasta cuando los niños tienen 7 años de

edad. El colecho es la mejor opción que debe ser practicada por los padres, debido a que trae

muchos beneficios para los recién nacidos, permitiéndole al bebé dormir más tranquilo sabiendo

que esta junto con sus padres. Asimismo, esta práctica ayuda a los bebés a regular mejor su

temperatura, así como tener una mejor calidad y cantidad de sueño, lo cual también beneficia a

que los padres puedan dormir mejor. En otras palabras, muchos de los problemas que puede

tener un recién nacido pueden solucionarse o ser mejor atendidos si se practica el colecho; los

padres podrán así abrazar a sus hijos tranquilizándolos, el contacto entre la piel de los padres y el

bebé ayuda a regular la temperatura corporal del bebé. Adicional a esto, los bebés no están

conscientes de que sus padres existen, por lo tanto sino los ven se sentirán amenazados y llorarán

para llamar alguien que lo auxilie, por lo que el dormir junto con los hijos permitirá que estos

tengan una mayor y mejor calidad de sueño.

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En primer lugar, el colecho es una práctica que permite que los bebés estén más

tranquilos, ya que el contacto con la piel de su madre o padre le da seguridad y le ayuda al

mismo tiempo a tener ritmos cardiacos más estables. Según Armando (2014), el colecho puede

ser practicado con el método canguro, el cual se usa en hospitales y permite que los bebés tengan

un mejor peso, ritmos cardiacos más estables y un mejor estado de salud. Esto se refleja en una

mayor tranquilidad para el infante, puesto que al tener un ritmo cardiaco estable no sufrirá de

ansiedad ni de estrés. La principal razón para la que exista un ritmo cardiaco estable es que

durante el colecho, el contacto del bebé junto al pecho de la madre permite que se sincronicen

ambos ritmos y por ende el bebé no presentará anomalías en su ritmo cardiaco que lo levanten o

lo pongan bajo situaciones de estrés. Adicional a esto, el ritmo cardiaco también se estabiliza por

la seguridad que siente el bebé al no sentirse solo. Al momento de dormir junto a sus padres, el

recién nacido se siente protegido y por consiguiente no tendrá necesidad de preocuparse. En

otras palabras, el colecho es la alternativa más viable y natural para que los recién nacidos tengan

una mayor tranquilidad y buena salud.

Otro factor importante respecto al colecho es que esta práctica permite que los bebés

regulen mejor su temperatura corporal. Es importante recalcar que los bebés son seres muy

vulnerables, puesto que recién están creciendo, por lo que es vital que tengan una temperatura

adecuada. Por lo tanto, el colecho se torna en una práctica ideal, puesto que permite que los

bebés, al estar en contacto físico con sus padres, puedan regular su temperatura relacionándola

con la de sus progenitores. Según Jové (2006), los bebés no son capaces de regular su

temperatura; durante el día son vestidos por sus padres según el clima, sin embargo, en la noche

el estar con sus padres les permite mantenerse calientes. Por ejemplo, se sabe que si el bebé esta

frío, la temperatura del pecho de la madre aumenta dos grados, mientras que si el bebé está muy
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caliente, la temperatura del pecho de la madre disminuirá un grado centígrado. En otras palabras,

el dormir junto a los recién nacidos es algo que debe ser implementado, puesto que permite que

naturalmente los bebés puedan tener una temperatura ideal, sin necesidad de estar excesivamente

abrigados o al contrario estando muy expuestos al frío. Por lo tanto, el colecho es una forma

natural y segura de mantener la temperatura de los bebés, por lo que debe ser practicado.

Con respecto a la mejora en el sueño, se sabe que los bebés no son conscientes de su

entorno. Es reconocido por la comunidad científica que los seres humanos somos los mamíferos

que más indefensos están al momento de nacer. Por esta razón, en momentos de la noche el

cerebro de los bebés emitirá señales que lo hagan despertar para así activar un mecanismo de

supervivencia, con el cual el bebé buscará que alguien lo proteja. Según Hofer (1987), el realizó

un experimentó en el que corroboró que el colecho, en efecto, no solo influye en sensación de

seguridad que pueda tener un individuo, sino que además, el colecho también tuvo una influencia

en 15 funciones biológicas, tales como, tensión arterial y la actividad de las células inmunitarias.

En pocas palabras, cuando los bebés se dieron cuenta de la ausencia de su madre, su sensación de

seguridad desapareció, razón por la cual estaban inquietos, con presión arterial elevada y con

defensas bajas. Por lo tanto, nuevamente se ve que el colecho tiene un efecto positivo en los

bebés pues les provee de una sensación de seguridad, ya que aunque no parezca, ellos sienten la

ausencia de sus padres. Es por esto que los bebés se despiertan rápidamente cuando pasan de los

brazos de los padres a las cunas. Por ende, el colecho debe ser visto como una alternativa ideal

para proveer una seguridad emocional a los bebés.

Otro de los beneficios que trae el colecho es que ayuda a reducir el llanto de los bebés.

Colechar tiene un efecto significativo en la reducción del llanto de los bebés, ya que al sentirse

cerca de los padres, el bebé no tendrá necesidad de llorar para llamar a sus padres. En palabras
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más sencillas, los bebés lloran cuando necesitan de algo, sin embargo, con los padres cerca la

necesidad de llorar disminuye, ya que los padres podrán percatarse de las necesidades del recién

nacido a tiempo y así podrán evitar la frecuencia de los llantos. Según Gil (2012), los bebés

africanos lloran con menos frecuencia que los europeos, debido a que en África se aplica el

colecho con mayor frecuencia. En esta región, los padres envuelven a sus hijos y los llevan en la

espalda. Esta técnica no solo les permite a los bebés sentirse cerca de sus padres, sino que el estar

envueltos se replican las condiciones de envoltura en el útero, lo que protege al bebé del estrés

del mundo exterior. Adicionalmente, en otros casos, dormir con los recién nacidos permite que

los padres o se anticipen a su necesidad o los atiendan más rápido. Por consiguiente, el colecho

no solo es una forma de proteger y dar seguridad al bebé, sino que además permite a los padres

atenderles con celeridad, por lo cual debe ser aplicado, ya que así se puede dar prioridad a los

hijos.

Con relación a la lactancia, se sabe que los niños de los padres que colechan tienen una

mejor alimentación, en comparación con aquellos que duermen solos. Los recién nacidos que

duermen con sus madres se alimentan más que aquellos que no lo hacen, puesto que tienen una

mayor conexión con su madre y además al estar más cerca de su pecho tienen una mayor

facilidad para lactar, lo cual es positivo pues permitirá que se alimenten mejor. La doctora

Amalia Arce (2014), establece que el incremento de la lactancia materna, se produce por un

incremento en el colecho, ya que las madres dan a sus hijos de lactar en la cama y se quedan

dormidas. Sin embargo, ella también afirma que el niño al dormir en sincronía con la madre,

tiene un mayor acceso al pecho durante la noche, por lo que la lactancia es más sencilla y menos

cansada para la madre. Por lo tanto, el colecho es una práctica que no solo beneficia a la madre al

hacer más sencillo el dar de lactar, sino que permite que el recién nacido pueda lactar durante la
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noche sin mayores dificultades, por lo que estará alimentándose más frecuentemente con la leche

materna de la madre. Por ende, el colecho debe ser practicado, ya que trae beneficios muy

significativos no solo para el bebé sino para la madre también.

Finalmente, otro beneficio muy significativo que puede proveer el colecho es que para los

recién nacidos que practican el colecho presentan una disminución en el riesgo de muerte súbita

en los bebés. Según McKenna (2005), los bebés no deberían dormir solos, puesto que una mala

posición, como dormir boca abajo, podría provocar que el bebé se ahogue a media noche sin que

los padres se den cuenta. Es por esta razón que el colecho tiene un rol muy significativo en la

disminución de la muerte súbita, puesto que permite que los padres estén atentos a las diferentes

posturas que el bebé adopta durante la noche y así pueden evitar que este tenga problemas al

dormir. Adicionalmente, se ha probado en estudios que los bebés que morían por muerte súbita

tenían bajos niveles de serotonina. Esta hormona es la responsable de regular la temperatura, la

respiración y el ritmo cardiaco. Por consiguiente, colechar con los hijos es beneficioso y debe ser

practicado, puesto que al aumentar la serotonina disminuimos el riesgo de que el recién nacido

tenga una muerte súbita.

En resumidas cuentas, es importante recalcar que el colecho es un práctica que ha traido

muchos beneficios para los recién nacidos de padres que han decidido colechar con sus hijos.

Muchas personas no conocen a cabalidad los beneficios de esta práctica, por lo cual juzgan sin

saber. Sin embargo, el colecho debe ser practicado, ya que permite que el recién nacido tenga un

mejor ritmo cardiaco, puesto que este se sincroniza con el de su madre. Adicionalmente, el

contacto físico con su madre, ha demostrado que ayuda a los bebés a regular su temperatura

corporal, con lo cual no tendrá ni exceso calor o frío. Asimismo, el instinto de supervivencia o

alerta del bebé no mandará señales que despierten al bebé, debido a que al estar cerca de sus
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progenitores el recién nacido no se sentirá amenazado o en peligro. Otro efecto muy

significativo, es la reducción del llanto, puesto que los padres podrán satisfacer las necesidades

de sus hijos con mayor celeridad, y así se reduce falta de horas de sueño de los padres también.

La alimentación también es una razón más para colechar, ya que de esta forma las madres podrán

dar con mayor facilidad de lactar a sus bebés, y así el bebé puede alimentarse mejor, teniendo un

mejor desarrollo. Finalmente, una razón muy relevante para colechar es que los padres estarán

pendientes de las posturas que adopte el bebé para dormir, lo cual permitirá al padre evitar que el

bebé se ahoga y tenga una muerte súbita. Entonces, colechar es una práctica a la que muchos

padres deben recurrir para así darles un mayor cuidado a sus hijos, con el cual aseguran su

correcto desarrollo.
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Referencias

Arce, A. (2014). Diario de una mamá pediatra: Consejos profesionales y anécditas personales

para disfrutar de la maternidad.

Bastida, A. (2014). Colecho con el bebé: por qué dormir juntos es beneficioso. Extraído el 18 de

octubre de 2016 el http://www.bebesymas.com/ser-padres/colecho-con-el-bebe-por-que-

dormir-juntos-es-beneficioso

Gil, G. E. (2012). Diario de una mamá canguro: Manual de porteo adaptado. San Vicente [del

Raspeig] Alicante: Club Universitario.

Hofer, M.A. (1987). Early social relationships: A psychobiologist’s view. Child Development,

58, 633-647.

Jové, R. (2006). Dormir sin lágrimas: Dejarle llorar no es la solución. Madrid: Esfera de los

Libros.

McKenna, J. (2005). "Why babies should never sleep alone: A review of the co-sleeping

controversy in relation to SIDS, bed sharing, and breastfeeding" Paediatric Respiratory

Reviews. 6 (2): pp. 134–152. doi:10.1016/j.prrv.2005.03.006.