Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
1º edición 1997)
-----------------------------------------------
Sigo aquí, como atado a este cuerpo
por un hilo, pero no estoy aquí.
Ya no puedo saber dónde estoy, y me quedo
aferrado a lo ido, inmóvil.
No es vida, es lo vívido. Por momentos
lo uno y los dos se confunden.
¿El hilo se cortó? Afuera, destilado
por alguien, su aura; eso que se confunde
conmigo, estoy hecho de eso.
---------------------------------------------
No quise o no pude reconocerte,
tan ocupado estaba en buscar
que no quise o no pude reconocer
aquello que la vigilia tenía reservado
en opulentos odres para mí.
Te llevé a la par como un perro
y como un fiero animal me tendiste
tu garra: dejé que me llevaras,
que me trajeras, que ficcionaras conmigo.
-------------------------------------------
En Ni la noche ni el frío (Textos intrusos, 2012)
He dado el paso…
He dado el paso
más importante de toda mi vida:
he roto con mi madre y he caído en tus brazos.
Romper y caer, y caer
y caer.
Así de simple.
Ahora que el mundo se abre y mi casa
la que he cultivado desde que soy un niño
se cierra.
Guardo en una caja de mentira
los juguetes que he fabricado de verdad
a lo largo del tiempo, para escapar
del tiempo.
Hoy que mi madre se muere de indignación
por verme caer
con todo el peso de mi cuerpo
en tus brazos…
Y es simple la caída
y por momentos, dulce
y menos dolorosa de lo que imaginaba.
---------------------------------------------------------
En Fiel a una sombra (2001)
En Esto no puede seguir así. Premio Literario Provincia de Córdoba 2009. Ediciones Letras y Bibliotecas
Córdoba. Córdoba (Argentina), 2010.
A veces
él apoya su turbada cabeza
sobre la almohada, cierra los ojos
y deja que ese montón de agua traslúcida
se lo lleve; pero enseguida se despierta
y escucha, en lo oscuro
el galope febril de esos fantasmas
que lo tienen a maltraer.
Aunque yo le cite
aquellos versos famosos
de Calderón de la Barca...
Abre sus negros ojos
atravesados por ochocientos relámpagos
y vuelve a repetir, insistente,
que él no quiere caer
en ese pozo sin fondo
que se devora los minutos.
-Tiempo, hermoso tiempo, dice
que no se puede recuperar, y no podremos nunca ¿te das cuenta? nunca
recuperar... No importa si son las tres de la tarde
o las cuatro de la mañana.
De "Mi amigo Raulito” en Chicos malos y otros poemas, Osvaldo Bosssi, Editorial Conejos, 2012.
VI
Para mi bien o para mi mal
cerré los ojos y pensé
que si el mundo entero reventaba
finalmente, por los cuatro costados
no tendría la menor importancia.